[12]
—Vamos pequeño, ven aquí—Llamó Yoongi a su pequeño hijo de dos años.
Un cachorro de cabellos grises se giró y corrió en dirección del albino, el omega al tenerlo en su brazo, sonrió y se levantó con su bebé. El nene le ofreció un beso en la mejilla a su papi, lo que hizo al adulto soltar un ronroneo, besando a su hijo por toda sus regordeta mejillas. El cachorro soltó una carcajada.
—¡Yoongi, Yoongi!—habló Whein a lo lejos alzando su mano, su alfa cargaba a un bebé de un año, el albino sonrió—¡Te traje unas manzanas que acabo de comprar en el pueblo de abajo. Son bien raras, manzanas verdes, las disfrutas si la comes con limón y sal ¿Deseas probar?
—¿Manzanas verdes? ¿limón y Sal? —dijo extrañado, contempló a su cachorrito—Jimin ¿Deseas?
El bebé afirmó de un solo, Yoongi sonrío e hizo un gesto a su amiga para que ingresaran a la casa.
Habían pasado dos años desde que la manada tuvo que dejar su antiguo territorio, acomodándose entre lo alto de la montañas de aquel bosque inmenso. En un año lograron asentarse en una nueva aldea creadas por ello, construyendo de nuevo cabañas de madera. El bosque poseía tres montañas, ellos se habían ido a la última, en el proceso se encontraron a varias manadas; pero debido a que ellos eran una, no decidieron juntarse con ninguna.
El cachorro de Yoongi ahora tenía dos años, la relación con su madre había mejorado, el pequeño Jimin iba creciendo, sin embargo, pero el albino ahora era muy reacio que el alfa con el que vivía, se acercara al cachorro. Yoongi cuidaba a su hijo con mucho amor, era el hijo de la persona que amó en su vida pasada y en esa vida.
Extrañaba mucho a su alfa, lo había llorado todas las noches; pero ahora tenía a su hijo, sabía que debía vivir. Esperaba que él, en otra vida, pudiera estar con su alfa.
Al ingresar a la cabaña, Yoongi sentó a su pequeño sobre las piernas, la alfa ingresó tambíen, jugueteando con los pequeños dedos de su cachorro. El pequeño Jimin pestañeó con lentitud, viendo al bebé que la alfa cargaba, el bebé al ver la mirada sobre él se puso serio y miró rápido a su mamá, quien rió divertida.
—¿Has estado comiendo bien?—preguntó la omega.
—Si ¿Cómo está el cachorrito?
—Bien, aunque debo decir que es muy glotón ¡Ayer me dejó la tetita como pasita-...
—Wheein—le reprochó su esposa.
—¿Qué, dije algo malo?
Yoongi rio divertido.
—Sabes...hay veces en que pienso que él, me cuida en algún lugar, es como si mi corazón me dijera que...no está muerto—susurró, tomó una de las manzanas y empezó a cortarla con un cuchillo que su amiga había puesto dentro de la canasta, al terminar de cortar un pedazo, se lo ofreció a su hijo.
—Sabes...al principio no pensé que ustedes se sintieran atraídos, pero tuviste el valor de contarme todo, confiaste en mí—Whein tomó la manos del omega—a pesar que sufriste con tu esposo, ese niño, debes cuidarlo como recuerdo. Era un buen chico.
Una joven se giró mientras llevaba un traje de baile árabe y movía sus caderas, los presentes estaban con la boca abierta mientras aquella joven hacía su baile. Los hombres sonrieron y empezaron a elevar sus manos, luego pusieron sus manos sobre los hombros de sus compañeros, saltando y bailando, dando giros alrededor de la chica mientras cantaba, ella sonrió y dio más golpes de lado.
Un alegre Jeon Jungkook bailaba a los lejos queriendo mover sus caderas igual que sus compañeros, Jin solo le miraba avergonzado, desviando la mirada y fingiendo que no conocia a su hermano menor. Pasó su manos sobre el rostro y puso los ojos en blanco.
—Diganme, dioses...que hice de mal en una vida pasada, para tener a ese chico a mi lado.
Jungkook ahora se giró y movió sus hombros mientras se acercaba a su hermano, se pegó con el e hinchó su pecho divertido, golpeando al ajeno con este.
—¡Vamos Jin, tienes que divertirte.
—Eliminenlo...o iluminalo o si no yo lo haré.
Jungkook se acercó al centro muy alegre, bailando con aquella morena de cabellos café. La manada de lobos negros sonrieron felices y se hincaron alzando la mano a la mujer y jefa de los omegas de la manada. Algunas mujeres veían a lo lejos con una divertida sonrisa con unos pequeños cachorros, aplaudiendo y juntándose a la danza.
Los cachorritos saltaban emocionados.
Kim Taehyung abrió los ojos de un golpe y se sentó agitado, miró a su alrededor, viendo como el fuego se consumió en una chimenea, miró más allá, se bajó de la cama; pero al hacerlo, sus piernas estaban muy débiles, cayendo al suelo, todo su cuerpo lo estaba. Con el esfuerzo que pudo, se levantó para luego sostenerse en la pared, empezó a caminar en dirección de la puerta de aquella cabaña.
Podía escuchar a lo lejos unos cantos, pandereta y tambores, abrió la puerta y miró desconcertado a sus lados, estaba perdido ¿Dónde se encontraba?
Kim SeokJin se giró viendo al chico y abrió la boca sorprendido, se acercó a él. Taehyung frunció el ceño y cuando estaba a punto de caer al suelo por el sobreesfuerzo, siendo sostenido por aquel alfa, subió su rostro notando a un chico de cabellos negros, piel clara, ojos azules y espalda ancha, que le miraba con fijeza. El Delta soltó un suspiro.
—Has despertado—comentó con una ceja enarcada—Bienvenido...—sonrió de lado.
—¿D-dónde estoy?
—Estas en mi aldea, vivimos en lo alto de las montañas, en la punta del bosque...estas en mi manada—comentó.
—Eres...un lobo negro.
—Si...—señaló a un pequeño grupo—ellos también.
—Pensé...que no habían mas como yo.
El chico sonrió.
—Escapamos a las montañas, nuestros padres decidieron asentarse, donde podíamos estar a salvo. Vi...como mataste tú mismo a ese lobo negro. Es Increíble que siendo un Delta, hayas podido hacer eso.
—¿Son como esa bestia?
—No...por supuesto que no, es más, estábamos tratando de cazarlo hace tiempo, era un peligro incluso para nosotros—extendió su mano—Por cierto, soy Kim SeokJin.
Taehyung vio la mano extendida; pero fue reacio a saludar al chico.
—tengo...que regresar, a la manada...la manada...
—¿Allí? ya no queda nada, solo escombros—comentó—Chico...estuviste dormido por dos años.
Los ojos del Delta se abrieron en par, cayó inconsciente a los brazos del ajeno. Jin lo cargó entre sus manos, visualizando el rostro del joven, sonrió un poco, su hermano se giró y al ver al mayor con el chico en manos, casi pegó un grito, corrió rápido en dirección del adulto y saltó emocionado.
—¡Despertó, despertó!—dijo mostrando una enorme sonrisa.
—¡Por supuesto que despertó, si no, no estuviera sobre mis manos—dijo quejoso, contempló de nuevo al chico—es muy apuesto ¿No crees?
—¿Qué?—dijo el otro extrañado—¿Te gusta? ¡Si tanto te gusta, entonces cásate con él!—dijo quejoso y cruzó sus brazos con un puchero.
—¿¡Estás celoso?!
—¿¡Por qué voy a estar celoso?!—dijo molesto.
Una mujer se acercó a ambos chicos, contempló al joven sobre las manos de su hijo.
—¿Cuándo será que ustedes dos dejarán de pelear?—dijo quejosa—lleven al chico adentro antes de que muera de verdad por culpa de ustedes.
—Si mamá—dijo el mayor, contempló al menor y le sacó la lengua.
La mujer puso los ojos en blanco, viendo a su hijo ingresar a la cabaña, siendo seguido del menor.
Kim Seokjin ya había hecho dos hoyos, metieron al lobo negro en uno de estos y cuando estaba a punto de enterrar al chico, la mano de este lo tomó del cuello y sus ojos se pusieron de un color rojo, asustando al ajeno—Yoongi...yoongi—susurró de último, cayendo inconsciente. Jeon Jungkook pegó un grito, cubriendo su boca, sorprendido.
—¿N-no dijiste...qué estaba muerto?
—Si...estaba muerto, su corazón no latía y tampoco respiraba—dijo sorprendido por igual, miró al cachorro—debemos llevarlo a nuestra aldea...—Jin cargó al chico entre sus brazos—ha vuelto de la muerte...parece que los dioses deben tener un plan con este chico, vamos.
La señora tomó el pulso del joven que estaba durmiendo de nuevo y contempló a su hijo. La representable mujer, tenía el apellido Jeon, una curandera que escapó de su manada cuando querían matar a su pequeño cachorro Jungkook, al sobrevivir, caminó por meses perdida, alimentando de lo que podia en la caza y protegiendo a su hijo de ser atacado por animales salvajes. En el camino se encontró a un niño de cuatro años que lloraba mientras permanecía al lado de un cuerpo sin vida, el niño también era un lobo negro. Ella adoptó al cachorro como su hijo, siendo Jin.
Si en verdad ambos lobos negros no eran de sangre; pero se tenían mucho amor, aunque el amor del más pequeño, parecía ser muy profundo y de devoción al más grande, la señora Jeon encontró en el camino a más madres que habían escapado de sus manadas para proteger a sus bebés, muchas de ellas estaban en el borde de la muerte, sin sus alfas, así que se asentaron en la primera alta montaña, donde hicieron una aldea y ahora estaba conformado de lobos negros que rodaban menos de treinta años.
Solo habían mujeres, alfas lobos negros y una joven omega de veinticuatro años, que era adorada por todos los lobos negros y era la diosa de ellos, debido que era la única jovencita. Su nombre era Hwasa, una chica bastante hermosa. La señora Jeon se sorprendió cuando su hijo llegó con el chico en manos, contando en cómo este había acabado con el lobo negro soltero que había atacado a su manada, en busca de aparearse con una omega. Pero fracasó en el intento y Jin con su hermano, decidieron seguirlo para matarlo.
Pero alguien más se encargó de eso.
—¿Sigue vivo?—preguntó Jungkook, recibiendo un manotazo en la frente de su mayor—¡Auch! ¿¡Por qué me pegas?!
—¡Si está respirando, es porque está vivo, idiota!
—¡Mamá, Jin me pegó-...—la señora Jeon le dió un coscorrón en la cabeza al menor y luego al mayor, soltando un gruñido—¡Callense, estoy examinando al chico!
—Si—dijeron ambos en silencio.
La mujer respiró con profundidad, cerrando sus ojos. Mientra atrás sus dos hijos ya se habían agarrado de las greñas y rodaban por el suelo, maldiciendo en bajo. La señora al escuchar unos gruñidos se giró, tomó la escoba que estaba cerca y les pegó.
—¡Dije que bastaaaa!
Taehyung abrió los ojos, soltando un quejido, llamando la atención de los tres ajenos, que se acercaron con una espléndida sonrisa. La señora Jeon se sentó, ofreciendo una dulce sonrisa al chico.
—Escuché de mis hijos lo que sucedió con tu aldea y manada...—susurró.
—¿Ellos...murieron o sobrevivieron?—preguntó el lobo negro.
—Cuando llegamos a tu aldea, ya no quedaba nada, las cabañas ardían en fuego, tampoco encontramos cuerpos, solo el tuyo. Le ganaste a la muerte niño, jugaste contra ella y volviste a la vida—dijo sorprendido el alfa—por cierto...soy Jin.
—¿D-dónde estoy?...
—En lo alto de la primera montaña, somos una manada conformada por lobos negros que sobrevivimos a las matanzas—comentó Jungkook—. Has dormido por dos años...¡Pensamos que nunca despertarías!
—¿Tanto...tiempo pasó?
Ambos alfas afirmaron.
La puerta se abrió, apareciendo la chica morena que se quitó sus argollas.
—¡Ah, casi y hago un asco mi baile, pueden creerlo, uno de los alfas me pidió la mano, pero le dije que no! ¿¡Por qué no comprenden que no quiero casarme todavía?! ¡Dicen que ya estoy vieja para encontrar un esposo! ¡¿Vieja?!—dijo quejosa—viejo su pito, desgracia-...
La chica notó la mirada de los cuatro sobre ella, la omega se giró viendo la puerta y luego al frente.
—Creo ....que vine en un mal momento-...¡Ha despertado!—gritó sorprendida.
—¿¡Por qué todos se sorprenden?!—dijo quejoso Jin.
Taehyung se cubrió los oídos, esas personas eran muy ruidosas, escuchó los pasos de la joven correr bastante emocionada y sonrió.
—¡Yo he cuidado de tí estos dos años! ¡Por poco pensé que ibas a morir de un infarto en el momento, imaginate, pasé pidiendo a los dioses que no murieras, no quería un muerto en mi cama, que ande rodando tu alma, no es nada placentero!
Taehyung frunció el ceño, esa chica se le hacía muy familiar a alguien, puso los ojos en blanco al recordar a la pequeña Wheein, claro, de seguro debía ser una familiar lejana, porque no encontraba como podían parecerse en carácter.
—Creo...que el chico está cansado, deberíamos dejarlo dormir—susurró la mujer—te estuvimos dando de comer a la fuerza; pero estás muy delgado, eres puro hueso...creo que ahora despierto, podrás comer mejor y tomar fuerza y engordar mas.
Jungkook hizo un puchero al ver como Jin contemplaba al chico con intensidad, así que le dio un enorme empujón, se levantó molesto y salió de la cabaña.
—¿Y a ese qué le pasa?—preguntó la joven omega—¡Tía, por cierto! el chamán de la manada, dijo que...¡pronto vendría el gran rey para gobernar sobre los licántropos y traería la paz!
—¿El chamán te dijo eso?
—¡Si!—contempló a Taehyung—Debes tener hambre, hice una rica carne de venado, de seguro alimentará bien tu estómago ¡Mi casa, tu casa! ¡Pero más mia!—dijo de último extendiendo los brazos.
La señora Jeon sonrió con dulzura.
—Te dejo en buenas manos, ella es una buena chica, te ayudará a recomponerse.
—Si...—dijo con la voz seca el Delta
—Cualquier cosa que necesites, puedes pedirselo a mi hijo Jin, es el jefe de la manada.
Taehyung afirmó, la mujer adulta y Jin se alejaron en silencio, cerrando la cabaña consigo, la joven omega sonrió espléndida, ayudó a Taehyung sentarse.—Te traeré la comida, debes tener mucha hambre, solo quédate sentado. Debes aprender a caminar bien de nuevo y tomar fuerzas ¿Qué te parece si el joven Jin te ayuda? ¡Necesitas alguien a tu lado en este momento!
—Ese chico...¿En serio es el jefe? se ve muy joven.
—Tiene veinticuatro años, lo sé. Pero es un gran chico...dime...¿Cómo sobreviviste en tu antigua manada? a los lobos negros los matan al nacer. Además...vi tu cicatriz del cuello ¿Quién te hizo semejante cosa? porque...¿Por qué te humillaron?
Ella se fue alejando, tomando un vaso de agua y preparando el plato de comida, al terminar de servir, acercó una pequeña mesa y puso el plato, Taehyung tomó el tenedor con manos temblorosas, ella lo notó, soltó un triste suspiro y tomó el utensilio en su mano, para empezar ayudar a comer.
—Mi madre biológica—dijo Taehyung terminando de comer la primera ración de comida—murió, llegó a esa manada y mi mamá adoptiva me cuidó...sin embargo, mi infancia fue sola, no tenía con quien jugar, pero siempre estaba mamá y mi tía...así que, era feliz. Luego conocí a un chico, era un omega albino...tenía los ojos más tristes de toda esa manada; pero al mismo tiempo eran puros...me enamoré a simple vista. Quería su mano; pero el alfa que también peleaba para obtenerlo, no me dio chance para luchar y me mordió...perdí hace siete años mi lado animal, mi lobo murió.
—Eso es cruel...
—Pero, hace dos años, nos volvimos a encontrar...no sé si el sintió algo por mi...pero jamás me atreví a decirle que lo amaba y tuvo...un hijo mio.
—¿Tienes un cachorrito? Espera...¿Te metiste con un omega ajeno?—dijo sorprendida—tengo entendido que si eso sucede, hay...pena de muerte.
—Si...pero el quería un cachorro y ese alfa, no lo trataba, llegaba a mi, cada noche, con golpes en su cuerpo y me abraza, lloraba en mis brazos y noté lo desgraciado que era, deseaba protegerlo, para siempre; pero no pude.
Hwasa le dio entregó otro bocado al chico, quien masticó con lentitud.
—De seguro...el debe estar feliz, cuidando de su cachorro. Cuando llegas a la vida de alguien y formas un impacto enorme, jamás te olvidarán...
—De seguro...a estas alturas ya me olvidó—dijo con tristeza—ni siquiera debe recordarme, solo deseaba un cachorro.
Yoongi estaba acostado, abrazando a su cachorro que ya se había dormido, el omega rozó su nariz por los cabellos de su hijo y por el rostro, dejando su aroma y olfateando entre ronroneos, escuchó la puerta de la casa abrirse y frunció el ceño. Su puerta del cuarto empezó a ser tocada, el omega soltó un gruñido fuerte y siguió aferrándose a su pequeño.
—¡Vamos...abre la puerta...déjame ver a mi hijo!—gritó aquel hombre.
—¿Otra vez has tomado?—habló Yoongi desde el cuarto—¡Ya te dije que no te dejaré entrar mientras estés en ese estado, deberías de comportarte como un líder!—el omega dejó a su cachorro en la cama, abrió el cuarto, salió de este y empujó al alfa, que se tambaleó, cerró la puerta—¿No te da vergüenza?
—Porque tu...—le señaló—¿Ya no me respetas? desde que tuviste al cachorro, me mantienes alejado de mi hijo.
—Mi hijo, no necesita un padre como tú. Eres tan patético...me das mucha lástima.
—¡Min Yoongi, no me hables así!
El alfa le dio una bofetada a Yoongi, este gruñó y le ofreció una también.
—¡Te dije que no me volvieras a poner una mano encima!
El alfa agarró a Yoongi y lo empezó a dirigir al sofá. El omega trató de soltarse de aquel tipo grande; pero no pudo, el hombre cubrió su boca y empezó a tocarlo, el albino gruñó al sentir las manos del hombre sobre él, debía escapar y pedir ayuda, empujó al hombre,corrió a la puerta y justo cuando estaba a punto de abrir, el tipo lo tomó de los tobillos, ocasionando que cayera de boca, empezando arrastrarlo, Yoongi empezó a gritar, mientras arañaba el suelo de madera, sintió al tipo sobre él y en como este bajaba su ropa inferior y le cubría la boca.
Cuando el alfa empezó a violar, el albino empezó a llorar, arañando la madera. Nadie escucharía sus gritos, el tipo se había encargado de crear lejos aquella cabaña, había tratado de escapar varias veces; pero él, lo había amenazado, usando a su cachorro y con el lazo hecho, sabía que aunque no tuviera sentimientos hacía él, estaban atados.
La única posibilidad es que otro alfa lo matara y luego lo marcara como suyo, para no morir.
Pero...nadie en la manada se atrevería a pelear contra el jefe y siendo un omega con hijo, ningún alfa desearia tomarlo.
Yoongi ingresó al cuarto de su cachorro, cerró la puerta, cayendo hincado, una rabia estaba llenando su pecho y sus lágrimas no dejaban caer, contempló la cama, donde su cachorrito dormía, agradecia que su pequeño tuviera un sueño pesado. El omega salió del cuarto y se dirigió a la cocina, tomó un cuchillo entre sus manos, empezó a dirigirse al cuarto del alfa, abrió y caminó con lentitud, el tipo estaba dormido, de boca, había caído cansado y casi inconsciente por el alcohol.
Estaba bien, después de matarlo, se mataría él, a pesar que su cachorro quedaría sin padres, Wheein podía cuidar del pequeño, el omega ya le había pedido a la chica que si algo le pasaba, se encargara de su hijo. No quería seguir sufriendo bajo el techo de ese tipo.
Cuando estaba a punto de apuñalarlo, escuchó la puerta abrirse más.
—¿Papi?—preguntó un pequeño.
Yoongi abrió los ojos en par, se giró y escondió el cuchillo tras él, ofreció una sonrisa a su pequeño.
—¿Si amor?
—¿Qué haces?
—Solo venía a ver si papá estaba bien, acaba de llegar cansado...deberías regresar al cuarto.
—Papi...¿Has llorado? tus ojitos están rojitos.
Yoongi negó.
—Ve al cuarto, ya llego.
El pequeño afirmó y salió del cuarto, Yoongi miró al tipo y gruñó molesto, frustrado ¿Qué estupidez estuvo a punto de hacer? maldita sea.
Se fue del lugar y depositó el cuchillo en su lugar, se encaminó al cuarto de su hijo, que ya estaba acostado en la cama y lo esperaba, el omega se acostó y abrazó al cachorro.
—Papi...cuentame una historia.
—Había una vez...dos personas, uno era como la luna y el otro era como la noche. Ambos se amaban mucho y juraron su lealtad a los dioses...un lobo negro que amaba a un hijo de la luna, le prometió que lo protegería y lo haría feliz...fue así como vivieron un año de felicidad, entonces lo dioses le ofrecieron al hijo de la luna un hijo—susurró—y fue así como ambos tuvieron un hermoso cachorrito y fueron felices para siempre...
—Papi...¿Es cierto que los lobos negros son malos?
El omega frunció el ceño y miró a su hijo.
—¿Quién te dijo eso?
—Lo escuché de unos niños—comentó con un puchero.
—No le hagas caso a rumores, yo conocí a un lobo negro—sonrió—su pelaje era tan negro, sus ojos amarillos como el sol, amable, dulce...me salvó cuando estaba embarazado de tí—susurró—fue mi heroe.
El niño sonrió.
—Cántame una canción.
Tonto el que no entienda,cuenta una leyenda
Que una hombre gitano, conjuró a la luna hasta el amanecer
Llorando pedía, al llegar el día. Desposar un calé
Tendrás a tu hombre piel morena.Desde el cielo habló la luna llena
Pero a cambio quiero el hijo primero que le engendres a él
Que quien su hijo inmola para no estar sola poco le iba a querer
Luna quieres ser madre y no encuentras querer
Que te haga mujer dime luna de plata
que pretendes hacer ,con un niño de piel, Ah, ah
Hijo de la luna...
Yoongi notó a su hijo ya dormido, acarició los cabellos del chico y susurró cantando de último—Y las noches que haya luna llena.Será porque el niño esté de buenas y si el niño llora, menguará la luna.Para hacerle una cuna y si el niño llora. Menguará la luna para hacerle una cuna—El omega ofreció un beso en la frente a su pequeño, para luego caer en un profundo sueño.
Ya llegamos a la segunda parte, me disculpo por la broma anterior a quienes les molestó :c —se hinca y luego se levanta—gracias a quienes están apoyando este fanfic, veo que cada dia vamos creciendo :') me hace feliz que estén llegando más personitas a leer esta humilde historia. Deseo con mi corazón de pollo, que tengan un hermoso dia y cuiden su salud bebés.
[Cualquier error de ortografía, redacción, avisad por favor, esto se corregirá cuando el fanfic pase a edición]
¡Recuerden el lema de la familia!
∞ Somos Sol que calienta; pero no quema 7w7r ∞
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