Capítulo 11: "Atraco bajo alianza" 1/2
- "Con gran emoción podemos anunciar que el Collar de cocodrilos finalmente está en manos japonesas" -anunció con emoción la reportera, mientras se mostraba en vídeo como policías llevaban en una caja de madera a la galería Beika.- "Vamos a tener el honor de presenciar un evento importante al tener a Kaito Kid y a la modelo más hermosa de todo Japón en un mismo lugar".
- "Meisa Kuroki acepto portar el collar con total respeto y admiración a Maria Félix. Esto decía ayer durante la gala:
- Es una oportunidad única. Portar un collar de tal valor es un privilegio, y por eso estoy tan agradecida por haberme elegido -sonrió mientras se llevaba las manos al pecho.
- ¿Con tu gran belleza piensas atrapar a Kaito Kid?
- Lo estaré esperando -le guiño y sin más se despidió, arrastrando su vestido rosa por la alfombra roja, posando para las cámaras que peleaban por fotos para las portadas.
- ¿¡Quién se cree?! -Sonoko gritó con total indignación asustando a Conan y Ran que estaban sentados junto a ella en el sillón.- ¡Cómo si pudiera engatusarlo!
El detective solo rodó los ojos, esto era tan ridículo a su parecer.
- Tranquila Sonoko, seguro solo dice eso para las cámaras.
- ¡Mira las noticias! -extendió su celular a la cara de su amiga.- ¡Están diciendo que están saliendo! -puso el dorso de su mano en la frente dramáticamente.
- Son solo comentarios -se río entretenida por el dramatismo de la rubia. Conecto la mirada con el pequeño y sonrieron divertidos.
- No queda otra, tendremos que ponernos más lindas que esa modelo de cuarta...
- Sonoko...
- ¡Hay que impedir que se acerquen!
Conan no quería hacer otra cosa que remarcar lo estúpida que estaba siendo, pero como lamentablemente no era Shinichi para decirlo a la ligera, lo dijo mentalmente.
Esta noche sería la presentación del famoso collar y el robo de Kaito Kid. Por supuesto que todo esto era obra del viejo de Suzuki para atrapar al ladrón y su mejor amiga no tardo en arrastrar a todos a su juego. Fue interesante todo el revuelo mediático entorno a este robo.
Bueno, no quedaba otra que jugar nuevamente al gato y al ratón.
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Aoko no podía creer lo que escuchaba. Pestaño repetidamente y volvió a formular la pregunta.- ¿No vienes?
El chico resopló ya cansado de repetir lo mismo y de explicarlo. Se acomodó mejor en la silla y la miró con exasperación.- ¿Queres que me saque el barbijo, te lo explique mejor, y de paso te contagie? Si es así con gusto -sus dedos tocaron el borde la tela a punto de cumplir su cometido.
- ¡N-no seas tonto! -le golpeó la mano.
- ¡Oye! -se quejo fingiendo molestia. Aunque en su interior estuviera más que satisfecho con el resultado. Era muy fácil manipular a Aoko, con palabras de lastima y una que otra tos, la tenia en sus dedos.
- Lo siento, solo que no esperaba que estuvieras enfermo así -admitió. Le había llamado mucho la atención el hecho que el mayor fan de Kaito Kid se niegue a verlo cuando tranquilamente podía entrar al lugar si iba con ella. También quería que conociera a Ran y mostrarle con emoción que hizo una nueva amiga. Pero, el ahora estaba enfermo.- ¿Quieres que te prepare una sopa? -preguntó preocupada por la fuerte tos.
- No es necesario, no quiero contagiarte -tosió nuevamente al final de la frase.
- Solo quiero que estés bien -con delicadeza apoyo la mano en su frente y le dio una suave caricia, esperando que no sea fiebre.
- ¡N-no seas ridícula! -se apartó con violencia avergonzado por la acaricia. El no era un niño para que lo trate de esa forma.
- ¡Estoy preocupada! -frunció el ceño con la reacción de Kaito. Ella no hizo nada malo, solo quiere comprobar si puede manejar esto solo.
- Tch, no me estoy muriendo -miró la televisión, donde mostraban grabaciones de la actriz Maria Félix con el collar que robaría esta noche.
Aoko resistió el impulso de partirle la cabeza con la mesa. Se estaba comportando como un estúpido. ¿Qué tenía de malo que ella estuviera preocupada? Torció los labios dándose cuenta qué Kaito no estaba cómodo con su toque...
- Bien, que te mejores.
Sin más, se dio la vuelta caminando hacia la puerta e ir directo a su casa. Tenía muchas cosas por guardar y encima tenia tenia que viajar. No iba a estar rogando para que Kaito entienda su preocupación y se comporte cuan niño caprichoso no queriendo tomar su medicina porque sabía mal.
Kaito negó con la cabeza al escuchar el puertazo de Aoko, cerrando la puerta cuan dama hacia al enojarse. Se sacó el barbijo y resistió el impulso de ir tras ella, pedirle perdón, y explicarle qué no era nada con que preocuparse. Pero el orgullo y el tiempo se lo impidieron.
Ahora la prioridad era otra, pensó mientra observaba el collar que mostraban el noticiero. Tendría que ajustar una que otra cosa durante el viaje y todo estaría listo.
Aoko siempre estaría después de Pandora.
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La noche finalmente había caído.
Beika era una revolución total cada vez que Kaito kid hacia acto de presencia.
Los fans rodeaban el edificio mientras las vallas y la policía impedía el paso. Los periodistas estaban dando su reportaje y rodeando la alfombra roja junto a los camarografos.
Finalmente los gritos, silbidos y flash estallaron cuando una limusina negra estacionó. Dos hombres se acercaron y abrieron la puerta. Unos tacos negros pisaron la alfombra y de ahí salió una mujer. Arrastró su vestido negro con total elegancia mientras avanzaba hacia la puerta. Se detuvo en las escaleras para posar y finalmente se adentro al edificio.
Fue recibida con aplausos y elogios. Varios hombres de acercaban a alagarla y agradecer por aceptar esta propuesta.
- ¡Meisa-chan! -Korogo se presentó mientras se acomodaba el cabello hacia atrás y hacia una pose seductora.- El detective Kogoro el durmiente, a su servicio de protegerla.
Ran resistió el impulso de agarralo de la solapa y arrastrarlo lejos. Sonoko mordía una servilleta de los celos hacia la modelo, mientras Conan miraba con aburrimiento el acto.
Desvío sus ojos hacia su novia para presenciar mejor su vestido rojo escotado. Trago duro al presenciar nuevamente lo hermosa que estaba. Tenía la teoría que cada día se volvía más bella. Agradecía en silencio la compra que hizo Sonoko.
Ella pareció sentir su intensa mirada porque lo miró. El se tenso y su rostro se volvió un tomate. Preocupada por su reacción se inclinó hacia el y le acarició el pelo.- ¿Te encuentras bien, Conan-Kun?
Asintió desesperado sabiendo que no podía decirle que veía con total tranquilidad el inicio de sus pechos.
- Deja al mocoso en paz, el no importa -se quejo Sonoko mientras miraba con odio como la modelo se alejaba.- Odio admitir que amo su vestido.
Ran estuvo de acuerdo. Estaba preparada para esta ocasión. Cuidando cada detalle como toda modelo de alto renombre hacia.
Llevaba un vestido corte sirena, negro, donde el volado de la parte trasera se arrastraba por el piso. El escote era en forma de corazón con mangas cortas que colgaba sobre sus hombros. Su cuello libre para cuando usará el collar y el pelo recogido para resaltar más. Sin duda se merecía el reconocimiento de la más hermosa de Japón.
La modelo se perdió entre la multitud.
Aprovechando la distracción de ambas chicas, Conan miró con atención el lugar.
Todos estaban elegantes para la ocasión, hombres con trajes y mujeres con vestidos. Había un pequeño escenario removible para la ocasión, donde había varios guardias rodeando una caja de cristal, cubierta por una manta roja.
Sería difícil distinguir donde estaría Kaito Kid. Podría ser un policía, un invitado, un mozo, guardia...
Hablando de policía, podía escuchar las órdenes -gritos- del Inspector Nakamori.
Prefirió empezar a tantear el terreno.
Silenciosamente, se alejo.
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Fue guiada hacia el cuarto para darse uno que otro retoque y sentirse más segura y relajada ante todo el drama que pasaba a su alrededor.
- Recuerde Kuroki-San, cuando Kaito Kid haga acto de presencia usted se alejara lo más rápido posible para que la policía haga todo el trabajo -le repitió su maneger desesperado, seguido por dos chicas que anotaban todo en sus libretas y dos policias.- No tienes que tener ningún rasguño, ni nada.
- Si, si, ya me lo repitieron miles de veces -dijo cansada.
- Tienes veinte minutos para dejarla impecable -señalo con el dedo a una de las jóvenes. Asustada asintió.- Bien, el tiempo corre -sin más se fue con la otra chicas y los dos policías se acomodaron al frente de la puerta una vez cerrada.
La modelo se sentó en la silla mirándose en el espejo del maquillador. Se acercó más y señaló sus labios.- Necesito más labial rojo.
La otra chica no respondió y se acercó por detrás con una sonrisa misteriosa. Meisa extrañada por su extraño comportamiento se dio la vuelta para verla de frente.
Lo único que consiguió fue aspirar humo y caer al mundo de los sueños.
Fue atrapada por la joven antes de poder golpearse. Se sacó la máscara revelando el sonriente rostro de Kaito Kuroba.
- Lamento esto señorita, pero solo puede haber un actor.
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