[08]

Yoongi abrió sus ojos con lentitud, sintiendo un pesado sueño que recorría cada parte de su cuerpo: "¿Qué había sucedido? de pronto todo su mundo se volvió oscuro" recordó mientras trataba de sentarse, estaba débil y sostenerse le era casi imposible, frotó sus ojos con lentitud soltando un bostezo en el proceso, al estar sentado, el dolor en su cuello, lo hizo soltar un grito ahogado,posando su mano en ese lugar.

Bajó la mirada a su ropa, notando que estaba con una falda arabe de color rojo y sobre su cabello, le habían puesto un velo rojo, sujetado con una corona delgada de oro, en vez de los brazaletes que su amo Taehyung le había puesto, ahora estaban unos de oro, igual en sus pierna, unas pulseras de tobillo, tojó sus orejas y soltó un quejido al darse cuenta que se las habían perforado y estaban delicadas: "¿Qué clase de sueño feo era ese?"

Al mirar a su alrededor, sus ojos se abrieron en par, se movió de aquella cama, cayendo débil al suelo. Aquel cuarto estaba hecho de paredes de ladrillo, se veían fuertes y si eso no era suficiente, las ventanas tenían unas rejillas que no lo dejarian salir de allí, se acercó al frente, donde había una enorme rejilla que hacía ver un pasillo y unas escaleras—¡Saquenme de aquí! ¡Diganme donde estoy!—gritó desesperado rodeando sus manos en aquellas frias rejillas de metal.

Escuchó unos pasos proveniendo de las escaleras y su ceño se frunció al reconocer aquel tipo, era ese beta mensajero que llegó a la Yurta hace unas semanas atrás, un miedo irreconocible se insertó en su mente.

—No grites, arruinarás tu hermosa voz—habló aquel tipo con una sonrisa mientras pasaba su mano por uno de sus bigotes, analizando al hermoso chico que había comprado—. Me saliste caro; pero no importa, tengo un buen objeto entre mis manos.

—¿C-caro? ¿A qué se refiere?

—Te compré, esclavo. Ahora me perteneces. Tu amo te vendió a mi, por 2,000 monedas de oro—el hombre sonrió ladino—¿Qué te parece tu nuevo cuarto? fue adornado especialmente para tí—el tipo paso sus manos entre la baranda para acariciar el rostro de Yoongi, pero el omega se retiró soltando un gruñido—, sabía que serías un poco tremendo, pero te domesticaré.

Unas mujeres aparecieron detrás del hombre, una de ellas le entregó un latigo al beta y otra sostenía en su mano lo que parecía ser un cubrebocas hecho de metal, que se le ponía a los perros de pelea. Yoongi negó en silencio y retrocedió, aquellas dos personas ingresaro, luego otros dos hombres altos que eran lo que parecía ser guardias. Min Yoongi buscó como defenderse; pero esos betas lo tumbaron al suelo.

¿Acaso su Dios lo había abandonado?



Taehyung se puso su saco y miró a su alrededor, notando a Eunha que recogía los platos del desayuno, frunció el ceño extrañado al darse cuenta que no había visto a buena mañana al esclavo Min.

—Eunha—le llamó con su voz ronca, la chica dejó aquellos platos que iba lavar y se acercó rápido a su amo—¿Dónde está el esclavo Min?—Taehyung notó que la chica se quedó en un largo silencio, mirando a los lados con un poco de temor—. Dime que sucede.

—Amo,pensé que el joven Min iba regresar bien noche de la fiesta; pero hoy en la mañana...noté que su cama no había sido extendida, todo estaba impecable tal como el dia anterior. Pensé que se fue temprano a bañar; pero cuando lo fui a buscar, no lo vi por ningún lado.

—¿Qué?—dijo el alfa dejando de doblar las mangas de aquel saco, su ceño se frunció—¡Alfas!—llamó con su voz de mando, haciendo temblar a Eunha que se apartó de un solo. Saeron salió del cuarto en silencio, viendo a su esposo.

Aquellos mano derecha y soldados del líder aparecieron por la entrada principal, hicieron un saludo de respeto.

—Lider ¿Sucede algo?—preguntó un preocupado Kim Jaejoong al darse cuenta del aroma de furia que estaba soltando aquel alfa dominante.

—Min Yoongi, ha desaparecido ¡Busquenlo! y me lo traen, vivo—ordenó mostrando sus incisivos mientras sus ojos se volvían amarillo—. Es una orden.

Aquellos lobos afirmaron y pasaron rápido a su lado animal, soltando un aullido para avisar a los demás vigilantes que había una alerta de prioridad en la manada, salieron corriendo de aquel lugar a buscar a los alrededores. Saeron miró a los lados y apretó los labios al darse cuenta que su esposo se veía demasiado molesto, sin embargo, ella sabía que no lo encontraría.

Incluso había amenazado a aquella chica para que no hablara y la señalara a ella, si se llevaba toda la culpa, Saeron le prometió recompensar a su madre e hija con mucho dinero si algo le sucedía.

—Taehyung ¿Sucede algo?—preguntó ella que se acercó con cuidado a su esposo, fingiendo no saber nada al respecto—, estás demasiado tenso.

—Ese esclavo Min escapó de nuevo—el líder contempló a su esposa, notando el rostro de desconcertada que ella poesía—. Pero no creo que haya llegado tan lejos.

—¿Cómo pudo atreverse a escapar de nuevo? de seguro tuvo alguna ayuda de esta manada, que descarado desafiarte.

—No llegará lejos—comentó aquel tipo y salió de aquella Yurta a pasos fuertes.

Saeron solo enarcó una ceja para girarse sobre sus talones y cuando dio la espalda a Eunha, trató de contener una pequeña sonrisa que se formaba inquietante en su rostro, por lo que para no dejar en claro que fue ella la planeadora de esa situación, se metió al cuarto.


Las horas pasaban y no parecían encontrar información sobre aquel omega, Kim Taehyung se encontraba conversando con los flecheros, quienes afirmaban no haber visto al chico salir de aquellas tierras, Hyuna apareció en su forma lobuna, al lado de Eunbi, ambas agacharon su cabeza en forma de respeto, se notaban cansadas de haber corrido a lo largo del bosque buscando el aroma del joven Min; pero no había nada.

—Líder...encontramos un reve rastro, pero desaparece por la entrada de la manada—comentó Hyuna con suma extrañeza.

—Ese chico no pudo esfumarse de la nada—gruñó Kim Taehyung.

Kim Jaejoong apareció con un pequeño niño de 8 años y tras él venía su madre, ambos parecían preocupados; pero el cachorro temblaba del miedo cuando sintió el poder de aquel alfa frente a él.

—Líder—llamó la atención aquel alfa, trayendo la atención de los presentes—. Este niño quiere decirle algo.

—Habla—ordenó Taehyung sin prestarle mucha atención, pensando en que lugares se pudo esconder Min Yoongi. Siseó molesto mordiendo un poco su uña del dedo pulgar, se sentía demasiado inquieto: ¿Era siquiera normal actuar así por un simple esclavo? podía comprarse otro y ya, o le regalaría un omega diferente.

—Venga hijo, hable—le ordenó su madre con tono triste y lleno de miedo.

El niño miró aquellos alfas, la mirada de las mujeres sobre él, que se posaron como si indagaran su corta vida.

<<El pequeño niño de ocho años jugaba con sus tres hermanos en la parte de atrás de las Yurtas, de forma anterior habían tocado curiosos aquella jaula de madera que llevaba un caballo, sin embargo, decidieron no indagar más y jugar entre los arbustos y árboles. Sus tres hermanos menores fueron llamados por su madre a lo lejos, asi que corrieron tan rápido escucharon su voz; pero el mayor se quedó a recoger algunas frutas de pino seco para usarlos después en otro juego, no recordaba cuanto tiempo se quedó hasta que escuchó unos pasos y por miedo a que fuera ser su madre y lo jalara de la oreja, se escondió.

Sin embargo, solo vio a un joven chico,el cual era el esclavo del líder de la manada, a esas alturas ya todos lo reconocían, no podía pasar desapercibido. Frunció el ceño tratando de ver bien el rostro de la otra mujer; pero ella estaba de espaldas y no le daba mucho la luz al rostro. En eso vio a un señor relleno con un largo bigote, trayendo consigo a los dos prisioneros, cubrió su boca, sobresaltado al ver como esa mujer le pegó en la nuca al esclavo y fue metido a la caja de madera, inconsciente.El hombre bien vestido, le dio unas monedas a la mujer y ella desapareció rápido cubriendo su rostro mientras minutos después, el se fue>>

—No dije nada porque me dio miedo—susurró el pequeño casi llorando y apretando sus manos con fuerza, ya que requirió de mucho valor para expresarse frente al alfa.

—Cuando escuchamos que estaba buscando al chico—susurró la madre poniendo sus manos sobre los hombros de su hijo como apoyo moral—, mi hijo me comentó al respecto y le dije que era mejor avisarle a usted.

—¿Hombre bien vestido con barba?—preguntó Hyuna que se acercó al niño—, detalla un poco más.

—Era de estatura mediana, tenía barriga y llevaba barba gris.

Hyuna miró de un solo a su amo al recordar quien era el tipo con aquellas características. Los ojos de Kim Taehyung brillaron de un color amarillo al darse cuenta que fue ese mensajero del representante de los betas.

—¿Quién se atrevió a vender a uno de los nuestros?—exclamó molesta Eunbi—¡Más vender a un esclavo perteneciente de nuestro líder!

—Quien sea, no podrá esconderse por mucho tiempo, traicionar a los nuestros es la muerte. Alfas, vamos a tierras de Betas.

Kim Taehyung pasó a su lado animal y hechó a correr, los demás lobos lo siguieron soltando aullidos alrededor, avisando del aviso, otros cinco se unieron en el camino mientras corrían a gran velocidad en búsqueda de aquel joven omega.

El líder se giró a ver detrás de él, notando a los de su manada, sabía que por el momento la dejaba desprotegida, por lo tanto miró a Eunbi.

—Eunbi, te quedas junto con Hyuna, los chicos y yo nos encargaremos de los demás, necesito que cuiden de la manada.


Aquellas dos alfas afirmaron y cesaron su correr, viendo como los alfas machos empezaban a desaparecer entre el espeso bosque. Las dos mujeres sabían que si el líder les dejaba aquel gran trabajo, es porque confiaba por completo en ellas, además que eran fuertes. Eunbi se dirigió a la Yurta de la líder omega, ya que se encargaría ella de protegerla y sustituir al líder, Hyuna ordenaría a los demás alfas que se pusieron en alerta de defensa.

Ella escuchó unos pasos, viendo al hermano mayor del líder Kim que aparecía por la segunda entrada y sobre un caballo dorado, venía su esposo. El líder alfa de la otra manada miró a los lados, notando que había cierto nerviosismo alrededor.

—Eunbi—llamó aquel tipo a la alfa—¿Qué sucede? parecen agitados y tienen rostros cargados de preocupación, acabo de ver a mi hermano partir algún lado.

—El esclavo Min fue secuestrado por un Beta.

—¿Cómo?—interrogó Hoseok preocupado al escuchar aquello, se quiso bajar, asi que su esposo se acercó y alzó las manos, tomando a su omega de la cintura y lo bajó con mucha delicadeza, lo depositó con suavidad en el suelo sin quitar la vista de su omega—. Hacer semejante acción es declarar la guerra. Yo venía a entregarle otras pomadas al chicos para ayudar a curar sus heridas.

—¿Dices que fue secuestrado? ¿Cómo es posible que algo de semejante magnitud suceda en una manada tan grande y protegida como esta? ¿Acaso no están haciendo bien su trabajo?—gruñó molesto Kim Seokjin.

—Alfa—susurró Hoseok tomando la mano de su esposo—, mantenga la compostura.

—Es que no es posible Hoseok que estas cosas sucedan en una manada tan poderosa.

—Tiene razón, es nuestra culpa–admitió Eunbi ante aquel regaño—, nos confiamos mucho en la fiesta, si bien teníamos protegido, dejamos punto ciegos. Al esclavo Min lo vendieron y secuestraron sin estar él consciente, uno de los niños que vio todo nos contó.

—¿Vendido?—Jin enarcó una ceja al escuchar aquello, había solo una persona que era capaz de hacer algo así para deshacerse del chico, suspiró apretando un poco el interior de su mejilla—. Mi Sol y mi Luna—le llamó el alfa a su esposo, vamos a visitar a la líder omega.

El omega afirmó con lentitud y se dirigieron a la Yurta, tras ellos los acompañó Eunbi, que apretó la mano en puño, debía haber puesto mejor guardia en la manada y su líder no tendría que pasar por esas cosas.



Saeron se encontraba haciendo una trenza del lado lateral en su larga cabellera negra, cuando escuchó unas voces en la Yurta de reunión, por lo que se levantó para atender a quien haya ingresado. Cuando salió, se encontró con Kim Seokjin y aquel omega con quien nunca congenió, ya que lo veía como un debilucho que podía ser pisoteado por cualquiera y ella se consideraba mejor que Hoseok, ya que tenía más carácter y orgullosa que sería la única esposa del líder de la Manada madre.

—Líder Kim Seokjin—dijo con tono serio y saludó sin muchas ganas.

—Me acabo de enterar que mi hermano fue en búsqueda de ese esclavo, que fue vendido y secuestrado por un beta.

—¡Oh dioses!—comentó ella cubriendo su boca fingiendo preocupación—¿Quién haría semejante cosa?

—Si...¿No habrás sido tú, Kim Saeron?—El rostro de la chica cambió a uno muy serio y frio, enarcó una ceja—,eres la única que tiene celos de él y lo trata mal, que no hace que eres la culpable.

—¡Kim Seokjin!—gruñó ella mostrando sus incisivos de forma amenazadora—, siempre que sucede algo me echas a mí la culpa, soy la esposa del líder de la manada Madre.

—Y yo soy su hermano mayor—dijo con mucho orgullo y su rostro serio.

—Líder Kim—interrumpió Eunbi—. La señorita Saeron no haría algo así, además de eso, el niño describió a una persona particular que fue quien vendió al chico Min, la líder en ese momento estaba dentro de la Yurta, ingresó temprano a dormir y no ha salido de este lugar.

—Eunbi, debes aprender que no siempre estarás presente, un plan siempre tiene una mente maestra.

—Escuché que tu esposo está esperando un bebé—comentó de un solo aquella líder omega y juntó sus manos con sus cejas arqueadas, limpiando la pelusa de su vestido—, espero que sea un buen embarazo, no sea que también pierda a-...

Saeron no pudo terminar de hablar cuando vio la mano de Kim Seokjin dirigirse a su rostro; pero fue detenido por la alfa Eunbi a tiempo. El alfa líder de la otra manada gruñó muy molesto por aquel comentario.

—Líder Kim Seokjin...si pone una mano encima de la señorita Saeron, me veré en la obligación de echarlo—susurró Eunbi con tono preocupado—. No puede ponerle una mano encima, a la esposa de su hermano.

—Tienes razón...él no puede; pero yo sí—comentó Hoseok que se acercó a la chica y ofreció una fuerte bofetada que torció el cuello de Saeron y la hizo caer al suelo soltando un suave grito—. Escúchame bien—sentenció Jung Hoseok, que sorprendió a su esposo, a Eunbi y Eunha que miraba todo en silencio y al final de aquella sala—. Que así como escupes al cielo, todo se regresa. Soy un hijo maldito de la Luna, asi que te maldigo, no eres bienvenida en nuestra manada.

—¡Tú-...—gritó ella mirando con ojos llenos de furia a Jung Hoseok, tocó su mejilla—.Te atreviste alzarle la mano a la esposa de un líder.

—Y tú te atreviste amenazar a un esposo de un líder y a su cachorro que gesta. Maldeciste al sobrino del líder de esta manada. Mientras tú no quedes gestada, mi hijo podrá ser el siguiente heredero. Así que muerdete la lengua. Alfa, nos vamos—ordenó y se giró sobre sus talones, alzando el rostro con sumo orgullo y conteniendo un poco el ardor de la palma de su mano.

Saeron vio aquellos dos salir de la Yurta, Eunbi se acercó a la omega para ayudarla a levantarse; pero ella la empujó muy molesta, siseando en bajo ingresó a su cuarto para poner alguna pomada sobre su mejilla.



Yoongi limpió las lágrimas que cayeron en su mejilla, tenía en su boca aquella cosa de metal, atado con un candado, bien prensado para que no pudiera quitárselo con sus manos, eso era peor que ser un esclavo en aquella manada, allí estaba solo y ese hombre horas antes no le dio ni privacidad para bañarse, sintiendo las manos de aquellas mujeres que lo bañaron, mientras el tipo permanecía sentado con una copa de vino en la mano. Se abrazó a sí mismo, sintiendo un fuerte asco en su interior.Estaba abandonado a su suerte, desde la muerte de la manada, lo tratan como si no fuera un ser humano, lo mas bajo en la escala, deseaba dormir y no despertar jamás.


Unos soldados que estaban haciendo guardia en la muralla que protegía aquel reinado, fruncieron el ceño al ver a unos lobos enormes de dos metros que venían a pasos rápidos, Taehyung soltó un aullido y detuvo su caminar mirando aquellos soldados que los amenazaron con unas lanzas.

—¡Que demonios!—gritó uno horrorizado por esas temibles bestias, aferraba bien sus manos en la lanza, pero se dejaba notar su miedo—¡Pide ayuda!

—Son licántropos—habló el otro compañero—, estos son hombres lobos...¿Qué hacen en tierras de betas?

Uno de los suyos agarró a un omega—habló Taehyung por telepatía. Los betas enarcaron ambas cejas al escuchar aquella voz fuerte dentro de sus cabezas— ¡Uno de ustedes humanos, secuestró a uno de los míos! quiero hablar con su Rey, lo regresan—Taehyung dio varios pasos y su cuerpo empezó a crecer mientras daba un paso adelante, llegando a la altura de tres metros—o les declararé la guerra...¡Soy el líder de la manada Kim, el que está sobre los licántropos! El rey del bosque.

—D-déjalo pasar—susurró el compañero con sumo temor, sabía que no podrían luchar contra aquellas bestias ya que sus compañeros no se encontraban haciendo guardia, por estar en tiempos de paz, ese día, había una celebración del cumpleaños de la hija favorita del Rey.

Las puertas de aquella muralla se abrieron en par, Kim Taehyung junto con los demás ingresaron, las personas al ver los lobos, se hicieron a un lado horrorizadas, otros sorprendidos ya que pocas veces podían regresar con vida contando ver a un licántropo.


Un hombre corrió en dirección del representante del Rey, el cual se mantenía leyendo unos documentos, el tipo respiró con profundidad, ya que Lee Joongi se encarcaba de cuidar la primera muralla, antes de llegar a la capital.

—¡Señor, señor!—gritó aquel anciano limpiando con un pañuelo el sudor de su frente—, me acaban de comunicar que han ingresado licántropos a la primera muralla, no se ven para nada felices.

—¿Qué?—preguntó consternado aquel beta al escuchar aquella información, dejó sus cosas y se dirigió a la ventana, notando la agitación de las personas y como un lobo gigante y otros más pequeños llegaban a su pequeño castillo, ya que le dijeron que allí podían conversar con aquel representante beta—, abre las puertas, hablaré con ellos.

—Señor...¿Está seguro? ¡Son monstruos!

—No pueden atacarnos, tenemos un pacto de paz, algo ha sucedido.

Dicho eso el tipo salió de su oficina para dirigirse a recibir a los invitados en la sala del trono como representante. Suspiró y justo cuando iba a sentarse, las puertas se abrieron de un golpe, había sido Kim Taehyung que con su cabeza dio un cabezazo, rompiendo el candado del interior, el beta enarcó ambas cejas, notando como sus hombres soldados temblaban sujetando las armas en sus manos.

Taehyung le hizo un gesto a los demás, quienes empezaron a olfatear alrededor buscando el aroma de Min Yoongi. El beta juntó sus manos, a su lado se encontraban aquellos dos soldados importantes que fue a rescatar, Taehyung sintió el aroma de Min Yoongi sobre ellos y acercó su enorme hocico, empezando a olfatear, los tipos palidecieron, pasando saliva con dificultad.

Ustedes, huelen a él—gruñó Taehyung entrando a la mente de aquellos humanos, ya que en su forma de lobo, los licántropos tenían forma de comunicarse por telepatía con otros, aunque a los humanos aquello les terminaba dando un poco de dolor de cabeza al final del día—¿¡Dónde lo tienen?!

—Líder Kim—interrumpió Joongi—¿Me puede explicar que sucede? no puede interrumpir así las murallas de este reinado.

Sucede que uno de los tuyos compró y secuestró a mi esclavo omega—los ojos de aquel lobo estaban resplandeciendo de un amarillo fuerte—y estos dos humanos huelen a él—Taehyung abrió su boca para arrancar una de las cabezas; pero Jaejoong apareció tras su líder para hacerle un llamado.

Líder, encontré el rastro del chico—afirmó aquel lobo.

Me alegro que tengas una buena nariz—el alfa miró a esos dos soldados temblorosos—. Diganme...¿Quién compró al omega?

—¡Fue el mensajero!—gritaron ambos en coro al sentir que no podían mentir por el poder y miedo que ese lobo enmendada.

Lee Joongi miró de un golpe a sus soldados sin poder creer que hasta en el último momento metían la pata.

—Ustedes malditos...¿Como pudieron hacer algo así?—exclamó su jefe al darse cuenta que la situación era grave.

—Nos pagó una buena suma de dinero—susurró uno—, no pensamos que fuera tan importante.

—Líder Kim, yo me encargaré de ir a buscarlo y castigarlo—el beta buscaba alguna forma de tranquilizar la situación

—No—sentenció Kim Taehyung—, recuerde bien las palabras que yo dije ayer en la noche. Jaejoong, vamos.



Yoongi escuchó unos pasos, viendo como aquel tipo ingresó al lugar donde lo tenía encerrado, Yoongi trató de quitarse aquellas esposas en sus manos; pero le era imposible, hace unos minutos lo ataron de pie a cabeza. Pero su fuerzas para pelear no desaparecía, mostrando sus gruñidos.

Aquel beta se acercó, desprendiendo la camisa del chico y luego bajó sus manos a la cintura de la falda. Yoongi se removió y cayó del otro lado de la cama.—¡Mantente quieto, maldita sea!—gritó aquel tipo que tomó de los cabellos al omega y lo levantó de un solo golpe, Min Yoongi soltó chillidos de dolor, siendo empujado de nuevo sobre la cama, el tipo quitó sus prendas para así hacer uso de él por primera vez—eres bonito y mío —susurró al oído buscando tocar el miembro de aquel omega.

Un enorme gruñido se escuchó a su espalda. El beta se giró desconcertado, viendo a un gigante lobo de tres metros que lo miraba con sus ojos amarillos, mostrando unos filosos caninos y la saliva escurriendo de la rabia. Kim Taehyung dio un cabezazo a las esas varas de metal, cada golpe más fuerte para hacerlas caer, aunque el tipo parecía confiado que no lograría tumbar aquella fuerza.

Min Yoongi se quedó sorprendido: ¿Su amo había ido hasta allí para salvarlo? ¿Por qué?

Kim Taehyung agarró con sus fuertes dientes unas cuantas varas de metal y empezó a presionar hasta que las doblegó, al romperlas las tiró a un lado, dejando un buen espacio para ingresar, los otros lobos bajaron las escaleras, mostrando por igual sus colmillos, el beta supo que estaba rodeado y no tenía salvación.

Lee Joongi había decidido acompañarlos, aunque llegó unos pasos mas tardes, vio aquella escena, a un joven desnudo y a su mensajero, sintiendo un fuerte rechazo por la situación.

¡Tú, tienes algo mío!—gruñó Taehyung que se acercó al rostro del tipo.

—¡Yo...no, no! déjeme explicarle, yo lo compré—comentó poniendo sus manos al frente y se pegó a la pared. Yoongi se bajó de la cama, buscando sus vestimentas mientras limpiaba sus lágrimas, viendo como el líder de la manada arrinconaba a ese humano.

¡No he vendido a ese chico!—gruñó el alfa,

—Una chica me lo vendió, diciendo que era su esclavo, ella estaba sentada a mi derecha, dijo que mandaría a alguien...¡Así que mandó a una chica que me dio las monedas de oro!

Jaejoong...¿Quien estaba sentado al lado de este hombre?—se sentía inquieto, sabía quién podía ser; pero no quería admitirlo.

—Su esposa, líder Kim—afirmó el otro lobo retrocediendo un poco temeroso.

Taehyung gruñó al escuchar aquello, mirando con molestia a Jaejoong, esta vez Saeron se había pasado. Demonios con esa chica, lo estaba metiendo en problemas. El alfa enfocó su mirada en la espalda de aquel omega de cabellera blanca, viendo unas marcas rojas y largas.

—Dime...¿Qué son esas marcas que tiene el omega?—preguntó al humano. El beta pasó con dificultad su saliva—¡Omega, dime!—Yoongi tembló al escuchar aquella voz de mando, se giró a ver al líder y luego al beta. Taehyung notó aquel bozal, una llama de fuego en su interior encendió.

—No hice caso...asi que ese hombre, me pegó con un látigo—susurró Yoongi un tanto adolorido mientras se ponía aquella falda. No quería ponerse la camisa, porque estaba lastimado y las heridas aún permanecían abiertas.

—Líder Kim...deje que yo me encargue del castigo de ese hombre—interrumpió Joongi—podemos llevar esto-...

El representante no terminó de hablar cuando abrió sus ojos en par, viendo como el lobo arrancó de un tajazo la cabeza del humano y la escupió a un lado. Yoongi pegó un grito desgarrador de dolor, se pegó a la pared tratando de no ver aquella sangrienta escena, el lobo se giró en dirección del otro beta. Joongi supo que esos tipos no bromeaban al respecto sobre pagar: "sangre, por sangre".

Taehyung se acercó con sus dientes al bozal de metal duro que el omega tenía y con mucho cuidado para no lastimar al chico, se acercó detrás de la cabeza y con sus dientes arrancó el candado. Aquel objeto cayó al suelo, dejando un sonido agudo, el omega subió su rostro viendo aquel enorme lobo negro de ojos amarillos que se saboreaba la sangre.

Sube—le ordenó Taehyung y se agachó para que Yoongi subiera a su lomo—.Es una orden.

—Si...amo—afirmó Yoongi que terminó se subió al lomo de aquel animal, se aferró con fuerza, metiendo sus manos entre el pelaje negro y recostó su cabeza, sintiendo la suavidad y lo rico que ese alfa olia. Sus ojos resplandecieron y no pudo evitar frotar su nariz ante ese aroma que lo hizo sentirse hipnotizado.

La próxima vez que algo así suceda, olvidaré el pacto de paz—comentó Taehyung mirando al Beta Joongi.

Aquellos lobos salieron del lugar, dejando aquel humano con sus piernas temblando, cuando desaparecieron, el beta cayó sentado al suelo frustrado, incluso olvidó como respirar, se giró viendo el cuerpo decapitado del mensajero, sintiendo unas fuertes ganas de vomitar, por lo que cubrió su boca de un golpe.

Kim Taehyung salió del lugar bajo la mirada de aquellos humanos, viendo como el lobo llevaba sobre su espalda a un hermoso chico que mantenía cerrado sus ojos, el licántropo gigante lideraba la manada, dejando en claro quien era.



Cuando llegaron a la manada, ya había anochecido. Yoongi se bajó con mucho cuidado del lomo del líder, dejando a muchos desconcertados ya que al ser Taehyung el jefe, que alguien subiera a su espalda, es porque le tenía cierto respeto. La chaman se acercó preocupada, viendo la espalda lastimada del chico, brazos, pies y unas lesiones hechas en el rostro a causa del bozal de metal que le pusieron.

—¡Por nuestros ancestros!—exclamó la anciana—, está muy lastimado.

Necesito que se encargue de sus heridas, por favor—pidió Taehyung que empezó alejarse buscando a su esposa.

Al ingresar a la Yurta, el alfa vio a su esposa comiendo mientras conversaba con Eunbi y Hyuna, el líder miró a las alfas, luego a Eunha que ponía un plato con frutas como acompañamiento a la cena.

—Mi alfa—comentó ella y se levantó sonriendo con dulzura, aunque sentía un poco de nervios—gracias a Chehjaru, nuestro Dios que has regresado sano—ella se acercó para besar la mano de su esposo; pero él la retiró dejando en claro que no aceptaba aquel saludo.

Salgan todos. Necesito hablar con mi esposa—ordenó viendo de forma intensa a al mujer frente a ella.

Las alfas afirmaron en silencio, Eunha por igual, así que salieron en silencio, cerrando las puertas tras sí. El alfa se dirigió al interior del cuarto, pasó a su lado humano, buscó unas prendas y se las puso, la omega esperó afuera, se preguntaba que le iba decir su alfa.El mayor salió del cuarto y se puso frente a ella con un arqueo de ceja.Saeron juntó sus manos viendo a las personas desaparecer, cuando iba a decir algo a Taehyung, aquel alfa le ofreció un fuerte golpe en la mejilla, ella pegó un grito y cayó al suelo por la fuerza ejercida hacia ella.

—¡Kim Taehyung!—alzó la voz con ganas de llorar al darse cuenta que su esposo le había alzado la mano.

—Kim Saeron...te lo advertí. Ese esclavo es mío ¡Sin embargo te atreviste a ir contra mi orden y lo vendiste! haciendo negocios tras mi espalda y eso no es todo, vendiendo a uno de los nuestros a Betas, nuestros enemigos.

—¡No fui yo!—gritó ella—¡Jamás haría algo así! lo juro...estuve investigando que había sucedido, también estaba preocupada e investigué al respecto.

—¡Ese hombre dijo que habías sido tú quien se lo vendiste!—alzó la voz el alfa mostrando sus caninos.

—¡Miente! puedo desmostrarlo.La puerta se abrió, ingresando dos alfas con la chica que arregló a Min Yoongi para la tarde de la fiesta, en su mano tenía un maletín. Saeron tocó su mejilla, viendo aquellos dos tipos y la mujer—. Fue ella, quien vendió al chico Min. Es cierto que hablé con el mensajero, él preguntó por ese esclavo; pero sabía que es tuyo y le dije que no estaba disponible, que no vendíamos a lo nuestro...¡Sin embargo ella que estaba cerca se dio cuenta y lo vendió!

Taehyung se giró a ver a la chica y frunció el ceño.

—¿Cómo puedo creerte, Saeron?

—Líder...encontramos a esta chica queriendo huir y además—uno de los soldados sacó un monedero hecho de tela y lo puso boca abajo, dejando caer el montón de monedas de oro—, encontramos esto. La interrogamos y nos dimos cuenta que fue ella quien vendió al chico Min y acusó a la líder Saeron, ya que sabía que había celos de parte de ella al esclavo.

—¿Es cierto?—preguntó Taehyung a la chica.

Ella afirmó de un solo y sonrió ladina.

—Si...así es. Yo ofrecí al chico Min y lo entregué, era una buena paga. No podía rechazarla—Saeron se levantó detrás de Taehyung aún tocando su mejilla adolorida y miró de forma amenazadora a la joven, esperando que ella hiciera su parte—, nadie sospecharía de mí; pero si de esa mujer con la que se ha casado...es una celosa del esclavo min ¡Era el anzuelo perfecto!

—Traicionaste a la manada—comentó Taehyung quien se fue acercando a un mueble y lo abrió, viendo una espada filosa—. No aceptamos a traidores.

Dicho aquello el alfa atravesó aquella arma en el pecho de la chica sin pensarlo, Saeron abrió los ojos en par, horrorizada y pegó un grito, cubriendo su boca al darse cuenta de esa faceta tirana de su esposo. Esa pudo ser ella en ese momento o por ser la esposa de un líder, la tirarían a exilio.

Taehyung suspiró y se sentó en su silla, limpiando la sangre de la espada con la punta de su saco, limpió la sangre—Empalen su cuerpo y ponganlo al exterior, para dejar un claro mensaje de lo que sucede con los traidores—comentó.

—Sí, lider—afirmaron aquellos dos soldados, que se alejaron con el cuerpo sin vida que se desangraba de su pecho.

El líder soltó un gruñido, alzó la espada y con suma furia la insertó en medio de sus piernas, para luego dejar su mano sobre la empeñadura y con lentitud alzó el rostro viendo al frente.

—Y tú, Saeron. Espero que esto te quede como una lección por tu mal comportamiento.

Kim Saeron sintió fallecer allí, el alfa se levantó y salió de aquel cuarto, dejando a la mujer sola, fue en ese momento que ella se dio cuenta que el tipo sentía algo más por ese esclavo y no era una simple atracción.

Min Yoongi, se había metido como una espina en su camino.

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Nota autor:Aún no tenemos separador; pero pasaba por aquí agradeciendo a quienes me brindan su amorcito, besitos en sus mejillas~

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