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La semanas de castigo por fin había finalizado para Min Yoongi, ahora solo tenía que permanecer tranquilo sin discutir con alguno de sus hermanos o su sobrina, ese día había decidido ir al jardín para pasar leyendo y también cambiar de ambiente y hacer la costura que sería un regalo especial hacía Kim Taehyung. El omega iba en su palanquín muy tranquilo mientras era llevado por sus sirvientes, su soldado personal, Seojoon iba a su derecha y Mijoo caminaba a su izquierda.

—Su Alteza—habló Mijoo—, me preocupa que tenga algún percance con la princesa. Después del castigo de su madre, dudo que ella esté contenta al respecto y tratará de hacer algo en su contra. No se quedará quieta, mucho menos su hermano mayor.

—No te preocupes, ya veré como resuelvo esos problemas, mientras tanto, quiero disfrutar del aire libre, pasar dos semanas encerrado en mi palacio no es algo que me ha gustado. No quiero imaginar como la pasará la madre de mi sobrina, siendo el palacio frio, solo...bueno, es su culpa.

—Una vez visité ese palacio cuando yo aún era una sirvienta de bajo rango. El frio en invierno es insoportable y no se diga del calor en verano...no hay plantas, está desolado. Ni siquiera tiene adornos para que le den un poco de vida.

—También escuché que las personas que entran allí se vuelven locas y cuando salen...ya no son ni un reflejo de su pasado—Yoongi suspiró y con ayuda recostó su cabeza con la mano—, supongo que es un castigo demasiado fuerte para esa mujer; pero fue desición de padre, tampoco puede castigar a su hijo mayor con algo así, ya que hay ministros que están a favor del primer hermano.

—Escuché que la Reina Consorte había estado reuniendo personas de poder para que apoyen al Su alteza Real Ji-Sub—interrumpió Seojoon aquella conversación—. Aunque su padre haya dicho que él no puede soñar con la corona, estoy seguro que la Reina Consorte no se quedará de brazos cruzados, de todas formas es su único hijo.

—Ella tiene demasiado poder—afirmó el omega mientras jugaba con sus dedos y se contemplaba las uñas—, ha ido creciendo a lo largo de los años a escondida de padre. Aunque dudo que él no esté al tanto de esa situación, aquí en este palacio no puedes confiar ni en tu propia sombra.

—Hace unos días la Reina consorte tuvo una reunión con cinco ministros de primera categoría—afirmó aquel alfa. La mirada de Min Yoongi se posó sobre aquel tipo, su ceño estaba fruncido e incluso se notaba estar un tanto digustado—. No se que hablaron, sin embargo no espero que sea nada bueno proveniendo de ella.

—¿Mi padre sabe al respecto?—interrogó Yoongi desviando la mirada.

—Sí; pero no ha hecho nada, supongo que está esperando algo...no se que pueda ser.

—Padre es inteligente, debe tener algún plan ¿Qué hay de ese ministro Han qué estaba comprando esclavas niñas y sobre la señora de aquel local?

—Ella fue metida a la cárcel por ordenes del General, respecto al ministro Han, se le destituyó de su puesto y también fue castigado.

—Significa que hay un puesto libre en el parlamento para un ministro.

—Así es, príncipe.

Yoongi miró en dirección de su soldado y enarcó una ceja un tanto pensativo. Habría de nuevo exámenes imperiales para elegir un ministro y completar los 50.

—Seojoon, meteré a alguien al examen imperial, conozco a un tipo que es listo y es un erúdito. Necesitamos empezar a mover a nuestra gente en esos lugares, cuando padre muera deberé tener un respaldo...presiento algo muy malo—musitó en bajo.

—¿Habla de-...

—Sí...hablo de ese joven  Kim Seokjin. Manda una carta, yo hablaré con padre después.

—Sí, mi señor—afirmó aquel alfa que se detuvo viendo aquel palanquin adelantarse.

Min Yoongi se giró un poco, contemplando al soldado, quien se giró sobre sus talones para cumplir aquella orden que le fue asignada, el rubio sonrió con dulzura por aquel tipo que era tan leal a él, podía incluso confiarle su vida.



Taehyung contemplaba a lo lejos a los soldados que entrenaban y a los nuevos que acaban de ingresar al palacio de la caza, según le había ordenado aquel jefe del lugar era que nadie debía enterarse que era un consorte Noble de un príncipe de la dinastía, para así poder protegerlo de algún espía o rebelde que estuviera escondido. Solo habían puros alfas y betas, los omegas estaban prohibidos, así como las mujeres betas por muchas razones y es que ese lugar no lo consideraban para ese tipo de personas dado que los veía como personas delicadas y no de estómago fuerte.

Aunque Taehyung pensaba que el Príncipe Min Yoongi podía sobrellevar la caza.

El alfa suspiró desviando la mirada ya que había terminado a buena mañana su hora de entrenamiento, un soldado que hace poco había llegado, que era el que mandó Yoongi como guardaespaldas, se sentó a la derecha del más joven.

—En esta época vienen más soldados ya que los animales del bosque son más abundantes—exclamó aquel hombre ofreciendo una sonrisa.

—¿Piensas seguirme?

—Su esposo me pidió que lo cuidara—comentó el otro alfa con una ceja enarcada.

—Hyun Sik ¿Cierto?—el ajeno afirmó—, no necesito que nadie me cuide, se como llevar esto.

—Aunque usted se niegue, tengo órdenes mayores. Ahora trabajaré para cuidarlo y protegerlo, fui seleccionado para esto.

—No te irás aunque te lo ruegue.

—No—afirmó aquel alfa con una media sonrisa.

—Tú...¿Alguna vez has visto al Príncipe Min? dado que te pidió que trabajaras con él.

—No lo he visto físicamente, pero he escuchado sobre él, dicen que tiene un cabello rubio de color del sol, una piel pálida y su mirada es profunda. En su rostro derecho, permanece la cicatriz de un pasado—el joven suspiró—, es como leer un poema maldito. Sin embargo, en la verdad que me causa intriga, debe ser precioso aún con esa marca en su rostro, debe resaltar como lo hace la rosa en el jardín.

—Suenas como un total romanticista.

—Un poco, creo en los poemas y el amor, supongo. Debe ser genial estar casado con un principe. Duerme en un lugar cálido, lo atienden servidores y no tiene que hacer mucho por su parte.

—Sin embargo, tu libertad queda confinada—afirmó aquel alfa.

—¿Libertad?—el chico rió un tanto divertido—, no entiendo a las personas, muchos mueren por trabajar y vivir en el palacio, tener una buena vida y usted que lo tiene, dejaría todo eso. No importa como sea la jaula, aunque sea de oro—susurró de último. Se levantó limpiando un poco sus vestimenta—. Supongo que algunos pensamientos humanos son indescriptibles.

Taehyung vio al chico alejarse, el alfa bajó su mirada viendo sus largas manos, su ceño se frunció al recordar que las de Min Yoongi eran un poco más pequeñas que las de él y pálidas, además se veían muy suaves. Sacudió su cabeza al darse cuenta de aquellos pensamientos, soltó un gruñido bajo e ingresó a su cuarto ya que debía tomar el acónito para el celo.

¿Qué demonios sucedía con él? en esos días solo estaba anhelando querer tocar al omega Min Yoongi, debía ser efecto de su celo, culpa del alfa con deseos de apareamiento.



Yoongi se encontraba en el jardín, se mantenía sentado y sobre la mesa se esparcía aquella tela de seda blanca que estaba bordando con hilo de oro, ya llevaba el poema bastante avanzado, situación que lo hacía sentir muy feliz, podía entregárselo al alfa cuando lo vuelva a ver. Mijoo y las demás servidoras reían y jugaban entre ellas a las escondidas, el omega las contemplaba de vez en cuando con una sonrisa en su rostro. En el palacio ellas no tendrían derecho a ir de un lado a otro ya que estaba prohibido por las reglas, debían mantenerse en orden, sin embargo, Yoongi siempre las dejaba distraerse un rato, consideraba que si no pasaban tan estresadas con los labores del palacio y con sus tiempos de descanso, trabajaban  mejor.

Mijoo escuchó unos pasos y se giró junto con sus demás compañeras, viendo a la princesa Sohee ingresar, Yoongi respiró con profundidad, ignorando a la más joven para seguir en su labor, debía seguir en lo suyo y portarse bien un mes.

—¿No piensas saludarme, tío?—interrogó aquella joven viendo al rubio de pie a cabeza—, después de lo que hiciste ¿No tienes ni un sentimiento de culpa aunque sea por mi madre?

—¿Por qué siempre que nos vemos es para discutir?—interrogó aquel omega siguiendo lo suyo—. No tengo tiempo para tonterías, Sohee. Vete—pidió con amabilidad.

Sohee se molestó y tomó aquella tela que su tío estaba haciendo.

—¿Qué es esto?—dijo extrañada empezando a leer, rió un poco—¿Un poema escrito en una tela con hilo de oro? que desperdicio.

—Regresamelo, Sohee—pidió aquel omega que se levantó de un solo.

La chica agarró un pequeño jarrón de vino que sostenía una de sus sirvientas, el cual sería llevado para su padre. Así que molesta, empezó a esparcirlo sobre aquella tela, Min Yoongi sintió una completa molestia en su interior, viendo como su arduo trabajo estaba siendo destrozado en unos segundos.

—¡Tú cómo te atreves!—gritó el omega con deseos de llorar. Mijoo lo detuvo a tiempo un tanto preocupada.

—Mi señor—le susurró en bajo—, recuerde la promesa que hizo con su padre, no debe causar ninguna discusión o pelea, solo así podrá ver de nuevo al Joven Kim—le recordó con suma tristeza ya que ella sabía todas las complicaciones que pasó su amo haciendo aquel poema, trató de contener su tristeza y desvió la mirada—. Mi señor, por favor.

Yoongi respiró con profundidad y bajó su mirada conteniendo su malestar, él no quería separarse del joven Kim, deseaba verlo.

—Puedes destrozarlo—habló Yoongi quien alzó el rostro mirando a su sobrina con un rostro cargado de frialdad total—, no importa cuantas me destruyas...las volveré hacer una y otra vez sin importar cuanto tiempo me lleve. Vámonos—ordenó con un nudo en la garganta, se liberó del agarre de su doncella para empezar a salir de aquel lugar.

—¡Eres un monstruo, tío!—exclamó aquella chica que se giró viendo la espalda del rubio—¡No mereces estar aquí en este palacio, nadie te quiere y todos te temen! ¡Es tu culpa que me quitaste a mi madre! ¡Si ella muere, jamás te lo perdonaré! ¡Jamás!

Min Yoongi solo alzó el rostro, aún conteniendo sus ganas de llorar en aquel lugar.



Cuando cayó la noche, el omega se levantó de su cama ya que tocaba cenar, vio a Mijoo y sus dos acompañantes ingresar con la bandeja de comida, la dejaron sobre una mesa redonda.

—Mi señor, hice una sopa de verduras, desde que regresó del jardín ha estado muy decaído, esto le dará energías. También mandé a cocinar un poco de pescado y arroz.

—No tengo hambre, Mijoo.

La puerta de aquel cuarto se abrió de un golpe en par que sobresaltó a todos, Honey vio a su sobrino y enarcó una ceja, se había enterado de lo sucedido en el jardín real, así que decidió ir a visitar al chico para ver que podía hacer, sabía que su sobrino podría desanimarse ya que estaba condicionado por su padre y lo vio trabajar muchos días seguidos en aquella tela, bordando con sumo cuidado.

—Mijoo, retirate y deja la comida—ordenó la hermana del Rey. La doncella afirmó y se fue alejando junto a sus acompañantes, Honey se fue acercando con elegancia, contempló a su sobrina con una pequeña decepción—¿Dejarás que te derroten así? nunca has sido alguien débil, afrontalo.

—Era mi trabajo, todo lo que hice en dias me lo destrozó en unos segundos—susurró el omega que se volvió acostar dando la espalda.


—Min Yoongi ¡Yo no recuerdo haber criado a un joven tan deprimente!—exclamó ella que se sentó en la orilla de la cama—. Lo harás de nuevo.

—Ya no tengo esa tela de seda y tampoco el hilo oro, gasté mi presupuesto—comentó con un puchero al final.

—Bueno, aún falta mi regalo de bodas, una tela de seda y mucho metro de hilos de oro no haria mal ¿Tú qué piensas?—comentó con un arqueo de ceja, Yoongi se giró a verla con suma sorpresa, ella sonrió con dulzura—¿Me lo aceptarías?

—¡Tia...eres la mejor!—el omega la abrazó ofreciendo una sonrisa. Honey rió orgullosa.

—Lo sé cariño, lo sé. Ahora levántate que debes comer, respecto a la princesa Sohee, su madre fue quien encontró su propia miseria al criar a su hija de ese modo, no te culpes y no deben culparte.

Yoongi se levantó y se dirigió a la mesa, se sentó con cuidado viendo la comida, su tía se mantuvo en la cama contemplando al rubio desde allí.

—Mis hermanos...no me quieren, están celosos de mí. Les parece injusto que yo sea consentido por él y que ellos no.

—Tu padre quiere a todos sus hijos, incluso a aquellos príncipes que ya murieron, cada pérdida que tuvo de sus hijos, le dolió mucho; pero contigo fue diferente porque perdiste a tu madre, quien era la gran Consorte Noble Imperial, la segunda favorita del Rey, la más poderosa después de la Reina Consorte.

<<Un pequeño Min Yoongi contemplaba como el ataúd de su madre era llevado por los guardias y sobre él, una enorme manta rojo con bordados de oro, todos lo contemplaban aquel ataúd mientras se despedían de la difunta Consorte Noble Imperial. El Rey se detuvo viendo a su hijo el cual estaba llorando sin poder consolar su tristeza.

—¿Por qué llora?—susurró en bajo la Reina consorte mientras a su lado iban las otras concubinas del Rey—¿Acaso no es un príncipe? debería darle vergüenza.

—Es un niño—interrumpió Honey que logró escuchar a la esposa de su hermano—. Tiene derecho a llorar cuando acaba de perder a su madre ¿No tienes sentimientos, mujer?—inquirió con tono amenazante.

El Rey se giró a ver en dirección de la Reina consorte, frunció el ceño y miró al frente a su cachorro que iba adelante limpiando las lágrimas que salían de su rostro, una y otra vez. El protocolo decía que debían ir detrás del ataúd en silencio y elegancia, sin embargo, él no pudo ver a su hijo en ese estado y apresuró sus pasos hasta que lo tomó de los hombros y lo giró.

—No importa cuán solo te sientas, debes recordar que yo estaré allí para tí. Cuidaré de tí y te amaré como lo hice con tu madre—el Rey levantó a su hijo y lo cargó. Todos se tuvieron asombrados empezando a susurrar cosas entre ellos al darse cuenta de que el hombre más poderoso de aquellas tierras, había hecho semejante acto.

—¿Es cierto que mamá ya no volverá?—el Rey al escuchar aquello afirmó con lentitud.

—Ella se encuentra en un mejor lugar, ahora ella está descansando y no sufre por su enfermedad.

Las personas miraron sorprendidas cuando el Rey empezó a caminar cargando a su hijo que ocultó su rostro en la separación del cuello de su padre, aún llorando sin consolación alguna. La señora Honey ofreció una suave sonrisa mientras se acercaba a la Reina consorte.

—Aquel que fue desprestigiado por los suyos, surgirá desde las cenizas y se convertirá en el ave más hermosa que gobernará los cielos, los mares y la tierra—comentó la hermana del Rey para empezar a ir al lado de su hermano.

La Reina Consorte se detuvo y miró en dirección de aquel niño, apretando un anillo que cargaba con suma molestia.>>

Yoongi terminó de comer, había estado conversando con su tía sobre otros asuntos, como el hecho que buscaba una esposa adecuada para su hijo, una mujer noble, carismática y de buen corazón, que las mujeres del palacio de alta sociedad, eran demasiado ambiciosas y pocas de ellas tenían razones honestas. Yoongi afirmó un poco, pero le dijo que era preferible que su hijo eligiera a su futura pareja con quien deseara pasar el resto de su vida y que ella optara por las concubinas después, de todos modos era un príncipe.

—Me sorprende que seas tú que tenga que elegir a la futura pareja de mi primo. Yo te diría que lo dejes elegir a el, que sea por amor.

—Si, eso quisiera; pero nunca sabes cuales son las intenciones de los demás.

Yoongi puso su mano sobre el rostro de aquella mujer, enarcó una ceja.

—¿Qué te parece la sirvienta que te mande? esa chica Ji Eun. Supe que ha trabajado bien para tí, incluyendo a su hermanita.

—Es una chica muy noble, muy atenta. Me da tristeza por todo lo que tuvo que pasar, es una lástima que ya no tenga honor, ningún hombre se querrá casar con ella.

—¿No sería mejor tener a tu lado a una joven en la cual has depositado tu confianza? ¿Qué importa el honor? es algo muy aparte. Sin importar lo que haya sucedido, sigue siendo una mujer beta y humana sobre todo. Además de nosotros...¿Quién sabrá si es o no virgen?—preguntó aquel omega con una ceja.


—¿Acaso...—Honey frunció el ceño un tanto pensativa, su mirada se fevi

o a otro lugar de aquel cuarto para pensar en algo hasta que subió su rostro de nuevo en dirección de su sobrino—¿Quieres qué la case a ella con mi hijo?

—¿Por qué no? no será una noble, pero por lo menos la tendrás de tu lado, créeme, se reconocer a las personas.

Honey sonrió y afirmó con lentitud al escuchar aquello, en eso vio a su sobrino que se levantó al escuchar como las gotas de lluvia empezaban a golpear, avisando que el invierno había llegado, el omega abrió la puerta en par y respiró con profundidad cuando el aroma de tierra mojada llegó a sus fosas nasales. Su tía se levantó con lentitud cuando vio la imagen de una corona y un traje dorado en Min Yoongi, el omega se giró en dirección de ella con una sonrisa, su tía quedó asombrada al darse cuenta que era él, el indicado para seguir la dinastía Min.

Martes-26-abril-2022:

*se asoma temblorosa y sonríe nerviosa* Holi~ regresó la desaparecida, ando ocupada por mis estudios de la U, pero aquí ando de nuevo, lamento la tardanza~ 

¡Los quiero un montonazo y gracias por su apoyo y comentarios que me encanta leerlos!~

¡Recuerden el lema de la familia, Somos Sol que calienta; pero no quema!

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