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Ji-Sub se encontraba sentado en su trono mientras los ministros parecían conversar con ellos, discutiendo sobre una situación.

—¡Debemos elegir a alguien para que sea gobernador de la segunda provincia!—habló uno de los ministros.

El octavo ministro se encontraba con su rostro agachado, su hijo había aparecido muerto en un rio. Los rumores decían que estaba muy alcoholizado y había caido desde el puente y se golpeó la cabeza con una piedra, por desgracia, esa noche su hijo no había llevado a sus guardias, ya que ellos habían ido de vacaciones a su pueblo natal. El hombre alzó la mirada viendo en dirección del Rey. La humillación de la muerte de su hijo, lo hacía sentir con pesadumbre, ya que apareció sin ropa y su pene había sido comido por algún animal.

El octavo ministro sabía que no había sido un accidente, su hijo fue asesinado por alguien.

—¡Mi sobrino podría ocupar el puesto!—exclamó uno de los ministros.

Ji-Sub solo estaba aburrido de escuchar a los ministros discutir y pelear entre ellos, queriendo poner a familiares suyos en aquel puesto.

—Su alteza—interrumpió una voz detrás de todo, siendo Kim Seokjin que interrumpió a los hombres—. ¿Por qué no pone en el puesto de gobernador a alguien que pertenezca a la segunda provincia? allí se encuentra el palacio de caza, por lo que no es un lugar que cualquiera pueda gobernar.

Ji-Sub se interesó en lo que aquel joven decía.

—¿Estás diciendo que mi sobrino no está apto para ese lugar?

—Estoy diciendo que debe estar una persona que sepa sobre ese territorio y las necesidades de su gente. Mi rey...allí vive el jefe del palacio de caza, el sirvío al difunto Rey Min-Sik, su padre y ha llevado el cuidado de aquel lugar hace 30 años, escuché que las personas de allí lo conocen muy bien y lo respetan.

—¿El Jefe del palacio de caza?—interrogó Ji-sub haciendo una mueca y pasó sus manos por los pelos de su barbilla—. Hmm, no lo sé.

—La gente no solo estará agradecida por que ha puesto a alguien que conocen como su lider, si no que lo alabaran por usted y verán que piensa por su pueblo—siguió comentando Kim Seokjin tratando de aludir a Ji-Sub y meterle aquella idea.

—¡Ese hombre ya es un soldado retirado!—exclamó un ministro que enarcó una ceja listo para llevarle la contraria al más joven de aquel lugar—¡Que sabe él de como gobernar una provincia!

—¿Entonces es mejor un sobrino de un ministro que ha vivido entre los lujos y despilfarra el dinero?—interrumpió molesto Seokjin—. Escuché que ese sobrino del quinto ministro tiene una mala reputación y casi lleva a su familia a la quiebra ¿O me equivoco? si otras personas se enteran sobre su reputación y gobierna la segunda provincia ¿Qué no le hace que llevará el lugar a las ruinas? al final a quien le caerá el peso de la molestia de la gente será a su majestad. Deberían pesar por la reputación y el bien de su alteza, el Rey que solo quiere lo mejor para su gente.

Ji-Sub contempló al quinto ministro que había dado el nombre de su sobrino. Suspiró malhumorado.

—¡Parece que solo el joven ministro Kim Seokjin sabe de lo que habla!—Ji-Sub se paró y señaló al quinto ministro—¡¿Quiere acaso aruinarme?! ¡Guardias, llevense al quinto ministro a la cárcel y también ahorquen a su sobrino!—ordenó.

El quinto ministro abrió los ojos en par y se hincó.

—¡Su alteza, por favor, perdoneme la vida! ¡No es así!—dos soldados se acercaron y tomaron de los brazos al quinto ministro—¡Mi señor, por favor...tenga piedad!

Los ministros se quedaron en un gran silencio, solo escuchando los gritos de aquel hombre que seguía suplicando por su vida, pasaron con dificultad la saliva que se había atorado en sus gargantas. Kim Seokjin rió un poco mientras mantenía su rostro aún agachado.

—Ahora el joven Kim Seokjin, será titulado como el quinto ministro. Quiero que llamen al jefe del palacio de caza y me lo traigan, queiro saber si está de mi lado y me jura lealtad. Si tiene una reputación impecable, será el indicado.Ji-Sub contempló a Kim Seokjin por varios segundos, pensativo—. Quiero que vayas a mi oficina mas tarde.

—Como usted lo desee, su alteza—respondiendo Seokjin ofreciendo una media sonrisa.

—¡Y usted par de sanguijuelas!—gritó Ji-Sub sacando su espada y amenazando a los demás—¡Si siguen así, no tendrán mas suerte!

Dicho aquello el Rey se bajó de las escaleras y se retiro: "¡Despedimos con respeto a su alteza real!" exclamaro todos haciendo una reverencia de 90 grados en forma de respeto. El Rey salió de aquel salón y las puertas se cerraron, los ministros empezaron a conversar entre ellos un tanto asustados y molestos.

Kim Seokjin notó las miradas pesadas sobre él, sabía que no le agradaba a esa jaurias de hombres, debido a que era el más joven y no entendían porque estaba él allí, no venía de una familia prestigiosa pero se había convertido en Ministro, agregando el hecho que su hermana, un alfa, se había convertido en la segunda General al mando y hace poco se había casado con la princesa Jennie, quien era hija de la princesa Honey, la hermana del difunto rey Min-Sik y la tia del Rey Ji-Sub.

No podían ponerle una mano encima ya que tenía personas poderosas que lo respaldaban.


Kim Seokjin se giró sobre sus talones para salir de aquel lugar en silencio, bajó las pocas escaleras, para dirigirse a la biblioteca, en búsqueda de un libro. Logró ver a su hermana a la lejanía, la cual conversaba con el Primer General, ella parecía muy seria. Hace poco la habían ascendido a ese puesto gracias a su hermano que estaba haciendo un buen trabajo en el palacio y se empezaba a ganar la confianza del Rey. El primer General miró a su derecha, notando al joven ministro Kim Seokjin.

SooHyuk rió ladino.

—Joven Ministro Kim Seokjin, acabo de ver que ordenaron meter a la cárcel al quinto ministro.

—General—le saludó cortante Seokjin—.Hermana ¿Qué haces aquí?

—Tenemos entrenamiento—comentó Jisoo ofreciendo una sonrisa cálida a su hermano—El General quiere que vaya al palacio de caza y lleve a mi batallón para que practiquen.

—¿Al palacio de caza? oh, allí se encuentra el Jefe Lee Jung Jae. El rey me ordenó que lo mandara a llamar en estos días.

—¿Ha sucedido algo?

—De seguro ya te enteraste de la muerte del hijo del octavo ministro que dominaba la segunda región, así que estamos buscando a alguien de confianza.

—¿El rey quiere que ese hombre venga al palacio?—preguntó SooHyuk pensativo—Jin afirmó con lentitud—, Mandaré a recogerlo e iré por él, fue mi maestro.

—¿Piensa ir al palacio de caza?—preguntó de un solo Jin al escuchar aquellas palabras.

—Si, me quedaré dos días allí y regresaré con el Jefe Lee. Además yo pasé allí mi entrenamiento cuando era más joven.

Jin se puso un poco tenso, ya que sabía que MinYoongi se ocultaba en aquel lugar, contempló a su hermana, la cual también estaba enterada de todo.

—General, permitame hacer ese trabajo. Es un viaje muy largo de una semana, además ustede debe estar con el Rey por si lo necesita, no puede permanecer lejos del palacio.

Aquel hombre hizo una mueca, algo digustado, pero el Rey podía necesitar de su ayuda y no quería tener problemas.

—Si, ve tu—pidió con un leve cabeceo.

Jisoo le ofreció una sonrisa. Aquel general se fue alejando sin decir más, dejando a ambos hermanos juntos. Seokjin contempló a la mas joven.

—El cuarto principe se encuentra en el palacio de caza—susurró viendo a los lados—. No pueden enterarse, asi que hay que buscar un lugar donde se pueda esconder cuando lleguen visitas inesperadas, el palacio de caza esta protegido por un largo bosque. Cuando vayas, necesito que hables con él y le digas que haga una casa escondida donde se pueda proteger.

—Lo haré—afirmó acomodando mejor su espada, se giró sobre sus talones para empezar a alejarse.

—y Jisoo—ella frenó y le contempló—. Cuidate.

La alfa afirmó y se acercó a su caballo, se subió y miró a sus compañeros que la esperaban, empezó a conversar con ellos, quienes afirmaron, empezando a correr para salir del palacio.



Yoongi había llegado a la capital, la primera provincia, donde se encontraba el palacio. Pero estaba vestido como un pueblerino, con su sombrero de paja y ropa de un color beich. Había ido en búsqueda de una ave que podía utilizar como mensajera, además, sabía que ese dia sería la ejecución de su hermana, el recordaba de forma vaga por donde salían los prisioneros para ser ejecutados a la plaza, lo sabía porque acompañó en esas calles a su tia, cuando vio a un hombre que su padre consideró traidor, sacarlo por cierta parte.

El omega se escondió detrás de un arbusto, notando como empezaban a sacar carretillas con las personas que serían ejecutadas ese día. En la segunda carretilla, pudo ver a su hermana, la cual estaba con un traje blanco, sus cabellos negros sueltos, sin maquillaje y muy palida, más delgada de lo que la podía recordar.

El omega notó que los soldados se habían puesto a hablar entre ellos, desinteresados de las personas dentro, de todas formas no tenían como escapar, ya que iban encadenados de manos, pies y la puerta estaba bloqueada por unos grandes candados y las varandas eran de metal, imposibles de romper para un humano. Yoongi empezó a ir cabizbajo, se agachó pasando entre las carretas hasta llegar al de su hermana.

—Min-Ah—llamó el omega, la princesa al escuchar su nombre, se giró. Sus ojos se abrieron en par y casi rompió a llorar al ver a su hermano menor vivo.

—¡Her-...—al darse cuenta que sería peligroso decirle hermano a Yoongi ya que todos pensaban que estaba muerto, cambió rápido—, Yoongi...oh, estás a salvo ¡Ah, al escuchar que te habían matado, se me destrozó todo mi interior!

—Hermana, te sacaré de aquí...vine con mi soldado Seojoon, te voy a salvar.

—No—setenció ella dejando caer sus lágrimas, metió sus manos entre los barrotes, cogiendo las de Min Yoongi y acarició, sintiendo las manos ahora espesas del menor, notando que se le habían hecho cayos, por lo que pensó que se debía al manejo de la espada, su esposo solía practicarla y también terminó teniendo las manos de esa forma—. No necesito que me salves.

—¿Estas loca? vine hasta aquí a salvarte.

—Yoongi...no necesito ser salvada. Yo ya no tengo a nadie—susurró con sumo dolor y negó—, mataron a todos los de mi palacio, a mis hijos y esposo. No puedo vivir por el dolor...dejame ir.

—¡Min-ah! destronaré a nuestro hermano y te daré de nuevo tu titulo—susurró en bajo—,aún hay esperanzas-...

—Mirame—ordenó aquella princesa tomando las mejillas de aquel omega y apretujó con suavidad—, recuerdame. Quiero que me veas morir hoy—Yoongi negó al escuchar aquellas palabras, conteniendo las ganas de llorar—. Debes de hacerlo...no me pienso ir con lágrimas en los ojos—acarició la mejilla del más joven—, pequeño Yoonie, ya eres todo un adulto.

<<Min Yoongi se encontraba recogiendo flores en el jardin, a su lado, solo se encontraba su doncella Mijoo de 7 años, el omega de 10 años hizo una mueca y justo cuando iba a cortar otra, una sirvienta que pertenecía a la Reina Madre, se le acercó, golpeando la mano del menor con una vara.

—¡¿Qué haces cortando las flores de este jardin?!—gritó aquella mujer con suma molestia—¡Suelta!—gritó dando otro golpe con aquella vara de madera.

Yoongi soltó un quejido y se cohibió lleno de miedo, la doncella iba a darle otro golpe con aquel objeto cuando una mano le detuvo. Apareciendo la tercera consorte Noble, la cual frunció el ceño y empujó a la sirvienta.

—¡Mujer insolente! ¿Cómo te atreves a golpear al hijo del Rey?—gritó aquella mujer que le hizo un gesto a su doncella personal—¡Golpeala al rostro 20 veces, castigala!

La princesa Min-ah, de 19 años, se acercó al más pequeño y lo ayudó a levantarse, revisando las heridas en sus brazos.

—Madre—llamó la princesa con suma preocupación—, esta herido de sus brazos—se agachó y miró al niño de 10 años que lloraba desconsolado—. Ha pasado solo dos años desde que murió tu madre ¿Cómo dejas que te traten así?

—Esa sirvienta siempre nos trata mal—reclamó la pequeña Mijoo que tenía sus manos juntas—¡Siempre que ve a mi señor, le empieza a pegar y nos amenazó que no dijeramos nada!

—¡Como te atreves!—gritó la princesa Min-ah a la doncella.

—¡Su majestad! ¡Perdoneme porfavor!—exclamó aquella sirvienta que había sido ya golpeada en el rostro con el mismo instrumento y ahora tenía heridas que empezaban a sangrar.

—¡Guardias, llevense a esta mujer y matenla!—ordenó la tercera consorte. Se acercó al principe Min y contempló las heridas de sus manos—. Debio haber sido orden de la Reina Consorte—se quejó la madre de Min-Ah—, lleva al niño para que sea curado.

—Si madre—afirmó aquella princesa con una sonrisa.>>

Min Yoongi recordaba que después de aquel incidente la madre de la princesa Min-AH, tres semanas después, apareció ahorcada. Los rumores dijeron que era infeliz, pero en ese momento que lo salvó, no se veía así. Por lo que cuando creció, sospechó que fue debido a la ahora Reina Viuda que le quitó la vida por haber matado a su doncella personal.

—Min-Ah...lo siento tanto—susurró en bajo.

—¿Por qué te disculpas? no eres tu quien debe hacerlo, puedo morir en paz al saber que sigues bien, padre te amaba mucho. Eras su razón de vivir, su sol...nuestro Sol, Min Yoongi—el omega scuchó un ruido, notando que los guardias se empezaban a acercar. Min-Ah se giró nerviosa y miró a su hermano asustada—¡Vete, rápido!

—Hermana.

—Yoongi...hay alguien que te espera en el palacio. Ese hombre espera por ti, aún tienes razones para pelear...¡Vete rápido!

Yoongi no se quería soltar de las manos de su hermana, pero ella le ofreció un empujón y le hizo un gesto de que se fuera. El omega corrió de nuevo detrás de la carretilla hasta desaparecer por el arbusto, escondiéndose a tiempo.



Seojoon logró comprar un pequeña águila bebé, el cual el señor que se lo vendió, le dijo que podía ser educada y criada como ave mensajera. Además que eran veloces y no se dejaban atrapar con facilidad. El alfa vio a su señor aparecer por la tienda, miró detrás de él, se preguntó si había logrado salvar a la princesa Min-Ah, pero al no ver a nadie tras él, entonces pensó que había fallado en su plan.

—Mi señor, la princesa.

—Ella...no quiso ser rescatada, Seojoon...vamos a la plaza principal. Tengo un último deseo que cumplirle a mi hermana.

—Si, su alteza—afirmó el soldado que aferró bien la jaula donde llevaba al animal—. Le compré la mejor ave.

—Gracias, ahora los mensajes no tardaran tanto—se acomodó bien el sombrero, se hizo espacio entre las personas, quienes solo pasaba de largo, ignorando quien era aquel joven con una herida en su rostro.



Pasaron 10 minutos, ambos llegaron a la plaza central. Notando una tarima y como permanecían sobre una enorme vara, horizontal, unas sogas. El omega sintió un repelús al darse cuenta del tipo de muerte que su hermana tendría. Se mantuvo un poco a la lejanía, lejos del tumulto de las personas, notando como muchos de ellos conversaban entre ellos.

"Escuché que mandaron a la horca a la tercera princesa"

"¡Ha sido considerada una traidora! ¿No es muy despiadado el Rey al mandar a su propia hermana a la muerte?"

"Es una traidora a la corona, se lo merece"

"Incluso mató a sus hijos, unos niños y un bebé...también a su esposo ¡Pobre mujer, que desdicha"


"¡Se lo merecer por no alabar al nuevo Rey"

Min Yoongi alzó el rostro, viendo como el primer grupo pasó, les acomodaron la soga alrededor del cuello y cuando un hombre hizo un gesto con su mano, aquellos cuerpos se liberaron de la madera que los sostenía, Yoongi cerró sus ojos, notando como los cuerpos se movían en desesperación y trataban de respirar, sus rostros se tornaban a un rojo, luego azul, sus ojos se empezaban a salir de sus órbitas hasta sacar la lengua.

<<La puerta de un cuarto se abrió, apareciendo Min Yoongi con un rostro serio, MIn-ah se giró a verle.

—¿Es cierto que esperas a tu cuarto hijo?—interrogó Yoongi con suma sospecha.

—Así es.

—¡Ah! ¡Esta vez me ganaste pero ya verás, que yo tendré muchos hijos!—reclamó Yoongi señalando a su hermana—¡A mi el medico me dijo que estoy esperando gemelos!

—¡Eso es una buena señal!—rió divertida la mayor.

—¡Te ganaré, ya verás que daré mucha descendencia a la dinastia Min!

Min-ah rió divertida por las palabras de Min Yoongi, quien al ver la risa dulce de su hermana, se sonrojó de la vergüenza,  a ella la habían apodado, la princesa de la eterna sonrisa, y mucha razón tenían, cuando ella lo hacía, alegraba a cualquier persona a su alrededor. El rubio suspiró y se giró sobre sus talones saliendo de aquel cuarto, diciendo en voz alta que un día le ganaría."

Min Yoongi dejó caer varias lágrimas, miró desesperado a su alrededor en búsqueda de algo, logró ver una tienda y corrió al interior. Seojoon solo le siguió incomprensible.


Min-Ah empezó a subir los escalones de la tarima, sintiendo el frio en sus piernas y la rasposidad de aquel material, sus pies dolían por las heridas que se había hecho en la cárcel al tener su piel desnuda, la bolsa que cubría su rostro se quitó de su rostro, al ver al frente, se dio cuenta que era la única que iría en el segundo grupo. Notó la mirada de toda aquella gente sobre ella, mirándola como si fuera lo peor que podía existir en aquel mundo.

Con sus ojos buscó a su hermano Min Yoongi, pero no lo vio entre las personas, agachó su rostro con suma tristeza, ni siquiera iba a ver alguien que le llorara su muerte. Se acomodó en el centro. Un hombre acomodó la soga a su alrededor. En esos momentos solo podía tener los recuerdos de estar al lado de su amado y ver a sus cinco hijos correr de un lado a otro en el palacio, con suma alegría.

Había vivido una buena vida, no tenía nada de lo que arrepentirse.

Cuando alzó de nuevo el rostro, pudo ver a su hermano Min Yoongi, el cual tenía en su mano un arco y una flecha.

El omega alzó aquel arco, dejó caer sus lágrimas, viendo como su hermana le ofreció una sonrisa a lo lejos, el cuarto príncipe apuntó en dirección del cuerpo de ella.

—Si vas a morir...lo harás como una princesa—susurró y acomodó bien su brazo.

El hombre que daba la orden para que soltaran la madera de abajo, alzó su mano y la tarima de abajo se bajó. Min Yoongi disparó con rapidez y la flecha atravesó el pecho de su hermana, luego sacó otra segunda flecha, la acomodó y la tiró.

La segunda flecha rompió la primera, atravesando con más fuerza el pecho de aquella joven hasta atravesar, dando una muerte instantánea y sin dolor. Los guardias miraron a los lados incomprensible de donde había salido aquella flechas. La madera se volvió a cerrar y ahora el omega tiró en dirección de la soga, el filo de la flecha la rompió y el cuerpo de la princesa cayó sobre la fría madera.

—¡Rápido, atrapen al culpable!—gritó un soldado muy desesperado.

El hombre que daba las indicaciones, se acercó al cuerpo de aquella mujer, notó como una de las flechas tenía un papel atado, lo tomó y lo abrió, leyendo: "Larga vida al mas allá, a su gran alteza, la princesa Min-ah"

El tipo miró a los lados incomprensible, se agachó para ver si había algo más en la flecha pero lo único que pudo ver, fue una sonrisa plasmada en el rostro de aquella mujer, es como si ella, se hubiera ido en paz.

Jue-6-abril-2023:

Ya faltan 10 capitulos para que este fanfic finalice, si sigo actualizando seguido, pronto llegará a su final. Sepan que yo ya tengo pensado como finalizará esta historia, desde un principio tenía planeado todo.

Gracias a todos por el apoyo que me han brindado,la paciencia y espera en cada actualización.

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