Cuando nos dejaron pasar, el papá de Alemania siguió derecho hasta la mansión, se estacionó un poco lejos y nos bajó a ambos, caminamos en silencio hasta llegar a la entrada, estando allí, el padre de Ale tocó la puerta, los guardias abrieron y al vernos enseguida llamaron a mi madre, ella bajó casi corriendo hasta la puerta y al verme se abalanzó a abrazarme

- hijo mio! Yo te creía muerto - me dijo con lagrimas en los ojos, logró hacerme llorar, ella se seco las lagrimas y habló  con el padre de Ale, yo abrazaba sus piernas agradecido de que ella usaba pantalones al fin
- mi hijo lo encontró en el terreno baldío y lo llevo a casa, estuvo con nosotros unas horas y luego dijo que quería volver a casa - explicó el padre de Ale
- muchas gracias NAZI, no eres tan malo como dicen que eres - dijo mi madre tomando las manos de aquel hombre de nombre NAZI, él sonrió y asintió
- mamá... ¿padre está en casa? - pregunté tirando de su abrigo
- no hijo, el trabajo lo mantiene ocupado como siempre - me respondió mientras me miraba con sus ojos que parecían decir siempre "te quiero", su cabello estaba atado en una cola dejándome ver sus aretes brillantes de estrellas
- ¿Ale puede quedarse? - pregunté poniendo esa típica cara de cachorrito, ella sonrió y miró a Ale que tomaba la mano de su papá, Ale comenzaba a agradarme y no quería perder la oportunidad
- hijo... si su padre quiere - dijo aún sonriendo
- darf ich? (¿Puedo?) - pareció preguntar Alemania con los ojos brillantes mirando a su papá
- Natürlich kannst du, du musst nur gut sein (Por supuesto que puedes, solo tienes que ser bueno) - respondió su padre, yo no entendía nada pero mi madre se inclinó a mi lado y susurrando me dijo lo que decían, por fin entendía, al final Alemania se quedó ,mi madre preparo algo para que comieramos, mientras ella cocinaba yo caí rendido en mi cama, me quede dormido y luego mi madre me despertó para que bajara, había recuperado unas horas de sueño y podía jugar con Alemania, la hora pasó rápido para nosotros y luego mi madre nos mandó a mi habitación, estando allí vimos algunos videos en mi computador

- vamos Chile, tenemos que mirarlo, te gustará - dijo buscando algo en mi computador
- no estoy seguro, mi madre no me lo permitiría- dije abrazando mis piernas y evitando mirar la pantalla
- lo encontré en el celular de papá un día y me gustó - dijo bajándose de la cama y yendo a poner seguro a la puerta
- ¿que haces? - pregunté un tanto incómodo 
- si los adultos descubre que vimos esto nos van a castigar - respondió volviendo a la cama
- ¿Ale podemos hacer otra cosa? - le pregunté
- pero ya aceptaste hacer esto - me respondió tomando mi mano, yo mire la pantalla y un escalofrío recorrió mi espalda al ver lo que allí había, sin decir nada comencé a ver aquel video que Alemania parecía disfrutar, más tarde sin querer asustado di un grito que asustó a Alemania
- te dije que no me gustan las cosas de terror! - le dije casi gritando mientras sentía como mi corazón chocaba en mi pecho
- ya está bien, perdón, miremos otra cosa ¿si? - me preguntó, mi madre al parecer me había escuchado y estaba intentando abrir la puerta, yo me bajé de la cama y fui a abrir
- ¿por qué estaba cerrado? - preguntó mi madre un poco enojada
- no estaba cerrado, la puerta se... no sé 
- ¿por qué gritaste? - me preguntó
- había una araña pero Ale ya la mato, ¿verdad? - le pregunté a Ale, él asintió, mi madre se fue cerrando la puerta y yo volví a sentarme a la cama junto a Ale, él  había buscado otra cosa logrando que se me pasara el susto de el anterior video, mientras lo mirábamos, Ale hizo algo que no me esperaba, tomó mi mano entrelazando sus dedos con los míos y me dio un beso en la mejilla

- Chile... me gustas - me dijo, yo me puse más rojo de lo que ya era y sonreí nervioso
- que lindo de tu parte Ale - dije mientras mi respiración se mezclaba con una risa un tanto nerviosa
- que lindo te sonrojas - me dijo riendo mientras tocaba mi cara
- ¿de verdad te gusto? - pregunté mirándolo
- ¿quieres que te lo demuestre? - me preguntó bajando la voz
- ¿qué? - pregunté, él tomó mi cara y sin darme tiempo de hacer nada, me comenzó a besar, de a poco le seguí el juego, me gustaba lo que sentía pero algo me decía que esto no estaba bien, mi madre abrió la puerta como todas las noches para decirme que ya era la hora de dormir, Ale dejó de besarme justo a tiempo y mi madre ni sospechaba, ella apago las luces y nosotros fingimos dormir, cuando ya no se escuchaba ni pío, Ale se levantó de la cama que mi madre le preparó y subió a la mía, ambos seguimos con nuestro infantil y según  nosotros, sano juego de besarnos, pero Ale quería más y yo no quería darle más que besos, por que sabia que todo lo que hacía un adulto, era malo para un niño, yo sabia que hacían por que una vez vi a mis padres pero yo no quería hacer eso, Ale igual sabia que hacían los adultos y él quería hacerlo, pero terminé empujándolo de la cama, cuando se quedo dormido yo también dormí.
La fuerte luz de el sol me llegaba a la cara despertándome, me senté e la cama frotando mis ojos, busqué a Alemania pero no lo encontré, me vestí rápido y fui a buscar a mi madre, ella cantaba a todo pulmón en la cocina mientras lavaba los platos que había ensuciado en el desayuno

- madre - dije acercándome y subiendo a una silla para quedar más o menos a su altura
- hola hijo, despertaste un poco tarde
- tenia sueño ¿donde está Ale? - le pregunté
- ¿tu amigo? Él  ya se fue, su padre vino a buscarlo muy temprano- me respondió, yo me bajé de la silla y volví a mi habitación a ordenarla, en mi escritorio encontré una nota y un anillo al lado, de seguro algún regalo de mi madre, pero al abrir la nota, estaba escrito en otro idioma, me acerqué al computador y buscando el traductor, escribí cada palabra que allí decía

"Ich überlasse dir dieses Geschenk Chile, ich mag dich sehr und mir hat gefallen, was wir letzte Nacht gemacht haben. Ich hoffe, wir sehen uns bald

- Deutschland ♡"

"Te dejo este regalo Chile, me gustas mucho y me gustó lo que hicimos anoche. espero verte pronto

- Alemania ♡"

Tomé el anillo sonrojado y al ponerlo en mi dedo noté que me quedaba a la perfección, bajé para almorzar y luego hacer mi tarea.