Fernando

Estos últimos días, han sido maravillosos, no se los voy a negar, me alegraba un montón que Diana haya regresado y que después de todo, estemos juntos como pareja.

Sabia que su enfermedad no le permitiría vivir mucho, que en cualquier momento ella tendría otro colapso y temía que ahí quedase. Aquella tarde que fui donde su madre, ella me dijo que los tratamientos de su hija iban a ser muy costosos, que sino comenzaban pronto con ello, ya de por si la enfermedad se volvería incurable, ellos sabían de esto desde que se mudaron a Trujillo, si a su padre le iba bien en un negocio que estaba armando con ayuda de algunos amigos, pagaría todo lo de Diana, aun habría tiempo suficiente para ser tratada, pero fracasaron. Ya habían pasado tres años y medio, por temas de dinero tuvieron que volver a Lima. 


Supuestamente por esos sus padres se separaron, su madre quería los tratamientos para su hija, su padre de igual manera, pero él sabia que para pagar los tratamientos tendría que vender todo y ni aun así alcanzaría por completo, después de eso pasarían a vivir en la calle, ellos no eran gente de plata, nunca lo fueron. Pusieron al señor en una situación complicada.

Diana, de alguna manera malinterpreto lo que dijo su padre, a demás creyó que ser salvada seria una perdida de dinero y junto con más malos entendidos y discusiones de por medio, se separaron. Estaba decidido lo que pasaría.


Diana, habiendo aceptado que no viviría mucho, intento tener una vida normal hasta el final, consiguió trabajo, trato de retomar su relación con Antony y se volvió algo independiente.


Un día, sin querer queriendo, mientras yo hacia unas entregas pase por el lugar donde ella vivía. Ella no me veía hace mucho, pero me reconoció de inmediato, supongo que recordando viejos tiempos y debido a lo que le pasaba decidió lo que decidió, una semana antes de llegar a mi puerta, termino con Antony, él no sabia de su enfermedad, dejo de ir a su trabajo para que eventualmente la despidieran, finalmente toco a mi puerta.

Ella cree que no lo sé, pero no es así, por eso desde ese día he estado con ella de aquí para ella, sin alejarme demasiado, aunque no siempre lo conseguía.


Su madre, a demás de decirme los síntomas que tendría, los cuales fui viendo poco a poco, dijo que ella no fue apropósito a buscarme, dijo que yo era su mejor distracción, siempre que Diana les contaba algo de mi, sus ojos brillaban y se ponía feliz. La señora me dijo que como pude ser tanto tonto en no darme cuenta que le gustaba a su hija, de alguna manera, aprobó que yo estuviera con Diana y no Antony.

Antes de irme de la casa de la señora Maria, le dije que mientras yo estuviera con su hija, ella no volvería a sentir miedo, no le faltaría fuerzas y no le faltaría nadie a su lado, ella sonriente respondió que confiaba en mí y que así seria.


Hay veces en las que noto algo triste y asustada a Diana, obviamente intento de que deje de sentirse así, ella hizo que yo deje de estar solo, de vivir solo, me hizo celebrar Navidad, era tiempo de que yo hiciera lo mismo por ella.

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