「Extra: Cita doble」

¡Hola! Este es un extra donde aparecerán Momo y Akira de "Espejos". Así que es recomendable haberse leído esa historia para entenderlo. Este capítulo puede situarse después del final de ambas <3


Me encontraba en la entrada de la academia esperando a Kyouka. Había ido a recoger unas cosas que se había olvidado de su último curso y ambas quedamos en vernos aquí para después irnos juntas.

Mientras la esperaba una chica se colocó a mi lado. También parecía estar esperando a alguien por su expresión y gestos. Su cabello era blanco cayendo por sus hombros de forma elegante, sus ojos eran verdosos y era más alta que yo.

—¿Qué estás mirando?—su pregunta me tomó por sorpresa.

Sus ojos verdes se clavaron en los míos al mismo tiempo que ella arqueaba una ceja con cierta molestia.

—¿No puedo mirarte?—pregunté con una pequeña sonrisa intentando sonar amable.

—Preferiría que no, mira hacía otra parte ¿Quieres?—su tono de voz fue todo lo contrario al mío y su mirada parecía cada vez más amenazante.

—¿Dónde exactamente?

—Pues mira, allí tienes un árbol muy bonito que puedes estar mirando en vez de a mí ¿Qué te parece?—me respondió de forma sarcástica.

Ante sus palabras reí un poco y ella me miró apretando los labios.

—¿De qué te ríes?

Aquella chica no parecía estar de buen humor o tal vez no le gustaban las personas amables. Por su mirada y ceño fruncido deduje que era lo primero.

—Eres graciosa—respondí.

—No lo soy.

Sonreí de forma provocadora. Se notaba que la estaba molestando y de cierta manera era divertido. Aunque tampoco quería ganarme una enemiga y mucho menos si era una desconocida.

—¿Por qué te enfadas con una desconocida?—la miré—Solo te miraba porque no tengo nada mejor que hacer mientras espero.

En un principio solo estaba intentando ser amable con ella, pero no parecía funcionar en absoluto.

—Hay algo llamado espacio personal—respondió apoyándose en la pared más cercana—A algunas personas nos incomoda que nos miren.

Notaba que ella estaba cansada, pero era una persona difícil de leer incluso para mí.

—Oh—suspiré, no quería llegar a incomodarla—Lo siento, no quería incomodarte.

Su expresión pareció suavizarse, pero su mirada seguía sobre mí analizándome con frialdad.

—Además, a lo mejor eres una pervertida—continuó.

—¿Tengo pinta de pervertida?—pregunté arqueando una ceja.

La miré con una pizca de ofensa en mis palabras. Notaba que me estaba perforando con su mirada verdosa.

—Un poco sí—susurró.

Su mirada fría pasó a tener cierta pizca de diversión y sus labios se curvaron formulando una leve sonrisa.

—Eso es mentira—hice un puchero—No tengo pinta de pervertida.

—Con esos guantes en pleno verano y esas ganas de hablar con desconocidos es lo que aparentas—chasqueó la lengua.

Cierta razón tenía, lo de los guantes era algo extraño, pero su forma de decirlo me molestaba.

—Llevo los guantes por necesidad—fruncí el ceño.

—Ajá.

—Solo intentaba ser amable, ni que tú fueras la gran cosa.

Por mis palabras supe que la había ofendido. Su expresión de diversión volvió a cambiar a la malhumorada de minutos antes y decidió contraatacar.

—Habló la de ojos rojos ¿Acaso llevas semanas sin dormir?

—¿Y tú? Un poco más y pareces un vampiro con ese tono de piel.

—¿Qué has dicho?

Ella gruñó, pero antes de que pudiera decir algo una voz femenina interrumpió la escena. No pude evitar suspirar aliviada. Salvada.

—Akira, siento haber tarda...—al verme sus palabras cesaron y me miró con sorpresa—¡Nova! Que coincidencia ¿Qué haces aquí?

Tardé unos segundos en responder para poder analizar la situación. Momo conocía a la peliblanca, Akira. De todas formas Kyouka no me había dicho nada de que ella se encontraría allí.

—Pues estaba esperando a...

—¿La conoces?—preguntó Akira entreabriendo los labios con sorpresa interrumpiendo mis palabras.

—Sí, ella es Nova—Momo le dedicó una sonrisa dulce que me sorprendió. Parecían llevarse muy bien—¿Te acuerdas que te dije que había venido una alumna nueva?

—Así que tú eres la famosa Nova.

Mi cabeza estaba hecha un auténtico lío. Tenía toda la pinta de que aquella chica también iba a la academia, pero nunca la había visto, o por lo menos no lo recordaba.

—¿Y tú eres? Parece que estudias aquí, pero nunca te he visto—pregunté con curiosidad.

—¿Por qué tendría que decírtelo?

—Vamos, no seas maleducada con ella—Momo sonrió rodeándola con el brazo de forma cariñosa—Perdónala, ha tenido unos días algo duros y últimamente ha estado de mal humor ¿Verdad?

—Princesa, no es bueno darle información de más a una desconocida.

—Para mí no es una desconocida—susurró haciendo un puchero.

¿Princesa? Se las veía muy cercanas, cosa que me sorprendió porque sus personalidades eran muy distintas.

—Está bien—cedió con un leve suspiro ante las palabras de Momo.

—¿Entonces...?

—Mi nombre es Akira. Estudio también aquí, pero este año he faltado mucho, así que es normal que no nos hayamos visto.

Su expresión intimidante no había desaparecido, pero de pronto sus palabras fueron más amables.

—Ahora lo entiendo—le dediqué una sonrisa y ella desvió la mirada.

—Siento haber sido un poco borde—añadió.

—No importa—sonreí—Un placer, Akira.

Ella me miró hasta que finalmente me dedicó una leve sonrisa y estiró su mano en mi dirección.

—Un placer, Nova.

Tras nuestra pequeña presentación Momo volvió a retomar la palabra con una mirada curiosa.

—¿Y qué haces aquí?

—Estoy esperando a Kyouka—respondí con una sonrisa—Ha venido a buscar unas cosas y hemos aprovechado para vernos aquí y luego irnos juntas.

—¡Oh! Menuda coincidencia. Yo también he tenido que entrar a buscar algo, es raro que no me la haya encontrado.

—No creo que tarde en venir—sonreí.

De pronto Akira cambió de expresión, pareció darse cuenta de algo.

—¿Kyouka? Así que tú eres la chica que está saliendo con ella. No había caído—sonrió de lado—Momo me lo contó, espero que no sea un problema.

Tras sus palabras me dedicó una sonrisa divertida.

—¿Eres amiga de Kyouka?—pregunté.

—Digamos que sí—respondió—Tampoco tenía más remedio después de todo...

—¡Akira!—la regañó Momo.

—Solo bromeaba, princesa—sonrió—No solo soy su amiga porque sea la mejor amiga de mi novia, en realidad nos llevamos bien. Tiene un buen gusto musical y no es tan molesta.

—¿Novia?

Ahora todo tenía sentido, aunque no pude evitar sorprenderme a pesar de lo observadora que pudiera llegar a ser en la mayor parte de situaciones.

—Sí, salimos juntas—me respondió Momo con una dulce sonrisa.

Eran como dos polos totalmente opuestos. Momo me sonreía con una sonrisa angelical y Akira me miraba como si fuera una asesina en serie.

—¿Te sorprende?—preguntó.

—No, bueno, un poco sí—reí con cierto nerviosismo—¡Pero hacéis muy buena pareja!

—Pues claro que hacemos una buena pareja—dijo Akira con cierto orgullo en sus palabras—Momo haría de cualquier relación la mejor de todas.

Ante sus palabras las mejillas de Yaoyorozu se cubrieron de rosado. Se veían muy bien juntas así que no pude evitar sonreír.

—¡Nova!—la voz de Kyouka interrumpió mis pensamientos.

Sonreí al oírla. Ella corrió en mi dirección y se lanzó sobre mis brazos juntando sus labios con los míos, sin percatarse de la presencia de ambas chicas.

—Seguid, seguid, no os cortéis en absoluto. Que viva el amor—la voz de Akira con una pizca de diversión y Momo dándole un pequeño codazo alertaron a Kyouka de su presencia.

Ella se separó de mi avergonzada.

—¿Momo, Akira?—preguntó separándose—¿Qué hacéis aquí?

—He venido a recoger unas cosas también y nos hemos encontrado—sonrió Momo—Ya que estamos podríamos hacer algo juntas ¿Qué os parece?

Al oír su propuesta me pareció muy buena idea. Creo que sería divertido pasar tiempo las cuatro juntas y así podría intentar llevarme bien con Akira.

—Sí, será divertido—respondió Kyouka.

—Claro, porque no...—susurró Akira claramente nada convencida.

—Oh vamos, será divertido conocernos mejor—sonreí.

Decidimos ir a un bar para poder tomar algo mientras conversábamos. El camino fue tranquilo y no tardamos en llegar. Tuvimos suerte de encontrar una mesa de cuatro que estuviera libre.

—Oye—la voz de Akira llamó mi atención y sus ojos verdes volvieron a estar sobre los míos—¿Lo de los guantes es por alguna especie de fetiche? No sabía que Jirou tenía gustos tan raros.

—¿Qué?

Las mejillas de Kyouka se volvieron de un tono rojizo a medida que yo soltaba una carcajada por su pregunta.

—Que lo entiendo, todos tenemos fetiches raros ¿Sabes?—Akira se encogió de hombros—Por ejemplo a mí me gusta...

—No es ningún fetiche, los llevo por mi singularidad—la interrumpí con una pequeña risa.

—Sí, por su singularidad es mejor que los lleve aunque puedan ser incómodos—aclaró Kyouka con una leve sonrisa.

—¿Tu singularidad?

—Tacto. En pocas palabras...—la miré fijamente—Si te toco podré saberlo todo sobre ti ¿Quieres probarlo?—sonreí con cierta diversión.

—No—chasqueó la lengua.

—¿Acaso tienes algo que ocultar?

Su cuerpo se tensó, pero al instante recobró su expresión indiferente de hacía unos segundos. La pregunta fue una broma, pero creo que todos ocultábamos cosas.

—Sí, que las personas rubias suelen caerme mal. Siento que hayas tenido que enterarte así—suspiró.

Solté una carcajada. Yo no sé si le caía bien, pero a mí ella sí.

—Chicas, intentar llevaros bien—dijo Momo un poco de apuro en la voz.

Kyouka asintió mientras se levantaba de la silla. Yo la observé.

—¿Vamos a buscar unas bebidas mientras intentan llevarse bien?—preguntó Kyouka.

—¿Quieres que tu novia muera asesinada?—pregunté mirándola.

Akira arqueó una ceja ante mis palabras.

—¿Por qué iba a perder mi tiempo matándote?

Momo y Kyouka se miraron entre ellas para después mirarnos a nosotras de nuevo.

—Sí, me gusta eso de ir a por bebidas—asintió Momo.

—Más os vale tardar poco—dijo Akira.

Ellas asintieron con una leve sonrisa alejándose de nosotras. Miré a Akira sin borrar mi sonrisa.

—Yo te he dicho mi singularidad ¿Cuál es la tuya?—pregunté con curiosidad. No pude notar en ella ningún rasgo físico que pudiera darme una pista sobre su singularidad.

Ella suspiró apoyando sus manos sobre la mesa. Parecía dispuesta a contestarme.

—Espejos.

—¿Espejos?

—De manera resumida...Hago espejos y estos pueden hacer lo que yo quiera, incluso sirven para teletransportarme—contestó escuetamente.

La miré impresionada. Nunca había oído hablar de una singularidad de ese tipo.

—¡Qué increíble!—exclamé emocionada—Suena genial.

Mi cumplido pareció tomarla por sorpresa.

—Gracias.

Pude ver una pequeña sonrisa en sus labios.

—Qué fuerte.

—¿Qué pasa?—preguntó.

—Sabes sonreír, increíble.

—Que graciosa, claro que sé sonreír. No es la primera vez que lo hago.

Ella suavizó su expresión y suspiró.

—¿Por qué estabas de mal humor?

Me miró pensando si responder hasta que finalmente empezó a hablar.

—Mi padre es imbécil, se cree que con amenazas y dinero va a conseguir lo que quiere de mí. Ya puede meterse su dinero por donde le quepa.

No parecía llevarse bien con su padre.

—Sí que suena como un imbécil.

—Imbécil se queda corto—suspiró.

Al verla algo incómoda decidí cambiar de tema, pero ella habló antes.

—Volviendo a lo de antes...—me miró—Tu singularidad también parece genial a pesar de tener que llevar guantes.

—Gracias, tiene su parte buena pero también su parte mala.

—¿Y eso?

—A veces hace que se me vaya la pinza.

Decidí ser sincera, después de todo a pesar de su malhumor parecía ser una buena persona.

—Oh, menudo marrón. Espero que se solucione—susurró.

—Confío en ello, eso ha dicho el doctor.

—Me alegra...—sonrió de lado—Vaya, sí al final eres menos molesta de lo que pensaba.

—Si fuera muy molesta no sé si Kyouka hubiera querido salir conmigo—reí.

—Si Momo ha aceptado salir conmigo creo que Kyouka hubiera soportado que fueras un poco molesta.

Ella apoyó su mejilla sobre la palma de su mano sin dejar de observarme.

—Si no pareces una mala persona cuando dejas de estar de mal humor...—sonreí—¿Cómo os conocisteis?

—Pues...—no parecía saber mucho por donde empezar—En realidad nos conocemos desde el colegio, pero nos empezamos de conocer de verdad cuando ingresé en la academia. Es difícil de explicar.

—¿Algo así como enemigas a amantes?—pregunté. Se me daba bien adivinar.

—Si te hace feliz llamarlo así...—susurró con diversión—¿Vosotras?

—La música nos unió—respondí—Y a partir de allí todo surgió. Conseguimos afrontar muchas cosas juntas.

—Vaya cursilada.

—Lo tuyo también es bastante cursi ¿Eh?

Ante mis palabras soltó una pequeña risa que trató de disimular, yo no pude evitar sonreír ante su gesto.

—Somos dos chicas muy afortunadas.

Ella asintió cuando fuimos interrumpidas por Kyouka y Momo. Ambas se sentaron con una sonrisa dejando cuatro bebidas. Dos cafés y dos tés.

—Dime que el café es para mí, princesa.

—¿También te gusta el café?—pregunté sorprendida. Aquella chica me iba a caer mejor de lo que pensaba.

—Claro, es mucho mejor que esa agua sucia que toma Momo.

—¡Oye!

—Perdón, perdón—Akira tragó saliva—Solo...¿Bromeaba?

—Te podría hacer una lista de razones argumentadas de porque el té es mejor que el café.

—A ver, quiero ver esa lista—Akira le dedicó una sonrisa provocadora mientras Momo se cruzaba de brazos.

Mientras ambas discutían sobre que bebida era mejor Kyouka agarró mi mano por debajo de la mesa y me dedicó una leve sonrisa.

—Parece que al final os habéis llevado bien.

—Podríamos quedar más a menudo las cuatro.

Ella rio un poco mostrándose positiva ante mi idea.

—Sí, pero por si acaso no menciones que no te gusta el té y que eres team café.

Bueno, todo iría bien mientras no nos metieramos con el té delante de Momo.

¡Hola! Bueno, espero que os haya gustado y agradecería saber vuestra opinión. Se me hizo divertido escribir este extra. Nova y Akira hacen un dúo bastante peculiar.

Pdt: Team té.

Pronto intentaré publicar las curiosidades de la historia que prometí y algún extra más. Nos vemos <3

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