Desde siempre
Martina es una mujer que olvidó los sueños... pero la vida tiene una extraña forma de recordarnos que las cenizas siempre pueden volver a arder.…
Martina es una mujer que olvidó los sueños... pero la vida tiene una extraña forma de recordarnos que las cenizas siempre pueden volver a arder.…
Si las cosas hubieran pasado en este tiempo en que todo puede hacerse por teléfono celular creo que hubiera escrito un mensaje bastante creativo para terminar con ella, eso es tajante; pero esa no era la realidad de 1987 y "ese" fue el año en que todo comenzó. Ese fue el año en que se dibujó esa línea que separa mi actual yo del mundo que giraba vertiginoso empujando hacia abajo, hacia el sitio en que los colores se funden en una masa amorfa de gris... dicen que es bueno tocar fondo porque después de eso sólo puedes subir y mirando atrás creo ver los peldaños dibujados como líneas trabajadas de a una, con todo el esfuerzo de reconstruirse a uno mismo. Espero que me entiendan de la manera en la que Soledad me entendió (aunque todavía no sepan nada de ella)... o que vean con ojos críticos cuestiones que todavía caen en esa bolsa de parcialidades en las que sí o sí terminamos tomando partido. Igual, como sea, espero que esta historia no te sea indiferente y nos conozcas a Soledad y a mí... con todas nuestras luces y sombras... porque eso somos: un compendio de altibajos de luz y oscuridad donde sólo buscamos seguir construyendo peldaños y seguir subiendo.…