Me costó mucho convencer a mi madre de que me dejara hacer mi vida fuera de la mansión, pero la convencí diciéndole que podría estar más cerca de Alemania, aunque según yo eso era mentira por que no sabia que él seguía viviendo ahí.
El día que me fui, mi madre me acompañó, era la primera vez que me iría definitivamente, con su mirada triste se despidió de mi, ONU me acompañó el resto de el día, me presentó a todos, Argi no estaba allí y eso me hizo pensar que se había mudado al igual que Rusia,el country con el cual había comenzado a hablar hace un par de semanas, no vi a Alemania por lo cual suspire relajado y espere pacientemente a que ONU terminara de hablar, mientras miraba detenidamente a todos, un country que estaba apunto de quedarse dormido me llamó la atención, cuando ONU lo llamó, pude ver su cara y sentí como mi corazón comenzaba a latir rápidamente, era él niño de el águila, mantuve mi expresión seria para que nadie notara mi emoción de haberlo encontrado,pero una idea se cruzó en mi mente ¿y si no era él?, muchos cambian sus banderas o copian las de otros.  Él se acercó sonriendo, yo sonreí amablemente y lo salude, ONU le dijo algunas cosas a las que yo no le puse atención, era demasiado guapo, caminé en silencio junto a él mientras mi mente dibujaba cada una de sus facciones, tenia que saber su nombre, intentaba preguntárselo pero me daba vergüenza, me encontré a Argi en el pasillo, lo abraze con fuerza y luego me despedí de él, tenia una cita. Estando en la habitación, él estiro su mano,yo la tomé sin dudarlo a lo que él sonrió sonrojandose un poco, me mostró la habitación y todo lo que podía hacer allí,los días junto a él fueron muy divertidos, se llama México y tiene mi edad, no recuerdo la cantidad de veces que me encerré en el baño masturbandome mientras pensaba en él y también escribí algunas canciones, claro, siempre dedicandoselas a él, todo fue muy divertido hasta que mi padre comenzó a llamar y Alemania se paseaba más de lo usual en el 4to piso, yo bien sabia que me buscaba, quedé de verme con él un día.
Estaba con México en la cafetería, él me conversaba mientras yo lo escuchaba atentamente, ver sus labios moverse con cada palabra que decía, me daban más ganas de probarlos, pero jamas me atrevería a probar los labios de otro country mientras siguiera con pareja, mi madre me enseñó muy bien lo que significa y son los valores, México pareció ver a alguien conocido al otro lado de la cafetería y me dijo que iría a hablar con él un rato, yo reconocí de inmediato a Pakistán y quise ir a saludarlo, pero llego Alemania y tuve que quedarme con él, lo salude dándole un beso como siempre, al ver a México, noté que él me miraba, parecía enojarse y agachó la cabeza

- Ale, tengo que hablar algo importante contigo - le dije mientras intentaba que no me tocara tanto
- puedes decírmelo ahora amor - me dijo mientras abría una botella de agua
- no me digas "amor" sabes cuanto odio que me digan así - le dije, él solo se quedó callado.
No recuerdo con exactitud cuando, pero Ale llego conmigo a la habitación que compartía con Mex, abrí la puerta desganado y pasé, Ale de nuevo quería hacerlo

- ya se que dijiste hasta que nos casaramos, pero Chile, llevamos mucho juntos y yo quiero dejar de ser virgen
- será mejor que busques a alguien más Ale - le dije mientras negaba con la cabeza
- pero yo te quiero a ti - me dijo mientras lloraba
- lo siento mucho, yo ya no te amo Alemania, me llevas engañando hace mucho, no te hagas el virgen conmigo, me golpeas cada que puedes, yo no te amo, terminamos! - le dije cerrando la puerta en su cara mientras ponía el seguro, antes de entrar a la habitación escuché algunos pasos como si estuvieran corriendo dentro

"Deben ser duendes" pensé entrando, cerré la puerta empujándola con mi espalda mientras ponía una mano en mi boca para no despertar a Mex con mi llanto, me acerqué a mi cama para dormir, pero él estaba allí, sonreí y le dije:

- ay Mex... tanto sueño tenias que te equivocaste de cama? - él abrió lo ojos y yo seque mis lagrimas lo más rápido que pude, no dejó de insistir con que estaba llorando, lo negué diciendo que eran alergias, pero al final logró sacarme la verdad, pude haber dormido en su cama pero necesitaba un abrazo, le dije que se hiciera a un lado, dormí con él esa noche, el resto de la historia ya la saben.

Presente

*narra México*

Chile parecía algo perdido, no ponía atención a nada de lo que pasaba al rededor, ni si quiera reaccionó cuando tomé su mano, algo pasaba en nuestra relación y tenia miedo de que terminara

- mi amor ¿que pasa? - me preguntó
- nada amor, solo pensaba - le respondí sonriendo, él sonrió y apoyó su cabeza en mi hombro, cada vez que hacia eso mi corazón latía mucho, no podía entender como era que él me hacía tan feliz, los niños estaban cansados de tanto jugar y se habían quedado dormidos juntos sobre un sofá pequeño, se veían demasiado tiernos
- voy al baño - dijo Chile rápidamente asustandome un poco, él se fue al baño y volvió unos minutos después
- Chile, estaba pensando en algo - le dije abrazándolo por el cuello
- ¿en que? - preguntó dejando su celular a su lado
- ¿y si hacemos otro hijo? - le pregunté, él abrió los ojos como platos logrando hacerme reír
- no weon... no sabi' cuanto duele esa wea weon  - me dijo 
- a veces no entiendo lo que dices
- yo tampoco te entiendo a veces
- como vergas...
- provecho - me dijo, yo me di cuenta de el error que había cometido al decir eso pero solo me reí junto a él 
- wey ya... volviendo al tema principal, ¿hacemos otros hijo?
- ¿por qué quieres otro hijo? - me preguntó sin mirarme
- puede ser por que nunca los eh visto nacer y me muero de ganas de verlo
- como a ti no te duele y no te cuesta dormir - me dijo con un tono de burla y fastidio en su voz
- entonces yo lo tengo
- tu no puedes quedarte embarazado México- me respondió para después bostezar
- ay me rindo - le dije cansado
- esta bien, vamos y hagamos otro hijo
- espera Chile, solo estaba bromeando no quiero - le dije
- lo que dices lo haces - me dijo sonriendo
- si insistes - le respondí riendo, lo tome de la mano y lo lleve a la habitación, no miento al decir, que le besé hasta la sombra.