parte 10 capítulo 2

El potrillo comenzó a dar vueltas al rededor de mi y hacia pequeños movimientos con la cabeza, yo me quedé quieto para entender que era lo que quería, se acercó y olío mi vientre haciéndome cosquillas, comenzó a saltar mientras parecía reír, yo también reí, los niños y Mex no tardaron en bajar, ambos se encariñaron de el potrillo y corrían detrás de él. Me subí a el caballo y Mex me pasó a Mel para que vaya conmigo, después él se subió a tormenta china y Mexi subió con él, ninguno de los dos habíamos planeado a donde iríamos, pero si que habíamos llevado comida.

Más tarde

México y yo nos mirábamos de vez en cuando, ninguno de los dos tenía idea de a donde íbamos, los caballos caminaban solos mientras él potrillo los seguía, deteniendose de vez en cuando para comer, el camino se me hacía conocido, no tardé en darme cuenta de que los caballos nos llevaban hacia el río, miré mi brazalete instintivamente y luego miré a México que también había volteado a verme con una sonrisa en la cara, le devolví la sonrisa y seguí mirando al frente.
Bajé a Mel de el caballo mientras le decía que no se acercará al río sin decirme antes, Mex le dijo algo parecido a Mexi y luego nosotros nos dedicamos a bajar las canastas con comida

- mira hermanito! El suelo aquí está negro - le dijo Mel a Mexile, yo los mire apenas respirando y luego seguí con lo mío, México quedó casi ausente después de lo que dijo Mel
- hermano! - gritó Mexi
- ¿qué queri? - le preguntó botando unas ramas que había recogido
- ven po wey
- ya voy - le respondió trotando hacia él
- ¿hijo que hablamos de el vocabulario?
- no tengo que decirle wey a mi hermano - dijo Mexile hagachando la cabeza
- amor dejalos, son hermanos, con tal de que sólo le diga wey a él estará bien - le dije sonriendo, México sonrió
- ¿escuchaste a tu papá? - preguntó Mex
- si! Gracias papá - dijo Mexile volviendo a jugar con Mel
- ¿entonces si le puedo decir weon? - preguntó Mel
- no - respondí tranquilamente
- ya mejor vengan a comer y dejen de preguntar esas cosas - dijo Mex, yo me reí mientras ponía las cosas sobre una manta y me sentaba
- tengan cuidado con las hormigas, no les gustará comerse una - les dije para después tomar agua
- ¿qué es una hormiga? - preguntaron
- es como... Ah mira, acá ahí una
- vete hormiga, no te llevarás mi comida - dijo Mexile alzando su galleta sobre su cabeza
- hijo come, mientras tus galletas no estén en el suelo, las hormigas no vendrán- dijo México, comimos tranquilamente con el silencio de el bosque, después fuimos cerca de el río para que al menos le enseñaremos a nadar a los niños

- me da miedo - dijo Mexle aferrandose todo el rato a mi hombro para que no lo soltara
- te prometo que no te pasará nada si yo estoy aquí - le dije tomando sus manos
- ¿y cuando no estés? - preguntó, mi mente se quedó en blanco al escuchar eso
- yo... No hijo, siempre voy a estar para ayudarte, ahora sólo mueve las piernas, vamos ya casi lo estás logrando - le dije para que sacará esas ideas de su infantil mente, México pareció no escuchar, él estaba enseñándole a nadar a Mexile, Mexi estaba aprendiendo rápido, parecía ser uno con el agua, pero Mel no dejaba de tener miedo, logré calmarlo después de un tiempo y antes de que lo notara yo lo había soltado, aunque no duró tanto cuando el miedo se apoderó de él

- ya no quiero papá - me dijo mientras unas lágrimas se mezclaban con el agua que aún había en su cara, yo lo ayude a sentarse en la orilla de el río 
- hijo no tengas miedo, ya vas a lograrlo, yo creo que puedes - le dije, él sonrió y miró a Mexile que se reía junto a México
- ¿papá?
- dime hijo - le respondí sentandome a su lado
- ¿tu crees que mi padre me quiere? - preguntó
- ¿qué preguntas son esas Mel? Claro que tu padre te quiere
- es que... pasa más tiempo con mi hermano y yo... yo - dijo antes de ponerse a llorar, yo lo miré preocupado y abrazandolo lo bese en la frente repetidas veces y le recordé cuanto lo quería México, por un momento pensé que estaba exagerando pero luego recordé que tan sólo tenía 3 años apenas, nos quedamos abrazados por largo tiempo, fue tanto que hasta nuestros cuerpos alcanzaron a secarse con el sol de la tarde, le dije a Mel que fuera a un lado de los árboles, él obedeció y me esperó, México salió de el río y le dijo a Mexi que fuera con su hermano

- amor... Mexle me dijo, que cree que tú no lo quieres - le dije tomando su mano
- amor, estaba apunto de decirte casi lo mismo, Mexile me dijo que tu quieres más a Mel - ambos nos miramos en silencio, sin soltar su mano nos acercamos a los niños, los escuchamos conversar
- ¿tu también crees que papá no te quiere? - le preguntó Mexi a Mel, ellos nos daban la espalda y no nos escucharon llegar
- no hermano, padre no me quiere a mi... ay Mexi, ¿y si somos como los niños de la tele?
- ¿adoptados? - preguntó Mexi
- no tonto, nuestros padres se quieren separar y por eso padre pasa más tiempo contigo
- ¿por qué?
- ¡por que te eligió a ti y papá a mi! - ambos se asustaron y México y yo apenas soportabamos las ganas de reír
- No! No se van a separar! Tenemos que decirles que no
- ¿decirnos que? - preguntó México con la actitud más seria que podía poner ahora
- no se separen! Yo quiero seguir junto a mi hermano, a veces no lo soporto pero igual lo quiero! - dijo Mel abrazando la cabeza de su hermano con lágrimas en los ojos y la expresión más tierna que había visto en mi vida
- no nos vamos a separar - dije soltando la mano de Mex para separar a Mel de Mexi, por que Mel ya casi le estaba arrancando la cabeza
- ¿entonces no estaban eligiendo?
- no hijo, mira, nosotros no estamos eligiendo ni tenemos un favorito, los queremos a ambos y pasamos la misma cantidad de tiempo con cada uno - dijo México sonriendo, los niños sonrieron y desde ese día nunca más lloraron por que uno pasaba más tiempo con este o con otro.

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