Ya solo faltaba media hora para Navidad, en las calles ya se iban escuchando cuetes prenderse y reventar en el aire. Una amiga y yo fuimos colocando los platos junto con las copas en la mesa, no creí que vendrían tantos, faltaban tres platos, antes de ir a sacarlos al cuarto de cajas, Oscar, entro con mi ex de colegio, para mi fortuna no fue a la que invito en el mercado, con ella termine unos 3 meses antes de que llegase Diana y verla aquí haría las cosas muy incomodas.

Diana y ella no se llevaban muy bien, pero supongo que ya no habían rencores, es decir, estuve con ella hace años en la secundaria. La salude y volví a lo mio, a sacar más platos. Los demás fueron sentándose, sacando el vino y sirviéndose la comida, faltaban cinco minutos para la media noche, estaba nervioso, hace mucho no sentía esta emoción.

Tenia a Diana a mi derecha y a todos mis amigos que no veía hace mucho a mi alrededor, todo marchaba bien. Hasta que Oscar lo hizo de nuevo, rompió una copa y tuve que ir a por otra al cuarto de cajas.

Maldito Oscar.

Ahí estaba yo, a solo cinco minutos de Navidad buscando copas en un cuarto sucio.

Escuche que alguien salio del baño, así que pedí ayuda. No debí hacerlo. Brenda entro a ayudarme, mientras buscábamos la bendita copa nos pusimos a hablar, dijo que mi casa era hermosa y pregunto si vivía con alguien, le dije que ahora estaba Diana y vivía con ella, creí que con eso dejaría de preguntar, en cambio, menciono que estaba más guapo que en secundaria, le gustaba la forma de mi barba afeitada y lo alto que estaba, le agradecí el cumplido y le dije que ella también se veía bien, nada más.

No estoy seguro si Brenda no había olvidado lo que sentía o solo lo hizo por joderme, porque cuando voltee al encontrar la copa, ella me beso.

Gritos de Feliz Navidad se oían afuera del cuarto. No podía hacer esto, Diana estaba esperándome con las demás, obviamente Brenda no me dio explicaciones de porque lo hizo, simplemente lo deje pasar. Al volver a la sala, imagine que todos estarían abrazándose y brindando, lo que no me imaginaba era que todos estarían preguntándome que hice, porque Diana salio llorando de la casa.