Yuri un día me llevó a ver si encontraba trabajo en la ciudad para ir teniendo ciertos ingresos y poder vivir de manera normal como todo el mundo, porque vivir de la caza no es muy factible y encima entraña riesgos. Su consejo fue que la cacería de momento fuese afición y lo compaginara con otras cosas. Paramos en una cafetería a hablar del tema, sobre cómo quería hacerme el horario. La verdad, desde que llegué a ese mundo todos los días era un no parar.

-Ven, vamos a parar ahí. - Señaló Yuri.

-De acuerdo. - Respondí y paramos en la cafetería.

Miré la carta, tenían bebidas, dulces y salados, todo muy variado.

-Debe haber algo que se te dé especialmente bien para que puedas trabajar de ello... Y te guste, claro.

-Bueno, me gusta el arte y la cocina. - Respondí.

-Arte y cocina, ¿eh? - Pensó Yuri con mis respuestas mirando una ventana del local desde la terraza en donde estábamos. - Verás, este sitio lo llevan tres amigos míos... Y debe ser tu día de suerte porque han puesto un cartel de "se busca personal", ¿y si pruebas a que te contraten? Sólo deberías superar un día de prueba...

-Claro, por probar...