parte 6 capitulo 4
Los niños eran los que estaban más contentos por año nuevo, aunque todos los countrys decidieron hacer una junta, nosotros nos quedamos en nuestra habitación celebrando en familia, algunos al no vernos abajo subieron para felicitarnos por el nuevo año, por primera vez los niños no pelearon mientras comían, cuando el reloj de Chile dio las 12 entre abrazos nos felicitamos, luego los niños pasaron pegados a la pared de ventanas viendo los fuegos artificiales afuera, Chile se sentó al lado de ellos, yo me encargué de sacar algunas cosas de la mesa y luego me senté con ellos también, los ojos de Mel y Mexi brillaban con cada fuego artificial que salia, se parecían tanto a Chile
- papi ya tengo sueño - dijo Mexi abrazando a Chile quién lo miró
- ¿tiene sueño mi guagua? - le preguntó Chile, Mexi asintió sonriendo mientras que con su mano izquierda se frotaba el ojo
- ¿vamos a dormir hermano? - le preguntó Mel, Mexi asintió y tomando la mano de su hermano se fue con él a su habitación, Chile fue detrás de ellos para arroparlos, yo me quedé sentado en el suelo mientras veía hacia afuera, el cielo estaba decorado con muchas estrellas pero no podía ver la luna, me levanté cuando Chile volvió, ya iban a ser las una de la mañana para Chile así que se fue a dormir, yo me entretuve lavando los trastes, cuando vi el reloj que Chile arregló para mi, vi que ya iban a ser las 2, era una noche un tanto fría asi que apagando las luces fui a dormir.
Al día siguiente me desperté con las risas de los niños, limpiando la saliva de mi cara me senté en la cama, Chile aun dormía, eran las 11, me levanté para ir al baño y hacerles algo de comer a los niños, cuando salí de el baño, Chile seguía durmiendo, no lo molesté y fui a la habitación de los niños, ellos estaban jugando, Mel era una dinosaurio y Mexi escapaba de él, yo los miré apoyando mi cuerpo en el marco de la puerta y riendo de vez en cuando
- padre! - dijeron ambos felices al verme, corrieron a abrazarme
- al fin despiertas, tenemos mucha hambre - dijo Mexi poniendo una típica cara de cachorrito mientras abrazaba mi pierna izquierda, Mel abrazaba la derecha
- yo les dije que cuando tuvieran hambre comieran fruta
- si padre, pero no - dijo Mel soltando mi pierna, trotó hasta su cama y de un salto subió para después abrir una ventana, Mexi al verlo hizo lo mismo
- si tienen hambre vengan - les dije saliendo de la habitación, ellos corrieron detrás mío riendo y saltando, se sentaron en la mesa cada uno con una taza de leche humeante, galletas y otras cosas, fui a despertar a Chile para desayunar
- ¿amor no tienes hambre? - le pregunté moviéndolo un poco
- no... déjame dormir - dijo tapándose los ojos con su brazo, se quedó dormido apenas dijo eso, yo solo sonreí y dando un beso en su boca entreabierta volví con los niños para comer algo.
Chile se despertó más tarde y comió algo, yo jugué con los niños para que no se pelearan, pero al parecer ninguno de mis intentos funcionaba
- ¿hijos pueden quedarse tranquilos por favor? - les pregunté tomando mi cabeza aburrido de que gritaran
- no - respondieron al mismo tiempo
- es todo, no quería llegar a esto, pero tomen sus chingaderas y se van, están castigados! - les dije parandome y apuntando a la puerta de su habitación, Chile me miró sorprendido pero no dijo nada, en vez de eso solo fijó la mirada en su café evitando mirar a los niños, él sabia que si los miraba le daría pena y les quitaría el castigo, los niños lo miraron pero al no ver reacción alguna de su papá se resignaron a tomar sus juguetes y se fueron a la habitación en silencio, no escuché ni pío de ellos en varios minutos, me senté en el sofá cansado y suspire tristemente por lo que había hecho, pero un castigo nunca le había hecho mal a nadie, Chile fue a la cocina, lo escuché lavar los trastes y luego se sentó a mi lado
- perdón... ¿fui muy duro con ellos? - le pregunté a Chile cuando él tomó mi mano y apoyó su cabeza en mi hombro pensando la respuesta
- no amor - respondió - ellos mismos se buscaron el castigo, son bien desordenados los cabros chicos
- tienes razón- le respondí riendo por su respuesta, nos quedamos en silencio mientras los minutos pasaban, minutos que se convirtieron en horas
- ¿cuanto tiempo piensas dejarlos castigados? - me preguntó Chi después de un tiempo
- solo una hora más, son muy pequeños para saber que es un castigo real
- son muy pequeños para pasar por eso mismo - dijo mirando a una esquina de la habitación, sus ojos dejaron de brillar y parecía muy distante a la realidad, pero luego sonrió y se levantó de el sofá avisado que haría el almuerzo.
Cuando el reloj marcó las 3 de la tarde, me levanté de el sofá y caminé hasta la habitación de los niños para quitarles su castigo, los escuche conversar
- ¿hermano de verdad él te gusta? - le preguntó Mexi, fue muy fácil reconocer su voz
- si hermanito, pero no digas nada por que nuestros padres se enojaran
- pero el amor es muy bonito,no deberían enojarse
- claro, no deberían, pero escuché a padre decir que las relaciones son de adultos
- tu eres más grande que yo, ya eres un adulto - dijo Mexi, yo quise reír pero seguí escuchando
- hermano no, los adultos son como papá
- ¿viejos?
- si!...No! Grandes
- papá es alto pero no se ve viejo
- y dale el burro
- no soy burro! Él que te gusta si!
- Ukrina no es burro! - dijo enojado Mel,yo no pude evitar sorprenderme y abrí la puerta, ellos dejaron de pelear al instante y me miraron, Mexi se acercó a mi
- no es cierto! Lo que te diga no es cierto! - gritó Mel desde su cama asustado
- yo lo escuché todo y hablaré contigo, Mexile ve adentro, te quito el castigo
- si! - dijo Mexi feliz corriendo fuera de la habitación, Mel me miró y se sentó en la cama, yo me senté a su lado
- padre...
- ¿te gusta Ukrina? - le pregunté poniendo una mano en su hombro
- creo que si - me respondió
- pero hijo es tu primo - le dije
- ¿ y que tiene?
- los primos son familia y no puedes estar enamorado de él - le dije
- pero...
- nada de peros, perdóname hijo, pero sigues castigado, espero que pienses esto y te des cuenta de que está mal
- nada está mal por que yo lo amo! - me gritó cuando me paré
- me bajas el tonito - le dije propinadole una fuerte cachetada, él me miró comenzando a llorar y se tapó la cara, yo me hagache frente a él y lo abrazé mientras me disculpaba
- perdon padre, no quería hacerte enojar
- no hijo, perdóname a mi - le dije sin dejar de abrazarlo
- ¿sigo castigado?
- te quitare el castigo cuando tengas el valor de decirme que nunca tendrás una relación con tu primo
- te lo prometo, jamás tendré una relación con mi primo, solo lo voy a querer por que es mi familia y es mi amigo - me dijo sonriendo
- muy bien, ve a jugar con tu hermano, te quito el castigo - le respondí, él me abrazó y corriendo fue con su hermano, creo que al fin estaba haciendo bien mi trabajo como padre, que lamentable tener sangre norteña también corriendo por mis venas.
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