|| 6. || Rosa negra de pecado y una aventura en tu regazo
Atsushi no comprendía el por qué pero en efecto, se sentía débil y cansado desde que llevaba la capa de Akutagawa, intento quitársela pero el azabache lo detuvo - ¿Qué haces Alice? Te dará frío y con ello un resfriado
― Te-tengo calor – se quejó el albino
― ¿mucho calor?
― S-sí, mucho
― ¿debería aliviarte de ello?
― S-si, por favor
― Realmente eres una perfecta Alice – sonrió el azabache y el albino le miro mejor
― ¿po-por que tus... di-dientes crecen...? Hey...
― ¿no sabes por qué fui encerrado Alice?
― N-no
― Mis padres, la reina blanca y la reina roja me encerraron, porque fui maldito por un hada malvada, malefic... entonces al darse cuenta de mi forma maldita, necesitaban crear pruebas para quien quisiera estar conmigo
Atsushi comenzaba a gimotear por el calor que sentía dentro de él – fui condenado a estar en una torre en espera de una Alice que pasará las pruebas y mostrará gran resistencia
― ¿po-por qué? – preguntó excitado aun cuando ni sabía que pasaba con su cuerpo
― ¿Por qué? Bueno... - sonrió el azabache dejando salir unos cuernos – porque soy una bestia
Atsushi se sorprendió de ver al azabache transformarse en una bestia negra, de grandes colmillos y cuernos – y solo una fuerte Alice resistiría ser mi cónyuge, porque en las noches tendría a una bestia grande encima suyo
― Es-es-espera Aku-Akutagawa
― ¿Qué? ¿Mi rosa aun no te afecta por completo?
― ¿t-tu ro-rosa?
― Mi rosa negra, debo llevarla conmigo siempre – menciono poniéndose encima del albino – pero si se la doy a Alice, solo sentirá un desbordante deseo por mi
― Y-yo no tengo tu ro-rosa
― La tienes – sonrió amplio – en mi capa
Atsushi comenzaba a temblar, intento a quitarse la capa y el azabache junto sus frentes – Ali... - callo y le miro a los ojos – Jinko, tengamos nuestra noche de bodas
― Es-espera n-no es-estoy listo pa-para algo a-así
― Lástima, tendrás que estarlo
Akutagawa toco el pecho del albino provocándole un fuerte gemir – que dulce gimes por mí, Alice – menciono mientras subía el vestido azul – de saber cuánto tiempo he esperado por ti
Atsushi gemía más, no pudo evitarlo, tomo el cuello del azabache para jalarlo hacia él y besar su cuello, Akutagawa no perdió el tiempo, le domino y sus piernas abrió. Se colocó en medio mientras Atsushi besaba el cuello del azabache, este abría su vestido y lo quitaba del albino, revisando cada parte de tu piel, revisando su ser y conociendo a su ahora esposo, era una bestia, el tacto quedo en el pasado, en cuanto vio su bóxer afuera, el azabache no dudo en entrar, gemidos rudos al igual que una bestia, estocadas duras y firmes, llegando justo al punto del albino uno y otra vez, si, Atsushi sabía que iba a morir al sentir el enorme miembro entrar en él una y otra vez, tan grande que ni entraba completamente, simples palabras: no le entraba completo.
― Alice, Alice ¿te gusta? – pregunto
― Duele, du-duele – decía el albino – n- no entra y du-duele
― Dolerá menos, lo prometo, por favor acostúmbrate – menciono poniendo su frente con la del menor – por favor... por favor no me dejes – pidió con una voz al punto del llanto
Atsushi le miro sorprendido, miro al azabache con las lágrimas en sus ojos – n-no... - apretó a Akutagawa en un abrazo – no te dejaré, a-así que a-acostúmbrame - pidió adolorido
― Alic... Jinko, e-eres... no, tu eres Atsushi ¿no es así? Yo... gracias – dijo entrando más profundo y haciendo gritar al albino – gra-gracias
― Aag... y-ya n-no ha-hables
El azabache tomo la pierna derecha del albino para acerla, podría entrar más profundo, Atsushi apretaba el suelo de tierra de la cueva – aah ~ - suspiro excitado – má-más – pidió – so-solo un poc-poco más a la iz-izquierda
― Bi-bien – dijo el azabache – seamos uno, Atsushi
Atsushi fue profanado una y otra vez durante toda la noche ¿cerras las piernas? Quién sabe si podría volver a hacerlo, no fue besado en los labios pero si mordido múltiples veces en todo su cuerpo, y por todo, hablamos de todo mis queridos lectores. Se acercaba el amanecer y el azabache tenia al albino de cara contra el suelo y su trasero levantado, era penetrado con facilidad y gracia, al momento en que amanecía, Akutagawa perdía fuerza, las embestidas eran más tranquilas y Atsushi también se relajaba, una vez el sol se dejó ver ambos chicos cayeron rendidos en el suelo
Según el sol y los cálculos de Akutagawa, era medio día cuando despertó, Atsushi seguía sin despertarse y lo miro fijo, un cuerpo tan delgado le soporto toda la noche – definitivamente tu eres mi Alice, no, mi Atsushi – menciono, acerco sus labios para besar pero un golpe le espanto, era Lucy quien llegaba molesta
― ¡¿creías que no iba a poder liberarme?!
― Lo esperaba ansioso
― ¿Qué paso?
― Nada, nos desvelamos... hablando
― Atsushiiii – le llamo delicadamente la mujer – despierta dijiste que me llevarías a Narnia
― Ugh... Akutagawa, no más, me romperás – hablo el albino dormido
― Oh parece que mi esposo sueña conmigo – dijo burlón el azabache al ver a la pelirroja sonrojarse – creo que gané
― Esto no termina, rey caído
― Es mi esposo ahora y te recuerdo que Narnia no es infinita, tu tiempo se agota y Jinko no sabe nada de eso
― Si.. por eso yo... yo solo quería
― Es mio
― Oh si claro, te dicen "soy Alice" y te avientas como gorda en tobogán ¿no?
― Cállate niña rara – se quejó Akutagawa
La pelea despertó al albino, quien los miro con unas grandes ojeras, - ¿quieren callarse los dos? – pidió molesto mientras bostezaba
― Buen día cariño – dijo Akutagawa sonriente
― Umh, buen día – volvió a bostezar y miro al azabache – ¡cierto! ¡tú!
― ¿dime? ¿Qué sucede? – pregunto el azabache y el albino miro a la pelirroja
― Ha-hablemos después
― Claro
Los chicos salieron de la cueva, Atsushi estaba adolorido y sus piernas temblaban con cada paso, en cuanto Lucy se aparto un poco, Akutagawa extendió su mano hasta el albino mientras con la otra tapaba su boca para toser – lo lamento, no puedo controlarme en las noches...
― ¿o sea...?
― La bestia toma control de mí, lo lamento – menciono, bajaba su mano pero Atsushi le toma la mano
― Gracias por decirlo – le apretó – me vendría bien algo de ayuda
― Rashoumon – llamo a su dragón - ¿llevarías a Ali...? ¡Jinko!
― Gracioso – se quejó Atsushi
― Ok, te enseñaré como entrenarlo – dijo el azabache – primero cierra tus ojos – Atsuhsi cerro sus ojos – ahora, extiende tu mano, no tengas miedo
Atsushi se quedó quieto, espero, y sintió como el dragón tocaba su palma y se acariciaba así mismo – wo-wooow... - menciono sorprendido mientras abría sus ojos
― Así es como entrenar a un dragón – sonrió el azabache – ahora puedes subir – dijo mientras acariciaba a Rashoumon, Atsushi subió al dragón, definitivamente estaba más cómodo
― Es increíble Akutagawa – menciono y el azabache también subió - ¿qu-que?
― Te mostraré – Akutagawa se agacho hasta la cabeza de Rashoumon – Rashoumon, subamos despacio
Rashoumon alzo sus alas y de un solo salto subió lo más que pudo, Atsushi gritaba con fuerza por lo que sucedía, Atsushi perdía el equilibrio, era difícil, su cadera y trasero le dolían, se aferró fuerte al pecho de Akutagawa, cerro con fuerza sus ojos – ¡l-lo siento! Por favor, bájame – pidió – en-entiendo lo de tu ma-maldición, de-dejaré que me to-tomes pe-pero in-intentemos ser cuidadosos ¡aaah! ¡Dile que me baje! – gritaba. Rashoumon se calmó, volaba entre las nubes – es... hermoso... - menciono mirando a su alrededor
― Rashoumon siempre salta alto, en cuanto alcanzáramos la altura, iba a detenerse – dijo burlón el azabache
― Cru-cruel – se quejó Atsushi sonrojado
― Aun así, no me sueltes – menciono y Atsushi lo apretó
― No lo haré – dijo sonriente – dejemos a Lucy ¿sí?
― Será un placer
Rashoumon bajo rápido por Lucy, una vez abajo, tomo a Lucy con sus garras, Atsushi se asomó – todo está bien, Lucy – dijo sonriente Atsushi y Lucy sonrió. Llegarían a Narnia muy rápido, y de hecho así fue, llegaron hasta el castillo de Lucy donde Atsushi se bajó para despedir a la pelirroja
― Atsushi, ¿vendrás a visitarme? – pregunto
― Si, siempre – sonrió el albino – promete que también lo harás
― Nuestro tiempo camina diferente, pero lo intentaré – sonrió la pelirroja – espera aquí un segundo
Lucy entro corriendo a su castillo, Atsushi miro a Akutagawa, este acariciaba a Rashoumon y le hizo señales de esperar a lo que el azabache suspiro cansado, Lucy volvió momentos después – ten – dijo extendiendo sus brazos, era una muñeca en miniatura de Anne – conservala, si un día estas en problemas, lo sabre y podré llegar a ti
Atsushi sonrio y tomo a la muñeca – Gracias Lucy, gracias Anne – abrazo a la chica y después abrazo a la muñeca – la atesorare – menciono sonriente mientras la pelirroja se sonrojaba
― Atsushi
― ¿si? – Lucy se acercó abrazo con fuerza al albino y también besó la mejilla del albino y eso hizo molestar al azabache
― Ten una grandiosa vida
― Y tu – sonrió Atsushi – te veo mañana
― Claro... mañana – menciono Lucy decaída pero con una gran sonrisa
Atsushi subió en Rashoumon, Akutagawa la vio y suspiro – fue un placer, reina Lucy – menciono el azabache
― Lo mismo, rey Akutagawa
Rashoumon alzo sus alas, Atsushi volteo para ver, conforme más subían, miraba mejor, los árboles se deterioraban - ¿Lu...cy? – pregunto mirando y toco al azabache – Akutagawa, algo está mal Lucy está
― No está mal, te lo dijo, su reino tiene otro tiempo, para mañana, ella será una adulta y nosotros
― ¡N-no puede ser así! – grito Atsushi – Lucy e-es joven ¿Cómo?
― Porque mientras para nosotros pasa un día, para ella pasan 24 años, uno por hora, así que Atsushi, olvídala, conserva a Anne – dijo el azabache
― ¡No! No quiero yo – Atsushi iba a saltar pero Rashoumon lo detuvo - ¡suéltame Rashoumon! ¡suéltame! – grito
― Atsushi, cálmate, no puedes hacer nada ya
― ¡yo puedo! ¡Sé que puedo! Por favor, Akutagawa... Lucy es... Lucy es... mi mejor amiga
― ¡Por favor Atsushi!, si volvemos nuestro reino perecerá, piensa en todos en Wonderland
― ¡Todos ellos fueron malos conmigo, sobre todo Dazai-san! ¡No quiero ir!
Akutagawa se dio vuelta mirándolo - ¿y yo? ¿No prometiste quedarte a mi lado?
― Pe-pero Lucy
― Si va a ser así, entonces mejor que te corten la cabeza
― ¿Qué...? solo... ¿Por qué quiero salvar a mi amiga?
― ¿amiga? Es tu amante ¿no?
― ¿Estás loco? E-eres el primero... y espero único – Atsushi bajo la cabeza y la volvió a subir asertivo - ¡Que lleve esté vestido no significa que soy débil! ¿Que lleve un vestido significa que estoy a tu lado? No me hagas reír, decidí buscarte, y después decidí seguirte y no es por un maldito vestido ¡tengo derecho a tener amigos! Y tú no tienes el derecho a hacerme perder la cabeza
― Eso es lo que deberías, perder la cabeza por mi
― No quiero
― La perderás
― No, tú quieres salvar a Dazai-san ¿no? Al monstruo del pantano y seguro que al conejo
― ¿conejo?
― Cierto, el conejo, ella sabrá sacarme de Wonderland, si la sigo podré ir a casa, tú ya estas despierto
Akutagawa tomo con fuerza el brazo de Atsushi haciendo que se quede pegado a su espalda - pronto llegaremos y juro que haré que pierdas la cabeza
― ¿Por qué haces esto...? – pregunto triste el albino
― No quiero perderte... no soy tan fuerte... ni siquiera un poco – menciono apretando al albino
― Dile a Rashoumon que nos baje
― Pero
― Dile, por favor...
― Rashoumon... bájanos, por favor
El dragón obedeció, bajo lento y seguro, se quedó sentado mientras ambos chicos se alejaban ligeramente caminando, Akutagawa no soltaba al albino, solo se aferraba más al vestido del chico. – Akutagawa...
― No, no quiero soltarte
― Akutagawa
― ¡no quiero! – volteo a verlo frustrado - ¿sabes cuantos años? ¿Cuánto he esperado? ¡Ni yo sé! Solo... ¿solo para que alguien si quiera me sonría? No sé, no lo sé, es este sentimiento de negación, este que me dice que no merezco nada pero contigo se siente como si pudiera merecer todo, así que por favor, Atsushi. Quédate
― Tonto, escucha – dijo el albino – no pienso irme... solo quiero que seas sincero, no quiero que me amenaces de muerte o cosas así... si tienes miedo podremos superarlo juntos, así que por favor, se sinceró conmigo
― No lo sé
― ¿eh?
― No estoy seguro, no sé qué es esto, ni que sentimiento es, siento que puedo expresarme, pero... no lo comprendo – mencionaba entre lágrimas el azabache – no sé qué sucede, sé que te quiero a mi lado, sé que te eh esperado y hay algo en mí que dice que así debió ser hace mucho, pero no lo sé, ¿Qué es todo esto?
― No abras... ¿perdido tus memorias al igual que yo?
― No lo sé, yo... recuerdo vivir aquí
― Yo no tengo recuerdo de mis amigos o familia... - tomo las manos del azabache – pero todo esté tiempo te busque... porque sabía que quería estar contigo, te extrañaba y quería a mi lado, no lo sé, tampoco lo sé, solo sé que todo esté tiempo te he extrañado y necesitado a mi lado, si no duele aquí - dijo señalando su pecho
― si, es lo mismo para mi, duele aquí - respondió haciendo la misma acción
Ambos chicos se miraron, entre lágrimas comenzaron a reír, se abrazaron, era una nueva relación.
¡Hola!
La guerra de los reinos se acerca, y pronto se sabrá todo... o ¿ya lo saben todo? no lo sé, he perdido la cabeza
¡Gracias por leer!
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