El rubio escribía en su diario, con los ojos llenos de lágrimas y rabia invadiendolo por completo.

Su madre estaba loca y tenía mucha suerte de estar lejos, porque comenzaba a querer hacerle daño

Sintió como estrujaban su torso, haciéndolo reír de a poco al darse cuenta de quién era

— Hola Kookie.- murmuró planteando un beso en la mejilla del pelinegro, quién ahora tenía unas marcas en su rostro - Hey, lindas marcas tienes ahí

Kook sonrió, sentándose a un lado del rubio, observando como la tristeza se había apoderado de su rostro. Conocía esa mirada de Taehyung, sabía que estaba molesto

— ¿Qué pasa Tae?

El rubio suspiro, entrelazando su mano con la del pelinegro

— Mi mami... Me ha sacado de quicio, quiero hacerle daño y hacerle entender que es molesta

— ¿Qué te a dicho pequeñín?

— Me dijo que estás muerto

Jungkook quedó callado, sonriendo, haciendo confundir a Taehyung, ¿Acaso le parece gracioso?

— Pero Tae.- murmuró en su oído.- lo estoy, ¿Lo recuerdas?

Taehyung abrió los ojos como plato, volteando a ver a Jungkook, quién tenía el rostro ensangrentado y una sonrisa bien puesta

— Kookie... No...

— Taehyung,yo te amo -- se colocó de pie, dejando ver como manchas de sangre comenzaban a dejar huellas en su playera blanca.-tú me hiciste esto

Taehyung tapaba sus oídos, negando mientras gritaba de una manera desesperada, viendo como Jungkook se desvanecía frente él, dejando una gran mancha de sangre en el piso de su habitación... Haciéndolo temblar y llorar aún más