— no era necesario que me acompañaras— murmuró ella nerviosa

Se encontraban en la plaza de la ciudad comprando unos ingredientes para los dulces especiales de Bigmom, con ellos estaban uno de los guardias dulces que siempre la acompañaban a cargar las cosas

Pero esta vez Katakuri le acompañó
Muchos ciudadanos les observaban, era una pareja perfecta

—tenía bastante tiempo libre antes de la boda— concluyó el con seriedad

Ella sonrió

— me alaga que tomes ese tiempo para estar conmigo— él desvió  la mirada, ocultando un sonrojo —fueron compras de último momento, iba a pedirle a Cracker-sama que me facilitara unas galletas pero no está en el castillo

— mamá nos informó que está en el bosque acabando con Mugiwara— explicó

— bueno... tendré que conseguirlas de otro modo— miró la tienda de galletas que estaban frente a ellos— hay que tener cuidado para escoger, mamá es muy exigente

El asintió y la vio perderse entre la tienda

Al rededor todos veían atentos los movimientos de la pareja, especialmente cuando ella hacía un esfuerzo más del necesario, el se mostraba sobre protector

— mira la hora!— la chica se mostró apresurada— ya casi es la hora de la merienda!

(...)

— aquí está todo señorita— un cocinero terminaba de traer el resto de comida, la mayoría de dulces habían sido preparados por ella — nos retiramos

Los demás cocineros se fueron a gran prisa y dejaron a la pareja solos

Desde que empezaron su relación normalmente las meriendas eran juntos, sin que nadie los viese, muchos suponían que era su momento de intimidad por lo cual nadie se atrevía siquiera a espiar

— abre— ella le indicó una dona

El gustoso dejo que le alimentara, ya era costumbre

Ella le sonrió con dulzura y pasó a los siguientes dulces. A Katakuri le encantaba las meriendas no solo por los deliciosos dulces. Melody siempre se mostraba de la misma manera

Cuando se quitaba aquella bufanda ella no parecía sobresaltada, en vez de verlo con duda y repugnancia siempre le veía con adoración, como si no hubiese nada más hermoso

— me sorprendió que llegarás antes de lo planeado— murmuró ella con una sonrisa, dándole delicadamente una dona

Ambos estaban acostados en una enorme cama, mientras que Mel estaba a su lado casi abrazado

— no quería llegar tarde a la boda de mi hermana— profirió con disgusto

— ya veo— ella saboreo un dulce— gracias por defenderme del Vismoke, siempre llegas en el momento oportuno

Katakuri gruñó por lo bajo recordando al peli verde osado, lo hubiese destripado si al llegar hubiese visto la mínima herida en ella

— aún pienso que debería acabar con el

— no!— ella negó rápidamente — estamos a punto de la boda, no deberías iniciar peleas innecesarias

— pfff— bufo

Ella río por su reacción

— aveces actúas como un niño— Mel paso sus manos por el torso de su mejilla, con dulzura contenida hasta llegar a su inminente boca

El aparto su mano con rapidez

No le gustaba que se fijara tanto en eso

Ella suspiro al darse cuenta, aún no tenía la suficiente confianza

— Katakuri — susurró ella acercando su rostro a él de él— ya te he dicho que no lo ocultes de mi

El se quedó en silencio

Mel se acercó más a él y le miró a los ojos

Sus labios se tocaron en un tenue tacto, el no se apartó, le encantaba sentirse tan cerca suyo

— ves?— susurró ella aún entre sus labios— eres perfecto