⋅ 2 ⋅ "Bonito, pequeño y..."
— ¿Recuerdas que estabas asustado de que en cualquier momento cambiara de opinión? — Es lo que dice Dazai, repentino y con su sonrisita maliciosa, igual a la que esta dándole forma en la calabaza. Chuuya hace una mueca, tallando un ojo en la suya propia..
— Tenia miedo de que te alejaras y pensaras que era un asqueroso. ¿No tenias diecisiete? — Responde, con una expresión avergonzada.
— Dieciocho. — Corrige, tarareando juguetonamente. Le gusta lo transparente que es Chuuya, a decir verdad. — ¿Y porque seguías conmigo, entonces, Chuuya?
Chuuya lo mira, analizando ese tono burlón.
Bueno, Chuuya podría resumir la respuesta de esa pregunta, en una historia divertida.
"¡Chuuya!" Dazai suelta un chillido apenas entra, sosteniendo un periódico entre sus manos. "Mira esto"
Se acerca a el, en la cama de alguna otra habitación de hotel que habitaron en ese momento puntual. El mayor estaba esperándolo. Como siempre. Chuuya se sienta mientras examina lo que Dazai le muestra alegremente. Es un diario de alguna imprenta que seguramente, en la actualidad, en un futuro de ambos, haya quebrado.
En la portada, un ministro del tribunal aparece congelado con una expresión severa. En una corte, de hecho.
"¿Que es eso?"
Leer y entender da mucha pereza, además, apuesta a que Dazai se muere por explicarlo el mismo. Así que hace eso.
El castaño sonríe mas fuerte si es posible, esta vez Chuuya eligió un motel mucho mas decente. La cama no rechina bajo su peso mientras se sienta junto al pelirrojo. Como un mocoso emocionado por informar a sus mayores de algo que probablemente no conozcan. Pero el si. El poder adquisitivo de la sabiduría, tal vez.
"Apelaron contra el fiscal para rebajar la edad de consentimiento a los dieciséis" Dice Dazai con una sonrisa. "Para que los tipos pervertidos como tu puedan salir con estudiantes de secundaria, si quieren" Le guiña el ojo con un codazo.
"Oh" Chuuya ladea la cabeza. "¿Y que resulto?" Apenas suelta la pregunta procesa lo que Dazai dijo, se sonroja. "Tu fuiste quien me acoso hasta que aceptara que eras lindo cuando nos conocimos, idiota."
Dazai pestañea dulcemente un par de veces, con una sonrisa inocente.
"¿Y no eres tu el adulto responsable entre los dos?"
Imbécil.
Chuuya desvía la mirada. Maldito imbécil.
"De todas formas, no ganaron" Dazai suspira, por su lado Chuuya registra el movimiento hasta que el menor tiene la cabeza en sus muslos. Se acomoda quejumbroso. "Pensé que podría pedirle finalmente a Chuuya que fuera mi novio sin que ponga esa cara de tonto."
Acompaña su comentario con un gesto dramático, el dorso de sus dedos largos y finos sobre su frente. Chuuya lo mira hacia abajo, alzando una ceja.
"¿...Novio?"
"Si, Chuuya. Eso fue lo que dije"
"Eso es vergonzoso, ¿por que querrías que fuera tu novio?" Chuuya tiene las orejas de un bonito color carmín. Arruga su nariz respingona. Fingiendo que la idea le desagrada. Ignorando su leve deseo de tomar su cara de bebe y aplastarla entre sus dedos.
Suena lindo. Ambas cosas.
"Bueno, porque quiero" Responde, golpeando a Chuuya en el estomago para que lo mire. ". ¿que hay de malo en querer un novio?, y Chuuya es la opción mas decente. Deberías sentirte halagado" Dice cantarín, su cabello se enrosca hasta rozar la mano que el mayor mantiene cerca por automatismo.
Chuuya se ríe.
"¡O...! ¡Si no quieres...!" Dazai respinga con vergüenza, como si alguien como el pudiera o conociera el concepto del decoro. "¡Podría pedírselo a Odasaku! ¡No creas que eres la única opción! Odasaku es apuesto y amable." ...Oda probablemente lo rechazaría lo mas cortes humanamente posible, pero, el es quien esta en problemas aquí.
La sonrisa de Chuuya se vuelve un ceño fruncido. Tomando involuntariamente la mano de Dazai que esta sobre su cara. ¿Quien es ese? Una persona apuesta y amable no suena nada mas para el que un pusilánime.
A Dazai no le agradaría algo como eso. Por mas hambriento de tacto que este, es algo así como alérgico a la amabilidad sin un castigo, Chuuya tiene algunos métodos especiales para eso.
"¿Quien carajo es Odasaku? El nombre es ridículo..." Lo ultimo es murmurado, como si tuviera al tipo enfrente y lanzara una ofensa personal en su contra. Dazai sonríe, viendo el agarre de sus manos y distinguiendo claramente sus celos. Se levanta con gracia y bate sus pestañas de forma encantadora.
"Oh, Oda es su nombre, pero es tan lindo que tuve que ponerle un apodo" Dice maliciosamente, finge una sonrisita inocente mientras atrapa los muslos de Chuuya entre sus rodillas. Sobre el.
'Yo también tengo un apodo...' piensa Chuuya. Muchos apodos, mas bien. Es mas especial por eso.
Aun así, lo dice alguna presión desconocida se asemeja a una aguja enterrándose en su piel. La sangre que brota de el son las palabras de indignación que su boca derrama. Obligada por un par de manos suaves y familiares aferrándose a su pecho para ahogarlo en alguna sensación incierta y dramática.
"Su cabello es pelirrojo, también. O quizás castaño rojizo." Empuja a Chuuya hasta que este permanece enterrado entre las almohadas blancas. Sus rizos pelirrojos contrastan contra el blanco neutro, pero sus ojos azules sobresalen vigorosos mas que nada en el mundo. Brillan con un fulgor caluroso y atrapante. En especial cuando están dirigidos a el.
Dazai se pierde un poco en eso, hasta que Chuuya le muestra una sonrisa burlona ¿Tal vez porque lo sabe? ¿Que conoce la sensación de pertenencia que lo atrapa bajo el manto libre del amor, quizás?
Debe ser eso.
O puede que le divierta la confesión de Dazai. Aunque el no haya terminado siquiera. Puede que Chuuya no se atrevería a pedirlo aunque se conocieran hace veinte años. El tiempo que llevan encontrándose son veinte preciosos segundos perdidos en sus almas comparados con eso.
"¿Estas buscando una copia barata de mi para que este celoso?" Chuuya alza sus cejas. No conoce al tipo, pero le molesta la idea de que Dazai finja querer una relaciona con el. Sabe que Dazai lo quiere a el. Es otra cicatriz perdida en su cuerpo que Chuuya ya adoro y presiono contra sus labios. Porque también lo quiere. A el y su estúpida proposición de noviazgo.
(Lo quiere, incluso sin saber todas las cosas que haría por el. Siendo novios o no.
Porque, después de dejar de ser novios, es capaz de dejarlo ir.
¿Sera eso realmente lo mejor para el?)
Dazai sonríe suavemente. No, Oda no se parece para nada a Chuuya.
Estira sus labios, con diversión secreta. Deja un pequeño golpe mientras se mueve.
"No" dice con un puchero, empujándose hacia arriba y usando el pecho de Chuuya como soporte. "Quiero que Chuuya lo diga ahora, que ya se que esta celoso"
"¿Que quieres que diga?" Dazai ladea su cabeza quejumbroso ante el tono suave de Chuuya, y su sonrisa burlona. Pero de esta ultima sangran las palabras que quiere escuchar.
"Te quiero" dice el ". Se mi novio"
Dazai se queda en silencio, lo único que le demuestra a Chuuya su impresión es que sus cejas se alzaron un poco.
Esconde súbitamente su expresión de Chuuya, parpadeando para reprimir la vergüenza liquida en sus parpados, orejas o pómulos.
Para ocultar su sonrisa tonta y enamorada. Como si no fuera el quien acaba de obligar a Chuuya a decirlo, pero sus hormonas adolescentes están absolutamente enloquecidas con esa declaración romántica.
"Hmm" Tararea. "Supongo que realmente sopesando mis opciones, Chuuya es el mejor" Puede oír, sentir, y adorar los latidos acelerados del corazón de su Chuuya con esas ultimas palabras. Aunque Dazai en realidad este fingiendo que no lo haya contemplado con diez pasos de antelación. "Bonito, pequeño y con un trasero grande y millonario"
"Cállate, no finjas que no tenias un estúpido plan si decidía decirte que no. ¿Cuantos escapes tenias pensados?" dice Chuuya, en lugar de un golpe, recibe una caricia en el cabello sobre su oreja sonrojada.
El castaño se queja, pensativo. Muele su mejilla en el pecho de Chuuya y tararea perezosamente. "Mm, tal vez 13"
El pecho de Chuuya vibra con su risa profunda y burlona. Espera que no sienta los latidos de su corazón presionados contra su abdomen al revelarlo.
"¿Solo 13?"
"Catorce si contamos en el que dominaría a Chuuya desde aqui arriba hasta hacerlo llorar como lo hace conmigo" Bromea el castaño. Recibiendo un pellizco, Chuuya opina que debería dejar de ser tan iluso como para creer poder hacer eso.
"Estas arruinándolo, mejor di porque quieres ser mi novio de una vez"
Entierra la nariz en la camisa perfumada de Chuuya, huele bien, desvanecido y amaderado. Como a la hora del te en una tarde cálida.
"Eh, no lo se" Se queja, arrugando la comisura de su labio. ". Chuuya solo es diferente" En lugar de hacer ademanes, dibuja círculos con el dedo en el costado de Chuuya. "Y supongo que estoy enamorado"
No, Chuuya no puede alejarse de el.
Cierra sus ojos, tomando la cabeza de Dazai y sintiendo su cabello esponjoso. Cuando finalmente lo mira, después de dejar que sus dedos atrapen suavemente los mechones desordenados. Sus ojos del mismo color caoba mirándolo expectantemente envían una descarga eléctrica a su corazón.
¿Como podría alejarse?
"Eso suena vergonzoso", dice Chuuya.
"¿Prefieres compañeros, entonces?" Sonríe a modo de burla.
A Chuuya le gusta.
Arrastra lentamente y se asegura de decírselo, corresponderlo con fuerza. Besarlo. Necesitando de su toque para el momento en el que pueda fundirse y convertirse en el ese amante que acaba de aceptar ser. Saboreando su interior cuando lame su labio, recibiendo una prueba anticipada del paraíso cálido que se esconde detrás de sus labios maliciosos.
Entra, como si fuera digno.
Quiere tener en el cada parte de su interior.
Dazai se endereza lentamente, dejándose besar, sus dedos tiemblan mientras intenta sostener a Chuuya como su soporte. Hasta que sube una de sus manos para acunar el rostro de Chuuya, la otra permanece en su pecho, justo sobre su corazón. Ese lugar pequeño y reconfortante que late enérgicamente por el.
Porque también lo ama.
Cuando Chuuya lo suelta, no abre sus ojos. Permanecen cerrados. Buscando prolongar el hormigueo feliz de los labios de su amante sobre los suyos.
Esta atado a el, por un lazo intangible de pertenencia y seguridad. Son novios.
Que palabra tan esperanzadora y desconcertante. Conmovedora.
(Difícil de derrumbarse, también.
Pero no imposible.)
— ¿Porque seguía contigo? — Hace eco, bajando la cabeza, no para ocultar su sonrisa. Si no para honrar los buenos momentos. Cuando era amado de verdad. — No es como si me dejaras escapar de ti, Dazai.
Tampoco quería.
Dazai desvia la mirada, sus tontas orejas rojas son bonitas. Engañosas tambien, supone.
Solo dejo que el escapara.
¡Este es nuestro segundo capitulo! Creo que la hora de publicación siempre sera en esta, de noche. ¡Asi que gracias por tu apoyo y por leer 💕!
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