[30]

Las puertas de un castillo se abrieron, en el interior se encontraban personas que conversaban entre ellas, las mujeres cargaban vestidos grandes y joyas de collar y aritos preciosos, los hombres en cambio algunos sombreros. Min Yoongi frunció el ceño cuando la mirada de aquellas personas se enfocó sobre él, frente a él, pudo ver a un hombre mayor que se mantenía sobre un trono, ese hombre se levantó con una gran sonrisa, el jefe de los soldados se acercó, jalando las cuerdas de aquel omega para ponerlo al frente.

—Mi Rey—habló aquel jefe con una gran sonrisa de victoria—. Pudimos atacar ese grupo de salvajes y le trajimos un regalo como prueba—el tipo empujó a Yoongi al frente, quien cayó de boca, el omega se levantó adolorido y miró al hombre frente a él con rabia—. Es un omega, son hombres que pueden generar hijos.

—¡Uy que aberración!—se escuchó de una mujer a lo lejos que se daba aires con un abanico—, en esos salvajes incluso hay seres como esos. Son del diablo.

—Ni que lo digas—agregó otra.

El rey se acercó a Min Yoongi y sonrió.

—Yo no quiero a este salvaje aquí en mi corte, desenlo al ministro, a él le gustan las cosas raras, fue quien ideó este plan. Ahora con esto, el reinado vecino sabrá que debe arodillarse ante nosotros, hemos hecho que se debiliten, estos salvajes no sirven para nada...¿No se convertirá en lobo, o sí?

—No, los omegas no pueden, solo esos tipos llamados alfas—agregó aquel hombre que capturó a Yoongi con tono orgulloso.

—¡Llevense a este salvaje de aquí, caballeros y damas!—exclamó viendo a sus subditos—¡Hoy habrá fiesta, hemos de celebrar este gran acontecimiento!—miró al soldado con rostro serio—, retírate.

Jeon Jungkook se encontraba escondido tras unos arbustos cuando vio como metieron a Yoongi en aquel castillo, su ceño se frunció y miró a los lados un tanto desconcertado, aquel lugar no le agradaba demasiado, había guardias por todos lados y ese lugar donde se mantenía oculto, agradeció que era un punto ciego. Maldijo en bajo.

Vio como sacaron a su Primer señor de aquel lugar y lo subieron sobre una carretilla a empujones, soltó un gruñido de molestia, él se sentía así de enojado, sabía que su líder debía estar retorciéndose de la rabia; pero planear como acabar con todo ese reinado, debía seguir a lo lejos ese transporte y saber donde llevarían al Omega Min Yoongi.



Taehyung se encontraba en un cuarto de segundo piso, viendo muy a lo lejos los muros de aquel reinado de Betas, hace 3 días que habían empezado a cavar los túneles y se asentaron allí, no los habían descubierto; pero podía haber un cambio planes según lo que le dijera Jeon Jungkook, sabía que su soldado seguiría al orden del pie sus órdenes, además, ya había mandado a dos de sus hombres asentarse también en ese reinado,dos de ellos fingieron ser vendedores de joyas, luego mandaría a la alfa Eunbi y a su esposa como portadores de telas de lujo, sabía por lo menos, con ayuda de Joongi, que los Betas de alta clase, amaban las cosas caras; pero si llegaban atacar, debía salvar primero a su esposo para que no lo usaran como rehén en el proceso.

La puerta de aquel cuarto se abrió, el alfa se giró viendo a su hermano Jin.

—¿Otra vez sin dormir?—preguntó con preocupación el alfa—, debes descansar.

—No puedo, pensar que le harán daño a Yoongi...me hace sentir enojado. Se lo llevaron como si fuera un cualquiera ¡Es un Primer señor!—exclamó soltando un gruñido—, se que Chehjarú lo protegerá y mi esposo logrará su misión.

—Ya te dije, no le harán daño a tu esposo, más cuando lo pueden usar para negociar por si se sienten acorralados.

—Eso es justo lo que no quiero, que lo usen para algo así. Por eso lo sacaré antes de ese maldito lugar.

—Por cierto ¿Qué hay de tus sospechosos en la manada?

—Tal como me dijiste, ninguno de la manada sabe de estos planes, de los túneles y cuando atacaremos. Además, la mandé a las tierras de cosecha junto a su padre, para mantenerla protegida.

—¿Está bien dejarla sin vigilancia?

—No está sin vigilancia—comentó aquel alfa con una ceja enarcada—, puse a alguien secreto a su lado. Pero la mandé sin su hija.

—¿Alejaste a la hija de su madre?

—Es una heredera, si su madre es una sospechosa y resulta que es la culpable de lo sucedido, usará a su hija para amenazarme, además...si llega a ser verdad que ella ideó el ataque con ese reinado, significa que trató de matar a mi hija, la dejó al abandono—los ojos de Taehyung relucieron de un color amarillo.

—¿Y con quién dejaste a mi sobrina?

—Con el alfa Soobin y los dos ayudantes de mi esposo, puedo confiar en ellos plenamente. Si se da la situación y surge un segundo ataque, tienen la orden de huir primero y salvar a la cachorra.

Jin afirmó con lentitud, se acercó a la ventana viendo a lo lejos aquel reinado que se veía como un pequeño punto, apenas se podía ver la parte arriba del castillo, el alfa de mayor edad suspiró.

—Espero que Chehjarú proteja a los nuestros.

—Que así sea—afirmó su hermano menor con sumo pesar.



Kai y Yeonjun se asomaron a la cuna donde estaba durmiendo la pequeña cachorra, los dos omegas sonrieron y empezaron a sacudir una pandereta y maraca, el alfa Soobin solo los contemplaba a lo lejos con rostro calmado y un tanto divertido de esos dos.

—¡A la bim, a la bom, a la bim, bom, ba! ¡Cachorrita Jisoo, ra ra ra!—canturreó un alegre Kai—, ah...en serio, no entiendo como el líder pudo mandar lejos a su madre ¿Quién le dará leche a esta pequeña?

—Con el de la vaca–afirmó Yeonjun.

—Aún así ¿Por qué el lider mandaría lejos a su madre? además que nos regresó de nuevo al bosque, donde estuvimos con el amo cuando se separaron.

—Es para prevenir cualquier cosa—interrumpió Soobin—, si atacan la manada de nuevo, no llegarán hasta aquí y tampoco capturarán a la Segunda señora. Nadie sabe que nos encontramos en este lugar, es seguro.

La cachorra empezó a llorar con fuerza, los dos omegas le contemplaron de un golpe, Yeonjun acercó su dedo a la comisura de la boca y al hacerlo, ella buscó con su boca aquel dedo, el omega suspiró.

—Tiene hambre, hay que darle de comer.

Kai tomó a la cachorra entre sus manos,ambos salieron de la Yurta, Soobin salió después de ellos, viendo a lo lejos a una vaca que pastoreaba con suma tranquilidad, el animal les contempló con inocencia mientras masticaba, la pequeña Jisoo dejó de llorar y miró al frente y sonrió con emoción.

Pasado unos largos minutos, depositaron a la pequeña en la cuna, la cual soltó un eructo muy satisfecha de haber comido, en cambio afuera, una vaca se encontraba tirada en el suelo muy cansada. Soobin se sorprendió que esa pequeña pudiera comer tanto, los omegas sonrieron.

—Listo, ya está alimentada.

—¿Cómo crees qué sea cuando cuidemos a un bebé de nuestro amo?—interrogó Yeonjun un tanto curioso.

Un gran silencio se hizo después de esa pregunta, Kai se fue a sentar a una mecedora e hizo una mueca.

—Espero que el amo pueda sobrevivir, nunca pensé que algo así sucedería.Se que nuestros dioses no nos abandonarán. Además, nuestro amo está bendecido, lo sé.

Kai rompió a llorar, Yeonjun se acercó a él para consolarlo. Soobin solo se cruzó de brazos desviando la mirada un tanto pensativo.



Min Yoongi ingresó a un cuarto, adentro un joven de 30 años le contempló de pie a cabeza, el jefe de los soldados le hizo un gesto, señalando al omega, el tipo se fue acercando con lentitud, una gran sonrisa se formó del rostro de aquel tipo.

—Joven ¿Dónde está su padre, el ministro? le traemos esto como regalo, es un salvaje de las montañas, un omega.

—M-mi papá no está ahorita ¡Ah!—el chico corrió en dirección de una mesa y tomó un libro grueso, lo sopló con entusiasmo y sacudió, se acercó a Min Yoongi, pasó unas páginas hasta encontrar una ilustración—¡Lo sabía, yo sabía que existía!—el tipo dejó ver la imagen de un chico de cabellos plateados y ojos celestes que tenía unas vestimentas parecidas a la que Yoongi cargaba—, t-odos me dijeron que estaba loco...quitenles esas ataduras, rápido—pidió emocionado.


El jefe de los soldados contempló a sus dos acompañantes, enfocó su mirada en aquel joven demente.

—Señor, es un salvaje no puede tenerlo sin ataduras, además, es un regalo para su padre.

—¿P-ero de qué hablas? es una deidad, le estás haciendo daño ¡S-uéltalo!—pidió aquel viejo con suma preocupación—P-papá no está, va venir tarde hoy.

El jefe hizo una mueca y quitó aquellas sogas de las muñecas de Yoongi, el hijo del ministro sonrió y dio vueltas alrededor del omega.

—Si, lo sabía...¡Rápido, denle un buen baño, comida y vistanlo!—pidió aquel hombre con suma emoción.

Dos sirvientas se acercaron a Yoongi y lo tomaron de la mano para empezar a llevarlo a otro lugar, el omega frunció el ceño, jaloneó un poco al principio; pero no estaba con muchas fuerzas para poner resistencia, así que fue llevado con facilidad. El hijo del ministro miró al soldado.

—Joven...¿Está bien que tenga a ese salvaje así? son peligrosos, bueno...su padre sabrá que hacer con él, pero le recomiendo que lo tenga encadenado.

—Puedes irte—ordenó aquel chico señalando a lo lejos.

El soldado hizo una mueca, pero cumplío con la orden y se fue alejando con sus demás compañeros, las puertas de aquella casa grande se cerraron. El hijo del ministro apresuró su caminar para ir detrás de sus dos doncellas, quienes llevaban al omega.


Un hombre se mantenía sentado en una mesa redonda, mientras a su lado dos personas mas lo acompañaban, el tipo suspiró con pesadez, sus brazos estaban cruzados dejando en claro que estaba tenso e incómodo.

—¿En serio el ministro de seguridad ordenó atacar esa aldea de salvajes?—inquirió uno de los tres con el ceño fruncido—. Debió volverse loco, con que plan...esto no terminará para nada bien.

—No se preocupen, no es como si esos salvajes pudieran hacer algo contra nosotros, son animales sin mucho razonamiento, no tienen mucha inteligencia, mas que ser unos salvajes.

—No lo sé—agregó el que estaba de brazos cruzados—. Se sabe que han conquistado tierras y poseen ciertas riquezas, las mujeres de esos clanes son buenas creando telas preciosas y los hombres se les conoce por ser fuertes guerreros. Si el reinado vecino hizo un pacto de paz con ellos, era por algo.

La puerta del aquel cuarto de reunión se abrió, apareciendo un sirviente que se veía un poco agitado, miró a los tres hombres mayores que formaban parte del consejo para el Rey.

—Señores, escuché que al ministro le trajeron a un salvaje como regalo, un omega—dijo ese sirviente con suma preocupación.

—Me sorprende que ciertos hombres de esos salvajes puedan embarazarse, dicen que son preciosos.

—Aunque puedan embarazarse, es algo demasiado raro de por sí, son algo del demonio—exclamó otro.

El mas serio solo los miró en silencio para enfocar su mirada sobre el sirviente.

—¿Un omega? ¿Por qué agarraría a un omega, en que le beneficiaria?

—Escuché a unos soldados decir que era la pareja del líder del clan al que atacaron.Lo tomaron como botín de guerra.

—Demonios...no puedes tocar a la pareja de un líder, estén preparados para lo que sea, se vendrá una guerra.

Un silencio descomunal se hizo presente. El tipo que tenía los brazos cruzados respiró con profundidad y dio un golpe sobre aquella mesa de madera, sobresaltando a los demás. Se levantó de su puesto, saliendo a zancadas de aquel cuarto.



Yoongi se acercó a un espejo, su ceño se frunció al verse sin su accesorio en el cabello y además, con un vestido de mujer: "¿Qué sucedía con esa gente?" era un hombre, porque lo vestían de esa forma, la puerta se abrió un poco, siendo aquel hombre de 30 años que se asomó. El omega se había percatado que la puerta no se podía abrir de adentro, solo alguien de afuera podía hacerlo, agregando que había un guardia que la custodiaba.

—T-te traje algo—habló aquel tipo que con una gran sonrisa se acercó, sacó un pañuelo de seda, adentro había una galleta—, para que comas, debes tener hambre.

—No lo tengo—espetó el omega que con esfuerzo levantó la esquina de aquel pesado vestido y se sentó con dificultad sobre la cama, miró al frente—, dime...¿Qué es este lugar? ¿Por qué me tienen aquí?

—E-es mi casa, mi papá es el ministro de seguridad de este reinado ¡Es un hombre muy poderoso!

—¿Por qué tu padre hizo que atacaran a los míos?—interrogó con sumo pesar—¡Mató a inocentes!

La puerta de aquel cuarto se abrió de un golpe, apareciendo un hombre de 60 años, vestía de negro y traía un latigo en su mano.

—Eres de verdad muy bonito tal como me lo dijeron—agregó el tipo dejando el latigo sobre una mesa y se acercó a Yoongi, lo tomó de la quijada contemplando aquel rostro—, no mentían...ahora eres mío.

—No soy suyo—agregó Yoongi con un gruñido—, quite sus sucias manos de mi rostro.

—Yo te compré, te traje como botín. Me perteneces así que harás lo que a mi se me plazca, me servirás, a ver esa boquita tuya—el tipo abrió a la fuerza los labios de Yoongi y metió su dedo, el omega al sentir una arqueada, mordió con fuerza.

El ministro reaccionó dando un fuerte golpe al rostro de Min Yoongi, quien cayó de espaldas, el hijo al notar aquello se puso frente al omega y extendió sus brazos con suma preocupación, notando a su padre tomar el látigo.

—¡N-no papá, no le hagas daño!—suplicó.

—¡Muévete, este salvaje es mío y haré con él lo que se me plazca!

—P-papá, es la reencarnación de una diosa, no lo toques.

—Siempre diciendo tonterías, no entiendo como tu madre pudo parir a un loco como tú.


Aquel hombre agarró a su hijo del brazo y lo empujó con fuerza hacía un lado, alzó la mano con aquel latigo y le dio un golpe en el pecho al omega, Yoongi pegó un grito, cayendo de espalda al sentir aquel ardor sobre ese traje.

Jeon Jungkook frunció el ceño mirando en dirección de una puerta, había ingresado a ese castillo para empezar a trabajar como sirviente y no le hicieron más preguntas, debido a que estaban escasos de personal, según había escuchado era el hecho de que el amo de ese lugar, era un hombre tirano, que gustaba golpear de las sirvientas si algo no le gustaba, incluso que a una le destrozó la cara al darle 50 latigazos hasta que sus ojos se salieron de su lugar, destrozando labios, nariz, dejando irreconocible.

El alfa soltó un gruñido al escuchar aquellos gritos de su Primer señor, apretó entre su mano la bandeja de comida que tenía, se acercó al guardia que cuidaba aquel cuarto.

—Traigo la comida—dijo tratando de sonar calmado.

El guardia afirmó y abrió la puerta, el alfa al ingresar, pudo ver como Yoongi se aferraba a la cama dando gritos, aquel tipo aún golpeandolo con mucho enojo, mientras el hijo de este trataba de alejarlo sin conseguirlo.

El tipo limpió el sudor de su frente, dejando de golpear a Yoongi, el cual trató de contenerse las lágrimas, la parte trasera del vestido se había destrozado y se podía ver las heridas abiertas, en como la sangre se escurria por su espalda, el omega temblaba de la ira y el dolor.

—¡Tú!—exclamó aquel hombre de mayor edad, señaló a Jeon Jungkook quien apretó sus manos de la furia—, limpia las heridas a este salvaje—escupió a un lado con asco, en eso vio a su hijo, su ceño se frunció—¡Tú te atreves a interrumpirme!

—P-papá, lo siento yo...

El tipo agarró a su hijo de la mano y empezó arrastrarlo hasta sacarlo de aquel cuarto. La puertas se cerraron. Jungkook corrió en dirección del esposo del líder.

—¡Primer señor!—exclamó quitando rápido la parte de arriba del traje—, maldito humano—gruñó mostrando sus incisivos—, no se preocupe, en 3 dias lo sacaré de aquí, el líder ordenó sacarlo primero a usted antes de atacar la ciudad.

—Jungkook—musitó en voz baja y adolorido—¿Cómo están los demás?

—Se encuentran bien.

—El dijo que fui vendido...¿Quién me ofreció como botín de guerra? ¿Por qué mi Dios me ha abandonado? ¿Qué hice para molestarlo?

—Mi señor—Jungkook se levantó y abrió otra puerta, viendo el baño, buscó un poco desesperado algo que ayudara a limpiar la herida de la espalda del omega, en eso vio una botella de alcohol, su ceño se frunció.

Salió del cuarto y cargó al primer señor sin tomarle mucha importancia a llenarse la ropa de sangre, lo metió en la tina y luego abrió el barril que tenía agua guardada, asi que con cuidado, empezó a vertir sobre la espalda desnuda aquella agua.

—¿Cómo entraste aquí?

—Me confundieron con algún sirviente, así que aproveché. Mas tarde recorreré este lugar para ver si hay una forma de sacarlo antes de tiempo. Yo estaré pendiente de usted—Jungkook quitó la tapadera de aquel alcohol y con sumo dolor lo vertió sobre la espalda del omega.

Min Yoongi se agarró de la esquina de la bañera, soltando un grito desgarrador, sus ojos se volvieron celeste, su respiración agitada—¡Malditos,que la ira de Chehjarú caiga sobre estos humanos!—gritó rompiendo a llorar tratando de aguantar aquel ardor.

Mar-15-2022:

*se asoma* Aparecí* se va* me desaparecí.

¡Hola mis Soles y Lunas, lamento el abandono, sucedieron muchas cosas que no me habían tenido bien en mi salud mental ; pero ya aqui andamos de nuevo, gracias por su espera y amor inmenso que me brindan.

¡Recuerden el lema de la familia: Somos Sol que calienta; pero no quema!

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