Me preguntó cuando más quieren que sufra, cuanto más quieren que pierda o que sacrifique por un bien común. La verdad ya estoy arta de ser buena y obediente, ser siempre la buena, no sirve de nada, bueno solo sirve para que el universo se burle de ti.

Acaso las moiras disfrutan con esto, ja claro que lo disfrutan es lo único que hacen para entretenerse (la verdad no creo que que vean el canal de cocina o de deportes, mientras tejen sus hilos y si lo hacen eso sería escalofriante) o es obra de Afrodita con eso de "haré tu vida amorosa más interesante" lo que se traduce como "haré que sufras para mí diversión y deleite y cuando no puedas más todo volverá a comenzar de nuevo, no es eso maravilloso querida"

Pero basta de dramatismo y comencemos con esto de una buena vez.

Mi nombre es Annabeth Chase y soy una semidiosa moderna hija de Atenea la diosa de la guerra y la sabiduría, dos veces salvadora del Olimpo, arquitecta del mismo, la mestiza que encontró a la Atena Partenos después de siglos de sacrificios para encontrar la y ex novia de Percy Jackson, hijo de Poseidón. Pero en este punto de mi vida creo que ya nada de eso importa mucho.

Y mi vida comenzó a ir de mal en peor el verano pasado cuando mi amigo Jason Grace murió en batalla contra el tribunario salvando a su ex novia Piper Mclean a una mestiza llamada Meg y al dios Apolo en su estado mortal también conocido como Lester.

El funeral fue demasiado para mi no podía soportar ver a Thalía destrozada, maldiciendo una y otra vez pues para ella está era la segunda vez que sufría la muerte de su hermano pero a diferencia de aquella ocasión, no había esperanza de volver a verlo hasta el día de su muerte y para una cazadora eso puede significar mucho tiempo; Piper lloraba mucho y se culpaba por no haber podido ayudar a Jason y sobre todo por haber roto con el, creo que eso era por lo que más se culpaba por la indecisión de su corazón y haberlo dejado ir a esa misión.

Mi ex novio Percy está desconsolado por la muerte de su bro, Percy se veía culpable de una manera que no comprendía, miraba a Thalía y a Piper llorar como si el hubiese matado por su propia mano a Jason, intenté acercarme a el pero se aparto de mi, eso en realidad me sorprendió, en ese momento pensé que solo necesitaba estar solo, pero lo comprendía no era fácil perder a un amigo, aún así debía ser fuerte para evitar que el otros se  derrumbaran, para apoyar a los demás.

Yo por mi parte tenía asuntos que atender y la verdad quería hacerme de la vista gorda y apoyar a mis amigos, quería llorar como una niña pequeña pero no lo haría porque se que tenía que ayudar a los demás, así que solo llore en silencio cuando ví las llamas consumir un hermoso  Sudario color azul cielo con bordados de rayos al rededor, sentí las lágrimas correr por mis mejillas cuando ví a Nico y a Hazel  realizar los ritos funerarios antiguos dignos de un héroe como lo fue Jason.

Después de eso regrese a mi cabaña con los ojos rojos de tanto llorar, me recosté en mi cama, tome mi almohada y la abrase a mi pecho permitiéndo me llorar todo lo que quería todo lo que no pude demostrar abiertamente, cuando lo hice callo una nota del campamento, la tome y suspiré era mi permiso de salida para mí próxima misión la verdad no quería ir  pero un asunto como ese no podía ser dejado de lado, después de todo era por parte de mi madre a la cual debía ir sola, en esos momentos no entendía porque me alejaba del campamento y la verdad es que no quería ir, no después de lo que pasó en la última misión a la cual fui sola, pero no se puede desobedecer a un dios así como así eso traería muchas consecuencia las cuales no podría afrontar ahora.

La misión consistía en infiltrarse en una base del tribunario en específico la de Eron por ser la más cercana y por ende la más peligrosa, debía recolectar la mayor cantidad de información posible, no quería dejar solo a Percy y a mis amigas no ahora en este estado pero no tenía elección eran las órdenes de un dios y ese dios es mi madre y tiende a ponerse histérica cuando no la obedecen.

Porque hay que admitir que Atenea no es el mejor ejemplo de madre pero ninguno de los dioses lo es, nadie lo sabía mejor que los mestizos.

La misión en si no era la gran cosa nada de otro mundo, fue fácil con ayuda de su gorra de invisibilidad de los Jankis y un perfume para distraer a los monstruos, la misión fue un éxito. Pero que fue lo que sucedió en mi vida para que esta tomara un giro de 180 grados.