CAPÍTULO 6: Sonríe para mí
TAIMU FURAIYAA
CAPÍTULO 6: "Sonríe para mí"
"¿Sabes?, El destino es algo que no puedes predecir"
– "Golden Time", Full Metal Alchemist Brotherhood
Min Yoongi ha cumplido veintidós años hace un mes. Está cursando segundo año en la carrera de Artes Musicales y se perfila como un pianista de futuro prometedor.
La música ha sido su gran pasión desde niño. Esto puede deberse a que su madre aún es reconocida en el país como una de las mejores pianistas de su época. Yoongi creció escuchando a su madre tocar el piano y aprendió gracias a ella a amar las teclas monocromáticas de aquel instrumento musical que se convirtió en su primer amor.
Pero Min Yoongi tiene un problema que no es fácil de solucionar para una persona con sus pretensiones.
De figura esbelta, destaca entre sus compañeros de curso por sus pequeños ojos de mirada cansada y su piel muy blanca que contrasta con las ropas oscuras y holgadas que gusta vestir. Su cabello negro, a penas ondulado en sus puntas, resalta el marrón oscuro de sus pupilas que se mantienen siempre observando el suelo cuando debe abrirse paso entre muchedumbres o dar alguna presentación en su clase.
Yoongi es un alumno excelente que ama sus estudios, pero su poca capacidad para comunicarse abiertamente con las personas le ha ocasionado problemas desde sus años en la escuela media. A él no le agrada estar rodeado de una gran cantidad de gente ni ser la atracción de las miradas de miles de desconocidos sobre su persona. Esto es una gran ironía ya que un pianista se presenta sobre un escenario y necesita público para que su arte sea apreciado.
El joven estudiante de música ha tenido muchos incidentes debido a la fobia social que ha desarrollado durante su preadolescencia. Especialmente en su salón de clases en donde el profesor llamado Na lo ha ridiculizado en más de una oportunidad al llamarle la atención por no vestir de forma apropiada o llegar tarde a clases. En lugar de sanciones, el señor Na prefiere utilizar la ansiedad de Yoongi como castigo frente a todos sus compañeros, haciéndole pasar malos momentos.
Pero a pesar de los altercados sufridos y de su pánico escénico, Yoongi pudo presentarse en el último concurso de piano en el cual el público lo eligió como ganador mas no así el jurado quien otorgó la victoria a su oponente: un alumno popular llamado Ji Sungmin, quien obtuvo así una beca de estudios en el extranjero.
Aquella derrota fue un golpe demasiado duro para Yoongi y quiso preguntar al profesor Na — principal integrante del jurado —, por qué había ganado Sungmin a pesar de que su presentación había sido menos aplaudida que la suya. El profesor no le dio argumentos sólidos así que Yoongi, completamente cegado por un impulso de ira, se dirigió a poner una queja en la oficina del decano, pero tampoco fue escuchado ahí. Más bien, el señor Chung supo cómo deshacerse de él sin siquiera ocultar que lo estaba haciendo, dándole la tarea de hacerse cargo de un nuevo alumno.
Para sorpresa de Yoongi, ese nuevo alumno se ha convertido en un misterio que quiere develar. ¿Quién es Kim SeokJin y por qué lo trata como si se conocieran de toda una vida?
Muchas interrogantes cruzan por su mente mientras corre hacia el salón de clases para tomar sus pertenencias y marcharse lo más rápido posible. Yoongi ha decidido que ayudará a SeokJin con un recorrido por el campus y aceptará su invitación a beber un café porque tiene la extraña sensación de que debe ser así, de que él debe conocer a Kim SeokJin. ¿Por qué? Eso es lo que anhela averiguar.
— ¡Min Yoongi! — Una voz conocida interrumpe los pensamientos del muchacho mientras toma su bolso. Se trata de su único amigo en la clase: Chaeik — ¿Cómo te fue en la oficina del decano?
Yoongi sólo hace una mueca mientras cuelga el morral en su hombro, lo cual ya es una respuesta bastante directa para Chaeik.
— Oh, ya veo... ¿Te irás? Si no te fue bien con el decano te irá peor cuando el profesor Na vea que no estás presente en su clase — le recuerda su amigo un poco nervioso, acomodando los grandes lentes de marco redondo que decoran su pequeño rostro.
— Por hoy no me haré problema de eso — confiesa Yoongi lanzando un suspiro y suavizando su mirada al ver que la preocupación de su compañero de clases es genuina —. Descuida, si pregunta por mí sólo dile que estoy a cargo de una tarea que el decano me encomendó.
— ¿Entonces sí hablaste con el señor Chung?
— Sí, pero después te contaré lo que ocurrió, debo irme ahora. ¡Gracias Chaeik! — Yoongi saluda a su amigo y, apenas cruza la puerta, comienza a correr de nuevo para llegar a las oficinas lo más rápido posible porque no quiere que SeokJin piense que le ha mentido.
Jamás ha sentido la necesidad de ser tan amable con un desconocido que actúa de forma extraña y lo trata con tanta confianza. Min Yoongi odia sentirse demasiado cercano a quienes no conoce y no soporta que invadan su espacio personal, pero frente a Kim SeokJin eso no parece ser una preocupación; lo cual es extraño, teniendo en cuenta su personalidad introvertida.
Cuando Yoongi llega al lugar en donde se vieron por última vez, lo ataca un pánico repentino al no divisar a SeokJin fácilmente. Las clases han comenzado por lo que no hay muchos alumnos en el campus. ¿Se ha ido? Quizás demoró demasiado hablando con Chaeik y SeokJin pensó que no volvería... O quizás las oficinas están muy llenas y el joven sigue allí.
Yoongi está a punto de sentir un ataque de nervios, pero por fortuna puede respirar con más calma cuando reconoce la figura de SeokJin acercándose a paso lento mientras parece leer unos papeles que sujeta entre sus manos. El aura de belleza que lo rodea hace que parezca etéreo, pero a la vez tan real cuando lo ve tropezar con un pequeño borde en el piso que casi lo hace caer. Yoongi contiene una risa mientras observa cómo el muchacho se voltea a quejarse con el borde que ha pisado como si le estuviera hablando a una persona y no a un poco de cemento roto. Luego, se paraliza de inmediato al notar que SeokJin lo ha visto y le sonríe a la distancia, caminando hacia él. Yoongi intenta permanecer lo más tranquilo posible, pero lo cierto es que su corazón está por salir de su pecho en ese instante.
— Perdón por retrasarme, tuve que llenar varios formularios — le dice SeokJin sin dejar de sonreír.
— No te preocupes, creí que era yo quien te estaba haciendo esperar — apenas si responde Yoongi tratando de fijar su mirada en algo que no sea el rostro del joven frente a él —. Por lo que veo te fue bien, así que vamos por ese café.
— ¡Claro que sí! — Otra vez la enorme y resplandeciente sonrisa de SeokJin aparece en el campo visual de Yoongi haciéndolo sonrojar —. Quizás te haga un par de preguntas sobre el campus, pero creo que puedo entender lo esencial.
— Eso me parece bien — responde Yoongi con una pequeña mueca, desviando su mirada rápidamente otra vez, mientras comienza a caminar en sentido contrario a las oficinas —. La cafetería está en el primer subsuelo del edificio principal. Al principio todo este lugar te parecerá un laberinto, pero te acostumbrarás y no te perderás. Estoy seguro de que no es muy distinto a... — Se interrumpe tratando de recordar si SeokJin le ha mencionado de dónde se ha mudado — ¿De dónde vienes?
— De Estados Unidos, ciudad de Los Ángeles para ser más exactos.
— ¿Tienes familia allí?
— Familia por parte de mi madre. Viví con mi abuela materna durante quince años.
— Pero eres coreano, ¿Verdad? — Yoongi se atreve a observar el rostro de SeokJin para asegurarse de que los hermosos rasgos del muchacho son efectivamente asiáticos y no extranjeros.
— Lo soy. Nací en este país, pero me mudé con mi madre a EE. UU cuando era un niño. Ahora viviré aquí de forma permanente. Conozco Corea, pero aun así se siente extraño. No es lo mismo venir de vacaciones los veranos, que mentalizarse a que viviré aquí por un largo tiempo o quizás el resto de mi vida...
SeokJin decide seguir su propio juego de chico nuevo recién llegado de América para que Yoongi no sospeche sobre sus intenciones de querer acercarse a él de forma tan premeditada. Pero a pesar de estar actuando, lo cierto es que todo lo que Jin dice se siente muy real para él. Aun cuando conserva la mayoría de los recuerdos de sus viajes temporales y las personas con quienes entabló lazos, se considera un extraño en aquel Universo en donde jamás conoció a sus amigos y vivió lejos de su país durante tanto tiempo.
Al llegar a la cafetería, Yoongi sonríe con tranquilidad porque no hay muchos clientes y podrán continuar con su conversación sin que él se sienta asfixiado por un tumulto de personas.
— Iré a comprar nuestro café, puedes elegir una mesa mientras esperas — le dice a Jin señalando el pequeño comedor del subsuelo.
— Oh no, yo te invité por lo tanto yo pagaré el café — insiste SeokJin adelantándose hacia el mostrador, imponiendo su figura más alta que la de Yoongi para evitar una negativa.
— Recuerda que soy amigo de la persona que trabaja aquí, sólo deja que hable con él — Yoongi sonríe ante la actitud amable de SeokJin por querer pagar la bebida, mientras se acerca al mostrador haciéndolo a un lado con uno de sus brazos.
— Me quedaré contigo, fui yo quien insistió y tú te tomaste las molestias de venir para no dejarme solo. ¿Qué clase de nuevo amigo sería si dejo que pagues por mí?
Yoongi quiere reclamar ante las palabras de SeokJin, pero se queda sin argumentos al escucharlas y al ver cómo el joven le sigue sonriendo con tanta familiaridad.
Deja de hacer eso Kim SeokJin...
Casi a regañadientes, Yoongi acepta y se aproxima hacia el empleado de la cafetería, seguido de su "nuevo amigo" quien se distrae observando el menú que está exhibido en la pared.
— ¡Hey Sirius! — Yoongi alza una mano para saludar a su amigo, quien se gira rápidamente al escuchar el timbre de su voz.
— ¡Min sunbaenim! — Exclama el chico con un ligero tono de sorpresa y felicidad a la vez, para luego hablar casi tropezando con sus palabras ante los nervios que siente por aquella visita inesperada — ¿No tienes clases?, ¿Cómo te fue con el decano?
— Bueno... — A Yoongi le encantaría que sus amigos dejen de preguntarle por su arrebato de furia e intento fallido de hablar con el decano, pero es lógico que no lo harán porque se preocupan por él.
— ¡Yoongi puedes pedir tu café americano favorito, tienen una promoción muy...! ¿Nicole? — La voz de SeokJin interrumpe los pensamientos de Yoongi (quien se pregunta cómo es que sabe cuál es su café favorito), mientras se percata de que el muchacho se ve totalmente sorprendido señalando al joven vestido con el uniforme de la cafetería del otro lado del mostrador.
— ¿Sí? — Sirius duda por unos segundos, parpadeando porque no puede creer que está viendo al mismo extraño que el día anterior ha perseguido a JungKook, y que otra vez lo ha llamado por ese nombre — ¡Tú!
— ¿Se conocen? — Yoongi entrecierra sus ojos, atento a las expresiones de los jóvenes, comenzando a sentir molestias en su estómago.
— ¡Sí! — Exclama SeokJin de inmediato, volviendo su mirada hacia su amigo.
— ¡No! — Lo contradice Sirius para luego apresurarse a agregar: – ¡Quiero decir que sí! ¡Es él, es el loco del que te hablamos, el que acosó a Kook ayer!
— ¿El tipo que llegó a la escuela gritando el nombre de JungKook y diciendo que lo conocía? — Yoongi arquea una ceja con escepticismo. Aquella descripción no encaja con la imagen que tiene del sonriente y apuesto SeokJin.
— ¡Ese mismo, es ese loco paranoico! — Vuelve a gritar Sirius atrayendo la mirada de los pocos alumnos presentes en el pequeño comedor, lo cual hace que tanto Yoongi como SeokJin se sientan incómodos — ¡¿Qué demonios haces aquí y por qué estás con Min sunbaenim?! ¡Aléjate!
— También me da gusto volver a verte. Estudiaré aquí desde ahora y Yoongi ha sido muy amable en ayudarme a conocer el campus — comienza a hablar SeokJin mientras apoya sus brazos en el mostrador, haciendo que Sirius retroceda con desconfianza –. Sólo para aclarar un poco las cosas, te diré que no estoy loco y no estaba persiguiendo a JungKook. Necesitaba saber dónde encontrar a mi amigo y él era mi única pista...
— Sí, sí, fingimos creer la historia de tu amigo imaginario... — le responde el muchacho haciendo gestos con sus manos, rebajándolo con su mirada fría y calculadora.
— ¡TaehYung existe, no imaginé nada!
— ¡Te imaginaste cerca de JungKook con una historia tan ridícula como esa! — Lo acusa Sirius, apuntándole con un dedo mientras continúa gritando: — ¡Aléjate o te sacaré de aquí ahora!
— Los dos están causando un escándalo y llamando la atención. Odio eso... — Yoongi coloca un brazo sobre el mostrador apartando a Jin, mientras habla haciendo notar su mal humor — ¿Por qué eres tan agresivo con él, Sirius? SeokJin no es una mala persona.
— ¿Tú también vas a defenderlo, sunbaenim? — Sirius abre sus ojos, impresionado por las palabras de Yoongi. No sólo Kook se atreve a defender a un desconocido, sino que ahora su adorado Min Yoongi está haciendo lo mismo y no está confiando en él, quien es su amigo — ¿Por qué actúas como JungKook? Tú no confías en gente que no conoces...
— No actúo como JungKook, sólo estoy admitiendo que en este poco tiempo que llevo junto a SeokJin no puedo afirmar que sea una mala persona — se excusa Yoongi sintiendo cómo su rostro enrojece al ver la mirada cargada de sospecha en los ojos de Sirius, que analizan sus gestos con cuidado —. Creo que lo que ocurrió ayer fue un malentendido, y en todo caso me gustaría que SeokJin me cuente su versión de la historia mientras tomamos un café.
— Gracias Yoongi — SeokJin no puede evitar ver al muchacho con adoración mientras sonríe con genuina felicidad.
No puede creer que Yoongi lo esté defendiendo, muchos menos frente a Nicole quien parece igual de cercana a él como lo es con Kookie. En ese momento, Jin se detiene a pensar un poco mejor la situación. Evidentemente Nicole y Yoongi son amigos, mucho más de lo que lo eran en el Universo de Secundaria Bangtan. Nicole se dirige al joven de forma respetuosa, pero a la vez con confianza y, si bien parece embelesada cada vez que él habla, al menos ya no se queda muda por la vergüenza como solía ocurrirle en el otro Universo. No puede evitar hacerse la misma pregunta otra vez: ¿Por qué Nicole está en este mundo?, ¿Por qué Yoongi también se refiere a ella como Sirius?
— No tienes que agradecer — se apresura a responder el joven escondiendo una sonrisa mientras regresa su vista a Sirius, quien le saca la lengua en gesto de molestia y burla. Yoongi tose avergonzado antes de hablar: — Por favor Sirius, danos dos cafés americanos, los tomaremos aquí.
El chico rueda sus ojos y se voltea de mala gana a preparar la orden. Sigue molesto por la actitud que sus amigos han tomado frente a un desconocido como ese tal SeokJin. Lo peor de todo el asunto es que, si bien él decidió permanecer ajeno al intercambio de números de teléfonos entre ese extraño y JungKook, ahora resulta que aquel entrometido estudiará en la misma universidad que su amado Min sunbaenim. ¿Cómo hace ese condenado Kim SeokJin para interferir en la vida de dos de sus personas favoritas?, ¡¿Quién demonios es?!, ¡¿Cómo sabe su verdadero nombre?!
— Aquí tiene su orden, ¿Desea agregar algo más a su pedido? — Pregunta Sirius con expresión seria, y usando un timbre de voz agudo que hace a Yoongi arquear una ceja.
— No, gracias... Cuando termines tu turno vendrá Kook a buscarte, ¿Cierto?
— No puedo darle esa información, pertenece a mi vida privada señor. Por favor abone su pedido en la caja. ¡Que tenga un buen día!
— ¡Sirius no me trates como un extraño!
— Tú a mí tampoco – la expresión de Sirius es fría, pero Yoongi distingue tristeza en sus ojos —. Kook vendrá por mí en unos minutos. Si no vas a ir a clases puedes venir a vernos entrenar como acordamos, ¿Recuerdas?
— Claro que recuerdo, los estaré esperando mientras hablo con SeokJin — Yoongi toma la bandeja con los vasos de café y se da la vuelta lanzando un suspiro, siguiendo a Jin quien ya ha elegido una mesa.
Una vez que ambos jóvenes se acomodan en los asientos uno frente al otro, Jin decide que es mejor tratar de disculparse por el mal momento que ha hecho pasar a Yoongi y a Nicole.
— Lamento si causé problemas entre ustedes — dice SeokJin, haciendo una pequeña reverencia mientras toma el vaso que Yoongi ha dejado frente a él y da un sorbo al delicioso café caliente.
— ¿Problemas?, ¿Lo dices por Sirius? No, nada de eso. Él se comporta así siempre que una persona nueva se interesa en JungKook o en mí — responde Yoongi restando importancia al asunto con un gesto de su mano, mientras mantiene su mirada fija en el café que está a punto de saborear —. Trata de protegernos como nosotros lo protegemos a él también.
— Entonces conoces a JungKook y ustedes tres son muy amigos... — concluye Jin tratando de ser cuidadoso con sus palabras. No quiere darle razones a Yoongi para pensar que todo lo que Nicole dijo de él es cierto.
— Sí, somos amigos desde que comencé la secundaria y él entró a primer año de la escuela media —. Afirma el joven de piel pálida mientras disfruta del calor que el café provoca en su cuerpo al beberlo. Siente la mirada de SeokJin fija en él, pero esta vez no se intimida —. De hecho, fue por casualidad. Ambos fuimos reprendidos por llegar tarde a clases y terminamos limpiando un salón como castigo. Ninguno de los dos era bueno hablando con la gente así que sólo nos limitamos a cumplir nuestra sanción en silencio. Había un piano en esa sala y a mí me gustaba tocarlo cuando estaba seguro de que no había ningún profesor cerca.
"A JungKook le gustaba mi música y se quedaba sentado cerca del piano para escucharme tocar. Él fue uno de mis primeros oyentes. Poco a poco comenzamos a hablarnos en los pasillos del colegio y a hacernos amigos. Incluso después de graduarme continuamos viéndonos. Cuando él conoció a Sirius fue muy fácil incluirlo entre nosotros, es muy amable y se preocupa por quienes ama. Somos sus únicos amigos en esta ciudad desde que se mudó. Por eso entiendo que quiera protegernos.
Yoongi termina su relato y se sonroja. Es la primera vez que habla durante tanto tiempo frente a una persona que acaba de conocer. Es fácil hablar con JungKook o Sirius porque ellos no le hacen preguntas, sino que dejan que él haga cualquier tipo de comentario cuando quiera. Con SeokJin simplemente tuvo ganas de hablar y lo hizo. Sirius diría que es un avance para sobreponerse a su pánico escénico y JungKook estaría de acuerdo con él. Pero para Yoongi es un arrebato de confianza que lo deja completamente vulnerable frente a los bonitos ojos marrones de Kim SeokJin.
Por su parte, Jin intenta encajar todas las piezas en su cabeza: la escuela, un salón de castigos, un piano, Jungkook, Yoongi... Todo suena malditamente igual a su realidad original y a la misma vez no. ¿Yoongi se ha graduado de la secundaria? Qué alivio... Entonces si tanto JungKook como Yoongi se han conocido en el mismo colegio, hay una gran posibilidad de que NamJoon y los demás también.
— Oh, una casualidad...— Jin retoma el hilo de la conversación rompiendo el pequeño silencio entre ellos —. Entiendo que no me comporté de forma muy amable, en verdad estaba desesperado por encontrar una cara conocida en mi primer día en la ciudad.
— ¿Ese tal amigo tuyo es la única persona que conoces aquí? — Yoongi se atreve a mirar a Jin a la cara después de depositar el vaso de café medio vacío sobre la mesa y relajar su espalda contra el respaldo de la silla. Las clases siguen en curso así que el comedor del subsuelo continúa siendo un lugar agradable para él.
— Lo era, pero ahora los conozco a ustedes tres — responde el joven volviendo a sonreír de esa forma tan natural que hace a Yoongi respirar con dificultad.
Jin se siente demasiado feliz y afortunado de hablar con su mejor amigo y de que la vida de Yoongi parezca tan diferente a la que él siempre recordó. Cree estar soñando, pero el café caliente que sostiene en sus manos le da la certeza de que no es así, él en verdad está junto a Min Yoongi de nuevo.
— Kook me dijo que buscabas a un tal Kim TaehYung quien te habló sobre él y por eso corriste como un desquiciado para alcanzarlo en el colegio ayer — Yoongi deja de prestar atención a las palpitaciones frenéticas de su corazón y enfrenta a SeokJin con su mirada.
— Así es, tenía la esperanza de saber algo sobre TaehYung si preguntaba por él en su colegio. No sabía que se había graduado, la verdad es que no sé nada de él desde hace meses... — Jin habla sin perder su sonrisa, ocultando el nerviosismo que le produce ver el rostro de Yoongi tan serio de repente. Posiblemente está siendo evaluado por su amigo en ese momento y debe ser cuidadoso.
Yoongi toma otro sorbo de café mientras vuelve a recostarse contra la silla y observa a SeokJin con curiosidad.
— Entiendo la inquietud de Sirius. Tu relato tiene sentido, pero a la vez es un poco extraño. Afirmas que durante todos estos años en los que has vivido en América y has venido de visita a Corea sólo has conocido a una persona con quien de repente no puedes contactarte. Entonces buscas a JungKook, a quien no conoces, llamándolo por su nombre con familiaridad y hablando de que no has podido encontrar a otras personas, pero estás muy feliz de verlo a él... — el joven estudiante de piano eleva una mano cuando ve cómo SeokJin abre su boca para argumentar en su defensa —. No lo hagas, no es necesario que me expliques nada sobre este asunto. No creo que seas una mala persona y en verdad espero que encuentres a tu amigo, pero ten en cuenta que defenderé a JungKook de lo que sea y de quien sea.
— Lo sé y eso me reconforta — admite Jin tragando saliva un poco más tranquilo para luego beber de un solo sorbo el contenido de su vaso.
Le tranquiliza saber que Yoongi adora a JungKook como siempre lo hizo, pero entiende que debe tener más cuidado sobre los detalles que dé sobre su pasado a partir de ahora.
Pasan unos minutos más en donde ambos se quedan en silencio sin saber muy bien de qué deberían hablar o si es necesario que lo hagan. La ausencia de palabras no parece incomodarlos, por el contrario, Yoongi se siente muy a gusto así. Mientras más piensa en el relato del amigo "desaparecido" de SeokJin y el hecho de que sabe cuál es su café favorito, más se convence de que ese muchacho es alguien especial, aunque no llegue a entender muy bien por qué.
Jin quiere conocer detalles sobre la vida de Yoongi en ese Universo, pero no es prudente hacer más preguntas de las que ya ha hecho. Lo mejor es continuar ganando la confianza del joven para considerarse cercano a él nuevamente como un verdadero amigo.
Unos minutos después, Sirius se acerca a ellos vistiendo ropas deportivas.
— Sunbaenim, Kook llegará en cualquier momento y podremos irnos, ¿Estás seguro que no irás a clases? — le informa dirigiendo una mirada significativa a SeokJin a la vez que hace la pregunta.
— No es necesario que esté presente hoy en la clase — responde Yoongi volviendo a toser de forma nerviosa ante los gestos de su amigo, tratando de no mirar a SeokJin quien siente la tensión en el aire y prefiere seguir jugando con el vaso de café entre sus manos.
– ¡Siriuuuuus por qué te vas tan temprano, no es justo! – escuchan que una mujer grita y solloza a la vez desde el mostrador.
— Noona deja de llorar, estoy saliendo a la hora habitual y dejé todo limpio para que no tengas trabajo extra. ¿Cuál es el problema ahora?
— Te vas a entrenar con ese amigo tuyo tan apuesto y musculoso, y yo me quedo aquí siendo una esclava del sistema laboral... ¡No es justo!
— No puedo creer que te estés quejando por eso...
— ¡Es muy grave! Quiero ir a verlos entrenar, quiero ver a Kookie lanzar sus patadas y golpes, ver su espalda grande y fuerte marcarse bajo las ropas deportivas ajustadas que usa y... — La chica se abraza a sí misma y salta emocionada, cerrando sus ojos y extendiendo una sonrisa soñadora en su rostro radiante, mientras comienza a fantasear — ¡Ah, no puedo seguir pensando así!, ¡No Kookie, no lo hagas, me haces cosquillas!
— Me das vergüenza, deja de gritar por favor — le ruega Sirius regresando a su puesto de trabajo para intentar que su compañera se calme.
— ¡Hola Min! — La muchacha recupera su compostura y saluda desde el mostrador alzando una mano para que Yoongi la vea. El joven devuelve el saludo un poco avergonzado, pero riendo a la vez —. ¡Oh, tienen un amigo nuevo y es guapo!
Antes de que SeokJin pueda reaccionar, la chica ya está junto a su silla y le sonríe enormemente mientras se presenta ante él.
— Un gusto conocerte amigo de Sirius y Min, puedes llamarme Mei. Soy la mejor empleada que encontrarás aquí y para ti puedo hacer café gratis — dice guiñando un ojo con complicidad, logrando que Jin la observe sorprendido por la velocidad con la que ha hablado —. Si estás en la universidad significa que eres mayor de edad, ¿Cierto? Puedo acercarme a ti sin temer que alguien me denuncie.
— Noona, cualquier persona te denunciaría por acoso si te escucha hablar sobre Kook de esa manera y si te ven guiñando tu ojo a un cliente de la forma que lo estás haciendo ahora — le recuerda Sirius tomándola de un brazo para que regrese detrás del mostrador —. A propósito, él no es nuestro amigo así que no le hables.
— ¿No lo es? Pero si yo lo veo muy a gusto con Min — dice Mei dejándose llevar por Sirius a la misma vez que piensa en voz alta —. No, espera, no me digas que... ¡Min tiene novio! ¡Felicidades, hacen una hermosa pareja!
Jin se queda sin palabras ante la conclusión de la joven dejando que el vaso con el que está jugando caiga de sus manos hacia el suelo, y Yoongi escupe el poco café que ha tomado en ese momento, ahogándose.
— ¡Perdón por llegar tarde! — Afortunadamente el saludo de JungKook hace que la tensión del ambiente se rompa. El muchacho se acerca a sus amigos muy sonriente, con su bolso deportivo a sus espaldas, mientras ríe al ver que Sirius intenta llevar por la fuerza a Mei lejos de la mesa donde Yoongi está sentado junto a una figura que reconoce al instante — ¡Jin hyung, qué sorpresa!
— ¡Mi Kookie! Has venido por el café especial de Mei Mei, ¿Verdad? Ahora mismo lo traeré para ti — afirma la chica destellando amor por sus ojos.
— Él no va a tomar nada porque debemos irnos ahora, ¿Verdad Kook? – Sirius hace un gesto a su amigo y éste asiente rápidamente —. Buscaré mi bolso y nos largaremos de aquí.
Después de la vergonzosa escena entre Mei y Sirius, JungKook vuelve junto a Yoongi y se acerca a Jin sonriéndole muy animado.
— ¿Estudiarás aquí? ¡Eso es genial, hyung! Además, veo que ya conoces a Yoongi hyung. Ustedes se llevarán de maravilla.
— ¿Qué te hace pensar eso, Kook? — Yoongi arquea una ceja ante la seguridad de su joven amigo, y luego agrega tratando de sonar molesto: — Sirius decía la verdad, ahora tienes un nuevo hyung.
— Jin hyung es una persona muy amable. Estoy seguro de eso después de ver la forma tan desesperada con que intentaba encontrar a su amigo ayer — responde JungKook elevando su mentón con orgullo mientras habla, haciendo caso omiso a la provocación de Yoongi —. Tú también lo eres Yoongi hyung, aunque intentes ocultarlo. Por eso sé que se llevarán muy bien.
— Creo que mi comportamiento contigo ayer no fue apropiado, pero gracias por no pensar que estoy loco — dice Jin tratando de no sentirse tan abrumado —. Me alegra verte otra vez JungKook.
— Si vas a estudiar en esta universidad nos veremos muy seguido, siempre vengo a buscar a Sirius cuando trabaja y saludamos a Yoongi hyung —. De pronto, JungKook parece recordar algo y exclama: — ¡Oh hyung!, ¿Cómo te fue con el decano?
— Pues, no muy bien... — Yoongi maldice la buena memoria de sus amigos. No quiere hablar sobre su charla con el decano frente a SeokJin porque después de todo el joven fue testigo de su vergonzosa actuación en la oficina del señor Chung.
— ¡Listo! — Sirius llega hasta ellos corriendo y toma de un brazo a JungKook mientras comienza a caminar rápidamente —. Vámonos antes de que Mei noona termine de atender a los nuevos clientes.
— Claro, vayamos al parque para entrenar mientras Yoongi hyung nos cuenta sobre su charla de hoy — afirma JungKook dejándose llevar por su amigo fuera del comedor del subsuelo hacia las escaleras.
— No hay mucho que contar, me fue mal y eso es todo — responde Yoongi avergonzado y malhumorado, subiendo los escalones con pereza —. Fue un día de mierda.
Jin observa a su amigo con pesar al recordar la forma en que ha sido tratado por el decano. Le gustaría ayudar a Yoongi con su problema, pero no puede obligarlo a que le cuente sobre ello. Quizás si continúa hablando con JungKook logre saber qué fue lo que ocurrió por lo cual Yoongi necesita la atención de Chung Junseo.
— Pero no fuiste a clases y tuviste una cita con un alumno nuevo — le recuerda Sirius con una sonrisa maliciosa, sin dejar de subir las escaleras cada vez más rápido —. Eso suena a que fue un día muy bueno.
— ¡Es cierto, conociste a Jin hyung! Siempre dijiste que no te interesaba el romance, pero supongo que en la universidad el amor es muy diferente, ¿No? — JungKook habla de forma inocente, siguiendo el paso apresurado de Sirius.
— ¡No fue una cita! — Grita Yoongi completamente enfurecido, logrando que sus amigos rían a carcajadas una vez que llegan a la puerta de salida —. ¿Por qué tienen que relacionar todo con romance?
— ¿No lo fue, Yoongi? Estás lastimando mi corazón... — SeokJin exagera una mirada de tristeza mientras lleva sus manos hacia su pecho como si le doliera.
JungKook vuelve a reír sujetando su estómago ante la actuación de su nuevo amigo mientras Sirius abre sus ojos con sorpresa porque no esperaba que el entrometido siguiera su juego. Jin cree que un poco de humor cambiará el temperamento de Yoongi y por eso decide unirse a las risas.
— ¿En serio vas a bromear con ellos? — Min Yoongi siente que ha sido derrotado cuando ve cómo las tres personas frente a él siguen riendo sin escrúpulos. Su rostro se enrojece aún más al ver que, a pesar de las carcajadas, hay rubor en las mejillas de SeokJin también.
— Quiero que sonrías, eso es todo — confiesa Jin depositando una mano sobre uno de los hombros del muchacho.
Sin percatarse en qué momento ocurre, Yoongi sonríe mostrando sus dientes blancos y pequeños porque le gusta el tacto de SeokJin sobre su hombro a pesar de que la ropa se interpone entre su piel y las manos del joven. Puede sentir que es cálido y no le provoca rechazo, sino que lo hace sentir protegido. Junto a JungKook, Sirius y SeokJin puede caminar sin temor hacia la salida del campus que ahora está atestada de personas porque las clases han terminado.
— Oye entrometido, lárgate — Sirius se detiene a un lado de la calle y señala a Jin —. No estás invitado a nuestra práctica.
— Mmm..., debería volver a casa... — Jin mira la hora en su teléfono recordando que debe llamar a Lev para que pase por él y llevar los papeles que le han dado en las oficinas para que su padre los firme. Suspira con resignación al imaginar lo que le espera al llegar a esa enorme y silenciosa casa.
— Si SeokJin quiere venir con nosotros puede hacerlo — la voz de Yoongi es firme cuando decide colocar sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón y comenzar a caminar en dirección al parque sin detenerse a esperar la respuesta de sus amigos.
Sirius intenta protestar, pero su voz es apagada por los gritos de JungKook: — ¡Jin hyung ven por favor, quizás en el parque puedas encontrar a tu amigo!, ¡Nosotros te ayudaremos!
— Eso es estúpido, Kook — murmura Sirius alejándose un poco de su amigo para evitar ser golpeado por los saltos que está dando en ese momento.
— No, no, ustedes tienen que entrenar y yo no quiero ser una molestia... — Jin se ve sorprendido ante la petición de JungKook.
— Vendrás con nosotros, eres mi invitado — dictamina Yoongi girando en dirección a SeokJin quien no reacciona por el asombro —. Dijiste que querías ver caras conocidas en esta ciudad para comenzar tu nueva vida aquí, pues nosotros seremos tus amigos ahora.
— ¡Genial! — Exclama JungKook abrazando a Yoongi en un arrebato de alegría, mientras lo alza haciendo que no pueda apoyar sus pies en el suelo — ¡Eres el mejor, hyung! ¡Estás comenzando a hacer amigos por tu cuenta otra vez, te felicito!
— ¡Bájame JungKook! ¡¿Qué haces?! ¡Quítate!
Jin observa a sus amigos y una sonrisa se dibuja en su rostro. Los ha extrañado mucho y, luego de pensar que no los volvería a ver jamás, aquel día el destino le ha demostrado que estaba equivocado. Su pecho se inunda de felicidad y sus ojos se llenan de pequeñas lágrimas al pensar que quizás NamJoon, Hoseok y Jimin están cerca también, y que encontrar a TaehYung no es una tarea imposible.
— Oye, Kim SeokJin – la voz de Sirius desvía su atención de los gritos de JungKook y Yoongi. Cuando Jin lo mira puede ver que el semblante del chico se muestra mucho más serio y frio de lo que nunca lo ha visto, haciéndole tragar saliva, nervioso. Sirius (o Nicole, como él aún está seguro que se llama en verdad) se aproxima a él y lo enfrenta cara a cara —. No sé quién seas, ni cómo es que sabes el nombre que me dieron mis padres al nacer, o cuáles son tus verdaderas intenciones inventando tantas excusas y mentiras, pero si algo malo les ocurre a mis amigos por tu culpa, yo mismo me encargaré de que lo pagues. ¿Entendiste?
El joven asiente lentamente con su cabeza mientras una gota de sudor resbala por su frente. La amenaza de Sirius se siente demasiado real como para no tomarla en serio.
En cuestión de segundos, el muchacho lo hace a un lado y se une a sus amigos regañando a JungKook para que suelte a Yoongi. Ríe a carcajadas cuando ve cómo el estudiante de piano comienza a perseguir a su amigo de secundaria alrededor de un árbol, amenazando con golpearlo con su morral por haberle hecho pasar vergüenza en plena calle. Las risas y gritos inundan el ambiente como si los tres estuvieran en su propio mundo, ajenos a las personas que pasan por allí y los observan.
Kim SeokJin comprende que ha sido un iluso al pensar que sería fácil empezar una nueva vida en aquel Universo tan inestable e impredecible como su propio destino.
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Glosario:
*Sunbaenim: aquella persona que tiene más experiencia académica o jerarquía profesional.
*Hyung: Honorífico coreano que significa "hermano mayor", utilizado entre varones.
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NOTAS DE LA AUTORA:
Hola nuevamente, ha pasado mucho tiempo ^^ lamento eso. Septiembre y octubre fueron meses donde estuve bloqueada en el ámbito artístico y bastante ocupada en otros aspectos.
Pero la historia continúa sin importar cuánto tiempo demore en actualizar.
Jin ha encontrado a dos de sus amigos y a Sirius, quien no confía para nada en él. Pero a decir verdad, ¿Ustedes confiarían en alguien que conoce de antemano sus nombres y gustos? Mhmm Seokjin deberá esforzarse mucho para intentar llevar una vida normal en aquel Universo.
Si has leído hasta aquí, te doy las gracias de todo corazón. Espero que te diviertas leyendo e imaginando cada situación. Las cosas se pondrán más interesantes, lo prometo.
Deseo que todos tengan días maravillosos y que cuiden mucho su salud.
Hasta la próxima!
ReLi ~
*Actualización al 24/01/24: se corrigieron errores y se suplantó el nombre de Sirius cuando hubo que hacerlo. ¡Gracias por leer!
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