Salí de inmediato a buscarla, ella estaba detrás de mi auto, cuando me fui acercando, pude notar que estaba llorando porque parte de su maquillaje se había. Cuando se dio cuenta que me acercaba, grito que me odiaba, que era de lo peor.

Yo intentaba hablar con ella, pero cada vez se iba alejando más.

Alejate de mí, te odio.

¿Que no entiendes?, ya no quiero nada contigo.

¿Así decías que me amabas?, eres igual que Antony, un idiota, te odio Fer.

Tuve que soportar todas esas palabras, las merecía, no debí dejar que Brenda me besara, de alguna manera la entendía, es decir, es como si la vieja historia de secundaria se repitiera.

Las lagrimas en los ojos de Diana se acumularon e hicieron que se detuviera a mitad de la pista, aproveche ese lapso de tiempo para poder acercarme y pedirle perdón.

Yo no tenia la culpa, Brenda me beso, a demás yo no la amaba, amaba a Diana y  nadie más.

Poco a poco fui llevándola conmigo hacia la vereda, ella no lo noto, pero un auto se iba acercando, trate de apurar el paso, solo me distraje un segundo, tan solo un segundo basto para que Diana se soltara de mi y avanzase hacia donde iba a pasar el carro.

Antes de que tan si quiera el carro rozase con Diana, sentí como algo me empujo hacia ella.

Nadie te prepara para esos momentos, uno mismo debe de saber actuar.

Pude coger su mano y jalarla hacia mí, en vez de chocar con el carro, choco contra mi haciendo que ambos cayéramos al piso. No me importaba que siguiese diciendo que me odiaba, ni los pequeños golpes que me daba por ser un tonto, la tenia a salvo en mis brazos y eso era lo que importaba.