[13]
Yoongi estaba en una mecedora, con su cachorro sobre las piernas, el pequeño dormía con profundidad mientras su padre lo abraza con suma protección y amor. El albino subió su mirada al cielo, la noche empezaba a mostrar su saludo y el ocaso era más notorio.
El lunes espero, el martes aún te sigo esperando...
quiero saber si estás bién,
El miércoles no apareces, ni en la mañana, ni después,
el jueves está todo vacío...
Viernes, sábado y Domingo, no hay dia en que no piense en tí.
Nunca podremos volver hacia atrás. Ningún día va regresar.
El dia en que nos conocimos, el dia en que nos juntamos,
el dia en que nos tomamos de la manos,
el dia que te quise, el dia en que te lo dije, en día en que lo entendiste.
No sé cuánto tiempo será así...cuantos meses o años
Enero es interminable...
febrero casi pierdo la esperanza...
en marzo mi corazón parece estar confuso.
Abril se siente incómodo, sufro por inquietud
junio se ve tan vacío...
El cachorro se removió entre las piernas de su padre, Yoongi limpió sus lágrimas y bajó su mirada, contemplando a su hijo, acarició las mejillas del pequeño, ofreciendo una pequeña sonrisa.
—¿P-papi?
—Hola bebé...ya despertaste, mira, ya está el amanecer—habló el omega sentando a su hijo bien, el albino señaló al más allá, sonriendo, los ojos de su hijo brillaron y señaló rápido, muy emocionado, su padre afirmó para rozar su nariz en la mejilla del pequeño.
Yoongi alzó su rostro y frunció el ceño al tener un recuerdo de su vida pasada.
Un Yoongi subía una colina con mucha emoción mientras tras él, Taehyung trataba de seguirle el paso, el alfa llegó con falta de aire, señalando a su esposo varias veces mientras daba muchas inhaladas, el omega soltó una gran carcajada y recogió su cabellera larga, se enrolló el pelo para atarlo con una leve pita.
—¿Y eres el líder de la manada y solo por correr un poco si te fue el alma? ¡Como que ya estamos viejos! ¿No?
—Ja ja ja, riete—dijo poniendo sus manos sobre la cintura, se acercó al omega, que había dejado de caminar.
—¿Se puede saber qué hacemos aquí?
—¿Habías visto este lugar? estamos en lo alto de la montaña...mira...—señaló emocionado.
—Lo único que veo son mis ganas de regresar—dijo quejoso al ver mucha bruma.
—¡No seas así, ya se dispersará la niebla!
Y como si fuera aquello un mandato, en unos minutos, la niebla empezó a dispersarse y el Sol hizo presencia en el horizonte, el alfa enarcó ambas cejas sorprendido y sonrió, abrazó a su esposo por detrás, ofreciendo un beso sobre su coronilla.
—Es hermoso ¿Cierto?—preguntó el menor.
—Lo és...
—Alfa—dijo Yoongi , que se giró, abrazando al adulto—cuando tengamos un hijo...quiero que el día siguiente de nacido, podamos los tres ver el ocaso, para pedir un deseo.
—¿No vas estar lastimado después del parto?
—¡Obviamente tu me vas a levantar y me traerás hasta aquí!—comentó entre pucheros.
—¿A-acaso soy animal de carga? ¡Me romperé la espalda si hago eso!
—Oye, eso no es nada con el hecho que yo daré a luz tu cría ¡Se me van a romper los huesos en el parto,estaré al borde de la muerte, incluso me desangrare en el proceso, estaré seis meses en cama, cuidando del bebé, solo para alimentarlo y mis tetillas arderán y dolerán cuando me toque amamantar al cachorro! ¿¡Y tú te quejas solo por un dolor de espalda que se te irá en una semana?! ¡GUAUUU! ¿¡Y te llamas alfa?! ¡Ustedes por un simple dolorcito y son enormes dramáticos como si se fueran a morir...—Yoongi abrió los ojos en par cuando notó el rostro serio de su esposo y la mano sobre la boca, para callarlo.
—Veamos el amanecer ¿Si?
Yoongi quitó la mano del tipo.
—¡Solo si me cumples mi promesa.
—¡Está bien, lo haré! ¡Es más, todoooos los días, cuando sea el amanecer, saldré contigo y el cachorro, vendremos hasta acá y lo veremos...¿Sí?
Yoongi sonrió satisfecho y tomó la mano del tipo, para ver al horizonte.
Ni siquiera esa promesa pudieron cumplir en su vida pasada; pero a pesar que Taehyung ya no estaba, lo veía con su hijo y disfrutaban mucho ese momento pequeño que la vida les ofrecía, el omega pedía en ese momento un pequeño deseo: "En otra encarnación, seguir amando al mismo hombre"
Taehyung estaba cortando un mango con un cuchillo, habían pasado seis meses.En ese tiempo ya se había adaptado a la vida de la manada e incluso logró congeniar con algunos de ellos, se había hecho muy amigo del jefe de la manada, de Jin. Pensaba que podía aprender mucho del tipo debido a que había empezado a ser el lider a la edad de diciocho años y era un chico bastante sabio en como llevar la manada, todos lo respetaban y en vez de temor, notaba que había admiración.
Sin embargo, de alguna manera sentía que no le caía bien al hermano menor de Jin.
—¿Quieres mango?—preguntó Taehyung levantando un mango ya pelado, cortó una parte y se lo ofreció a Jin que se encontraba a su derecha, tallando un objeto en madera.
—Gracias—dijo el ajeno tomando aquella fruta y le dio una mordisqueada—respecto a tu mordida...¿Quieres contarme, qué pasó con tu marca?
Taehyung dejó de cortar aquella fruta, para enfocar su mirada en el alfa, haciendo una media sonrisa que se notó más forzada.
—Era muy joven...me enamoré de alguien y quería que fuera mi pareja, así que reté a uno de sus pretendientes y...su primer ataque fue contra mi cuello. En ese momento se burlaron de mí y no me quedó de otra que huir al bosque...el lazo se rompió muy rápido; pero...mi lado animal, había desaparecido. No pude...no pude volver a transformarme en lobo.
—¿No...no has tratado de encontrar de nuevo tu lado animal?
Taehyung rió con amargura.
—Ya pasaron siete años desde ese accidente...está muerto, así como...mi existencia. No podría volver a ser alfa y si lo llegara a ser, no creo que me pocisione en lo alto de la manada. Ni siquiera...tengo el valor para tener la persona que amo.
—Esa persona que amas...era de tu manada anterior.
—Si...era la persona más dulce, tímida y honesta que podrías encontrar. Cuando lo vi por primera vez, es como si...ya hubiéramos vivido nuestro amor mucho tiempo, la sensación de verlo, era familiar, su aroma, era dulce...—el Delta dio una mordisqueada al mango y contempló sus pies, aunque después se concentró en las hormigas que pasaban debajo de él, llevando pequeños pedazos de hojas y ramitas.
—Puedes hacer surgir de nuevo a tu lobo—el alfa presionó con su dedo índice el pecho del chico, donde se encontraba su corazón—solo debes...perdonarte a tí mismo, no culparte más.
—No lo logré hacer en estos siete años ¿Qué hace que lo pueda hacer en esos tiempos? ya me dí por vencido.
—Dices que buscas a ese omega ¿No? ¿Creés que podrás mostrar cara así como te encuentras o no eres lo suficiente para un chico como él? No importa lo que hagas, si te acobardas...no tendrás honor.–comentó con tono serio.
—No importa, solo regresaré por él y nos iremos, huiremos...
—¿Quieres tomar al chico y huir, y seguir así toda tu vida, huyendo? ¿En vez de enfrentarte a la manada, a ese hombre que te quitó al hombre que amas?—el alfa se levantó—realmente...eres un cobarde ¿No? ¿qué clase de vida le quieres dar a tu chico y cachorro?
Jin se giró sobre sus talones y se alejó en silencio. Taehyung ya no quiso comer su mango, dejando a un lado en una pequeña mesita de madera. A pesar que no le gustó lo que había escuchado, el alfa tenía razón ¿Pasar huyendo toda su vida? Si...eso no era vida, no era felicidad. Pero...¿Cómo un chico como él, iba enfrentarse a ese tipo que era el líder? A quien...le temía. Ese hombre que lo humilló frente a muchos y al hombre que había robado su corazón en milisegundos.
Subió su rostro y contempló el horizonte, se levantó con lentitud para empezar a dirigirse a una pequeña colina.
Al llegar sus ojos se iluminaron ante el bello paisaje, las montañas restantes visualizaban a lo lejos y parecían ser bañadas de un hermoso dorado, como si fueran bendecidas en ese preciso momento. Sonrió y se sentó. Era solo una bella vista que deseaba mantener en sus recuerdos.
—Yoongi...¿Estás viendo esto? es hermoso—susurró empezando a llorar, limpiando sus lágrimas en el proceso—yoongi...ojalá...el destino nos hubiese favorecido y coincidir antes en nuestras vidas—susurró—tal vez así...de seguro, hayamos tenido una oportunidad...duele...mucho.
Jungkook se sentó al lado del Delta e hizo un puchero.
—Dicen que si pides un deseo en el amanecer, se te puede cumplir, pero debes pedirlo con mucha fuerza, con tu alma.
Taehyung se limpió rápido las lágrimas y contempló con extrañeza al joven que ahora se encontraba a su lado ¿Qué hacía él allí?
—Ya no creo en esas cosas—comentó el pelinegro con leve mal humor.
—Ni yo; pero a veces trato—comentó mordiendo el interior de su mejilla.
—Pensé que te caía mal.
—No me caes mal, solo te tengo celos—dijo restando importancia a la situación.
—¿No es lo mismo...
—No, si me cayeras mal, no te hablaría, solo tengo celos de que...Jin te preste mucha atención.
—Oh—dijo sorprendido, miró al frente y suspiró haciendo una leve sonrisa—Si te consuela, no tengo ningún interes romantico en él.
—¿¡Qué te hace pensar que tengo un interés romántico en él?—dijo quejoso sin poder ocultar su sonrojo—¡Estas loco! ¡Loco, eso jamás ha sido a-así!
Taehyung frunció el ceño al ver al chico darse aire con la mano y levantarse sin decir más, alejándose mientras murmuraba algo. El Delta se extrañó ¿Qué, acaso había dicho algo malo?
Jungkook llegó al centro de la aldea, contemplando a Jin que parecía educar a unos cachorros que rodaban entre los cinco años. Enseñando a dar mordidas, aunque practicaban en unos peluches hechos de paja. El alfa dirigió su mirada a la derecha, sus brazos estaban cruzados. Notó que Jungkook pasó de largo sin molestarlo, siempre que se veían el menor se ponía a fingir que luchaba con él o lo usaba como bolsa de arena para boxear; pero por alguna extraña razón, el chico solo pasó de largo, en silencio.
—Sigan practicando—comentó frunciendo el ceño—Jungkook—alzó la voz para llamar al menor; pero este pareció ignorarlo—¿Qué demonios, qué está mal con ese chiquillo?
Jin siguió al menor, hasta abrir la cabaña en la que ambos vivían, su madre se mantenía en la cocina, el mayor se dirigió al cuarto de su hermano, hasta abrir la puerta.
—¿Qué haces aquí?—preguntó Jungkook frunciendo el ceño.
—Me ignoraste hace un rato.
—¿ah, sí? tal vez no te vi...—dijo un poco malhumorado.
—¿Qué sucede contigo? no eres así.
—Solo...estaba pensando en algo—contempló a Jin con rostro serio para luego sentarse en la cama—¿Te acuerdas aquel dia que encontramos al Delta?—el ajeno afirmó sin comprender lo que el menor deseaba decirle—sus ojos...cuando despertó, pasaron de un color rojo, Jin.
—Lo recuerdo.
—El lobo que él mató...también era uno de ojos rojos ¿Sabes qué significa eso? que es un lobo de luna roja. Ese chico...es un rey lobo Jin. La leyenda cuenta que no pueden haber dos reyes en estas tierras y cuando uno muere, los dioses eligen otro.
Jin rio un poco incrédulo.
—Jungkook, ese chico ni siquiera puede transformarse en su lado animal ¿Qué te hace pensar que es un rey licantropo? solo fue esa vez y...
—¡Jin!—alzó el tono un poco molesto—¿Sabes qué significa eso? Si ha vuelto, ya no tendremos que escondernos de otras manadas...podremos tener una vida normal. El equilibrio volvería. Ya no tendremos que ocultarnos en lo alto de las montañas.—el menor se acercó al ajeno y se acercó lo suficiente al chico—.Podrás encontrar una o un omega para...aparearte y seguir con-...
—No estoy interesado en algo así.—dijo con tono seco.
—Eres el líder de esta manada...¿No puedes hacer algo, para despertar el lobo del chico? Pregunta al chamán, el debe saber algo.
Jin suspiró, viendo el rostro de ilusión que el menor mantenía en su rostro, a pesar que era poco probable que Kim Taehyung despertara de nuevo a su lobo, no perdía nada en intentar, además, estaba cansado de esa vida, de mantenerse oculto entre las montañas. Afirmó con un leve movimiento de cabeza y salió de aquel cuarto, su madre lo siguió con la mirada, sin comprender que aconteció hace unos minutos.
Yoongi cargó a su cachorro mientras se ponía sobre la espalda unas maletas, su alfa le contempló a lo lejos. Había llegado el tiempo donde los pequeños cachorros aprendían a transformarse en su lado animal, por lo que iban a la montaña de en medio para aprender y tener lugar para correr y jugar a las mordidas. Solo iban sus madres omegas o padres omegas, acompañados de cinco alfas fuertes. Uno que iba liderar era la alfa de la manada, dos hombres que rodaban por los cincuenta años y dos de treinta que eran pareja de unas omegas que iban en el grupo. Dado que solo eran cinco omegas con 7 cachorros. Yoongi le tocaba llevar a su pequeño Jimin de dos años.
Su alfa no podía ir, debido a que tenía que cuidar de la manada. Llevaban lo necesario para pasar una semana en las montañas, además habían pueblos cercanos donde podían comprar comida, dormirán en tiendas de campaña en medio del bosque, ya que era necesario que los pequeños se fueran acostumbrando a la naturaleza, además de la transformación aprenderían lo principal de la caza y defensa personal.
Jimin se despidió del alfa con una sonrisa, Yoongi en cambio, no se inmutó a ver al tipo, empezando su recorrido con la manada a pie, cuando se cansaran, pasarían a su lado animal, ya que de esa forma, guardaban mas energia y si ya no podían, descansaría en algún lugar donde pasara algún arroyo.
Los que se iban aventurarse, se despidieron de los presentes y se juntaron entre ellos, empezando a ingresar al bosque y tomar un camino recto que los llevara a la segunda montaña.
Cuando pasó una hora, tomaron un descanso, Yoongi sacó una botella de agua para dar de tomar a su cachorro, acariciando con amor el cachete del pequeño. Contempló en dirección de la alfa, que se acercó a él con cautela.
—¿Te encuentras bien?—preguntó en voz suave.
—Si, no te preocupes ¿Cuánto nos falta?
—Si seguimos con estos pasos, en tres días...la segunda montaña es bien conocida por tener varias presas, venados, liebres...aunque también debemos cuidarnos de los osos—frunció el ceño viendo más allá. Contempló ahora a Yoongi que contemplaba a su hijo con sumo amor.—Si necesitas algo, me dices.
—Si, gracias—afirmó el omega con una leve sonrisa.
Taehyung se encontraba afilando su nueva hacha, la había comprado en un pueblo abajo donde permanecía una manada que se encargaba de vender madera y armas de defensa o para la caza. Estaba sentado afuera de la cabaña, sobre un tronco grande, escuchó unos pasos, así que subió su cabeza, notando al alfa de Jin.
—Estábamos pensando ir a cazar con los chicos ¿Quieres venir?
El Delta bajó su mirada y desvió la mirada.
—Hace mucho tiempo que no cazo, además, llevo seis meses aquí, así que he perdido un poco mi fuerza física...
Jin le sonrió, tomó una silla al lado para sentarse a su lado.
—Puedes tratar por lo menos, vamos a ir siete de los chicos, puede ayudarte a retomar tu fuerza física. Pensamos ir montaña abajo, hay venados allí y de paso podemos pelear con algunos osos—comentó sonriendo.
—Solo seré un estorbo.
Jin suspiró.
—Hay una forma—comentó. Taehyung le miró sin comprender—De que despiertes de nuevo tu lado animal.
El Delta le miró con los ojos cargados de sorpresa ¿Cómo, era posible? pensaba que no, si hace años no logró algo así ¿Cómo se suponía que lo haría en ese tiempo?
—No es posible.
—Deberías dejar tu negatividad a un lado y tratar ¿Has tratado con toda tus fuerzas?
Taehyung bajó la mirada para luego apretar los labios. Claro que sí trató, por un año completo pero no hubo mejoras, nada. Solo quedaba un vacío. Jin le acarició la espalda, tratando de confortar al chico.
—Aunque sea, acompañanos en la caza...
—Está bien—admitió con leve pena.
—Saldremos hoy en la tarde, mete lo necesario en una maleta.
Taehyung afirmó, el ajeno se fue a pasos silenciosos dejando al menor en lo suyo. El Delta dejó el hacha a un lado, pensativo ante las palabras anteriores de su compañero de manada. Por el momento, solo podía pensar en Min Yoongi, en sus ojos claros y su cabellera que se fundía en el invierno, siendo uno con la nieve e hijo de una luna que yacía cada noche brillosa. Ese omega ¿Lo recordaría aunque sea un poco? deseaba saber como era el cachorro que habían tenido juntos, aunque también le preocupaba el hecho que el peli-blanco se mantuviera con salud. El hombre con el que vivía, no era para nada agradable en su conducta y trato al adulto.
—Si ustedes...dioses, están allí—susurró alzando el rostro al cielo, las nubes se movían con lentitud—les pido que me dejen verlo una vez más, antes de morir. Por favor...
Min Yoongi cargaba a su cachorro con una sonrisa en el rostro, cantando una canción cuando un viento levantó ciertas hojas a su alrededor y lo rodearon para luego desaparecer en algún lugar, el omega se sorprendió para luego reír divertido por la situación, su pequeño sonrió señalando aquellas hojas que iban desapareciendo a lo lejos—Sigamos—habló el omega para seguir caminando.
—¿Quieres qué te cante una canción?—preguntó el omega casi en susurro.
El pequeño Jimin le miró con sus ojos brillosos y admitió de un sol.
El lobo tiene en sus ojos tristes, la esperanza la esperanza viva,
por la tierra blanca viene caminando el lobo.
Balalaikas va cantando siempre como el agua tibia.MIentras
pasa por la sombra de las hojas el lobo.
Blanco blanco, cuando nieva, blanco cuando el viento silba.
Juntos al calor del fuego mi querido lobo.
Cuando llegue primavera y comience el deshielo.
No estarás a mi lado mi querido lobo...
Balalaikas va cantando siempre como el agua tibia.MIentras
pasa por la sombra de las hojas el lobo.
Cuando llegue primavera y comience el deshielo.
No estarás a mi lado mi querido lobo...
El pequeño Jimin sonrió y recostó su cabeza en la separación del cuello de su padre, para tomar una pequeña siesta. Yoongi suspiró con leve tristeza.
Aquella canción se la cantó su madre en su primera vida, cuando era un pequeño de dos años y el frío gobernaba sobre aquellos prados. Jugando sin miedo entre el bosque, corriendo junto a sus amigos. Subió su mirada al ver como unos pequeños copos empezaban a caer ¿Ya había empezado de nuevo el invierno? que rapido pasaba el tiempo, ya ni siquiera recordaba contar los dias.
Una manada de lobos negros soltaron aullidos empezando a ingresar al bosque en cámara lenta con sus ojos amarillos, otros eran de un celeste intenso y unos cuantos lo posean de color grises, Kim Taehyung los seguía desde atrás con su hacha guardada tras su espalda, en su estuche de protección. Jin se giró a ver al Delta, para darle una leve sonrisa en su forma lobuna, haciendo un saludo leve con su cabeza. Kim Taehyung le respondió el saludo , agachando su cabeza un poco.
El Delta dejó de caminar al ver como pequeños copos empezaban a caer, sus ojos brillaron y quiso llorar, escuchó a lo lejos lo que parecía ser unas risas, se extrañó sin comprender que era.
Viendo a lo lejos lo que parecía ser un chico de cabellos largos y blancos que corría entre los árboles, sonreía y parecía esconderse de alguien. Su rostro empezó a ser visible y unos ojos celestes le contemplaron con mucha intensidad. La sonrisa del chico desapareció, mirando ahora con fijeza al Delta.—Buscame...alfa—susurró aquella voz para luego soltar una risa y desaparecer entre el bosque.
Taehyung abrió los ojos en par, sintiendo un fuerte dolor de cabeza. Jin se giró y se acercó con cuidado.
—¿Te encuentras bien? ¿Taehyung?
El Delta miró al frente, su respiración se había agitado, miró en dirección donde vio al chico; pero no había nadie.
—Si...estoy bien—afirmó para empezar a caminar de nuevo.
¿Qué habia sido todo eso? ¿Un recuerdo? ¿Un fantasma?
No quería pensarlo por el momento "Buscame alfa" ¿A quién llamaba aquel chico?
Daba igual, tenía que concentrarse en el camino, era una caminata de varios días para bajar la montaña.
¡Hola a todos, volví con este fanfic, como ya terminé los otros que tenía en emisión, solo me concentraré en este! ¡Espero que lo sigan apoyando y si es así, muuuuuuuuchas gracias!
Por cierto, este fanfic solo tendrá 15 capitulos así que ya estamos a punto de llegar al final ^^~
Esperenlo con amor ¡Gracias por su hermoso apoyooooooo!
[Cualquier error de ortografía, redacción, avisad por favor, esto se corregirá cuando el fanfic pase a edición]
¡Recuerden el lema de la familia!
∞ Somos Sol que calienta; pero no quema 7w7r ∞
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