Día 5: Celos

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Alisó su vestido negro y se bajó del auto negro que la había traído hasta ahí. Las luces de la cámara la aturdieron, pero se centró en sonreír y saludar, ser el centro de atención no era algo que le desagradara. De hecho le gustaba ver sus fotografías en la red o en el diario sobre cómo había salvado a alguien, era algo que su personalidad extrovertida disfrutaba.

Esa personalidad, además de sus actores heroicos y todo su labor día con día la posicionaron en el lugar 7 de la lista de los mejores héroes de Japón, un título que portaba con orgullo.

En el pasado había sufrido por el valor y fuerza de sus poderes, había dudado de ella misma y ocultaba su gran habilidad por los comentarios desagradables y las opiniones de los compañeros que había conocido. Se había ocultado en sí misma, sin poder comportarse como quisiera, pero todo eso cambió cuando entró a la UA y finalmente pudo ser ella misma, logrando posicionarse entre los tres grandes, los mejores alumnos de la UA y ahora estaba ahí, formando parte del top 10 de japón.

Ese día había asistido a una reunión de héroes en el centro de convenciones de la ciudad, una fiesta que celebraban año tras año para fomentar la unidad entre héroes y agencias, además de otorgar premios como; la mejor sonrisa, el mejor cabello, el traje del año, el héroe más caritativo o la agencia más sobresaliente.

Nejire esperaba ganar el mejor cabello, después de la batalla contra AFO había recuperado su largo y lo cuidaba con diligencia. Habían pasado cuatro años de esa inmensa pelea y la sociedad había recuperado su brillo, por lo que esos eventos eran un descanso para todos los héroes que defendían a las personas.

Antes de entrar fue interceptada por algunos reporteros que le hicieron algunas preguntas sobre su trabajo, sus planes en la agencia y sobre su rango en la lista de héroes. Nejire respondió animada, sonriendo y sin filtros, ella era de esa forma, siempre tan honesta y sin pensar demasiado en lo que diría.

—Una última pregunta, Nejire.

—¿Si? —Ella respondió con una sonrisa.

—Has venido sola esta noche, ¿podemos suponer que aún no hay un hombre que haya conquistado el corazón de Nejire-chan?

Nejire dejó salir una risa incómoda, miró a su alrededor y vio a cuatro reporteros con un micrófono cerca de su boca y se mordió la lengua, evitando que las palabras salieran como un torrente. Ella que jamás silenciaba sus pensamientos, se obligó a hacerlo.

Porque se suponía que no podía decir nada, a pesar de que se moría de ganas de que fuera oficial. Que ella estaba saliendo con el héroe Suneater desde antes de la pelea contra AFO.

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La mente de Nejire fue a ese día, una noche antes de ir a esa pelea donde nadie tenia la certeza de que fuera a salir con vida. Y presa de ese miedo, de que quizá no saldrían ilesos, que la muerte los seguía de cerca con fuerza, le había confesado sus sentimientos en el techo de la escuela.

—Tú me gustas, Tamaki— Él se quedó quieto, con los ojos completamente abiertos —Me gustas mucho, no quería ir a esa batalla sin confesarlo y arrepentirme después.

Tamaki desvió la mirada sonrojado, cubriéndose con su capucha de héroe, con sus labios temblorosos.

—No espero ser correspondida, ni mucho menos una respuesta, solo quería decírtelo— Nejire estaba preparada para ese silencio, para no ser correspondida.

—¡Lo hago! —Tamaki dejó salir su voz más alto de lo que pretendía, preso de la ansiedad de las palabras de Nejire. —Y-yo correspondo. —Sus palabras se atoraron en su garganta. —Qui-quiero decir que... i-igual me gustas!

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Todo resultó favorable al final y después de esa pelea, ambos empezaron a salir. Nejire estaba inmensamente feliz y emocionada de que aquello fuera una realidad. Pero cuando ella comenzó a hablar sobre usar trajes en conjunto o camisas que dejaran en claro su relación, Tamaki, jugando con su capa, se lo dijo.

Él no quería que su relación fuera de conocimiento público, Tamaki apoyaba más el hecho de mantener su vida privada y su vida de héroe tan lejos una de la otra, por lo que no se sentía cómodo con la idea de que todos supieran que estaba saliendo. Nejire a pesar de sentirse conmocionada y abrumada por esa aquella restricción, decidió aceptarla, porque quería darle tiempo a Tamaki de hacerse a la idea de que estaban juntos y que poco a poco, fuera más seguro.

De eso habían pasado cuatro años y Nejire la mayoría del tiempo ignoraba aquella relación secreta, sin embargo, en momentos como ese, su lengua cosquilleaba con las ganas incesantes de gritarle a todo el mundo que estaba saliendo con alguien. O mejor aún, que ellos casi estaban viviendo juntos, ella se quedaba gran parte de la semana en su apartamento y los otros días él iba al suyo.

¿Cuánto más tendría que ocultar la verdad?

—Quizá —Nejire sonrió y levantó su dedo índice para llevárselo a los labios, en una señal de secreto.

—¿Eso significa si o es una negativa?

Nejire simplemente se alejó, dejando a los reporteros conmocionados, intentando ir detrás de ella, pero fueron detenidos por los guardias de la entrada.

Avanzó por el pasillo, en realidad si le hubiera gustado ir con Tamaki esa noche, habían varios héroes con pareja en la fiesta. Amaba a Tamaki pero en ocasiones eran tan complicado, suspiró e ingresó a la sala de reuniones encontrándose con las mesas grandes mesas con manteles blancos, candelabros colgando del techo, un escenario al fondo, una pista de baile y una banda tocando en la zona izquierda y por supuesto; héroes, héroes por todos lados, en las mesas sentados, algunos estaban de pie hablando, además de los meseros pasando de ahí para allá con los bocadillos.

Las mesas estaban asignadas por su número en el ranking de Japón, por lo que ella se acercó a su mesa asignada, con la mirada complementarte fija en una cabellera azul. Llegó atrás de él, colocando una mano en su hombro y reprimiendo sus ganas de rodearlo y besarlo en ese momento. Tamaki se sobresaltó y giró el rostro, para verla y le dedicó aquella sonrisa dulce que ella tanto amaba.

De nuevo reprimió las ganas ensordecedoras de besarlo. Se sentó a su lado, donde era su sitio oficial. Nejire ocupaba el séptimo lugar en el ranking y Tamaki, él estaba justo abajo, en octavo sitio. Ella vio a Mirio enfrente de ambos y lo saludó con la mano, al grandioso número uno de la lista. Fue realmente increíble que los tres grandes de la UA lograron entrar al top 10, algo que había hecho a Nejire realmente feliz.

—Pensé que llegarías más tarde. — Nejire le reclamó con un puchero, esperaba al menos encontrarlo en la entrada.

Se suponía que Tamaki había viajado a un pueblo a las afueras de Tokio para socorrer a unas personas en un deslave.

—Más héroes de los que pensé llegaron a apoyar, así que terminé antes. —Tamaki miró a su alrededor de forma discreta, pero los héroes ahí estaban lo suficiente ocupados escuchando a Mirio hablar sobre una de sus misiones, por lo que Tamaki se inclinó hacía Nejire, pegando casi sus labios contra su oreja. —Te ves realmente hermosa.

Nejire se entusiasmó de aquel cumplido y sonrió encantada.

—Podemos irnos antes a mi departamento... —Ella susurró en respuesta.

Y fue testigo de la forma en que las mejillas de Tamaki se sonrojaron por las implicaciones de esa invitación. A pesar del tiempo juntos, él solía poniéndose nervioso de ese tipo de cosas, algo que Nejire disfrutaba de sobremanera.

Tamaki abrió la boca para decir algo, pero un movimiento en la periferia llamó la atención de ambos.

—Siento interrumpir. —Dos mujeres que Nejire no recordaba ni sus nombres ni su lugar en la lista, se detuvieron al lado opuesto donde estaba Tamaki. —Suneater ¿podríamos tener tu autógrafo?

—Hemos seguido tu trayectoria y amamos lo que haces.

Era algo normal ese tipo de situaciones en los eventos o en su día a día, gente pidiendo autógrafos a los héroes que admiraban. Pero cuando una de las mujeres tocó el hombro de Tamaki, Nejire torció el rostro, porque no le gustaba que se acercaran demasiado y más aún, que ella no pudiera decir nada al respecto.

Nejire desvió su rostro, aquel que momentos antes sonreía y observó a Mirio, que con una mirada dejó en claro lo que quería decir.

"Eres realmente transparente"

Nejire tomó la copa que tenía enfrente mientras Tamaki tomaba la libreta de las mujeres y las firmó con la amabilidad reservada que lo representaba. Ellas se fueron después de eso y Tamaki centró su atención de nuevo en Nejire, que picoteaba los bocadillos que estaban en la mesa.

—Tamaki, eres demasiado popular con las mujeres ¿eh? —Mt. Lady le preguntó del otro lado de la mesa, con una sonrisa. — Lo cual es esperado, eres joven, fuerte y capaz, además que estás soltero.

—Na-nada de eso... —Él intentó negar esa afirmación.

Considerando que la mayoría de los que estaban en la mesa estaban en una relación, era un hecho que todos tenían presente. Además que teniendo esa personalidad tímida, en ocasiones disfrutaban molestarlo un poco.

—El otro día, después de detener a los ladrones de un banco, un grupo de señoritas en agradecimiento no lo dejaban ir, no dejaban de insistir con que fuera con ellas a tomar algo. —Monoma se burló al recordar la escena de Tamaki tembloroso.

Nejire levantó una ceja y Tamaki, en su sitio, simplemente se movió incomodo en su lugar, porque era un evento que pensó que nadie había visto.

—Quizá una mujer podría ayudarte con tu timidez. —Mirko sonrió con cierta complicidad.

Él desvió la mirada intentando pensar en que decir o hacer, cuando Nejire se levantó de pronto, llamando la atención de todos. Estaba siendo una noche difícil, nada parecía menguar la acidez que burbujeaba en su estómago y necesitaba aire, necesitaba tranquilizarse si no quería decir nada impulsivo.

—Iré al baño.

Dio media vuelta y salió de ahí, dirigiéndose al baño para refrescarse un poco.

Mirio solo observó a Tamaki, que parecía perturbado por la situación. El problema no era Tamaki que de alguna forma lograba superar ese tipo de situaciones, sino Nejire, que ese día parecía especialmente sensible, algo preocupante considerando que sabía que sus amigos, más específicamente Tamaki, no querían hablar de su vida privada.

Nejire era alguien temperamental y le sorprendía que hubiera cedido a la petición de Tamaki, aunque podía intuir que en cualquier instante ella podría explotar. Le sorprendía que resistiera todo ese tiempo.

—Vamos, tomemos un trago para celebrar. —Mirio logró captar la atención y todos brindaron en conjunto.

En el baño Nejire se lavó la cara y observó su reflejo durante unos segundos, hasta que finalmente logró tranquilizarse. ¿Por qué ese día estaba tan... sensible? Quizá estaba cansándose de esos secretos, debía hablar con Tamaki para ver la posibilidad de dejar esa idea atrás. Ellos iban a casarse en algún momento ¿no? la gente lo sabría en ese momento, solo sería adelantar lo inevitable.

Suspiró y regresó sobre sus pasos hacia la mesa donde el top 10 esperaba, pero se detuvo cuando estaba a unos pasos cuando vio a una mujer rubia con un vestido rojo entallado sentada en su lugar, tocando su hombro e inclinándose hacia adelante. Y desde su distancia pudo escucharlo.

—¿Entonces...te interesaría platicar sobre una futura alianza entre nuestros gremios? Solo seríamos tú y yo...

—Yo...

Nejire lo sabía, lo popular que Tamaki era entre el sector femenino, no por nada llegó al top 8 y no por nada había paginas de fans que hablaban sobre él, lo atractivo que era y dulce por ser tan reservado. Además que su apariencia había cambiado en ese tiempo, su corporeidad era más robusta, pero en el buen sentido, se veía más fuerte. Nejire más que nadie sabía de todos los atributos irresistibles que tenía Tamaki.

Un desazón surgió en la boca de su estómago y se desbordó de pronto cuando vio a la mujer tocar su cabello, a pesar de que Tamaki intentó tomar distancia, ella no parecía interesada en dejarlo ir. Y eso fue lo último que Nejire estaba dispuesta a soportar.

A pasos decididos se acercó a la mesa y sin titubear, se sentó en las piernas de Tamaki, acto que reclamó la atención de todos. Tamaki se sobresaltó en su lugar, pero antes de que dijera algo, Nejire lo tomó de las mejillas y lo besó con posesión, enfrente del top 10 de Japón.

Consciente de la situación Nejire cortó el beso, dejando a Tamaki en una completa crisis de nerviosismo y ansiedad. La heroína del puesto siete observó a la mujer aún sentada en su asiento y con la mirada más letal que pudo, abrió los labios.

—Suneater no está disponible.

La mujer simplemente se levantó frustrada y se fue, las risas en la mesa estallaron, entre risas y palabras de asombro.

—Espera.... ¿esto es real? —Monoma parecía realmente divertido.

Nejire volteó a verlo con una expresión sería, algo extraña en la heroína Nejire-chan, pero estaba realmente fastidiada.

—¿Acaso quieres que lo repita para reafirmarlo?

Mirko soltó una carcajada divertida por cómo había dado un giro entretenido la velada. Mirio rió al mismo tiempo, en esa risa estridente que llamó la atención de todos.

—Por fin un secreto más con el que no tengo que cargar.

—Lo tenían bien guardado. —Mt. Lady sonrió con picardía.

Tamaki estaba seguro que podría morir en ese momento en la mayor vergüenza y agonía, hundiéndose en la oscuridad. El sudor resbalaba por su cuello y sus manos, su corazón estaba a punto de salirse y lo único que podía escuchar eran sus latidos en sus orejas, la vergüenza misma lo estaba consumiendo. La ansiedad lo dominó, no le gustaba ser el centro de atención y ahora todos estaban mirándolo y hablando de eso.

Sus manos temblaban al igual que sus labios y quería desaparecer.

—N-Nejire... —Tamaki habló por lo bajo, incapaz de poder verla. —P-por favor.

Pero Mirio se lo había advertido hace un tiempo, que debía hacer pública su relación con Nejire si quería que momentos incómodos como mujeres intentando tocarlo o coqueteando con él, proporcionando sus números, se terminara. Además de una verdad inherente.

"Nejire no soportará mucho más, ten un poco de consideración"

Tamaki lo consideró, pero no tenía ni idea de como hacerlo. Porque lo que menos quería es que la gente hablara mal de ella, de que alguien tan brillante estuviera saliendo con alguien tan deprimente, él temía de lo que fuera a decirse.

Y ahora todo le había explotado en la cara.

Nejire sabía a que se refería aún tartamudeando, por lo que se levantó a regañadientes de su regazo y se sentó en su silla. Tamaki quería hundir la cabeza en el suelo, al escuchar las voces de la gente a su alrededor, pero Nejire tomó su mano, en un intento de tranquilizarlo. Ella siempre lograba hacerlo, era su lugar seguro, donde podía controlar sus inestables sentimientos. 

—No le des mucha importancia, mañana nadie lo recordara. —Ella le dijo lo suficiente cerca.

Tamaki levantó la mirada y la observó, aferrándose a esa idea, porque solo la mesa había presenciado aquella idea. Intentó tranquilizar su corazón nervioso y apretó la mano contraria con reconforte.

Pero él descubriría que las cosas jamás suceden como uno esperaría.

Al día siguiente descubrieron lo equivocados que estaban, porque el nombre Suneater y Nejire-chan estaban en tendencia y un video de Nejire besando a Tamaki corría por todas las redes sociales, confirmando su relación.

Nejire a su lado en la cama sonreía, viendo una y otra vez el video, realmente disfrutaba ver sus fotos o videos en línea y ahora disfrutaría de las fotos de ambos, dejando en claro que la persona que había cautivado el corazón de Nejire-chan era Suneater. 

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Sé que voy un día tarde... pero mi tiempo esta tan limitado, aún asi llegaré hasta el final y espero hoy subir el siguiente no tan tarde.

¡Gracias por leer!