CAPÍTULO 7: Un abismo de posibilidades


TAIMU FURAIYAA


CAPÍTULO 7: "Un abismo de posibilidades"


(Dedicado a Sofi porque sus locuras me inspiran, su ayuda me da ánimos y ya es parte de la historia también. Gracias mija.)


"Aguanto la respiración y voy dentro de mi mar.

Me enfrento a mi hermoso y triste llanto,

al yo que está en esa oscuridad."

– "Abyss", Jin de BTS.


Kim SeokJin estaciona su camioneta dentro del garaje de su casa y entra rápidamente para dirigirse por las escaleras hacia su cuarto. En su camino saluda a Lev y a la señora Choi, mientras les confirma que volverá a salir tan pronto como esté listo para su primer día de trabajo en el hotel Mudrin.


Han pasado dos semanas desde que ha despertado en aquel Universo Caótico e impredecible. Durante esos días comenzó sus clases en la universidad Munhyun e incluso pudo hacerse más cercano a Jeon JungKook y Min Yoongi. Ahora, por iniciativa de JungKook – quien fue respaldado por Yoongi con disimulada emoción –, poseen un chat grupal en donde también participa Nicole (o Sirius, como JungKook le explicó que Nicole prefiere ser llamada). Desde luego que el joven está en desacuerdo con sus amigos de incluir a SeokJin tan pronto en su círculo de amistad, pero ante el evidente hecho de que el nuevo integrante del grupo gana cada vez más confianza con ellos, Sirius no tiene más remedio que aceptar la situación.

Si bien SeokJin ha recuperado gran parte de la relación que tuvo alguna vez con JungKook y Yoongi en los otros Universos, aún hay mucho que debe hacer para considerarse su amigo nuevamente. Aun así, está feliz de los progresos que ha obtenido con ellos y no pierde la esperanza de reencontrarse con TaehYung y los demás.

Ahora, el siguiente paso que debe dar es cumplir los deseos de su padre al presentarse a trabajar en el hotel que posee en la costa cercana a la ciudad. Esto es un desafío para SeokJin, pues lo que su padre planea para él no siempre suele ser acorde a sus propios ideales, aunque no tiene más opción que seguir sus reglas. Pero intenta ser positivo y pensar que quizás esta vez todo sea diferente y haya esperanza en dejarse llevar por los acontecimientos de aquel Universo. Después de todo, así logró encontrar a Yoongi.


Con ese pensamiento en su mente, Jin termina de asearse y cambiarse para volver a bajar las escaleras un tanto nervioso, mientras acomoda las mangas del suéter color azul que ha decidido ponerse sobre la camisa blanca prolijamente ceñida dentro del pantalón de vestir oscuro que hace juego con los zapatos acordonados color negro. Cree que esa vestimenta es adecuada para demostrar seriedad y compromiso en su nuevo trabajo.

— Muy elegante, joven SeokJin — la voz de Lev lo recibe una vez que baja las escaleras.

El amable chofer le sonríe acompañado por la señora Choi quien trae algo en sus manos y se adelanta para dárselo al muchacho.

— Toma cielo, esto te ayudará a tener un buen día en el trabajo — le dice la mujer mientras le muestra una vianda en donde se ven prolijamente preparados unos pequeños pastelitos de arroz —. Siempre es bueno llevar bocadillos para tener energías.

— Gracias señora Choi, estoy seguro que están deliciosos — dice Jin sonriendo ampliamente ante la amabilidad de la cocinera.

— Deseamos que tenga un excelente primer día de trabajo, joven — Lev hace una pequeña reverencia que Jin corresponde, mientras sonríe atesorando aquellas expresiones de afecto de parte de dos de las personas que han demostrado apreciarlo y cuidarlo más que nadie en aquel nuevo mundo.

— Gracias a ambos, daré mi mejor esfuerzo — dice, e inmediatamente agrega al ver la expresión preocupada de Lev: — Pero no más de lo necesario.


El hotel cinco estrellas Mudrin se encuentra ubicado estratégicamente en la costa de la ciudad de SongJu, a cuarenta minutos de viaje en auto o sólo veinte minutos si tomas el tren. La zona que lo rodea es reconocida por sus paseos de compra y galerías de arte, así como también por restaurantes de importante categoría. Es un espacio lo suficientemente atractivo tanto para turistas como para cualquier ciudadano que quiera tomarse unos días de descanso junto al mar. Pertenece al señor Kim ChangJun, padre de Jin, y es regentado tanto por él como por uno de sus socios y asistentes más leales. ChangJun considera que aquel negocio en donde invirtió años de su vida para hacerlo crecer, — y también gran cantidad de su dinero —, es apropiado para que SeokJin comprenda los esfuerzos y sacrificios que conlleva tomar sus propias decisiones.


SeokJin estaciona en una de las calles que rodean el edificio de más de diez pisos de altura. Suspira con nerviosismo, mientras encuentra el valor para salir del vehículo.

¿Qué está haciendo? Seguir las órdenes de su padre y concederle sus deseos. ¿Una vez más es preso de las decisiones de otras personas sobre su vida? Sí, otra vez lo es.

El pacto debe ser pagado, ya no se le permite regresar al pasado por ningún método; no volverá a ver a su madre ni a su hermano, mucho menos a Estefi. No tiene nada que perder en su ámbito familiar, pero quiere conservar la felicidad de la que ha sido testigo junto a JungKook, Yoongi y Nicole esos días. Ojalá pueda protegerlos esta vez...

Las grandes puertas del hotel lo reciben esplendorosas con sus cristales impecables y un empleado prolijamente vestido en un traje oscuro usando guantes blancos, quien le sonríe dándole la bienvenida y dejándolo ingresar al enorme hall de recepción. Allí varias personas están registrando su llegada y otras más esperando por ingresar a sus habitaciones, mientras se deleitan con copas de bebidas frescas y bocadillos ofrecidos por amables empleados.

Todo se ve demasiado lujoso como para que Jin se sienta cómodo, algo típico de los gustos de su padre y su familia; los cuales no encajan para nada con la personalidad simple de SeokJin quien siente enormes deseos de salir por las puertas y regresar a su habitación en ese preciso momento.

Pero no lo hará, debe ser valiente y enfrentar la realidad que le toca vivir.

Recuerda que las instrucciones de su padre no fueron muy precisas sobre en dónde debe anunciar su llegada, pero supone que si pregunta en la recepción sabrán guiarlo. Por eso camina lentamente sin prestar mayor atención a los lujos de su alrededor, hasta llegar al mostrador que lo separa de un joven de enorme sonrisa y elegante porte que está saludando y dando indicaciones a una pareja de turistas evidentemente llegados de alguna parte de Europa.

— Buenas tardes, yo... — comienza a hablar tratando de mostrarse lo más calmado posible, pero es interrumpido casi de inmediato.

— ¡Bienvenido! Tú debes ser el empleado nuevo, ¿Cierto? — Saluda el joven con el mismo entusiasmo con el que le ha explicado a la pareja de turistas cómo llegar hasta uno de los paseos de compra más famosos del lugar —. Ya estábamos advertidos de tu arribo el día de hoy así que sólo debes dirigirte al noveno piso, allí encontrarás las oficinas de los jefes. El señor JunHo te está esperando.

— Gracias... — responde Jin sorprendido por la rapidez con que ha sido identificado y la información que le han dado en pocos segundos.

¿JunHo? Ese nombre hace eco en sus memorias...

— ¡Oh, que descortés de mi parte no presentarme primero! ¡No merezco seguir trabajando en este puesto! — Exclama el joven empleado con un rictus de tragedia en su rostro mientras cierra los ojos y lleva una mano a su frente; dejando a un lado su aparente vergüenza, hace una pequeña reverencia mientras vuelve a hablar: — Mi nombre es Jean Philippe, pero llámame "J.P". Soy uno de los recepcionistas de este hermoso e importante hotel. Mi trabajo consiste en guiar a las personas para que tengan la experiencia más hermosa de sus vidas o simplemente indicarles en dónde pueden tomar un taxi — termina de relatar luego de hacer exagerados movimientos con sus manos mientras sonríe de forma muy natural para dirigir toda su atención hacia el joven que lo observa un poco confundido —. Dime cuál es tu nombre, chico nuevo y apuesto.

— Kim SeokJin — responde rápidamente el aludido sin poder apartar su vista de los gestos amables y delicados del muchacho cuyos grandes ojos negros y prolijo cabello oscuro peinado hacia atrás, lo hacen ver como un elegante modelo de alguna agencia publicitaria —. Un gusto conocerte J.P.

— Eres adorable SeokJin — J.P ríe emocionado, observando a Jin con ojos brillantes mientras apoya sus codos sobre el mostrador y deja descansar su rostro entre sus manos —. Creo que me sentiré muy a gusto teniéndote como compañero de trabajo, es bueno tener un incentivo para la vista en estos momentos... ¡Oh, hablé en voz alta, que descortés he sido! ¿Qué pensará SeokJin de mí ahora? — El muchacho vuelve a gesticular cubriendo su rostro sonrojado para luego acomodar su corbata que se ha desprendido un poco del prolijo nudo que la mantenía ceñida a su cuello.

— Bueno yo...

— ¡Por favor no lo digas, no quiero saberlo, rompería mi corazón! — J.P eleva una mano frente a él en señal de alto mientras simula llorar. Jin sigue estático en su lugar, sin saber cómo reaccionar ante una persona tan expresiva y escandalosa —. ¿Aún no te has ido? Quieres que muera de vergüenza, ¿Verdad? Lo estás consiguiendo.

— En realidad quisiera saber en cuál de todos los ascensores debo subir para llegar al noveno piso.

J.P pestañea sorprendido por la pregunta, pero luego comienza a reír mientras recupera su compostura.

— ¡Desde luego!, cof, cof... Deberías ir por el ascensor que usa el personal del hotel — el muchacho señala hacia su derecha donde comienza un pequeño pasillo sobre el cual cuelga un cartel de color verde —. Es el que está junto a las escaleras de emergencia.

— Gracias — Jin sonríe aliviado de que la primera persona con quien habló en aquel lugar parezca alguien amable y divertido más allá de sus reacciones escandalosas y sus pensamientos expresados en voz alta.

— ¡Un placer ayudarte compañero nuevo, mucha suerte con el señor JunHo! — J.P lo saluda con mucha emoción para luego volver a ser el mismo empleado sonriente y servicial que continúa atendiendo teléfonos y a los huéspedes que requieren de su ayuda.

SeokJin sigue sintiéndose nervioso al comprobar que hasta la escalera de emergencia luce pulcra y brillante ante sus ojos. El ascensor del personal es bastante amplio y no difiere en demasía de los que vio usando a los huéspedes. Todo en ese lugar denota perfección y parece tener la excéntrica firma de Kim ChangJun.

Una vez que sube y pulsa el botón para llegar al noveno piso, comienza a pensar acerca del nombre de la persona que lo espera. Quizás se trata de alguien cercano a quien ya conoce como a Lev o a la señora Choi. Algún amigo o socio de su padre seguramente. No puede asociar la imagen de un rostro al nombre que le resulta tan familiar, pero está seguro de que logrará reconocerlo cuando lo vea.

Finalmente, el elevador se detiene en el piso indicado y las puertas dobles se abren dejando ver un elegante corredor con paredes blancas hacia su izquierda y un gran ventanal en el lado opuesto que llega desde el piso hasta el techo, dando la oportunidad de divisar gran parte del mar a la distancia, así como otros edificios y la playa. Jin se detiene unos segundos a observar el paisaje y sentir la brisa del océano que llega hasta él, porque una de las ventanas está un poco abierta en su parte superior y el bullicio del tránsito, así como el sonido de las olas lejanas, se cuelan por allí.

Se gira de cara al corredor nuevamente y comienza a caminar percatándose que sólo hay dos puertas y la última es la que tiene un cartel blanco con letras negras que dice "Gerencia". Como ha de suponer, es allí donde lo esperan. Toca dos veces a la puerta y escucha de inmediato la respuesta para entrar.

Cuando SeokJin ingresa es recibido por la claridad de la luz del sol que entra por las persianas abiertas del gran ventanal que posee la habitación. Una vez que sus ojos se acostumbran al resplandor, distingue un gran escritorio marrón caoba con papeles apilados sobre él en prolijas columnas; una planta de interiores a un costado del mobiliario, algunos gabinetes oscuros en el extremo opuesto de la ventana, y un individuo de sonrisa amable vestido de traje que lo contempla desde la silla en donde ha estado atendiendo una llamada de teléfono.

— ¡Bienvenido SeokJin! — Exclama el hombre dejando a un lado su celular, mientras se pone de pie y extiende sus brazos para recibir al muchacho en ellos.

SeokJin se deja abrazar por aquella persona, un poco confundido porque aún no logra reconocer quién es. El rostro del hombre que lo está mirando con añoranza es alegre y sus ojos oscuros muestran pequeñas lágrimas que parecen querer escapar en ese momento. Es una persona de mediana edad, más joven que su padre quizás —, casi tan alto como él. Poco a poco, Jin comienza a recordar que se trata de su "tío" JunHo, el ayudante de su padre a quien conoce desde hace más de diez años tanto en su realidad original como en este nuevo Universo.

Un pequeño dolor de cabeza molesta a Jin cuando el rostro de JunHo encaja por fin en sus memorias. Inmediatamente, y casi sin percatarse de sus acciones, el joven abraza a aquel hombre aferrándose a él como si fuera un salvavidas que no lo dejará hundirse en las profundidades del abismo de soledad del que ha sido presa durante todo ese tiempo. Las memorias de SeokJin lo golpean con la misma fuerza que su ojo izquierdo comienza a latir dolorosamente. "Tío JunHo", — como él siempre lo llamó —, ha sido una de las pocas personas que le ofrecieron cariño y ayuda cuando su madre murió y sintió que su mundo se desmoronaba al clamar por la presencia de un padre que nunca supo hacerle sentir amado. JunHo ha estado junto a él en los peores momentos de su vida, incluso cuando no podían verse personalmente sino a través de video llamadas. Por eso Jin lo llama tío y lo quiere como si fuera un padre.

Luego de derramar algunas lágrimas, Jin intenta pedir perdón por su comportamiento repentino, prestando poca atención al dolor en su ojo: — Tío...yo...

— ¡Has crecido mucho "pequeño Kim", eres todo un hombre ahora! — Exclama JunHo secando sus lágrimas también, mientras da pequeños golpecitos en la espalda del muchacho —. Me alegra mucho volver a verte y saber que vivirás aquí. Ahora podré visitarte seguido, siempre y cuando tu padre no decida esclavizarme más de lo que ya lo hace, ja, ja.

— Me alegra que podamos vernos más seguido tío, pero, ¿por qué papá no mencionó que tú eres parte de la gerencia del hotel? Me llevé una gran sorpresa al entrar... — SeokJin intenta entablar una conversación luego del shock emocional, pero se reprime a sí mismo cuando nota la mirada de su tío al escuchar sus palabras.

— Pequeño Kim, te di la noticia de este nuevo trabajo antes de saber sobre tu decisión de mudarte, ¿No lo recuerdas? — La mirada de JunHo demuestra su sincera preocupación y Jin no sabe qué decir ni cómo actuar porque siente que ha sido atrapado y debió ser más cuidadoso —. Mhmm entonces lo que tu padre me dijo es cierto. Estás sufriendo de un gran estrés que te hace perder la memoria por momentos, ¿Verdad?

— Bueno, no diría que pierdo la memoria, más bien olvido detalles importantes — se excusa el joven llevando una mano a su cabeza, volviendo a respirar con tranquilidad al notar que su tío cree la idea de la amnesia al igual que su padre.

— Eso podría traerte problemas en este trabajo... ¡Pero no te preocupes! Te daré un anotador para que no pierdas ningún detalle — sonríe JunHo dando ánimos a su "sobrino" mientras vuelve a su escritorio y comienza a buscar en los cajones hasta que encuentra un anotador y un bonito bolígrafo azul —. Esto es parte de tu uniforme pequeño Kim, no lo pierdas.

— Gracias tío... Quiero decir, señor...

— Entre nosotros puedes llamarme "tío", pero fuera de esta oficina es mejor que me digas "señor gerente" —. Ante la expresión un poco confusa de Jin, JunHo decide explicarse mejor: — Tu padre nos dio órdenes de que te tratemos como a un empleado más y no como al hijo del dueño de este lugar. Por lo tanto, tus privilegios serán reducidos a los de un simple trabajador en el puesto más básico del rubro. Sólo el gerente de tu zona y yo sabremos quién eres realmente. Espero que esto no te desanime, pequeño Kim.

— Para nada, mi padre me había advertido algo al respecto — responde tratando de gesticular una sonrisa convincente que no demuestre tanto su falta de entusiasmo —. Daré lo mejor de mí, señor gerente.

— Así se habla muchacho, espero que sea una buena experiencia para ti. Cuentas conmigo en lo que pueda ayudarte, lo sabes, ¿Verdad? — JunHo coloca una mano con afecto sobre uno de los hombros de Jin.

— Gracias tío, lo sé — responde el joven, esta vez sonriendo con más sinceridad.

JunHo toma el teléfono sobre el escritorio y hace una rápida llamada. Segundos después, tocan a la puerta y se presenta frente a ellos un elegante hombre de baja estatura e igual formalidad que el resto del personal del hotel. Su mirada severa se posa unos segundos sobre SeokJin antes de hacer una respetuosa reverencia como saludo.

— Te presento al gerente Haneul quien será tu jefe encargado de sector. Ahora te guiará para entregarte tu uniforme y las instrucciones necesarias para comenzar. Él sabe que eres hijo de Kim ChangJun así que puedes confiar en sus enseñanzas — le dice JunHo dándole una última mirada para despedirse —. SeokJin, intenta ver todo esto como una nueva oportunidad y un nuevo comienzo para alejarte de tu propio abismo, ¿De acuerdo? Te deseo mucha suerte.

Jin sonríe a su tío por última vez y sale de la oficina siguiendo al señor Haneul por el largo pasillo hacia el ascensor.

— Un placer conocerlo, señor SeokJin — comienza a hablar el hombre, notablemente nervioso por la presencia del joven a sus espaldas —. Sepa disculpar mi vocabulario, pero debo tratarlo como a todos los empleados a prueba que comienzan a trabajar bajo mis órdenes —. Haneul respira profundamente mientras cierra sus ojos y sube al ascensor que ya ha abierto sus puertas. Al instante su tono de voz y su expresión cambian mientras comienza a hablar de nuevo: — Ahora te mostraré dónde están los vestidores. Debes tener siempre presente que no tolero la impuntualidad ni la informalidad; debes mantener impecable el uniforme que se te dé. Aquí no se permiten groserías ni comportamientos inapropiados, y siempre debes responderme después de una orden para asegurarme de que has entendido.

— Sí, señor — se apresura a responder Jin luego de tomar nota mental de todo lo que ha dicho su nuevo jefe.

— Es tan extraño dirigirme con expresiones informales hacia el hijo del jefe... — Haneul lleva una mano a su frente cerrando sus ojos mientras lanza un suspiro de resignación —. Mejor pensaré que tu apellido es otro. ¡Sí, eso haré! A partir de ahora eres...

— ¿Woo SeokJin? — Se atreve a sugerir el muchacho un tanto divertido por las expresiones del hombre que se mantiene erguido frente a él.

— Eso es, eres Woo SeokJin y no tienes relación alguna con el funcionario Kim. Así podré conservar mi trabajo sin importar cómo te trate. ¡Ja, ja, ja!

Las risas de Haneul se apagan tan pronto como el ascensor llega al primer subsuelo y le indica a SeokJin que lo siga hacia el vestidor de hombres, el cual es una amplia habitación con espejos, bancos y casilleros verticales de metal. Le da la llave del compartimiento donde podrá guardar sus pertenencias y le ordena que se presente en la recepción tan rápido como haya terminado de vestirse con la camisa blanca junto al pantalón y el chaleco negro que le ha dado envueltos en una bolsa transparente.

Jin sigue las instrucciones y, cuando está listo, sube hacia la recepción acomodando el nudo de su corbata mientras peina su cabello con sus manos, sintiéndose ansioso a la espera de su primera tarea. No ha olvidado el anotador que tío JunHo le ha dado y ahora espera a que Haneul continúe con sus enseñanzas.

— Muy bien, antes que nada, debo explicarte los conceptos básicos para ser un buen hotelero. Presta atención, muchacho — Haneul comienza a caminar por el hall del hotel mientras SeokJin lo sigue de cerca tratando de escucharlo con todos sus sentidos alerta —. Los huéspedes necesitan saber dónde estás todo el tiempo. Necesitas anticiparte a sus necesidades y disgustos, y actuar en base a ello. Cuando tienes éxito en esta tarea, los huéspedes dicen "Realmente estoy siendo mimado".

— Mimados... — Aunque le parece absurdo, Jin anota la palabra en su libreta rápidamente mientras continúa caminando cerca de su jefe.

— ¡Pero! — El gerente se detiene de repente, haciendo que Jin deba hacer equilibrio para no golpearlo, y se da la vuelta con una mirada seria mientras supervisa el aspecto del muchacho que lo observa con los ojos muy abiertos por la sorpresa —. Demasiada atención puede hacerlos sentir incómodos. Así que es importante encontrar un balance — Haneul acomoda el nudo de la corbata de Jin que se ha movido un poco —. Repite después de mí: balance.

SeokJin observa cómo el hombre parece esperar que siga su orden y entiende que, aunque le parezca estúpido repetir una palabra, quizás no tenga más opción que hacerlo.

Balance.

Haneul sonríe con satisfacción al ver cómo el joven hijo de su jefe lo obedece: — También es importante que nunca uses el ascensor para huéspedes, excepto en circunstancias especiales. Asegúrate de utilizar siempre el ascensor del personal de servicio para moverte dentro del hotel.

— Lo tendré en cuenta — asegura el muchacho anotando aquel importante punto en la libreta.

El hombre hace una mueca al ver que el joven ha estado tomando notas de sus explicaciones. No puede negar que le parece muy responsable y humilde de parte del hijo de uno de los hombres más poderosos del país, el actuar de forma tan educada como lo ha hecho hasta ahora. Quizás el muchacho no sea como su padre después de todo.

— Excelente, comienza con tus tareas — dice el gerente una vez que se detienen frente al mostrador de la recepción —. J.P te dará las indicaciones necesarias. Vendré a supervisarlos en una hora y espero no tener quejas.

— Veo que te fue bien con el señor JunHo. Él es especial, ¿Verdad? — J.P sonríe mientras observa el rostro de Jin, quien apenas le devuelve una sonrisa al no saber qué hacer aún —. ¡Hombre, mírate cómo estás! Eres un manojo de nervios. ¡Relájate Jinnie!, ¿Puedo llamarte así?

— Puedes llamarme como lo creas más conveniente, sunbaenim...

— ¡Ah, no seas tan formal! Llámame J.P hyung — le dice el muchacho haciéndole señas para que se acerque por detrás del mostrador.

J.P observa a SeokJin con ternura mientras se aproxima hacia él, con sus ojos marrones muy abiertos y atentos, paseando su mirada de un lado a otro del hall como si fuera un animal acorralado que está a la espera de lo que pueda ocurrir.

— Ahora que ya nos presentamos formalmente, presta atención — J.P acomoda con dedicación el chaleco y la corbata de Jin que han vuelto a verse desprolijos debido al nerviosismo del muchacho —. Es tu primer día, pero no debes sentirte intimidado. Recuerda que tu rostro es la herramienta con la cual le demuestras a nuestros huéspedes que pueden confiar sus valiosos días de descanso y su dinero en nuestro exclusivo servicio hotelero —. Una vez que termina su tarea, J.P lanza una pequeña risa antes de susurrar: — Respira, SeokJin.

En ese momento, el joven se percata del aire que ha estado reteniendo y lo libera haciendo que sus facciones se aprecien más relajadas y armoniosas.

— ¡Mucho mejor!, ¡Con ese rostro obtendrás buenas propinas, que envidia! — Las exclamaciones de J.P hacen que Jin sienta cómo sus mejillas se colorean de rosa al instante. El recepcionista entorna sus ojos al ver cómo la mirada de su nuevo compañero se clava en el piso ante sus palabras —. Eres adorable, SeokJin.

— Sunbae... — Comienza a hablar Jin, pero se corrige rápidamente tratando de no mostrarse grosero ante el amable muchacho: — J.P hyung, gracias por tu amabilidad, pero no hagas esos comentarios por favor...

— Quédate junto a mí y en cuanto llegue un huésped te diré lo que debes hacer — responde el recepcionista volviendo su vista hacia la entrada del hotel, respondiendo algunas llamadas de teléfono e ignorando completamente el tímido pedido del nuevo bell boy a su cargo.

SeokJin asiente, sintiéndose muy incómodo por toda la atención recibida. Si bien es consciente de que su aspecto no le es indiferente a algunas personas, el hecho de que su compañero sugiera que esto mismo será una herramienta de trabajo lo hace sentir ansioso y con deseos de renunciar en ese instante.

Lamentablemente para él, no pasan muchos minutos hasta que J.P da la bienvenida a una mujer vestida con elegantes ropas de colores poco discretos, cuyo maquillaje costoso y sonrisa ladina dan a entender su posición social al instante. Sus pequeños ojos delineados de negro se posan sobre la figura del recepcionista, quien inmediatamente comienza a halagar la presencia de aquella dama con todo tipo de saludos y exagerados gestos de amabilidad. Desde luego que ella se siente muy a gusto con el trato recibido, mientras extiende una tarjeta de crédito color negro para pagar la habitación que ocupará durante lo que parece ser un tiempo indefinido.

Una vez que J.P termina con su ridícula cantidad de halagos y la mujer consigue la llave electrónica de su habitación, el recepcionista indica a Jin que busque uno de los carros para transportar el equipaje de la nueva visitante hacia el ascensor.

Lo que parece ser una tarea sencilla, se convierte en una labor más complicada cuando SeokJin recuerda las palabras de su jefe: "Nunca uses el ascensor para huéspedes, excepto en circunstancias especiales."

Mientras Jin se pregunta si esa es una circunstancia especial o no, la mujer entra al ascensor esperando a que el joven suba también. Grande es su sorpresa cuando lo ve subir para colocar el carro con el equipaje junto a ella y luego volver a bajar sonriéndole, mientras hace una reverencia a la espera de que el ascensor cierre sus puertas.

Casi al instante, la figura del gerente Haneul aparece ofreciendo disculpas a su huésped quien no entiende lo que está pasando.

El hombre gira su rostro hacia Jin mientras continúa sonriendo, y le susurra entre dientes: — ¿Por qué no subes? ¡Apúrate!

— Porque usted me dijo que no debo usar los elevadores para huéspedes — responde el muchacho completamente seguro de que ha anotado ese importante detalle en su libreta.

— ¿Acaso planeas usar las escaleras? — Haneul no puede creer lo que está escuchando al mismo tiempo que golpea una de las manos de Jin que ha intentado buscar su libreta para asegurarse de haber escrito la indicación correcta —. ¿Esperas que el cliente empuje el carro de equipaje por su cuenta?, ¡Ese es tu trabajo!, ¡Muévete, vamos!

SeokJin se siente confundido y abulta sus labios, pero se apresura a seguir las órdenes de su jefe y se abalanza hacia el ascensor recibiendo una mirada de perplejidad de parte de la mujer que acepta las disculpas del gerente con una sonrisa de falsa modestia.

Haneul hace una respetuosa reverencia despidiéndose de su cliente hasta que el ascensor cierra sus puertas, y luego comienza a reclamar por las acciones del nuevo empleado mientras se recuesta contra la pared y la golpea con sus puños, asegurándose primero de que nadie lo está viendo. ¿Acaso ese muchacho es estúpido? Definitivamente Kim SeokJin no se parece al calculador e inteligente Kim ChangJun.

J.P sólo ríe desde el mostrador, muy divertido por las expresiones de desconcierto de su nuevo compañero de trabajo y las rabietas de Haneul. Parece que los días en el hotel Mudrin dejarán de ser monótonos gracias a la presencia de aquel interesante muchachito.



Las primeras horas de trabajo pesan sobre SeokJin haciéndole sentir el cansancio y los nervios acumulados. Tuvo que llevar el equipaje de al menos veinte personas más luego de su primer intento con la mujer rica y mal agradecida que no le dio propina; y soportar comentarios poco agradables hacia sus habilidades de principiante para manejar el carro de transporte por los pasillos del hotel.

Piensa que los consejos de J.P sobre practicar el manejo del carro y mostrar una sonrisa un poco más natural y no tan forzada al hablar con los clientes, serían de ayuda, pero tiene la mala fortuna de que una pareja de turistas decida colocar una queja en su contra ante el gerente Haneul lo cual, obviamente, trae consecuencias negativas.

Minutos después del hecho, debe dejar su tarea como bell boy y trasladarse hacia la piscina en el segundo piso del hotel donde recibe instrucciones para ayudar con la limpieza. Haneul le da una bolsa de residuos, guantes y una pala, y le dice que no tiene permitido volver a la recepción por lo que resta de su turno de trabajo debido a una causa muy particular.

— No puedo creer una excusa tan patética como que consideren mi rostro "demasiado hermoso" que incomoda a los clientes. ¡¿Qué clase de queja es esa?!, ¡¿Qué tipo de hotel es éste?! — SeokJin sigue enfadado ante el reclamo que la pareja de turistas ha hecho a su jefe, mientras continúa con la tarea que le han asignado —. Se suponía que "un rostro como el mío" me daría propinas, y en lugar de eso recibo castigos. ¡No quiero propinas, quiero largarme de aquí y no saber nada más sobre Kim ChangJun y su patético negocio hotelero!

Si va a tener que preocuparse por reclamos de ese estilo, está convencido de que su estadía en ese trabajo será una pesadilla, como todo lo que tiene que ver con su padre.

Para su fortuna, hay pocas personas en aquella zona a esa hora, por lo que puede recolectar la basura que ha caído en el jardín que rodea la alberca sin preocuparse demasiado por el tono de su voz al expresar sus verdaderos deseos.

A pesar de sentirse molesto, Jin aprecia lo sencillo del diseño de la piscina y las plantas similares a pequeñas palmeras que la rodean decorando la vista con una gama de colores verdes brillantes y hermosos. Considera que, de todos los espacios del hotel, ese podría ser su favorito.

Se detiene unos minutos junto a las plantas para respirar el aire fresco, mientras escucha los murmullos de algunos de los huéspedes presentes que están descansando en las sillas sobre el césped y conversando entre sí. Deja a un lado los guantes y la bolsa de residuos para estirar sus brazos y exhalar un profundo suspiro.

En ese momento, se percata que su celular está vibrando en el bolsillo del pantalón donde lo había olvidado por completo. Al revisar la cantidad de mensajes en las notificaciones, sonríe con cariño al ver el nombre del chat grupal en donde JungKook y Sirius parecen haber tenido una discusión sobre qué tipo de ramen es el más picante que han comido y por qué el helado de chocolate con menta puede llegar a ser lo más delicioso del mundo o lo más aborrecible también.

Entre emojis, insultos y otras expresiones, destacan los efusivos mensajes de apoyo que JungKook ha escrito para Jin: "¡Buena suerte en tu primer día, hyung!, ¡Estaré esperando tu invitación para ir de vacaciones a ese hotel y que me sirvas el desayuno!"; pero también las ironías de Sirius que intenta burlarse de cada expresión hecha por su amigo: "Es un bell boy, no un camarero. Aunque quizás nos mintió y está trabajando como mucamo ordenando camas y limpiando inodoros."

SeokJin intenta contener sus carcajadas para no ser reprendido por usar su teléfono en horas de trabajo. La energía de sus amigos lo hace sentir más animado mientras imagina las expresiones de cada uno al escribir aquellas frases. Para cuando llega al final del chat, puede leer el único mensaje que Yoongi ha escrito y el que hizo vibrar el teléfono en su bolsillo hace unos minutos: "Buena suerte en tu primer día de trabajo, Jin hyung (aunque me siento estúpido llamando hyung a alguien que sólo nació tres meses antes que yo). Aprovecha tus oportunidades."

Jin ríe bajito al visualizar el rostro de Yoongi sonrojado y molesto al escribir ese mensaje porque sabe que su amigo no es bueno escribiendo su sentir de forma tan directa, — por eso prefiere expresarse a través de la música —, y comienza a pensar cómo responder antes de retomar su trabajo.

Está ensimismado en teclear rápidamente un saludo, cuando percibe movimiento entre las plantas a su lado. Voltea su rostro rápidamente y se sorprende al encontrarse con la figura de una niña observando hacia los lados como si temiera que alguien la viera, pero al notar la presencia de Jin se paraliza de inmediato.

Es una niña bastante delgada, de estatura promedio para su edad (unos nueve o diez años, quizás); de cabello largo oscuro, un poco ondulado en sus puntas, que lleva recogido en una cola alta dejando caer algunos pequeños mechones sobre su frente descubierta. Viste una remera verde sin mangas con capucha y líneas rosas y azules que la atraviesan de lado a lado. Usa pantalones cortos de jean, medias blancas y zapatillas deportivas. Lo que más llama la atención de SeokJin al verla son sus enormes y expresivos ojos color miel que lo observan con perplejidad y desconfianza.

Cuando sus miradas se conectan, Jin puede ver el Universo en aquellos ojos color caramelo. Porque la profundidad de la mirada de esa niña le recuerda a la profundidad de la noche cuando cae sobre la Tierra cubriendo el cielo con su manto negro, iluminado sólo por el brillo de las estrellas. El mismo brillo que ahora está viendo en los ojos de la pequeña que no deja de observarlo con la misma curiosidad que él a ella.

Para Jin, el tiempo parece detenido en ese preciso momento mientras sigue observando el destello en los grandes ojos que no parpadean y se mantienen fijos en los suyos.

— Hola, ¿Estás perdida? — El muchacho deja a un lado el estado de estupor en que se encontraba para hacer la pregunta, pero la niña permanece callada e inmóvil —. ¿Tus padres están aquí? Puedo ayudarte a buscarlos...

— ¡Oye!, ¿Qué crees que estás haciendo?

SeokJin se voltea hacia la persona que le habla y ve a una mujer vestida con el uniforme del equipo de seguridad del hotel acercándose a él.

— Estaba tratando de... — Jin señala hacia su espalda mientras busca a la niña, pero ella ya no está ahí, se ha ido rápidamente y él no puede imaginar a dónde —. Aquí había una niña y yo...

— Eres el chico nuevo, ¿Cierto? Escucha, no puedes estar paseando por aquí. Es un sector exclusivo para huéspedes — le informa la mujer cruzándose de brazos de forma amenazante frente a él, con una mirada demasiado intimidante.

— Lo siento, estaba terminando de recoger la basura y encontré a una niña que parecía perdida entre esas plantas — explica SeokJin señalando el lugar en donde vio a la pequeña por primera vez mientras mueve las grandes hojas verdes buscándola, tratando de convencerse a sí mismo de que no fue una ilusión.

— Buen intento novato, pero no veo a nadie más aquí además de ti — se burla la joven, apenas mostrando una mueca en su estoico rostro —. ¿Es tu primer día de trabajo y estás holgazaneando? Creo que no durarás mucho...

— No holgazaneaba, había una niña que salió de entre las plantas y cuando... — Jin comienza a perder su paciencia y siente que su día no puede ser peor si ahora lo consideran loco por ver gente que aparentemente no existe.

— Nuevo, te diré esto por primera y última vez — La mujer de mediana estatura, pero de mirada dura y presencia intimidante, hace sonar los dedos de sus manos mientras adopta una postura mucho más amenazante y se esmera en ser clara con su mensaje —. No me importa si te asignaron una tarea o si sólo estás jugando a ser Peter Pan con niños perdidos, pero en este sector que yo vigilo tú no puedes estar, así que lárgate.

Sintiéndose impotente ante el trato recibido, SeokJin toma sus herramientas de trabajo y decide reportar al gerente Haneul que ha terminado, dejando atrás el incidente de la piscina y a la "poco amigable" mujer del personal de seguridad. Con suerte sólo deberá deshacerse de la basura y podrá ser libre de irse a su casa.

Seis horas después de su llegada al hotel Mudrin, SeokJin puede dar por terminado su agotador, extravagante y estresante primer día de trabajo. Guarda su uniforme en el casillero que ahora le pertenece, se despide de J.P y del gerente Haneul hasta el día siguiente, y sale a pasos rápidos por la puerta de acceso del personal para volver a la seguridad de la cabina de su camioneta.

Durante el viaje a su casa devora los pastelitos de arroz que no ha tenido tiempo de comer por culpa de sus nervios y se mentaliza en tomar una cálida ducha para quitarse el cansancio de sus agarrotados músculos.

Al llegar, saluda a Lev quien aún sigue despierto y sube directamente a su habitación percatándose en el camino de que su padre está encerrado en su estudio al ver la luz encendida por debajo de la puerta. Seguramente trabajará durante la mayor parte de la noche y Jin no lo verá hasta el día siguiente si es que logran cruzarse durante el desayuno. No es algo que preocupe al muchacho, más bien le causa alivio.

Luego de bañarse y cambiarse, SeokJin entra a su habitación y toma el teléfono para responder los mensajes, lanzando su toalla de forma distraída sobre la mesa lo cual provoca que la cámara de fotos que ha encontrado, y que piensa usar la próxima vez que pueda ir a tomar un café con sus amigos, termine en el piso. Por fortuna, el objeto no se ha dañado así que lo regresa a su lugar junto al cuaderno que ha decidido usar como un diario para anotar sus experiencias en el otro Universo y los diferentes bucles temporales.

Con el paso de los días, SeokJin se ha percatado de que sus recuerdos comienzan a desvanecerse poco a poco al ser reemplazados por algunos que pertenecen a la vida que supuestamente ha llevado hasta ese momento en aquel nuevo mundo. Por eso cree prudente anotar poco a poco todas sus vivencias en un diario, desde el día que aceptó por primera vez el pacto con Abraxas hasta cada mínimo detalle de las opciones que tomó para salvar a sus amigos, así como también algunos momentos privados con sus hermanos SeokJung y Estefi.

Antes de dormir, se sienta frente a su escritorio, abre el cuaderno y toma el bolígrafo para escribir algunas líneas. Su primera experiencia en aquel trabajo merece ser registrada no sólo por resultar toda una aventura y una nueva oportunidad, sino como testimonio de que en verdad ha visto a una persona cuyos ojos reflejan el Universo.

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NOTAS DE LA AUTORA:

¡Al fin! Un nuevo capítulo que tomó mucho tiempo terminar u.u

Jin ha comenzado a trabajar para su padre en el hotel que algún día heredará pero como ya vimos, a él no le simpatiza aquella idea. Ha conocido a algunos personajes interesantes... ¿Quién será esa niña?

Gracias por su paciencia. No tengo en mente actualizar de forma rápida sino más bien proponerme terminar esta historia porque la amo y quiero verla terminada. Así que disculpen la demora pero en verdad quiero traer los capítulos convencida de que me gustan al cien por cien.

Agradezco a quienes se toman el tiempo de ayudarme a corregir los errores que cometo jaja y también a todos quienes están leyendo.

Deseo que tengan días hermosos y sigan cuidando mucho su salud.

Hasta la próxima actualización :)

ReLi~

*Actualización al 25/01/24: se corrigieron errores generales :) 

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