capitulo 18
¿has experimentado lo que es la felicidad?
Aquel sentimiento que te pone contento y que suele hacerte sonreír, eso que te da alegría y te da bienestar
Pero
¿Conoces la verdadera felicidad?
Aun recuerdo bien aquellos días en que solía mirar al cielo y ver lo gris y oscuro que se ponía antes de que lloviera, fuera de que el día pareciese muy triste, solía sonreír y sentirme feliz cuando las gotas de lluvia chocaban en mi rostro y recorrían mi cuerpo, comenzando a dar vueltas riendo
Me sentia bien, me sentía feliz, amaba esta vida, amaba mi vida.
Ese sentimiento tan único que solía sentir incluso en los días más difíciles
Amaba mi vida, o al menos eso era lo que siempre decía, incluso si no era verdad.
Edgar
Me levante con dificultad para mover el cuerpo y poder levantarme ademas de eso no tuve un sueño agradable, cuando observe mi alrededor descubri que me encontraba en el sillón de Bea, miré hacia los lados intentando hallarla pero no la pude ver, hasta que comencé a sentir que alguien estaba en su cocina, y de repente un olor a comida comenzó a llegar hasta mi, cielos, realmente tenía hambre, así que intenté levantarme para poder ir a ver, logrando poder sentarme con cierta dificultad, cuando escuche su voz
– Edgar, por fin te levantaste
¿Amaneciste bien?
– No mucho, me duele un poco el cuerpo
– ohh cierto, tendremos que ir al médico para que vean si no tienes nada malo
– No es para tanto, me pondré bien en unos días, no es necesario que vayamos a ver a un médico o a un hospital
– Si es necesario, me preocupo mucho por ti, así que iremos al medico aun si te niegas ~le da un beso en la mejilla~ es que no quisiera que te pase nada malo ~le da un leve abrazo~
– Esta bien bea ~se sonroja por la ternura de la chica hacia el~
Miraba los ojos de bea y podía notar un brillo especial en sus ojos, no era como siempre, era algo distinto, sentía mucha dulzura en su mirada hacia mi, tanta que incluso era como si la pudiera sentir, miré su linda cara y ese hermoso cabello suyo, se veía tan bonita y tierna que le di un abrazo y ella respondió igual
Podía sentir su amor, su cariño y sus sentimientos por mi, con solamente el tacto de sus manos, sin duda nada era igual al amar a alguien y ser correspondido de la misma forma
– Edgar, ven vamos a desayunar, prepare jugo, unos panqueques, también hay café o cereal si lo prefieres
– vaya, eres muy considerada, eres una ternura al preocuparte tanto ~suelta una pequeña risa~
– S-solo quiero que te sientas cómodo escogiendo lo que te gusta ~sonrojada~
– Si es así, entonces me siento cómodo escogiendo esto que me gusta mucho ~le da un beso en los labios y luego se separa~
– La-la comida, m-me refería a la comida ~dijo mientras señalaba con una mano y con la otra se cubría la cara~
– Jaja, tranquila, no es para tanto ~sonrie~
– N-no me molesta eso, solo que esto aun es nuevo para mi, todavía no me acostumbro del todo a besar a alguien en los labios ~decía chocando levemente sus dedos~
<<Ambos desayunaron juntos, platicando algunas cosas de sus trabajos y recordando los momento en que apenas se conocieron. Después ambos fueron a ver un médico, quien le recomendó a Edgar no hacer muchos esfuerzos físicos y descansar lo más que pudiera, ya que este tuvo un fuerte golpe que le causaron unas fracturas leves en su cuerpo, las cuales sanarian con el paso de los días o algunas semanas, por suerte no habia sido peor>>
Nos encontrabamos los dos juntos caminando después de la consulta con el médico, bea había estado esperando afuera del consultorio mientras yo era revisado de mi espalda y mis brazos, lo cual fue bueno, no me habría gustado que ella me viera así.
– Entonces Edgar, ¿no tienes nada grave?
– No bea, tranquila, estaré bien muy pronto
– Eso es bueno ~suspira~ no quisiera ver que estas mal
– No lo estaré si es que tu estas a mi lado ~le da un abrazo el cual ella corresponde~ te amo bea
– yo también te amo Edgar ~recibe una llamada~, discúlpame un momento por favor
~contesta~
¿Aló?..., si si estoy bien.
¿Que?..., me había olvidado de eso, si esta bien, ya voy para allá
– ¿Sucede algo?
– Si, olvidé que hoy tenia que ir a ayudar a rosa con algo que según dijo era probar unos nuevos prototipos
– ¿osea que debes irte ahora mismo?
– Si, lo siento, pero nos podemos ver más tarde
– Me parece bien, yo tengo que trabajar, así que podríamos vernos a mi hora de salida
– esta bien, pero ten cuidado y no hagas muchos esfuerzos físicos
– Tendré cuidado, no te preocupes ~le da un pequeño beso en la mejilla y se retira hacia su trabajo~
– C-cuidate m-mucho a-amor ~dijo nerviosa~
– ~se da la vuelta~ t-tu también c-cariño... ~dijo también nervioso~
<< despues de comenzar a tratarse como cualquier pareja comun, ambos se retiraron del lugar cada uno por su propio camino, sonrojados, intentando acostumbrarse a esta nueva etapa de sus vidas>>
>>>Con Bea>>>
– ¿Como vas con ese prototipo rosa?
– Pues no he logrado avanzar mucho ~ocupada examinando un libro~ a propósito, ya no te suelo ver mucho algunos días, incluso ni las noches, recuerda que solías venir aquí porque decías que era muy reconfortante
– hmm, bueno.., he estado ocupada con algunas cosas... ~decía nerviosa~
– ¿En serio? ~voltea a mirarla~ ¿y que cosas?
– Bueno esta bien, no te puedo mentir, he estado ocupada, c-con a-alguien ~dijo suavemente~
– Vaya, pero eso no tiene nada de malo, es bueno que tengas nuevas amigas ~volteó otra vez para seguir examinado el libro~
– Es un chico...
– ¿Qué? ~Se detuvo en seco, cerro el libro y volteo para mirarla~
– ¿has estado saliendo con un chico?, eso si me sorprende, en todo este tiempo no recuerdo haberte visto con ningún amigo, a decir verdad, nunca dijiste que tenias uno, de hecho tampoco amigas.
– Bueno, eso es porque solía pasar mucho tiempo contigo ayudándote y andaba mucho más concentrada en mis estudios y análisis de entomología..
– Si, recuerdo eso, ¿pero entonces que paso?
– N-no s-se me siento muy segura para hablar sobre eso ~agacha la cabeza~
– Bea, te conozco desde hace mucho tiempo, nos conocemos perfectamente, puedes confiar en mi sobre esto
– E-esta b-bien te lo contaré, todo ha cambiado desde que lo conocí a él..., ni siquiera se como paso, la primera vez que lo vi fue tan extraño y casi no preste atención, pero cuando me lo volví a topar intercambie unas palabras con el, no se que paso, pero el tenia algo, algo tan único que me hacía permanecer cerca a él para seguir conociéndolo más.
Una vez ocurrió un incidente, donde el me ayudo de una manera muy desinteresada, desde ese momento comencé a sentir una clase de admiración, cariño y respeto por el ~se toca el pecho~ pero cuando más lo conocía, cuando más interactuaba con el, todo comenzaba a cambiar más y más, me comencé a sentir tan extraña y mi corazón siempre se aceleraba al estar junto a él.
– Bea.., ¿acaso ese chico llego a gustarte?
– S-si y e-estoy en una relación con el ~se cubre el rostro con sus manos mientras se sentía nerviosa~
– Comprendo ~la observa por unos segundos~
Al parecer todavía no es el momento para hablar totalmente sobre este tema, así que será en otro momento ~le da un abrazo~ tranquila
– p-perdón, es que esto aun es muy nuevo para mi ~logra tranquilizarse~
– No te preocupes, lo hablaremos en otro momento, aunque, solo quisiera saber quien es el y si es que lo conozco
– ¿Recuerdas aquel chico que trabaja en esa tienda de regalos y recuerdos? El compañero de esa chica un poco extraña
– Mmm, claro, creo que se llamaba Edgar, ¿no?
– Así es...
– No me parece un mal chico, aunque es muy callado y casi nunca dice nada, a diferencia de su compañera.
Me parece un poco extraño que aquel chico llamara tu atención, pero esta bien, si te gusta y tu te sientes bien con esa persona, pues yo te apoyo en tu decisión de estar con esa persona, eres muy inteligente y se que siempre tomaras las mejores decisiones para ti ~le da un fuerte abrazo el cual bea corresponde~
– Muchas gracias rosa, creo que necesitaba expresar esto ~dijo con una sonrisa~
– Bueno bueno, mucha platica, necesito que me ayudes buscando y trayendo todos estos materiales del laboratorio ~le entrega una hoja con una lista de cosas~
– Enseguida te lo traigo ~dijo mientras tomaba la hoja y la leia~
– gracias ~regreso a su mesa y abrió el libro que había estado leyendo para seguir examinandolo~
>>>Con Edgar>>>
Otra vez me encontraba con mi compañera de trabajo, en mi tan aburrido y estresante trabajo, ambos atendiendo clientes como siempre, aunque muchos fueran pesados o maleducados, por suerte hoy colette atenderia ella sola la caja
– oye Edgar, ¿entonces me dices que tuviste una caída y tienes unas leves fracturas? ~tocandose su cabeza~
– pues si, algo así
– pues tan, taaan leves, no parecen, es más, siento que hasta te puedo ver un tanto doblado, ah no, olvídalo siempre te he visto así ~Bosteza~
– como sea, no se porque te cuento mis problemas
– ¿Será porque soy la única persona con la cual hablas? Aunque no, espera, no soy la única persona con la que hablas, también esta aquella chica que viene a verte siempre, la que siempre tiene una sonrisa y por la cual he visto que pones cara de idiota ~saca una bolsa de frituras que tenia guardado~ bueno, desde que te conozco siempre has tenido la misma cara ~abre la bolsa de frituras~
– Como sea, hablar con ella es mucho mejor que hablar contigo ~se sirve un vaso con agua y comienza a beberlo~
– Claro, eso sucede cuando ambos están de enamorados ~come un puñado de frituras~
– ~escupe el agua~ ¿que dijiste?
– la verdad, ¿o acaso no son enamorados?
– ¿tu como sabes eso?
– al final le atine
– ¿a que te refieres?
– Ni siquiera sabía si ustedes eran enamorados en verdad, solo lo dije para ver cual era tu respuesta, y al parecer supuse bien. Es decir, hay que ser totalmente ciego como para no ver como ambos se miraban, los gestos que hacían, la forma en que se llevaban, para mi eso era algo muy evidente de que ambos estaban enamorados y que lo serían ~come otro puñado de frituras~
– genial, otra cosa con la cual fastidiarme por mucho tiempo ~se sienta y agacha la cabeza~
– hey tranquilo, no pienso molestarte con eso, tal vez lo hice cuando ustedes no andaban, así pero comprendo que si lo hago ahora podría ser incómodo, y los chistes pierden su gracia si estos se vuelven incómodos ~guarda la bolsa de frituras~ como sea, esta bien supongo, felicidades por ti, aunque por esa chica no se que decir..., bueno como sea dicen que el amor es ciego y pues que se le puede hacer ~suelta una risa~
– supongo que tienes razón ~suelta una pequeña carcajada~
Era extraño, que ella me dijera eso, pero, se sentía bien saber que no sería molestado por eso, además, que importaba.
Lo único que me importa ahora, es ella y nadie más que ella.
<<despues de aquella pequeña conversación se escucho como la puerta principal se abría y entraban dos personas a la tienda>>
Genial, clientes nuevos.
– ¿Buenas tardes que se les ofrece? ~dijo colette~
– unos peluches de edición limitada sobre la banda del momento, rápido ~truena los dedos~
– primero que nada, que mala educación tiene al no devolver el saludo, segundo, no me truene los dedos que no soy un perro para que haga eso
– yo hago lo que quiero así que apresúrate y dame lo que te pedí
– no gracias, no voy a atenderte, retírate por favor chica maleducada ~dijo con una sonrisa~
<<colette observo como la otra chica se acerco a la caja e intento darle un golpe a la cara, pero esta fue detenida por su acompañante, un chico con grandes ojeras y un cabello un tanto extraño>>
Vaya, juraría haber visto a aquel chico antes
– Bibi por favor no causes ningún problema ~sujetándola levemente del hombro~
– esta bien, solo porque tu me lo pides ~retrocede~
– Tienes que aprender a tener un buen comportamiento, no puedes enojarte e intentar agredir a quien sea ~la suelta del hombro~ disculpe las molestias amable señorita, ¿podría por favor venderme los nuevos peluches de aquella banda que esta en el mostrador?
– Claro que si joven ~procede a ir por los peluches y los pone en una bolsa~ aquí tiene, serían 50 dolares ~le entrega la bolsa~
– Esta bien ~le entrega el dinero y recibe la bolsa~ muchas gracias
– Gracias a ti, ojalá hubieran más personas como tú, y menos como tú ~mirando a la chica~
<<los dos chicos salieron de la tienda un tanto abrazados, aunque se trataba de el chico calmando a la chica>>
– Eso si que fue raro, ¿no Edgar?
– Un poco si, vaya actitud de esa chica
– Lo se, me pregunto que hará un chico tan tranquilo y amable como el, con una chica como ella, bueno así son los misterios de la vida
Después de ese pequeño intercambio de mensajes nos pusimos a ordenar unas cosas de nuevo inventario, lo cual nos tomó una buena cantidad de tiempo, incluso a ambos nos dejó sudando por todo lo que tuvimos que hacer, tuviendo que quitarme mi bufanda por el calor que me generaba
Observe el reloj y note que ya no faltaba mucho para cerrar, agarre mi celular y lo revise para ver si no tenia ningún mensaje de Bea, cuando revise note que habían unos cuantos mensajes de ella diciendo que ya se había desocupado y que venia a verme para poder salir a dar una vuelta por ahi, así que se lo dije a colette y si es que ella podría cerrar sola la tienda, ella extrañamente dijo que si, que no había problema.
Por lo que tomé mis cosas y salí de la tienda para poder ver a bea, cuando salí la pude ver y fui hacia ella, al verla me abrazo y caminamos un poco, hasta que me percate de algo extraño
– Bea, ¿tu no tienes frío? Porque yo siento que si, sobre todo en mi cuello
– pero Edgar, ¿que tu no usas siempre una bufanda?
– No puede ser no puede ser, me olvide de sacar mi bufanda de la tienda, debo ir rápido por ella
– Te acompaño ~lo agarra de la mano~
– Esta bien vamos
Ambos fuimos a la tienda y cheque si la puerta estaba cerrada, para mi sorpresa no lo estaba, al parecer colette seguía dentro.
Ambos entramos y pude ver una luz en una de las bodegas mientras había ruido, ella al parecer ordenaba unas cosas, no le dije nada para no incomodarla
Mi bufanda la había olvidado en el almacén principal, así que bea y yo fuimos hasta ahí por ella, pero no sabia con exactitud dónde la había dejado, por lo que la estuve buscando unos 5 minutos hasta que la halle.
De repente escuché como la puerta de la entrada a la tienda era cerrada con llave, me exalte, por lo que rápidamente tomé a bea de la mano y salimos del almacén, al salir vi que la luz de la bodega ya estaba apagada y con la puerta cerrada, ambos nos acercamos a la puerta principal y al intentar abrirla esta no se podía abrir, era una puerta de empuje, la cual tenia un mecanismo extraño que hacía que solo se pudiera abrir desde el lado en que se cerró.
– ¿sucede algo Edgar?
– nos hemos quedado encerrados en la tienda.., no podremos salir hasta la mañana cuando colette venga y abra la puerta con la llave. Pasaremos toda la noche aquí.
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