Prólogo
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TAKE ME HOME
PRÓLOGO
El sonido de las ruedas de madera se entonaba al aire, formando una melodía sin fin a sus oídos, mientras se dejaba guiar por la cuerda que ataba sus manos entre sí y al compañero que tenía por delante, mientras caminaban a paso lento, pero sin descanso desde hace varias horas.
Uno tras otro frente a él, uno tras otro detrás de él... la cuenta que para esos momentos había llevado, de 15 niños contándolo a él y que pueblo a pueblo que visitaban se sumaban entre 4 a 5 más.
Los tres que habían partido de Rulid, llevados por la caravana comerciante de esclavos del noble gobernante de Zakkaria, cuyo paradero auguraba sería la ciudad central Centoria.
—¿Ahora?... ¿Tiene que ser ahora?... —preguntó suave el pequeño de cabellos oscuros, mirando sobre su hombro a la pequeña de cabellos rubios que caminaba tras de él, en aquella larga fila de niños amarrados de manos y pies.
—Ya no puedo más... —respondió apenada.
—¿Ni un poco más?... —preguntó preocupado quien iba tras de ella, pequeña y preocupada mirada verdosa.
—No... —respondió, cerrando los ojos y dando un paso débil.
Al ver que se trataba en realidad de una situación de emergencia, el primero hizo fuerza, deteniendo su avance y tensando la cuerda de la que era guiado. Al ver sus acciones, los otros dos rubios, hicieron lo mismo.
—¿Eh?... —se percató del extraño movimiento, uno de los guardias que le llevaba. —¡Sin hacer desorden! ¡avancen!
—¡Queremos ir al baño! —gritó en un principio nervioso por las palabras usadas, pero seguro que así era... que era su derecho y más aún, su amiga necesitaba ir con urgencia y él también ahora que lo pensaba...
—Jaja... el olor a excremento y orines es característico de los esclavos... ¡Así que o se hacen encima o se hacen encima pequeños engendros!
—¡No puede tratarnos así! —el pequeño rubio sintió su pecho llenarse de aire al inspirar con fuerza para proclamarse. —Está dentro del índice de tabúes que no se puede faltar el respeto de esa manera a las personas... que... todos somos... iguales... —fue acallando la voz, al ver la mirada que le brindó el hombre.
—Cierto... si fueran ciudadanos... Pero es de todos el saber... que las decisiones tomadas por los nobles sobre los plebeyos cuentan como mandatos que se respetan incluso por encima del índice de tabúes... —sonrió, sin hacer parar en ningún momento la caminata.
—Kirito... —los ojos azules se cerraron al saber que nada podía hacer, pero necesitaba un poco de aprobación para lo que estaba por ocurrir...
—Tranquila... es normal hacer pis... todos hacemos pis... —no sabía qué más decir, por lo que buscó la ayuda de su mejor amigo. —¿Verdad Eugeo?
—Sí... sí... —asintió al doble, no sin que las lágrimas le inundaran los ojos al ver como paso a paso las gotas que recorrían los pasos dejados por su querida amiga, se deslizaban sobre el suelo que él estaba por pisar.
—Al menos las flores crecerán por estos lados —río el pequeño de cabellos oscuros, sonrojando a la chiquilla que pareció olvidarse de su reciente momento.
—¡Kirito!
—Jajajajaja —rio para que ella le escuchara, cuando en realidad su rostro, denotaba lo triste que aquel momento lo había dejado, oculto para ella que veía solamente su nuca.
—Gracias...
—Sí... Gracias Kirito...—pensó el tercero al ver como la confianza entre los tres había solventado aquel momento bochornoso, que quizás... pronto le tocaría vivir...
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El mundo parecía de un color diferente... el despertarse por la madrugada apreciando los colores púrpuras de las nubes pasajeras, no era igual... porque el olor de la mañana no era dulce... no había pan recién horneado ni miel para untarle, no había leche y mucho menos una flor sobre la mesa.
Los panes de caducidad próxima, cada vez eran más difíciles de morder.
—Creo... que se me quebró un diente... —se sobó la mejilla derecha el pequeño de ojos azul acerado.
—Yo creo que a mí dos... —Se sobó ambas mejillas el rubio.
—¿Se puede perder todos los dientes a la vez?... —se tapó los labios Alice, provocándoles una risotada que llamó la atención de los guardias.
Al verlos acercarse, los niños trataron de guardar la compostura.
—¿Cuál es el chiste?
—Nada señor... —respondió el de ojos verdes, un tanto nervioso.
—¿Cuánto falta para llegar?... —cambió de tema Kirito.
—¿Y eso qué te importa?... Igual una vez estén ahí serán trasladados a sus nuevos puestos de trabajo...
—En realidad eso lo sabemos... pero me imagino que al llegar podremos asearnos...
—Jaja... ¿Hasta ustedes lo sienten?... los aldeanos de los alrededores se han quejado porque estamos cruzando cerdos entre regiones... —los miró burlesco y camino alejándose.
—¿Huelo a cerdo?... —se miró Alice sintiéndose sucia.
—Jaja... a cerdito de granja. —respondió el pelinegro.
—Creo que eso no ayuda jaja —le causó gracia el pecheo en el rostro de la rubia, al pequeño de ojos verdes.
—Y hablando de llegar pronto... —suavizó el rostro la niña. —¿Estás seguro que nos dirigimos a Centoria?... —miró hacia Kirito, esperando respuesta.
—Es lo más probable... lo que sé, bueno, lo que sabemos todos es que nos nobles deben presentarse ante la iglesia Axioma... —miró hacia Eugeo, en busca de ayuda con la respuesta.
—La iglesia es la que comanda todas las actividades... es algo que sabes muy bien... Alice.
—Es que... tengo miedo... de que nos separen... —tomó a cada uno por una mano.
—No pensemos en eso... pase lo que pase... los tres escaparemos... —los miró serio Kirito, a lo que Eugeo lo vio sorprendido, pero tomando fuerzas asintió.
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CENTORIA —TORRE DE LA CATEDRAL —
—¡No madre! ¡He dicho que no me interesa! —corrió hasta la plataforma elevadiza una pequeña de larga cabellera colores de atardecer, y la miró seria durante todo el trayecto de su ascenso hacia la habitación contigua.
Mientras la mujer de larga cabellera plateada, entrecerraba los ojos.
—¿Cuándo llegan los esclavos?... —preguntó al aire, siendo respondida por el primer ministro Chudelkin.
—Según las cartas, mañana, mi señora...
La sonrisa placentera se formó en su rostro. —Entonces mañana Asuna... —dejó por cerrado el momento, postergado hasta el próximo día. Por lo que se dio la vuelta dispuesta a salir del lugar.
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XD Ok otra idea más que si no escribía me comía el cerebro jajaja.
Musa, por favor concéntrate XD.
Gracias por leer!!
Gracias inmensas a mi hermanita Yosii jaja, sabes que esto es tuyo!!
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