parte 9 capitulo 3

Me pasé toda la noche caminando fuera, todos estaban interesados en el muñeco y no había nadie en los lugares donde tenían que haber estado los policías, pasé sin ningún problema y mientras caminaba sin idea de a donde me dirigía, comenzó a amanecer, abrí el bolso que tomé  antes de salir y saqué una botella con agua, tenia mucha sed y por poco me la tomé toda, me sentí un poco mareado por el sol que me llegaba directamente a la cabeza, era la primera vez que veía el sol salir y era realmente majestuoso, estaba demasiado cansado y literalmente caí rendido al suelo, mucho polvo salió cuando dejé caer mi cuerpo, quizás estuve una hora allí, un perro se acercó a olerme y comenzó a ladrar mientras movía su gran y peluda cola, yo me senté en el suelo asustado y lo miré, no parecía querer hacerme daño, pasó su lengua por toda mi cara quitándome el polvo y logrando hacerme reír, alguien se acercó saludandome, yo me asusté mucho y levanté  la cabeza mientras que con mi brazo izquierdo me limpiaba la cara

- ¿quien eres? - le pregunté, el sólo sonrió y me dio su mano para ayudarme a que me levante
- que suerte que hablas español, yo entiendo muy bien tu idioma - me dijo con una gran sonrisa en su cara, vestía un poco extraño y su cara estaba sucia con tierra
- no lo creo, muchas veces ni vas a entenderme - le respondí riendo, él  también comenzó a reír, su risa era muy graciosa y me hacía reír más
- es un gusto, me llamo Alemania- me dijo estirando su brazo, yo con gusto estreche su mano
- ¿Alemania? Yo me llamo Chile ¿en donde estamos?
- solo es un terreno baldío, no le pertenece a nadie - me respondió poniendo ambas manos en sus caderas y mirando alrededor
-¿es tuyo? - pregunté acariciando al perro
- oh sí! Se llama manchas - me respondió, yo levanté  la cabeza mirándolo, se me borró  la sonrisa de inmediato
- es... muy lindo - le respondí evitando mirarlo a los ojos
- ¿pasa algo? Te has puesto serio - me preguntó
- nada es que...antes tenía un perro que se llamaba igual, pero ya no está conmigo
- oh no... lo lamento mucho Chi
- está bien, ya pasó tiempo - le dije fingiendo una sonrisa, él sonrió preocupado
- ¿eres huérfano? - me preguntó
- adoptado - le respondí 
- ¿ y que haces aquí?¿ tus padres no te quieren?
- creo que si... solo salí a dar un paseo - le mentí
- ¿saliste a dar un paseo solo y no conoces el lugar? No mientas
- ay está bien... me escapé- le dije tomando el bolso de el suelo y volviendo a ponerlo en mi hombro para que quedara cruzado
- ¿tienes hambre?
- un poco - le respondí
- ven, vamos con mi papá, te encantará su comida - me dijo con una amplia sonrisa en su cara y tomando mi mano, caminamos mucho hasta que al fin se veían muchas casas y un gran edificio, estaba maravillado con el porte de el edificio y lo lindo que se veía, estaba tan concentrado mirando el edificio que no vi la piedra con la que me tropecé, me caí botando a Alemania conmigo

- ¿Chile estás bien? - me preguntó levantándose
- si... un poco - le dije sujetando mi rodilla, me dolía mucho
- ¿te hiciste una herida?... tranquilo, falta poco para llegar con mi papá - me dijo levantándome de el suelo con mucha facilidad, yo sonreí y le seguí por todo lo que quedaba por caminar, cuando vi hacía las casas noté que las estaban destruyendo.
Al llegar Alemania abrió la puerta

- Papa, ich bin hier! (Papá, estoy aquí!)- dijo, yo no entendí que dijo pero solo me quedé  callado
- Hallo Sohn, kommst du mit einem Freund? (Hola hijo, ¿vienes con un amigo?) - mucho menos entendí que dijo él, pero parecía que le hizo una pregunta
- Ja, der Hund hat ihn auf dem freien Grundstück gefunden (Sí, el perro lo encontró en la propiedad desocupada)
- Ich habe dir oft gesagt, du sollst nicht alleine gehen (muchas veces te eh dicho que no vayas solo) - su padre parecía un general muy importante por como estaba vestido, tenía cara de malo pero parecía ser muy bueno con este chico que decía llamarse Alemania
-  Ich bin nicht alleine gegangen, ich bin mit Manchas gegangen, mein Freund heißt Chile (No fui solo, fui con Manchas, mi amigo se llama Chile)
- ¿así que Chile? ¿Tu no eres el hijo de mundo? - preguntó al fin en español
- si señor - respondí mientras lo miraba, él sonrió de una manera un tanto macabra pero mantuve mi tranquilidad
- ¿tienen hambre? Alemania ve y lávate la cara y las manos, lleva a tu amigo
- si papá - le respondió Alemania, noté que su voz cambiaba al hablar en su idioma, Alemania me llevó al baño y nos lavamos las manos, luego nos sentamos a comer, tenía razón cuando dijo que su papá cocinaba bien, después de darle las gracias jugué un rato con Alemania

- ¿por qué siempre estas con eso? - le pregunté apuntando a una botella con un líquido algo amarillo dentro, él la miró dejando el auto de juguete en el suelo, su papá leía el periódico
- es mi bebida favorita - me dijo ofreciéndome un poco, yo tomé la botella y bebí un poco, el líquido parecía quemarme la lengua y era muy amargo
- ¿que es? - le pregunté devolviendole la botella, él bebió mucho sin siquiera hacer una morisqueta
- que rica es, ¿como se llamaba papá? - le preguntó a su papá, él bajó el periódico, yo lo miré
- cerveza - dijo con su voz profunda, yo voltee a ver a Ale
- pero los niños no pueden tomar  cerveza - dije
- ¿como que no? - preguntó Alemania yendo a llenar su botella nuevamente en un barril cercano
- hijo esa tiene alcohol- dijo su padre sin mirarlo
- ah si verdad - dijo bajito corriendo su botella al barril de al lado, yo lo mire y luego volví a jugar en silencio, luego de un rato comencé a sentir sueño y no dude en decírselo a Ale, me estaba arrepintiendo de haber escapado
- Ale ya tengo sueño, creo que debería volver a mi casa
- ¿tienes sueño a esta hora? Es muy temprano- me dijo Alemania
- hijo recuerda las zonas horarias, nosotros estamos adelantados 6 horas, para él aún es domingo y para nosotros ya es lunes - dijo su padre tomando un gran vaso de la mesa a su lado lleno de cerveza, yo no podía creer que para ellos ya fuera lunes pero tenia mucho sueño como para pensarlo
- tu no iras a ningún lado - dijo el padre de Alemania acercándose a mi, su voz sonaba amenazante y me dio miedo
- pero señor...
- ¿que no escuchaste a mi papá?
- en casa me esperan- dije asustado
- no te asustes, no te haré daño, solo digo que no puedes irte sin comer
- ¿comer? Señor de verdad no tengo hambre
- ¿no tienes hambre? ¿Papá  entonces puedo acompañarlo?
- claro, vamos todos, así llegamos rápido, Alemania ve y abrígate - dijo su padre, Alemania sonrió y asintiendo me tiro de el brazo llevándome a su habitación, era muy grande, él  me dijo que me sentara en su cama y lo esperara, yo hice lo que me dijo y vi su habitación, tenia varios juguetes y desde las ventanas entraba mucha luz, salimos de allí rápido, junto con su papá bajamos, no encontré a nadie conocido por los anchos pasillos. Cuando estuvimos afuera, el padre de Alemania sacó un manojo de llaves de su bolsillo y nos subió a ambos a un auto
- ¿vives muy lejos? - me preguntó el padre de Alemania
- no... cerquita, en la mansión- dije mientras salíamos 
- muy bien - volvió a hablar el señor de quien aun no sabia el nombre y no tenía ninguna intención de preguntárselo.
Al llegar al control terrestre nos detuvieron enseguida

- no puede pasar
- escúchame, aquí conmigo viene alguien que vive aquí
- ¿disculpa? ¿Quien seria? - preguntó uno de los guardias, yo sin esperar nada hable
- soy yo, déjenos pasar - dije, Alemania me miró un poco sorprendido
- lo siento señorito Chile - dijo uno de los guardias poniéndose muy nervioso y corriendo hasta una caseta para quitar la reja que nos impedía seguir.

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