A veces me sentía triste, me siento sola, sé que ahora Fernando y yo eramos pareja, pero, no sé que tan difícil le resulte cuando yo...

No quiero dejarlo solo, no quiero irme, ya me he acostumbrado a verlo todas las mañanas, a verlo dormir, a verlo cambiarse, a verlo todos los días, despertar a su lado y sentir su calor, sentir su cuerpo, sentirlo a él.

Yo sabia mi situación, por una discusión que tuvimos mis padres y yo, termine yéndome de casa, trate de retomar todo lo que deje antes de mudarme y pude mantenerme estable por un tiempo. Volver a ver a Fernando me emociono, verlo hacer sus entregas cerca de mi  departamento de alguna manera hizo que recobrara el rumbo, sabia que hacer, pero tomaría unos días antes de que pudiésemos vernos frente a frente.

En realidad vine con la intensión de pasar tiempo con él como los mejores amigos que eramos, yo ya no sentía nada por él, creí haber olvidado esa tonta ilusión de secundaria, pero supongo que a veces no importa cuanto tiempo pase, si amaste a alguien tanto tiempo, no verlo no hará que esos sentimientos se vayan, ni empezando algo con otra persona lo hará. Cuando lo volví a tener cerca, mi corazón no paraba de saltar de alegría, estuve nerviosa antes de llegar a su casa, tuvieron que pasar cinco minutos para poder calmarme y decidirme a tocar su puerta.

La verdad nunca me falto dinero, simplemente me salí del cuarto que rentaba y deje de ir a trabajar. Si iban a ser mis últimos días, quería vivirlos con la única persona que ame de verdad. 

Sé que me desvío del tema, pero últimamente no me siento tan bien, mi cabeza me empieza a doler muy seguido y a veces no puedo mantener mi propio peso, comienzo a tambalearme, siempre antes de caer Fer esta ahí, yo lo amo con todo mi corazón y sé que el también me ama. Sé que causes algunos problemas desde que llegue, pero pude cumplir mi promesa, hice que Fernando volviera a celebrar Navidad. 

No quiero que por mi culpa, no celebre Año Nuevo.