Continuar. Seguir avanzando en el largo trayectoria de nuestra vida, esa es nuestra misión.

Más eso no es fácil, tantas veces caes al suelo, tropiezas, sales herido, lastimado y sin ganas de continuar, muchos deciden dejar de luchar y avanzar, se rinden por completo. Pero ¿Por qué algunos no se detienen aún con tanto peso sobre sus hombros?

¿Por qué no ceden a todo ese enorme peso que tienen sobre sus hombros? ¿Acaso es por una enorme voluntad?

No, no se trata de voluntad, la voluntad sí bien te mantiene firme muchas veces, no es la causa principal. Lo es la motivación, aquella motivación que tienes por algo u alguien.

Siempre que tengas algún motivo  para continuar, Avanzarás, lucharás, seguirás adelante sin importar lo que ocurra. Porque sabes que hay algo por lo que luchas, avanzas y no te detienes.

Pero sin motivación....

Sin nada ni nadie que me impulse a seguir, prefiero caer, ceder, dejar de luchar y avanzar para siempre.

Cae

Cae sin más

Déjate caer al fondo

Esto será lo mejor para ti

Edgar

Mi mirada estaba concentrada en el suelo, mi caída era inevitable. Estaba a una considerable altura, no sabía en qué podría terminar yo.

Queria hacer algo para no caer así..., pero mi mente no reaccionaba, mi corazón y sentimientos en mi interior quisieron que cayera sin más. En el fondo era como si yo quisiera eso, caer y terminar con esto de una vez.

Caer para poder estar bien.
Fue lo que estaba sintiendo y de alguna forma estaba decidido a ya no hacer nada. Es decir; ¿para que? Ya no tenía nada que me importara. Más mi cuerpo y mente se negaron a no hacer nada, un impulso hizo que balanceara mi cuerpo hacia mi izquierda,  chocando contra un árbol y aferrándo rápidamente mi brazo derecho a su tronco para asi conseguir disminuir la caída.

Pero la fricción hizo que a los 3 segundos separara mi brazo. Aun con los guantes que tenia puestos el calor del choque casi despedaza el guante,  la fuerza de caída hizo que mi brazo no pudiera sostenerse.

– esto en serio va a dolerme.

Tuve un muy fuerte golpe con el suelo, aunque había caído de costado hacia el lado izquierdo, de todas formas.

La caída pudo amortiguarse en cierta forma por unos segundos, pero aun así sentia como si mi brazo izquierdo estuviera destrozado..., dolía mucho, incluso pareciese que algunas costillas se me habían roto.

Quería ponerme de pie, pero el dolor me lo impedía, mi cuerpo casi no reaccionaba

– Mierda, mierda como duele....¡Maldita sea!

Me quejaba del dolor diciendo algunas groserías para poder desahogarme un poco

Me intentaba aliviar un poco del dolor, hasta que me detuve, y ya no dije una sola palabra.

Cerré mis ojos, di un respiro, comencé a pensar en algo. Mi mente comenzaba a despejarse, solo por el hecho de tener aquello en mi mente. Me concentre por completo en eso, mi mente y corazón de repente lograron estar en calma, como si ambos fueran a trabajar unidos para salir de esto..

Me levante a duras penas del suelo, aguantando todo el dolor que sentía en ese momento. ¡DOLIA! Dolía demasiado, pero no estaba dispuesto a seguir quejándome, tenía una meta clara, llegar a mi casa.

– N-no puedo decepcionarte...

Fue lo único que dije, mientras caminaba como podía, apoyando mi mano derecha sobre los árboles que habían a mi alrededor.
Camine cojeando, pero era mi única opción, por lo menos el golpe solo fue en una parte de mi cuerpo y mi ligero peso aliviano la caída...

Edgar camino con mucha dificultad hacia su casa, con mucho dolor en su cuerpo, aparentando que por poco se desmayaria y no podría más,  pero aun así el seguía avanzando firmemente, con una gran decisión en sus ojos, con una meta, con una sola cosa en su cabeza que le motivaba a continuar.

Al final consiguiendo llegar a su casa.

Miraba fijamente la puerta de mi casa...
Lo había conseguido, así que saque mis llaves de mi bolsillo derecho, abrí la puerta, cuando entré la cerré y subi casi a rastras las escaleras hasta poder llegar a mi cuarto.

Tenía la mirada en el suelo, observando el piso, por poco sentía que mi alma se reflejaba ahí, pero era tonto, ese suelo aún con toda la suciedad que tenia, estaba mucho más limpio y puro que yo.

Despues de pensar eso, rápidamente segui y entre a mi habitación, logré recostarme sobre mi cama cabeza arriba

– A veces me pregunto si esto vale la pena

En momentos como estos, en los cuales entraba en una pequeña reflexión, me preguntaba, si es que yo necesitaría ayuda psicológica. Lo pensaba, pero aquí donde vivía no había ningún psicológo, oh bueno, había uno, pero solo era un charlatán que decía cualquier estúpida frase motivacional, como si esas palabras sirvieran para algo, además, nadie podría entenderme...
Nadie podría entender lo que siento, lo que a veces pienso, lo que he vivido, el dolor que cargo, el sentimiento de culpa, la rabia, la ira, el odio. Y siento, que es mejor así, es mejor que yo cargue solo con todo eso.

Mire el techo, casi parecía, que la imagen, de lo que quería tanto, estuviera ahí, eso me dio paz, y comencé a cerrar los ojos lentamente, hasta quedarme dormido.

<Next day>

Edgar se quedo dormido durante varias horas hasta que llego la mañana, ya era de día.
El sintió eso, por lo que su cuerpo reacciono y este comenzó a levantarse.

Abrí mis ojos, observando alrededor de mi habitación, intentando levantarme de la cama y mover un poco mi cuerpo

– ¡Ouch! ¡¡Joder!!  me duele mucho mi cuerpo!!

Mi cuerpo me dolía demasiado apenas me movía un poco, como si estuviera destrozado físicamente, sentía mucho dolor, unas lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, enserio dolía demasiado...

Pensé en no levantarme, pero de repente, mi teléfono vibro, me di cuenta que era una notificación de mi  calendario, a su vez que habían 2 mensajes de Bea que decían; "Te espero aquí Edgar, solo no te demores mucho jeje"

No podía ser..., hoy era la fecha en la que tenía una salida pendiente con Bea, por lo que pasó, esa vez conmigo.., cuando me fui corriendo por aquello....

Habíamos acordado que podiamos enmendar esa salida fallida, en algún otro momento, y  como hoy era mi día libre, pues, concordamos que sería este día..., esta vez si teníamos que pasar un bonito día en el parque de diversiones, los 2 juntos

Las lágrimas que tenía las limpie rápidamente, con mi mano derecha, mi cuerpo me seguía doliendo como un infierno, pero, cerré los ojos por un momento, y comencé a pensar en ella, recordando aquel momento en que una vez salí a pasear con ella, en aquellas veces en las que mi mirada comenzó a perderse en sus ojos y su figura.

Pensar en ella era como beber una pócima mágica..., ella me hacía soñar, como si me elevará hasta el cielo. Al pensar en ella me daba fuerza, me daba energía, me daba los ánimos que necesitaba para continuar, como si fuera por arte de magia.

Abrí los ojos, me levante de la cama de golpe, me puse de pie y busque unas aspirinas de las que algunas veces compraba para mis dolores musculares a causa del trabajo o mis accidentes....
Agarre un par de aspirinas y me las trague de golpe, como si de unos dulces se tratara
Me quite mi chaleco y me cambie de camiseta por una similar a la que usaba en el trabajo. Me arregle un poco el cabello y me eche perfume.
Luego fui al baño a lavarme la cara, para después bajar las escaleras y estar en el primer piso.

Aun me dolía mucho el cuerpo y se me difultaba caminar bien, con el pie izquierdo. Pero ella.., ella era más importante que cualquier dolor del mundo.

– No te decepcionare en esta ocasión Bea, no lo haré más.

Guarde las llaves de mi casa en el bolsillo derecho de mi pantalón, me acomode la bufanda, abrí la puerta de entrada, salí de mi casa, cerré la puerta y comencé a caminar con un poco de dificultad al parque de diversiones, donde Bea estaba esperándome...

¿Por que?

¿Por que con cada día que pasaba, este sentimiento crecía más?

Ay Bea..., Siento que te amo tanto, que no puedo evitarlo, y pienso que en algún momento...

Me será imposible callarlo.