|Charles|
-Él sólo rompió tu corazón. -se repetía la voz de Erik en mi cabeza.
Creo que fue ese exacto momento en qué supe que había hecho algo mal, sin embargo Erik y ella nos ayudaron nuevamente a "salvar el mundo" de la guerra entre U.S.A y La unión soviética. Anabelle no era la misma, tanto así que ella y Raven se fueron con Erik nada más acabar la misión. Y tiempo después le borré la memoria a Moira, me alcoholicé y creé el suero que me permitiría volver a caminar.
Todo iba normal hasta que un Logan del futuro venía a reclamarnos que le ayudásemos a evitar que una mutante asesinara al presidente y cometiera un error que dejaría a todos los mutantes en riesgo: Esa era Raven. Increíblemente Logan supo donde encontrar a Anabelle y ella, nuevamente hizo a un lado su corazón roto, para ayudarnos a conseguir nuestra misión.
Fue ese día en que todo volvió a la normalidad, y el otro Logan dejó su cuerpo en nuestro pasado presente, hablé con Anabelle. Había tomado una decisión que me aterraba ciertamente, pero que era lo mejor para sanar su corazón lleno de odio y maldad. La cité en el árbol de cerezo que ella misma había plantado en el bosque donde la habíamos encontrado años atrás, y nos sentamos bajo su sombra, mientras ella me hablaba de lo que había hecho todo ese tiempo. No encontré una mejor forma de decirle que quería que se olvidara de mí, que distraerla con lo que ella quería en ese momento; Un beso.
Desde ese entonces, creí ciegamente que ella estaría bajo mi cuidado y que podría tenerla a mi lado sin que ella sufriera, cometí un grave error. Cuando se quedó mirándome unos minutos sonrojada pensando en lo guapo que era, creí que no había conseguido borrar sus recuerdos. Pero sí lo hice, no sólo los nuestros sino todo lo que pudiera recordarle el instituto Xavier antes de ese día.
-Disculpa, ¿sabes dónde queda Michigann? Estoy un poco perdida -murmuró, mirando de un lado para otro. Me sorprendió un poco su actitud, no se veía muy decidida, contrario a eso parecía tener miedo marcado en cada una de sus pupilas dilatadas a punto de llorar.
-Bueno, esto es Westchester. Creo que estás demasiado perdida -susurré. Ella asintió, algo incomodada y miró hacia un lado. Comencé a sentir culpa en ese momento, y unas terribles ganas de volver a darle sus recuerdos y pedirle perdón-. ¿Quieres que te acerque a algún lado? Quizás la estación de tren o...-pero no podía, no podía revertir el bloqueo de su memoria. No hasta que ella dejara de amarme, y un sentimiento no se perdía de la noche a la mañana.
Ese fue mi error, con Moira sólo pensé en borrar sus recuerdos y fue sencillo, pero Moira era humana y funcionaba mejor. Con Anabelle mi secreto era ese, el bloqueo se fue en mi contra.
-No, gracias. Mis padres me dijeron que me recogerían aquí, tengo que esperarlos -miró el árbol del cerezo, fue que supe que la había cagado. Ella no tenía padres-. ¿Tienes algún teléfono?
-Eh, si -saqué de mi bolsillo trasero mi celular, el cual ella observó en silencio pero no dijo nada. Me pregunté durante minutos enteros si era lo correcto, ¿me olvidó en serio? Bueno, cuestioné si era tan fácil de olvidar o era que la culpa mordisqueaba mi cerebro, no pude descifrarlo. Así que la miré a los ojos negros y ella me sonrió de medio lado algo timída- ¿Número?
Me dijo un número que no reconocí, en especial porque ella había dicho "padres" a pesar de ser huérfana. Y una vez que una mujer contestó, se lo pasé. ¿Quiénes eran, y por qué los necesitaría después de tanto tiempo?
-Coronel Sharon, es un placer volver a hablar con usted -dijo ella seguido de un segundo en silencio-. Si. Soy yo, si. ¡Oh! Estoy en... ¿En dónde estoy? -me preguntó.
-Instituto Xavier para jóvenes talentos. En Westchester. -ella repitió lo que le dije, y casi a través del móvil pude escuchar el grito de la mujer.
"-¡Westchester!"
***
Niego con la cabeza, deshaciéndome de esos recuerdos que llevan atormentándome días. Luego de dejar que Moira se fuera, decidí que era hora de subir a mi despacho, hallé a Hank y a Belle hablando de su pasado, como le decía a Hank que extrañaba a su esposo. Creo que no pude soportar verla con tanto dolor, ¿que su destino era sufrir indiscriminadamente? Desde que era una niña había sufrido, y aun así afrontado todo ella sola. «Ella sola»
-Will siempre conseguía todo lo que quería -le dice a Hank detrás de la pared donde yo estoy apoyado, pero sé que están en mi escritorio por lo lejos que se escuchan.- Así que empezamos a salir. Tenía un hijo llamado Ocean... que era huérfano porque su madre lo había abandonado con él, y apenas tenía tres años. -su voz suena opacada por un sentimiento extraño.
-¿Cuánto tiempo duraron? -pregunta Hank, haciendo que yo parpadee ante eso y esté atento.
-Un año saliendo, tres años de novios, y dos de casados -me atraganto. Eso quiere decir que fue... apróximadamente unos dos años después de que yo borrara su memoria.- Ocean tiene ahora once, cuando su padre murió, yo fui llevada al manicomio por un pequeño error que cometí, luego decidieron que era mejor que fuera a la cárcel. Ocean quedó bajo mi custodia, y ahora bajo la de mi hermano mayor, me encantaría verlo ahora. Han pasado tres semanas desde que salí de la cárcel y no he ido a reclamar a mi hijo -hago una mueca, levantándome. Puedo escuchar su pensamiento sin tener mis poderes.
«Quiero ver al pequeño»
-Hola muchachos -Entro en mi despacho con las manos en los bolsillos de mi pantalón. Ella salta de mi escritorio, Hank la mira y luego me saluda, yo sólo observo en silencio a Anabelle. No he hecho algo bien con ella desde que la recogí, curé su herida de bala y la invité a vivir con Raven y yo-. Oye, tómate el día libre. ¿Quieres? -el mensaje secreto fue: Ve por él.
-Sí, muchas gracias, señor Xavier -asiento, pidiendole a Hank que cierre la puerta una vez que ella sale, este se da la vuelta y me mira en silencio. Yo camino hacia mi escritorio y abro el cajón con llave, sacando el álbum. Le echo un ojazo a algunas páginas hasta que llego a la última foto. En ella, Anabelle tiene algo diferente, su corazón ya estaba roto y su mirada está perdida en el cielo gris, fue una foto a blanco y negro que yo le tomé el mismo día en que la rechacé.
Ella sentada en el borde de la ventana de mi despacho, en silencio, pensando. Parecía que tenía un conflicto emocional demasiado grave, pero se veía tan hermosa que no pude evitar sacar mi cámara y tomarle la foto, pero elegí el filtro porque resaltaba el momento oscuro sobre ella.
En la esquina inferior de la página del álbum había una pequeña reseña:
"Querido Charles, sé que tal vez no es el mejor momento de tu vida, y que en estos momentos te sientes devastado por el problema en Cuba y lo de Moira McTaggert. Sólo quería pasar a saludar a Hank y verte por última vez antes de desaparecer de tu vida, quería que tuvieras este albúm con nuestras fotos, después de todo está repleto de nuestros recuerdos. ¿Viste la primera página? Fue la foto que me tomaste cuando nos conocimos por primera vez, aún recuerdo el cuidado y la suavidad con la que sujetaste mi mano mientras curabas mi pierna."
Había un pequeño espacio entre las letras y luego giré la página, seguían habiendo bastantes hojas, por lo menos unas cien más en blanco para poner fotos, pero las tres últimas tenían palabras.
"Se sintió tan bien, se sintió correcto, como si pudiera confiar en alguien por fin. Alguien que no me haría daño ni me haría sufrir." Sonrío con sorna ante esto, me hace sentir mal. "Creo que estoy enamorada de ti desde ese día, o quizás sólo me sentí bien en tus brazos, y fue más adelante que mi cariño fraternal aumentó a uno de más grado. ¿Es grave enamorarse? Bueno, al menos eso dice la ortografía. Tal vez me equivoqué contigo, al fijarme en unos hermosos ojos azules a tal punto que no noté, que no me veían a mí."
Hago una pequeña pausa.
"Es importante para mí que no te sientas culpable por la bala que te impide caminar ahora, después de todo la culpa realmente es mía. Sé que culpas a Erik y su capacidad para no poder desviar la bala, pero en ese momento, no era él quien estaba pensando por sí mismo. Yo ingresé en su mente y traté de apoyarte, pero en cuanto la bala atravesó mi herida de años atrás perdí el control sobre la segunda bala, la cual impactó en tu espalda baja... Lo siento tanto. Supuse que te preguntarías porque fuí enseguida, incluso antes de que Raven escogiera el bando de Erik. Espero que alguna vez puedas perdonarme todo, incluyendo el hecho de enamorarme de ti."
¿Cómo perdonas a alguien que no ha hecho nada malo?
"Hay algo que quería decirte desde que éramos niños, mi nombre no es Raimbow Shot, yo sí tenía un nombre antes de ser reclusa del clan tornado. Mi nombre era Mia Duchanne, nací en Verona, y mis padres al ver que era especial me enviaron a USA para que me enseñaran a controlar mis poderes. Pero en el internado me borraron sus recuerdos y me incriptaron para hacer daño, pero gracias a un chico llamado Jason Lancaster pude escapar de esa prisión, y terminé en el valle de Westchester. Sí, estuve un poco herida y maltratada, pero sobreviví..."
Jason Lancaster era mi eterna "competencia", cuando era pequeña no paraba de hablar de él. Esto, lo otro, me dijo que era bonita, bla bla bla. No paraba de hablar de ese chico, pero cuando le preguntaba dónde estaba o por qué no venía por ella si tanto la amaba, siempre se quedaba callada y luego cambiaba de tema rápidamente. Creí que estaría muerto o algo así.
"Y te conocí, y sé que fue la mejor forma de soltar la cadena. Creo que al enamorarme me volví un poco más humana, y eso bloquea la señal de la inscripción así que mis recuerdos están de vuelta. Es emocionante. Quizás te preguntarás donde estoy justo ahora, bueno, estoy en casa de mis padres Lina y Antony. ¡Son geniales! Ah, les conté todo sobre ti, casi todo..."
¿Todo sobre mí? ¿Eso agregaba el hecho de que soy un idiota que le hizo daño a su hija?
"Omití ciertos detalles, ellos dicen que me amas... Ojalá fuera así. Creen que eres un chico fantástico, y que esperan que me hagas muy feliz. Aunque dicen que eres un poco celoso, para ser un telépata, te aprovechas demasiado de tus poderes para mantenerme controlada siempre y eso les da un poco de inseguridad. ¡También tengo que tener mi privacidad! Jaja no me hagas caso, sueno como si fuera tu novia... Como si tú y yo, fuéramos algo. Ya enloquecí."
¿Por qué enloquecer? No tiene nada de malo.
Bueno, mi yo de años atrás no pensaba así. ¿Tan mal se sentía?
"Bien, feliz cumpleaños, debo irme. Muchos besos y abrazos. Me transportaré a tu casa y se lo entregaré a Hank, aunque me gustaría que salieras a recibirme, de igual forma... Con amor, para ti, mi querido Charles."
-Esa mujer te ama, eh. -Hank sonríe de medio lado, alzo la mirada hacia él.
-Me temo que ya no siente lo mismo que yo .-digo.
«El hecho de estar enamorada de ti afectó al circuito en mi cabeza y me volvió la cordura.» Tal vez por eso cuando le borré la memoria no pude evitar que lo que Logan del futuro me dijo se cumpliera, sino que contrario a evitarlo, lo aceleré. Demonios, nunca pensé en ese efecto.
-No, ahora sólo te desea...-Hank ríe-. Lástima que no puedas resurgir un amor desde el deseo.
Miro a Hank con los ojos abiertos y un bombillo alumbrando fuertemente en mi cabeza. Bingo.
-Así que me desea...-me levanto del escritorio a mirar por la ventana de mi despacho. Sonrío.
-¿Charles?
-¿Cuánto crees que me tome enamorarla?
-¿Qué hay de Moira? -la estaca en mi corazón.
Aprieto las manos.
-Moira se casará en un mes, y es justo lo que me dio Erik antes de llevarse a Anabelle.
Conseguiré que ella se enamore de mí de nuevo en este mes, como que me llamo Charles Xavier.
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