La cara le dolía, sintió el frío bajo sus manos, se abra caído de la cama, se comenzó a incorporar.

—Hasta que despiertas — escuchó una voz quejarse, Takemichi se tenso, se enderezó para darse cuenta que no había Sido un sueño.

Soltó un suspiro había trasmigrado al libro de Tokyo Revergers, ya había leído novelas así, pero nunca creyó que le iba a pasar a el.

Su vista se poso a la persona frente a el, un tipo grande de cabello negro sentado en los escalones de aquel lugar, dió una calada al cigarro mirándolo con molestia —Perdiste de un solo goloe— se quejo con molestia

—Si Hanagaki, sabes cuánto perdí por tu culpa— gruño otra voz y fue cuando el chico se dió cuenta de las otra presencia

El líder de la pandilla contaba dinero mientras el cigarro en su boca se consumía, sin despegar la vista de los billetes dijo —Denle una lección, nadie quiere apostar si no dan pelea.

La patada en su estómago no la vio venir,  el aire se le salio de los pulmones, abrió los ojos escupiendo saliva por el golpe.

Después de ese vinieron más golpes, Takemichi solo atino hacerse bolita y a resistir los golpes.

Cuando se cansaron Takemichi solo atino a dejarse caer agotado, la advertencia fue clara, perdía otra pelea y le romperían las piernas.

Cuando se quedó solo, Takemichi se recostó en el suelo, miro el cielo, dios ahora se arrepentía de haber disfrutado la obra, el cuerpo le dolía horrores y Takemichi pasaría por este calvaria durante tres años.

—Dios me odia — se quejo, soltó un suspiro, tenía que hacer algo para evitar las peleas.

—¿Aun sigues vivo?— pregunto una voz, los ojos azules le miraron con curiosidad, el cabello rojo peinado de forma graciosa  

—¿Atsushi?— pregunto confundido, según la descripción de los personajes este debía ser Atsushi Sendo, uno de los amigos del protagonista

—Si que te dieron duro — hablo bajo el pelirrojo, se acunclillo a su altura, dandole una bebida fría, que sin levantarse Takemichi puso en su rostro

—Ni que lo digas — se quejo

—¿Puedes levantarte?— pregunto Akkun al rubio

Takemichi gimió por el dolor, no estaba acostumbrado a ser golpeado tan brutalmente.

Cómo pudo se puso en pie, Atsushi lo acompaño a llegar a casa, le ayudo a curar sus heridas —Takemichi no puedo creer que te boquearan de un golpe— se río

Takemichi rio con el —Estaba distraído — susurró

—Como puedes distraerte en una pelea — se burló Akkun poniendo el algodón en su labio, Takemichi hizo una mueca ante el ardor

Cualquiera estaría distraído si despiertas en el libro que acabas de terminar de leer, bufo.

Akkun le sonrió al terminar de poner las gasas y curitas —Ten más cuidado, y no vuelvas a distraerte — reprendió para revolver sus cabellos.

Cuando el pelirrojo se marchó Takemichi camino por el lugar, sus padres no estaban, o bueno los de Takemitchy.

Se paró frente al espejo que estaba en su cuarto, cabello rubio un amarillo muy chillon, ojos azules, complexión delgada, aparte de las magulladuras y el color de pelo, su aparecía era la misma que tenía a los 17.

Soltó un suspiro, si dejaba que las cosas siguieran el curso natural el acabaría muerto.

Dormiría con la esperanza de despertar en su mundo

—Dios, no aún seguía atrapado en el cuerpo de Takemitchy — se tapo con la cobija el rostro como si con eso fuera a estar en su mundo.

Perezoso se levantó de la cama, eran las 6 según recordaba las clases empezaban a las 8.

Se baño, busco entre la ropa algo que no fuera tan ridículo, dios el protagonista no tenía sentido de la moda, y el color de cabello no le ayudaba.

Si iba a estar en ese cuerpo iba a tener su cabello natural, se vistió con el uniforme de a escuela, hizo el bento para ir temprano a la escuela.

Miro el edificio frente a el, cual era el salón del protagonista, la memoria le daba fragmentos pero nada importante.

—¿Que pasa Takemitchy ?— pregunto un pelinegro mientras se rascaba un huevo —Miedo a entrar — se burló

El Hanagaki se río sabía que era uno de los amigos del protagonista, pero su nombre no estaba en su cabeza, solo una frase estaba en su cabeza "Pervertido" brillaba

—Makoto molestando a Takemitchy desde temprano — dijo el de lentes, Takemichi lo reconoció como Yamagishi

Los chicos lo guiaron hasta el salón, las clases fueron normales, Takemichi ni presto atención, todo eso ya lo sabía, aunque algunas cosas eran diferentes.

Durante el reseso el líder de la pandilla los guío al sanitario, su expresión era sería.

—Akkun, ¿Pasa algo?— pregunto Yamagishi al ver preocupado al pelirrojo

Takemichi había estado en silencio, rememoró en su cabeza que estaba pasando, pero el pelirrojo hablo primero.

—Ya informaron quien será el siguiente en pelear— dijo, la preocupación estaba en su voz

—Akkub— llamo un rubio de pelo largo que Takemichi identifico como Takuya

Recordando los acontecimientos del libro, la pelea de este chico fue lo que hizo que Takemichi huyera.

El de ojos azules lo miro, el rubio dió una pequeña sonrisa —Estare bien chicos— intento animar

Takemichi sabía que no estaría bien y esto era solo la punta del isberg de todo lo malo que pasaría.

La tarde paso llegando la hora de la pelea, Takemichi veía todo desde la parte de arriba, si la trama seguía su curso, el se vería involucrado con la pandilla más peligrosa y su muerte sería inevible.

Suspiro, no podía dejar que Takuya peliara, sobretodo porque era solo un joven, y según la trama, estuvo al borde de la muerte, si no fuera por Akkun que apuñala a Kiyomasa, Takuya moriría.

Mordió su labio, como el adulto en cuerpo de un niño, no podía dejar que ellos pasarán por esa situación, la pelea dió comienzo, y el grito.

—Oe no están aburridos de los mismos combates de siempre— pregunto al aire hasta llegar frente al líder —No quieren ver algo más entretenido, como el esclavo vs el lider, uno a uno— dijo

Takemichi temblaba el en su vida se había metido en problemas, mucho menos peleaba, tenía la confianza de que el cuerpo recordara como hacerlo.

Pero se equivocó, estaba siendo brutalmente masacrado, aunque no se rindió, cada golpe lo resintió, tenía que salvar a esos niños o nunca se lo perdonaría.

—Takemichi ya rindete— grito uno de los chicos

—No, tengo motivos para no rendirme — grito, y valla motivos, si se rendía terminaría muerto

Akkun miro la determinación de su amigo y comenzó apollarlo, junto con todos los demás.

Takemichi sonrió, pero necesitaba más que solo ánimos para terminar con esa pelea.

—¿Que está pasando aquí?— pregunto una voz, el silencio se hizo presente, los murmullos se escucharon pero el no sabía que estaba pasando

Frente a el dos hombre uno alto, y uno más bajo, ambos rubios, uno iba comiendo un dulce mientras el otro hablaba, no escucho lo que decía, no sabía si por los golpes.

Los vio reverenciarlos, quienes diablos eran ellos.

El menor de ellos, se acercó hasta el,  Kiyomasa lo saludo — Mikey— el golpe que el alto le dió lo hizo arrodillarse.

Takemichi abrió sus ojos con sorpresa, cayendo al suelo de nalgas, frente a el estaba Mikey, pero...

Dónde está el chico de cabellos negros y tatuaje de dragón en el cuello, y su mirada fría.

Tembló y no necesariamente de miedo —Seguro que tienes 17 años— cuestiono acercando su rostro a el

Los ojos azules no daban crédito, el se había dado cuenta —Si— susurró

—¿Como te llamad?— pregunto a su altura mientras lo sostenía de la cabeza

El rostro de Takemichi mostraba sorpresa cuando respondió —Takemichi, Hanagaki Takemichi— respondió

—Takemitchy, desde hoy eres mi perra— sentenció

Diablos Takemichi en que te metiste, como es que terminaste encontrándote con el villano antes de tiempo.