3

Adrián. Adrián. Adrián. Adrián.

Daba vueltas en el baño sin detenerme ¿era el de verdad?

Era un fantasma idiota

Frunci el ceño levemente y tuve ganas de pegar mi cabeza contra la pared. El chico con el cual hice amistad en una cita a ciegas, estaba en mi instituto. O yo estaba en el de el ¡Que posibilidades había de que eso fuera real!, se oprimió el pecho ante tal pensamiento

–Estoy paranoico –susurre, llevé mi mano al pecho. –estoy muy paranoico.

La botella de agua se me resbaló entre las manos en cuanto intenté destaparla, derramando el agua a su alrededor

–¡Mierda! –me agaché para recogerla.

Nesecitas calmarte. Vamos con ven a la cafetería.

Respire profundo mientras asentí. Deje la botella en mi mochila y salí del baño a pasos rápidos

Deslice los pies sobre la cerámica. Salte y baja las escaleras en un ágil desliz, esquive a las personas como si de pósters de luz o paredes se tratarán.

Frene de golpe sobre la puerta de la cafeteria emitiendo un agudo ruido con los zapatos. Respire profundo y alce la cabeza. Mire fijamente la puerta que tenía al frente; «¿Estará acá?» habría montones de chicas acá.

Pase la punta de mi lengua sobre el labio inferior. «Solo es un extraño –me dije. –no me hará daño» obtuve algo de valor y entre al lugar, estaba tan inundado de personas que llegaba a parecer un centro comercial. Distintas mesas con distintos tipos de grupos, «en ninguno de ellos pertenezco yo»

Tuve que cerrar la mano en un duro puño para darme más valor

Mire en todas partes buscando a mi hermano con la mirada:

Ben se encontraba en una de las mesas con Diore.

Se comen más entre ellos, que ellos lo que hay en la bandeja.

Sin embargo no pude acercarme, fue mero instinto lo que ocasionó que me detuviera, tenía miedo pero no sabía el porqué. Di la vuelta y salí del lugar, ¿hacia a donde me dirigía? Respire profundo dejando que el aire invadiera mis pulmones

Baje la mirada hasta mi reloj: 11:34

Faltaban tres minutos para salir, no habría problema si me fuera antes de la hora

Los porteros estaban en hora del almuerzo y no se darían cuenta de que un estudiante se les había escapado. No era un lugar con la mayor seguridad estudiantil pero, era complicado salir. Para mí suerte, sería sencillo.

[.....]

Era... se sentía como un gran vuelco en el pecho, resultaba vacío y frágil

Tomo un sorbo de café y dejé la taza sobre la mesa

Juego con la esquina del suéter, me dejo llevar por mis pensamientos.

Me encontraba bloqueado y con la mirada perdida en el humo que salía del café, varios chicos salían de sus clases platicando y riendo, cargando con paraguas, mochilas y más cosas

«Si Isha estuviera aquí...»

El dolor se hizo presente en mi pecho ante aquel pensamiento. Soné el cuello y estire los brazos, tome las taza entre mis manos y me llevé otro sorbo a los labios. Preferí quedarme en la parte de afuera de la cafetería me gustaba sentirme relajado con el viendo jugando con mi pelo,

La mesera salió de la estancia para acercarse a mi y posarse a mi lado, con una pequeña libretita entre manos

–¿Quieres algo más?

La mire por encima del menú. Lo pensé un momento antes de asentir

–¿Podrías traerme una tostada de aguacate?

–Y un capuchino con lo mismo –fijo la mirada a la voz proveniente a mi derecha. –si no es molestia, por supuesto

Volvió a mirarme con nerviosismo. Asentí limitándome a acariciar mi dedo meñique. La chica desapareció por la puerta y lo vi sentarse frente a mi, dejo sus lentes de sol sobre la mesa, carraspeo

–¿Entonces eres una persona arrogante?

Enarcó una ceja

–¿Te parece que lo soy?

Negué

–Solo parece que te gusta responder con preguntas –frunció el entrecejo pero no  lucía molesto. Adrián no parecía el tipo que se enoja con facilidad

–Soy un...

–Un poco introvertido –termine por el. Sonreí –Lo se.

Me examino con la mirada un par de segundos antes de acomodarse en su asiento. Pude fijarme más a detalle:

Adrián tiene un cabello negro oscuro natural, sus ojos eran color miel algo poco común, o eso creo. Tez pálida y un lunar en la mejilla izquierda

–¿Usas lentes de contacto? –no medí el punto de mis palabras hasta que las dije.

Se encogió entre hombros

–No. –tomo una servilla entre sus dedos, dejo un pequeño barco débil sobre nosotros –, tengo los ojos de mamá

–Vaya lo único que saque de mi mamá fue sonrojarme hasta las ojeras.

Una ceja interesado, había un poco de humor en esos ojos vacíos y sin brillo

La chica no tardo en volver y dejar los pedidos sobre la mesa, algo temerosa, asintió de manera leve para marcharse de manera casi inmediata

Llevó la taza de capuchino hasta sus labios.

Baje la mirada hasta mi tostada y comí

Me pregunté por que esto no se sentía extraño. Me encontraba con un extraño que conocí hace tres noches y ahora estaba frente a mi comiendo y bebiendo un capuchino, ¿que eso no es extraño?

Debi sentirme acosado o algo por estilo

Pero no. Me sentía conforme si esa era una buena manera de describirlo

¿Debería preguntarle sobre las clases?

Era seguro que me vería como un chismoso sediento de curiosidad

Volví a plantar una mordida en mi tostada y no pude evitar soltar un jadeo. Adrián levanto la comisura de su labio, paso su lengua por este disimulando una pequeña sonrisa

–Deberia ser raro que me coma con un chico que conocí hace tres noches –fruncí el ceño

–De acuerdo. Puedes irte –dio un sorbo a su capuchino, ahora sin ninguna pisca de humor

Abri los ojos exageradamente

–¡Yo estaba aquí primero! –chille. –, tú deberías irte

–Mmh no. –bebio de nuevo – yo estoy pagando mi parte, tengo derecho de estar aquí

Gruñí un poco. No quería irme, era más que obvio

–Siento que te odio –confesé en broma –, no puede existir una amistad entre nosotros

–¿Quien dijo que quiero una amistad? –enarco una ceja

Sentí el valor por mis mejillas hasta subir a las orejas un pequeño escalofrío me recorrió

–Entonces es cierto –acomodo sus mangas –, te sonrojas hasta las orejas. Tranquilo, dolor era una prueba

Deje escapar un gruñido de fastidio

–Lo siento bebé, no estoy interesado en salir contigo –respondí con un poco de ironía en mi tono

–Es una lastima –cuando lo vi se había colocado sus lentes de nuevo, sus ojos estaban cubiertos por un plástico teñido.

«Tal vez es un secuestrador... Tal vez quiere mis órganos»

–¿En qué piensas?

–En que tal vez quieres quitarme los órganos y venderlos

–¿Que comes que adivinas?

–De desayuno un cereal de pasas y un jugo de piña, de almuerzo mmm a veces, no. De vez en cuando pasta algo sencillo o Domplin's... Y para finalizar la comida rápida.

Adrián no mostró ninguna seña de confusión ni siquiera de crítica, en cambio. Había un brillo en sus ojos que resultaba inusual, raramente parecía encantador

–¿Que?

–Eres extraño chico de las novelas turcas

Me encogí entre hombros

–Lo extraño siempre es lo más interesante. –Le restaba importancia a mis palabras, pero el parecía atraerle a un más.

–Chico de las novelas turcas...

–¿Si? –alce la vista para verlo –, ¿sucede algo?

Sus labios se entreabrieron por un momento. Parecía que iba a decir algo pero no se molestó en decirlo, los cerró y volvió a su expresión seria

Adrián; resultaba ridículo pero el chico tenía un aura serena y tensa, no se podía decir si estaba intranquilo o molesto, tal vez era algo natural en el o simplemente era así. Las ganas de preguntar me invadían pero ¿para que? Pensaría que soy un metiche que busca saberlo todo

«–¿Que pensaran los demás sobre mí?»

Era una pregunta ridícula y me regañaba de manera mental por aquel pensamiento pero lo cierto es que si quería saberlo. ¿Que pensaban los demás cuando veían a Tom Beredick caminar?.

–Ven –coloco la silla en su lugar mientras fruncía el ceño con confusión

–¿Me robarás los órganos? –me adelante a su respuesta y sostuve la tostada entre mis dientes, mientras arreglaba la silla.

–No. Quiero salir, soy un poco nuevo en esta ciudad y me gustaría que alguien que si la conoce me la enseñe

Por alguna razón su respuesta me hizo sonreír y no pude evitar disimularlo

Adrián me observó con esos ojos miel sin pronunciar ninguna palabra

Pero no hacía falta ya lo había visto y le gustaba la idea.

[***]

No recordaba la última vez que había salido sin avisar mientras recorría la mitad de la ciudad

Lugares como:

Record portal

Amazing

Night circus

O El parque acuático

Hubo una gran parte de mi cerebro que no supo distinguir la gran mayoría de lugares, pero la otra gran parte tuvo ganas de salir del auto y ser un Tom de 9

Ah, si. El auto, bueno no era un auto auto, sino mmmhh. No lo sé, ¿Casi una limosina? Lo más probable es que eso era pero guarde mis preguntas, ya hasta me preguntaba a qué limite podría llegar

Mantenía un colapso mental de cómo había llegado al punto de conocer a un extraño en una cita a ciegas. A encontrarlo en el mismo instituto que yo. A encontrarlo en una cafetería y comer con el. A estar en una limosina (o casi una) recorriendo media ciudad solo para mostrársela mientras encender la bocina.

Eran las 3:33 de la tarde y me encontraba con un desconocido al que solo he visto dos veces (solo una vez) me giré para verlo. Lo encontré con el cabello desordenado y con expresión de estrés, baje la mirada hasta sus manos hasta encontrarme con el problema

Una sonrisa se formó entre mis labios al percatarme de que, sus manos, estaban en una especie de enredo con el cable de radio

Me acomode en mi lugar sin quitar la sonrisa

–¿Es común en ti pelearte con cables?

Adrián fijo sus ojos miel en una mirada fugaz y las cejas casi juntas

–¿Y si mejor me ayudas?

–Nah –sone los dedos de mis manos con una sonrisa burlona. Escuche un gruñido proveniente de sus labios –, creo que puedes solo ¿o no?

Puso los ojos en blanco y siguió tratando de quitarse de su accidental enredo

–Mucha confiansita ¿no crees?

–Eso te digo yo a ti. ¿No crees tú que es mucha confianza meter a un extraño en tu auto?

–Como si me fueras a hacer algún daño.

–Tengo cara de asesino cereal –Ni siquiera era cierto, mi familia dice que tengo cara de niño.

–Tienes cara de que te quedaste en los 7

–Mentalmente si, tengo 7 ¿y que? Al menos no parezco un amargado que se enreda con un cablecito. –Dicho esto me acerque a él jalando un poco el cable que lo rodeaba y en pocos segundos estaba libre.

Lo hice a un lado y me fijé en el con una sonrisa de esquina a esquina, alzando las cejas, gruñó y dio media vuelta hasta que su mirada quedó fija en el vidrio oscuro

«–Igual de oscuro que la puerta de aquel restaurante»

Relamí los labios e hice un leve asentimiento mientras me acomodaba en mi asiento.

Acaricie mis rodillas en un incómodo silencio. Ahora me preguntaba ¿había hecho lo correcto al subirme en aquel auto? Me fijé de nuevo en el de reojo y me encontré con su mirada, la cual, aparto al instante y disimulo con un carraspeo aún con su semblante inexpresivo

Luce como un patán

Puede que lo sea, aunque para serlo resultaba agradable

Te dejas llevar mucho por las apariencias

Tal vez.

–¿Que te gusta hacer en esta ciudad? –La pregunta me saco de las casillas. Seguía observando las calles por la ventana, como si tuviera la mirada perdida o simplemente no quisiera verme

–¿Que te gustaría hacer? –Imite su posición al otro lado de la puerta

Casi lo pude escuchar dudando sobre que responder

–Soy nuevo así que... Tal vez... Ir a algún lugar en el que pueda divertirme

Night Circus

–¿Tienes una hora de llegada en específico? –La pregunta fue sigilosa, como si de un robo se tratase

–Puede que si, puede que no

–Con eso basta.

[###]

Cuando salimos eran las 3. Ahora son las 5 casi 6 porque estaba dispuesto a mostrarle lo mejor de la ciudad aunque me tomara toda la tarde

El Garden museum  era una buena parte para empezar

Un edificio entero convertido en una atracción de jardín con obras importantes e canciones con la preferencia del público turista

El suelo era grava artificial pero con un detalle de flores rosas en el suelo muy lindo, las paredes cubiertas de enredaderas naturales cubiertas de distinto tipo de flor, junto con una cascada al fondo con rocas pequeñas y limpias, y agua transparente la cual estaba protegida por una pequeña cerca

Obras como la Mona Lisa, Los cielos de Van Gogh, La última cena, entre algunas de artistas pocos conocidos o totales extraños eran observadas y admiradas por cualquier turista que pasaba. El techo era bellísimo:

Constelaciones estelares junto con trazos de pintura, gris, blanca y roja formaban unas manos entrelazadas por el dedo indice y meñique

En realidad siempre me había preguntado que significaba aquella pintura

Podía ser algo improvisado como también algo significativo, no lo sé.

Había un hombre detrás nuestro que había bajado junto con nosotros del auto. Adrián explicó que debía estar vigilado. Puede que por eso las gafas todo el tiempo

«–Sus ojos parecen ser inmunes a la vista pública.»

No estaba muy cerca eran como a 7 metros de distancia pero aún así podría sentir una mirada fija en la nuca

–¿Te pone nervioso? –Pregunto al tiempo que deteníamos el paso.

–No –Lo mire antes de volver a observar al hombre –, simplemente es algo raro para mí que un hombre tenga que vigilarnos, o en este caso a mi.

–No te preocupes –Acomodo su cabello. –, solo hace lo que le ordenan

–Eeeeeh –chille –, ¿me estás diciendo que si le ordenas matarme lo haría?

Asintió mientras sacaba una moneda de su bolsillo con total tranquilidad

Volví a chillar

–¡No puedo morir! Soy muy joven Adrián. Mi vecina nesecitas un joven con quien casarse ¡Y yo nesecito dinero!

Esto pareció hacer sonreír al pelinegro pero no era tan notorio

Ver sonreír a ese chico es todo un privilegio, no debe sonreír ni en fotos

¿Siempre eres escandaloso?

–Si, bueno no, no soy escandaloso –Fruncí el ceño –. Solo chillón

–Y yo soy hijo de Jhonny Deep –note como elevaba las cejas mientras escogía un disco de un cajón

–Jhonny Deep tiene muchísimo mejor aspecto que tú –me recosté de la pared con los brazos cruzados y con algo de molestia.

Mire la fila que había detrás de nosotros y pose la mirada en mis calzados

«–Nesecito quitarle mis Converse a Emma»

Los ruidos se hicieron un poco más notorios, alce la mirada fijándome en que sucedía

Adrián.

Seguía escogiendo un disco

No puede ser

La gente se quejaba por la tardanza esperando su turno mientras seguía indicioso

–Oye solo escoge uno –Sugerí en un pequeño susurro. Este lo ignoro

Los quejidos y quejas se hicieron cada vez más fuertes ¡Y el estaba tranquilo! ¿Acaso estaba sordo? ¡Querían tirarle cosas!

–Adriaaaaan –movi las manos con desespero, algo que esté volvió a ignorar. –¡Adrián! –Nada

Aaaaaaaaaaaaah

¿Me estaba ignorando?

Es más que claro

¡Maldito! Las personas tenían claras intenciones asesinas y el parecía estar tranquila!

–Listo –Saco el disco y lo dejo sobre la máquina. En cuanto entro se apresuró en salir de la fila y acomodar sus lentes

Me quedé un par de segundos en mi lugar antes de seguirlo

–¡Idiota! ¡Estúpido! Eres. Un. Imbécil. –Las palabras salían de mi boca sin si quiera pensarlo –, ¡Nos iban a matar! –lo empuje levemente por su hombro.

Seguía caminando sin prestarme atención

–¡Adrián!

–¿Mmh?

–¡Deja de ignorarme! –chille mientras jadeaba del cansancio –, eres muy pesado

–No me haz cargado –Respondio restándole importancia

–¡EY!

¿Que? –Enarco una ceja dejando entr ver sus ojos.

–Es que no le tomas importancia a nada. ¿seguro de que eres un humano? Pareces robot

Una mueca se fue formando entre sus labios, de seguro ya la había regado ¿un robot? Solo a mi se me ocurriría decir tal cosa.

Una vez más el ruido de lugar nos había invadido

Sus lentes cubrían sus ojos pero algo me decia que continuaba viéndome a mi, y no al suelo, era silencio. No había nada más solo una ola de personas charlando y disfrutando del lugar

O tal vez eso había pensado.

Hubo un momento... un instante en el nqfi hablo solo hubo silencio. Música y silencio. Música y silencio. Música y silencio. Música y...

–¿Que es eso? –di la vuelta fijándome en la máquina de música que estaba, ya, mucho lejos de nosotros

When you were here before

I couldn' t look you un the eye

You're just like an ángel

Your skin makes me cry

You float like a feather...

–In a beautiful world –Sincronizo. – I wish i was special. You're so special... But i'm creep, i'm a weirdo

–¿What the hell am i doing here? –Complete. No tardo en voltear la cara hacia mi, me limité a seguirle el paso

–I dont' t belong here...

1..2..3...

–I dont' t care if it hurts. I want have control. I want a perfect body. A want a perfect soul.

I want you to notice

When i'm not around

You're so fucking special

I wish i was special

But i'm a creep

¿Podría haber una forma de explicar aquel momento? No sabría decirlo además de:

Me encuentro cantando una de las canciones más bellas y personales jamás existentes, con un chico que, ya dudaba saber si era un extraño pues me encontraba a mi mismo cantando a su lado caminando, rodeado de personas, un guardaespaldas-niñero, en un museo con complejo de jardín. Saltándome las clases, yendo a una cafetería y distraerme por un gran par de horas

Tal vez Adrián era un extraño pero era un extraño que quería conocer mejor.

[###]

–¡AAAAH! ME QUEMO, ME QUEMO, AYUDAAAA

El hombre que nos atendía no tardo en quitarme los lentes de realidad virtual

Oh mierda

El calor invadió mis mejillas e hizo arder mis orejas, estaba avergonzado. Baje la mirada con pena evitando tener que observar a las personas a mi alrededor

No tarde en verlo pasar a mi lado ofreciéndome la malteada que tenía entre manos

Respire profundo y la acepte alzando la mirada

«–Me pregunto porque seré tan idiota»

Habíamos salido de Garden museum hace media hora. Nos encontrábamos en el centro comercial caminando por distintos lados, llegábamos a separarnos pero de alguna forma lo encontraba o el a mi.

Dijo que daría una vuelta más así que decidí entrar a una sala de realidad virtual

Ahora siento que jamás volvería a hacerlo.

Yo caminaba a un paso más distante de el, me avergonzaba pensar que había presenciado los gritos. Estúpido, eso es lo que era

Si mamá estuviera aquí me miraría con desaprobación

¿Que era más vergonzoso? ¿Que el chico con el que paseas te oiga gritando? ¿O que tu madre mire con desaprobación?

La realidad es que esa mujer es muy difícil de complacer. O al menos eso dice Ben. Aunque si llevaba gran parte de la razón

–¿Cuál era aquel juego? –Acomodo el popote despues de beber un sorbo de su batido. – Casi se podría decir que estabas inspirado

–Era un juego de incendios. –Di un sorbo muy largo, ignorando el inmenso dolor del frio en mi cabeza.

–¿Oh entonces eras un bombero?

Asentí de mala gana

–Sii. ¿Que tal si tú lo juegas?

–No tengo tiempo para juegos infantiles. –Respondío después de un instante. –Hay casa más importante que eso.

–¿Cooomo un batido de fresa? –Un gruñido había salido entre sus labios ¿era siempre así de amargado?

Mire a mi alrededor buscando algo interesante (todo el lugar), pero el choque de hombros me hizo voltear

Continuaba con su expresión seria no había ningún indicio de que pensara cambiar aquello, pero había intentado llamar mi atención

–Cuentame algo de ti –Dijo al fin, jugando con las gotas que caían del vaso

¿Algo sobre mi? Baje la mirada pensativo fijándome en los pasos que daba.

Algo sobre mi...

Tome un poco de aire para luego dar otro sobo a mi batido

«–No mucha información»

–Me gusta salir en mis tiempos libres, comer algo en algún puesto o tienda que me encuentre, eso es algo que también me gusta

–¿La comida? –Alzo una ceja curioso

Asentí.

–Adoro comer, aunque siento que me excedo a veces –Me encogí entre hombros.

–¿Por qué dices?

«–Tal vez porque no me gustan los comentarios sobre cómo me alimento»

–Me duele la panza después de un rato –Duje en cambio. Note como disimulaba una sonrisa limpiando la comisura de sus labios.

–Ahora cuéntame algo tú. –Mi pregunta lo tomo por sorpresa. No se esperaba que le hiciera aquella pregunta

¿Y que? Yo también quiero saber algo sobre el

Lo tuyo no fue nada importante.

Aún así...

–Vengo de una familia algo conocida –Respondío al final.

Algo conocida...

–¿Alguna zona privada o...?

Nego.

No. ¿Entonces que?

–Mi papá es modelo, igual que mi tío aunque el se va más por el lado de la música

Chille. ¡Eso explica por qué tantas chicas! O por qué tales rasgos pero, ¿cuáles eran sus nombres?

–Y tu padre...

Apunto los ojos hacia mi emitiendo un: «mmh» con sus labios

–Se llama Ryan, mi tío Ehiden

Un momento...

En los primeros asientos de la primera fila delantera, había un papel con algo anotado en ella: Gallager's

¿En serio estaban reservando asientos?  Lo más probable es que estuvieran pagados.

La familia de Diore era un poco extensa:

Su padre tenía un hermano gemelo, el tenía unos cuantos hijos.

¡Mierda! ¿Acaso era posible...? No, no podía... Es decir ¿Cuanta probabilidad había de que eso fuera posible?

Una familia extensa

–¿Pasa algo? –Adrian se encontraba unos pasos más adelante que yo.

Me había detenido sin darme cuenta, retome el paso sin pronunciar palabra alguna

No debía tomarlo en serio. Es decir ¿Cuantos gemelos no hay en el mundo con una familia extensa? Pero a decir verdad...

Lo miré con disimulo

Eran ciertamente parecidos en algunas cosas, al menos en los lunares y partes del rostro

No lo había notado antes

Ambos tenían un pequeño lunar en la parte izquierda de la mejilla

–¿Tienes alguna película favorita? –La pregunta salió de la nada

Lo pensó un par de segundos antes de encogerse entre sus hombros

–No alguna en particular, en realidad nunca he terminado una hasta el final eso es más de mi hermano. Aunque tampoco es un afanado

Hermano.

–Oh, es cierto tienes un hermano ¿eh?

–Si... Alex, es mi gemelo –Una familia un poco afanada con los gemelos –, hoy nos reunimos de nuevo

–¿Son distantes?

Nego

–Al contrario –Se detuvo a unos pasos de la salida. Mirando nuestro reflejo por el cristal, tomo aire y continuo–: el tema de tener un padre reconocido por la industria del modelaje significa que sus hijos también deben estarlo.

»Alex está la mayor parte del tiempo con papá y yo con mamá, se irán en una semana

–¿A donde? –Quise saber

–New Jersey. Habra un evento importante allá y de los dos el es el más reconocido

–¿Cuál es la diferencia?

–Alex es más social en ese tipo de eventos por más que los odie y finja que le guste. Habla con personas de más influencia e hijos de personas importantes, lo hace ganar más fama como también más reconocimiento.

»Yo. En cambio. Me gusta mantener mi privacidad, no soy tan social y trato de mantenerme al margen ni asisto a fiestas o eventos sociales. Prefiero pasar más tiempo con mamá

No era broma cuando decía que no salía

Deje de mirarlo y vi las puertas de cristal abriéndose para las personas que entraban y salían

–¿Lo extrañas? –La voz me había salido más natural y tranquila de lo que esperaba

–Es mi hermano. –Formo una mueca con neutralidad y aún así, sus ojos demostraban tristeza. –Extraño pasar tiempo con el...

No pude evitar pensar en Emma o en Ben, mis únicos hermanos ¿Que se sentiría alejarme de ellos? No tenía a nadie más, sobre todo Emma...

–Te entiendo –Nuestras miradas chocaron un gran par de segundos. Sonreí con amabilidad –, no se cómo sería mi vida sin alguno de ellos.

Y de nuevo el silencio nos envolvió pero allí con la gente rodeándonos, el aire frío de la entrada envolviéndonos y en silencio tan repentino que se hizo entre los dos, compartiendo miradas, pensamientos y dos confesiones. Supe que los dos tal vez, solo... Tal vez habíamos encontrado al amigo que nos faltaba

Esa noche cuando llegue a casa le escribí una carta contándole de el, así como le cuento sobre todas cosas de mi vida, le había escrito sobre la cita. Y lo mucho que la extrañaba ¿Podría extrañarme?

Me preguntó que pasa en tu vida
¿Me extrañas? Yo si. Extraño verte en la cafetería y que siempre te preocuparas por mi, como yo por ti.

Isha... Hay tantas cosas que quisiera contarte en persona

Pero no puedo. Así que lo hago a través de cartas que posiblemente no lees, me haces falta

¿Recuerdas al chico de la cita a ciegas? No te lo había contado pero tome el impulso de seguirlo hasta la puerta y me dijo su nombre;

Adrián. Se llama Adrián, creo que es una gran persona debería conocerlo más ¿tu qué opinas?

Tqm Tomi :).

Me incline hacia atrás soltando un suspiro que tenía retenido. Revise el correo y lo envíe junto a los demás que le enviaba cada día, la duda sobre si los leia o no siempre me invadía 

El teléfono emitió un sonido desde la esquina del escritorio, lo tome y me fijé en el mensaje

Adrián:

Beredick.

Me:

Gallager.

Adrián:

Gracias por la charla. Te veré en clases. Tal vez.

Tal vez.

Sonreí

Me:

¿Siempre eres tan formal?

¡Suéltate un poco hombre! Jajaja

Tienes cara de amargado 24/7

Adrián:

Deja de ser tan infantil y ve a dormir.

Me:

Claro cariño.

Ojalá sueles conmigo;)

Adrián:

Beredick.

Me:

¿Si?

Escribiendo...

Nada.

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