El tiempo se paso volando, es injusto como en los momentos que te sientes más vivo y feliz duran tan poco, como si fuesen fugaces.

Mis tías llamaron, era momento de llevar a mi hermano al aeropuerto.

Antes de irnos, Diana se despidió de él con una que otra lágrima de por medio, ellos se quedaron hablando un rato, me llamaron y nos tomamos unas cuantas fotos para el recuerdo. Cuando él subió al auto, le dije a Diana que me esperara en la casa, que no demoraría.

Subí al auto, Diana nos veía desde la puerta, gire la llave y me puse a conducir al rededor de casi una hora y media, en el trayecto, mi hermano y yo hablábamos de todo lo que hubiésemos hecho si su vuelo no se hubiera adelantado, también hablamos de todo lo que hicimos esa tarde, lo bien que la pasamos juntos otra vez. cada canción que sonaba en el radio la cantábamos, fue divertido y triste al mismo tiempo, cuando la canción de "Wonderwall" acabó ya habíamos llegado al aeropuerto.