•Anabelle•

NOTA DE LA AUTORA (Chan chan chaaaan).

Volví :3. Quería que supieran que ya me gradué (sé que no les importa pero ajá), pues bueno esta novela y prácticamente todas estaba reee abandonada porque en mi último año de High School -así para que suene chido-, fue una locura y me tuvo re ocupada. Además que me apiadé de sus bellas almas y decidí escribir... porque sí, pensaba esperar hasta que fuera 29 porque es el día en que se cumplía el año desde la última vez que actualicé. Lo sé, soy malvada. En fin, aqui estoy, y aquí estamos. Así que sin más que decir, disfruten su lectura.

Psdt: La vida de adulto, muchachos, es cosa seria.

Psdt 2: Ojalá pudiera vivir de mis novelas, pero eso es un proceso muy largo y heme aquí, sacando de mi apretada agenda (diva xd) para darles este regalito anticipado de Navidad.

Psdt 3: Si quieren hablarme, ya saben donde está mi imbax beivi, ok no. xd.

Psdt 4: Fin del comunicado. 

Psdt 5: No lo sé Rick, parece falso -inserten el meme- xd. 

Psdt 6: Efectivamente Rick, era falso xdddd.

Psdt 7: Es broma, sigan leyendo xd.

Psdt 8: Eso también era broma. 

Psdt 9: Nah, es broma cuando dije que era broma. 

Psdt 10: Dedicado a cierta personita que me pidió que le continuara y como que ji, ahí tienes beivi, disfrutalo <3

Psdt 11: CHARLES ME ESTÁ BESANDOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO -Anabelle Screaming- Ah no, spoiler... ¿dónde? Aquí no lo veo xd. 



Me está besando... Ese bastardo me está besando, así de normal, sin previo aviso. Mientras más lo pienso menos lo creo, sus labios realmente se están tocando contra los míos de una forma intíma. Sus manos sostienen mis caderas fuertemente impidiendo que haga cualquier movimiento brusco lejos de él, pero por alguna razón hasta ahora pienso en forzar mi salida. ¿Qué me sucede? No era secreto que el profesor Xavier me atraía, pero acababa de aceptar una cruda realidad donde yo debía fingir ser su feliz novia frente a todo el instituto, y ese me besaba cínicamente como fingiendo que era algo normal

Bueno, es normal en las parejas... ¡Pero no lo somos!

-Técnicamente sí -susurro entre el beso, cuando se separa para tomar aire. Charles me mira en silencio y ladea la cabeza, pero no pregunta a qué me refiero si no que toma un poco de distancia.- Si se supone que puedas hacerlo, pero te agradecería que no lo hagas muy segui...¡Hm! -Maldito Charles Xavier, desgraciadas mariposas, y peor aún: ¡Malditas ganas de devolverle el beso! Sin darme cuenta mordí su labio y él retrocede un poco.- Ups.

-Qué agresiva -lejos de reprenderme con la mirada, siento que lo he calentado más y eso pone en riesgo mi vitalidad como persona y mutante. Lo miro en silencio unos minutos.- Me gusta.

-Creo que debería ir a casa -suspiro-, o al menos a mi habitación.

-Me parece bien, tienes que descansar. En la noche tengo algo preparado para ambos -sonríe de medio lado, yo ruedo los ojos y camino hacia la puerta. Pero me detengo y lo miro unos segundos.- ¿Quieres un beso de despedida? -arquea una ceja, niego-. ¿Entonces...?

-¿Hace cuánto preparaste eso que dijiste?

-Desde ayer, en la madrugada. ¿Por qué la pregunta?

-Espere, ¿puedo saber hace cuánto planeó imponerme este noviazgo condicionado?

-¿Noviazgo condicionado? -sonríe-. Suena lindo de tus labios. Y bueno, en cuanto a tu pregunta, realmente no esperaba ello. Planeaba que aceptaras ser mi novia de una forma normal, pero cuando demostraste renuencia, usé la fuerza bruta.

-¿Por qué no simplemente usó sus poderes en mí? Hubiera manejado mi mente para que yo aceptara...

-Eso hice -se encoge de hombros-, ¿no? Te forcé 

-Me refería a tus dones, Charles -hacia tiempo que no le llamaba así. Este frunce el ceño y cierra con fuerza el libro en sus manos, no se atreve a moverme ni un solo segundo, y se apoya en su mesa. Respira fuertemente, tanto que puedo escucharle. Golpea la mesa y me señala.

-Anda a tu habitación enseguida, Anabelle. Y deja de mencionar este tema porque mandaré mi autocontrol a la mierda y te violaré justo aquí, de la rabia que me causas a veces -gruñe, sentándose en su silla y girándola hacia la ventanaMe quedo en silencio y parpadeo.

-Gruñón -murmuro antes de salir de su despacho y suspirar apenas toco el aire cálido del pasillo, nada como el frío del despacho donde vive metido ese señor gruñón con problemas mentales graves. Que violarme, por los dioses, como si se pudiera atrever a tocarme sin que lo mande al tártaro. Vuelvo los ojos y camino hacia el ascensor, necesito aire fresco.

¿Qué se cree? Puede obligarme a salir con él, pero no a tocarme. Maldito desgraciado

-Mami -grita una voz infantil a un lado mío apenas me dejo caer en el suelo de la sala principal. ¡Genial! Lo que me faltaba. ¿Qué hice tan malo que me toca sufrir todo esto? Me muerdo el labio al recordar lo que he hecho y niego con la cabeza, mirando hacia el niño que me abraza.

-Hola, cielo. ¿Qué tal tu día? -le pregunto.

-Espectacular. Todos los niños aquí son como nosotros -dice maravillado, causándome una sonrisa de medio lado. Es bastante extraño predecir el futuro a veces, pero ya había sentido esto hace mucho, fue como una especie de deja vu.- ¿Sabes lo que se siente al fin poder ser libre?

-Oh, por supuesto que sí -en realidad no lo recuerdo, pero sé que conozco esa sensación. Quizá del día en que salí de la cárcel finalmente..., O sencillamente sé que se siente pero no lo he sentido.- Se siente como magia, ¿no es cierto? -el niño asiente con una enorme sonrisa.- ¿Qué te parece si vamos a dar un paseo? ¿Dónde está el tío James?

, un paseo! -festejó a mi lado  y lo miré.- Oh, el tío James está con Jessica Parker

-¿Jessica Parker? -arqueo la ceja.

! Su poder es como el mío sólo que ella lo maneja mejor -hizo un puchero. A veces tenía unas expresiones tan de niño cuando estaba conmigo, James dijo que se debía a que cuando estaba conmigo volvía a ser un niño, sin embargo yo creía que en el fondo Thomas sentía que le había hecho falta el amor de sus padres.

-¿Alguien más maneja el agua como tú

No! Ella maneja la evaporación, de toooodos los liquidos -enfatizó haciendo muecas, haciéndome reír. El parecido de Thomas con Will era fantástico, ambos Tyler eran un gran complemento a mi vida, una punzada de dolor me dio justo en el pecho y mis ojos se cristalizaron.- ¿Mami? ¿Estás bien? ¿Por qué parece que vas a llover? -me tomó la mano.

-Es que me recuerdas mucho a tu padre -respondí. Sus ojos se cristalizaron también y apretó mi mano-. Había olvidado lo parecido que eras

-Mami...

-No te preocupes, mi niño. Estoy bien, estaremos bien -le aseguré, aunque ni siquiera yo podría asegurar eso. Sólo me quedaba seguir con mi nuevo noviazgo condicionado y esperar lo mejor.

Pasé el resto de la tarde con Ocean mientras practicaba su agua conmigo, mi don de copiar los dones de los demás me dio cierta agilidad, al pasar la mayor parte de mi tiempo con River, él me enseñó todo lo que sé y también aprendimos juntos sobre el don de nuestro hijo. En el lago era más fácil por lo que estuvimos ahí un largo rato, para la tarde noche me encontraba en mi habitación mirando fijamente mi cama, donde yacía un vestido blanco con estampado de flores azules y unos tacones del mismo color que estas, una pequeña etiqueta negra con un grabado en plateado con la caligrafía más putamente hermosa que había llegado a ver.

«Ya eres hermosa, pero me gustaría verte arreglarte para míCharles.»

Era un...un... Es que ni siquiera tenía palabras para decir qué era. ¿Qué se creía él para ir comprándome ropa? ¡Y era de mi talla!

-Esto es una locura -susurré, dejándome caer en la cama algo lejos del vestido para evitar magullarlo

"Si no haces lo que te digo, ellos sufrirán."

Parpadeé para evitar que mis ojos se llenaran de lágrimas, al ver que la hora marcaban las siete decidí empezar a vestirme, Charles nunca especificó a qué hora nos veríamos por lo que sencillamente supuse que sería realmente de noche. Cómo sea, me empecé a maquillar con desgano, mentiría si dijera que una parte de mí no mantenía vivas las mariposas en mi estomágo, pero por otro lado estaba ese sabor agrío de sentirme en una jaula nuevamente.

Cuando terminé de arreglarme y vestirme me miré en el espejo de cuerpo entero que tenía en el tocador, me veía bien pero me sentía no tan bien. El cabello ondulado, la cara maquillada, el vestido y los tacones... Sentía que no era yo. Al rato tocaron la puerta, así que desperté y suspirando decidí ir a abrir

Fue mi sorpresa verlo ahí, detrás de un ramo de rosas, con un traje semi formal

Y su sonrisa, su maldita sonrisa.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top