Nunca suelo poner notas antes de empezar un capítulo, pero esta vez quería hacerlo. Hacer un final alternativo fue una idea que tuve poco antes de acabar la historia y pude ver que no era la única que pensó que sería una buena idea después de leer vuestros comentarios. Ya dije que mi idea original fue hacer un final triste y aquí esta ¡Deseo que os guste a pesar de la situación!

Ayer Wattpad me dio problemas así que lo volví a publicar. Espero poder saber vuestra opinión y obtener vuestra estrellita ¡Gracias!

Mi teléfono móvil no dejaba de sonar, pero ni siquiera me molesté en mirarlo. Sabía que serían mis amigos, sabía que estaban preocupados, ya que había faltado en el tan esperado baile de graduación y también los últimos días del curso, pero no tenía energías para responder.

Mis pensamientos solo eran ocupados por Nova. Llevaba días sin saber nada de ella y los encargados del hospital no me dejaban pasar. Mi último recurso fue hablar con sus padres y le di la dirección a su madre para que pudiera venir a verme.

Sabía que eso solo podía significar que la situación no iba bien. Que todos aquellos "Todo irá bien" y "Estaremos juntas cuando salga del hospital" habían caído al vacío.

El sonido del timbre resonando por toda la casa hizo que me levantara de la cama y que con pasos rápidos fuera a abrir.

—Siento haber tardado en venir, no he podido hacerlo antes.

—No te preocupes—susurré.

Nara se encontraba al otro lado de la puerta. Su cabello estaba recogido de forma desordenada y sus ojos parecían cansados. Le dediqué una débil sonrisa y la hice pasar hacia el salón, ya que mis padres no sé encontraban en casa en ese momento.

—¿Nova no está bien, verdad?

Tragué saliva ante mis propias palabras. Tenía que ser realista aunque me doliera. Quise ir directa al grano. Aún tenía un poco de esperanza en mi corazón, pero era prácticamente invisible, como una estrella surcando el universo.

Ella me miró ante mi pregunta y agachó la mirada al instante. Segundos más tarde negó con la cabeza.

—Siéntate, por favor.

Me senté a su lado en aquel sofá grisáceo. Ella suspiró. Sus labios temblaban en el intento de querer hablar y yo cada vez empezaba a estar más preocupada.

—Van a trasladarla—ella fue directa—No están surgiendo los resultados deseados, lo contrario, está empeorando. Por eso quieren trasladarla a otro hospital que ellos consideran mejor.

No supe qué decir ni cómo reaccionar. Era aún peor de lo que llegué a imaginar. Los ojos de Nara se llenaron de lágrimas.

—Ella...No merece esto que le está pasando, no entiendo por qué no funciona el tratamiento...—vi como apretaba los puños—La verdad es que no sé que hacer para ayudarla, solo me queda esperar a que todo termine bien, pero...¿Acaso va a terminar bien? ¿Lo hará? Kenji y yo haríamos lo que fuera por ella y duele no poder hacer nada.

Su pregunta impactó en mí como un cuchillo. Al hacerla ella agachó aún más la mirada y por su expresión supe que estaba intentando retener las lágrimas.

—Lo siento mucho...No tendría que haber dicho eso—suspiró—Es que necesito que todo salga bien y los médicos no parecen muy positivos ¿Qué se supone que debo hacer?

Quería decir algo para hacer que se sintiera mejor, pero las palabras no salían de mis labios. Me sentía patética.

—Estar con ella hasta el último momento, eso tenemos que hacer.

Fue lo único que pude decir antes de rodearla con mis brazos. Sabía que necesitaba desahogarse. Yo cerré los ojos con fuerza, sentía mucha impotencia delante de esa situación. No quería perderla, quería que todo saliera bien, pero sabía que estábamos en la vida real y que muchas veces los finales felices no existían.

Al pisar aquel hospital sentí un escalofrío. Después de unos días me habían dado el visto bueno para poder ir a ver a Nova. Quería verla, sí, pero la razón por la que me lo habían permitido no era la mejor.

Me habían dejado ir a verla porque en unos días iban a trasladarla. Para despedirme.

Al entrar al cuarto donde se encontraba sentí mucho dolor. No pensé que verla iba a doler tanto.

Se la veía cansada, como si toda ella hubiera perdido ese brillo especial. Su cabello parecía apagado, igual que sus ojos que permanecían debajo de dos bolsas moradas. También la noté mucho más delgada, como si en cualquier momento pudiera romperse.

—Kyouka.

Al oír su voz tuve que retener mis lágrimas. Sonaba muy débil, casi como si fuera otra persona. Fue en ese instante donde me di cuenta de la cruda realidad.

Mis piernas se movieron en su dirección y la rodeé con mis brazos. Al sentir su contacto no pude evitar llorar y mucho menos al notar sus brazos rodeándome.

—No llores, por favor ¿Tan mal me veo?—una pequeña risa salió de sus labios.

Sabía que intentaba animarme, pero aquello solo dolía más. Ella al ver que mis lágrimas no cesaban apretó mi agarre.

—Por favor—su risa desapareció y aquellas dos palabras sonaron más a una súplica—No llores.

No quería separarme de ella, pero no tuve más remedio. Aunque tuviese miedo necesitaba hacerlo.

—Lo siento—me disculpé pasando la manga de mi camiseta por mis ojos.

Ella negó con la cabeza agarrando mis manos con delicadeza.

—Necesito que me escuches—su rostro mostraba seriedad, pero sus manos temblaban—Escúchame aunque duela.

Asentí. La escucharía e intentaría ser fuerte ante sus palabras aún sabiendo lo que sé venía a continuación.

—No estoy bien, no mejoro y mi singularidad me está matando por dentro—notaba su voz quebrada—No sé que pasará a continuación, ni siquiera sé si en ese hospital nuevo conseguirán ayudarme, pero...No quiero verte sufrir, eso es lo único que tengo claro.

Tuve que hacer grandes esfuerzos para no llorar y escucharla sin decir nada.

—Quiero que me recuerdes por quién soy, no por como estoy ahora—noté una leve sonrisa en sus labios: una sonrisa llena de dolor y tristeza—Quiero que me recuerdes con una sonrisa en el rostro, riendo, tocando la guitarra, haciendo el tonto, quiero que recuerdes esas cosas ¿Lo entiendes?

Asentí con lentitud. A pesar de intentarlo no pude conseguirlo, varias lágrimas resbalaron por mis mejillas.

—No quiero que recuerdes las cosas malas, no quiero que me recuerdes enferma, estando en una camilla, perdiendo el control...—tragó saliva—No quiero que recuerdes esas cosas.

Su mirada se agachó unos segundos para volver a mirarme.

—Prométeme que seguirás adelante, serás una heroína increíble, conocerás a cientos de personas, seguirás tocando música—noté su mano sobre mi mejilla—Hazlo por mí.

—Se supone que soy una heroína ¿Por qué no puedo salvarte?—mi voz se quebró a la vez que agachaba la cabeza.

Ella al oírme colocó su mano sobre mi barbilla para que la mirara a los ojos.

—Por favor, Kyouka.

—Pero quiero estar contigo ¡Quiero estar contigo hasta el final! Por lo menos mereces eso...—susurré.

—Yo también quiero estar contigo, pero...—hizo que apoyara la cabeza sobre su hombro. Su voz sonaba muy lejana a pesar de tenerla justo al lado—No me queda mucho tiempo, no creo que mi cuerpo aguante mucho más. Por eso quiero que nos despidamos antes de que sea tarde, quiero que mantengas esa imagen de mí como te he dicho. Quiero que seas feliz ¿Lo harás?

Sentía como mi corazón se iba rompiendo poco a poco.

—Lo haré—dije finalmente sin poder retener las lágrimas.

Me alejé de ella para poder volver a mirar su rostro. Pasé mi mano por su mejilla observándola. Sus facciones se veían cansadas, pero sabía que seguía siendo la misma Nova de siempre.

—Recuérdame por quién soy. Recuerda nuestros momentos felices. Esos momentos nunca van a desaparecer—una sonrisa se dibujó en su rostro a medida que varias lágrimas resbalaban por sus mejillas—Recuérdame cuando mires las estrellas y sonríe. Yo lo haré hasta el final.

—Sonreiré cada vez que mire al cielo. Te lo prometo—pude conseguir formular una sonrisa entre todo mi rostro bañado de lágrimas.

Nova era la persona más fuerte que jamás había conocido.

—Gracias por todo, Kyouka—ella sonrió. Esa misma sonrisa que tanto la caracterizaba. Sonrió a pesar de ser una despedida—Nunca se sabe, a lo mejor podremos encontrarnos en otra vida.

Asentí ante sus palabras intentando no derrumbarme, tenía un nudo en la garganta que no me permitía hablar.

—Toma, quiero que cuando no puedas sonreír leas esto, estoy segura de que te dará fuerzas—ella estiró sus manos entregándome un sobre cerrado en el cual estaba mi nombre escrito con su caligrafía.

—Nova...—sollocé—Gracias, pero...

—Por favor, cógela y sonríe. Sabes lo mucho que me gusta tu sonrisa.

Yo la cogí con las manos temblorosas sin poder apartar mis ojos de su rostro. Tras varios segundos conseguí formular una sonrisa. Recordé todos nuestros momentos juntas desde que nos conocimos y fue la única forma que tuve para agradecerle todo en ese momento. Ella no borró su sonrisa.

Al verla sonreír sin cesar junté mis labios con los suyos para poder sellar esa sonrisa. No me detuve hasta haber besado cada parte de su rostro hasta llegar a su lunar. Sabiendo que aquellos besos serían los últimos que le daría nunca.

¡Hola! He de decir que este final me ha gustado mucho, pero no me arrepiento de haber escogido el otro. Quería que tuvieran su final feliz y eso no lo cambio por nada, después de todo ambos finales son igual de realistas, aunque esté me ha dolido.

Espero que os haya gustado y espero saber vuestra opinión. A pesar de ser un final medio abierto supongo que deducís que la cosa no acaba bien, pero Kyouka mantendrá esa imagen de Nova que todos conocemos y eso es realmente importante.

¿Qué opináis de este final? ¿Con cuál os quedáis?

Obviamente los próximos extras que haré derivarán del primer final <3