Capitulo 42: No Me Puedo Decidir

Suspiro. Sentado en el sillón, froto mis manos mientras slopo. Subo las mangas de mi suéter hasta las puntas de mis dedos, y tapo todas las entradas de aire posibles.

Más sin embargo, nada funciona. Me estoy muriendo de frío aún. A pesar de que, no estamos en temporada de frio, hoy lo está haciendo; y demasiado.

Las puntas de mis dedos están rojas, debido al frío. Ni siquiera me atrevo a sacar mi teléfono, por qué a duras penas y puedo mover los dedos.

Lo único que agradezco es que, hayan suspendido las clases hoy. Aunque claro, mañana, aunque esté igual que hoy, tendremos que ir.

Podría ir por una sábana a mi habitación, pero no me quiero parar. De la misma forma, podria hacer un chocolate caliente, pero sinceramente no quiero ir a hacer ninguna de las dos.

Mis piernas están congeladas, a pesar de todo lo que tengo puesto, el frío no disminuye. Cuando respiro, el vapor sale de lo boca, incluso parece que estoy fumando.

¡No lo hagan! Claro, al menos de que dios les de permiso...

Carajo, parece que todo se ira a la mierda. ¡Al carajo todo!

Cómo pude, me levanté del sillón y camine hasta las escaleras. Subí, escalón por escalón, lentamente mientras suspiraba por el frío.

La puerta de mi habitación está abierta, al menos, es un trabajo menos. Busque una sábana limpia que tuviera guardada por ahí, y salí.

Baje las escaleras, con la misma lentitud que cuando subí. Las escaleras rechinaban, en el departamento cubierto por las sombras del exterior.

Los focos están apagados, me gusta cuando está oscuro. Además, no quiero prenderlos. No es como si me fuera quitar el calor.

Con la cobija en manos, me recosté en el mueble, y me tape con ella. Haciendome bola en el mueble, suspiré aliviado, al sentir menos frío.

*Toc Toc*

Autor: (Fua~ efectos~)

La puerta de mi departamento, se hace sonar por toda la sala. Alguien la está tocando, desde afuera, claramente. ¡Y la puerta, claramente!

¿Quién carajos está afuera con este frío? ¡Está loco!

Al menos debería hacerle caso...

Destapandome, me pare del mueble. Camine a la puerta, pesadamente. Acerque mi mano, al plomo de la puerta, pero, cuando lo toque...

T/N: "¡Hii!". Chille, al tocar el plomo helado como hielo. Estaba muy frío, incluso sentí que mi mano tembló.

Aún así, logré tomarla y girarla, haciendo que la puerta se abriera... ¡¿Y por qué tenía que ser ella?!

T/N: "¿Qué haces aqui, Mahiru?". Pregunté a duras penas, mi voz temblaba un poco, pero aún así me pude dar a entender.

Mahiru: "Me dijiste que podía venir más seguido, ¿No?". Comenta Mahiru, entrando a mi departamento después de mi invitación.

Ciertamente se lo dije, pero, ¿Venir cuando hace tanto frío...?

T/N: "Ya veo...". Suspire, cerrando la puerta de mi departamento. "¿Quieres un chocolate caliente?". Pregunté a Mahiru, arqueando una ceja.

Es una buena oportunidad para quitar mi antojo, no lo había hecho por qué no me quería parar. Pero como ya lo estoy, no pierdo nada.

Mahiru: "Claro, déjame ayudarte a hacerlo". Dice ella, con su expresión serena.

T/N: "Quédate sentada". Dije "Ya estoy parado, así que no te preocupes". Agregue.

Mahiru: "Quiero ayudarte". Declara Mahiru, cerrando el puño.

T/N: "No es necesario". Insistí "No tienes que hacerlo". Termine diciendo, sonriente.

Mahiru hace un puchero, "ocultando su cara", aunque claro, no lo hizo bien, ya que, la Vi claramente. Pero, aún así, acepto mi desicion y se quedó sentada.

...

T/N: "Aquí tienes". Deje la taza con chocolate enfrente de Mahiru; en una mesa.

Mahiru: "Gracias". Mahiru sonríe, toma la taza, y da un sorbo.

Tomo mi propia taza, y le doy un sorbo.

No sé que debería decir, ¿Podría invitarla a ella al festival? No lo sé, no quiero invitar a las otras, ya que, puede que vayan a ir con sus familias. Y si les digo que vayan conmigo, puede que cancelen con sus familias.

Solo son suposiciones mías, pero las veo muy probables por alguna razón.

Podría invitarla, pero no es como que seamos muy íntimos. Tampoco quiero subir un terrible "No, que asco" como respuesta.

Me recuesto en el sillón. Tengo sueño, ayer me quedé despierto hasta tarde leyendo una novela. Creo que se llamaba "Canciones para Paula".

Autor: (Ah, que god)

Mahiru: "Gracias por el chocolate". ¡¿Tan rápido?!

T/N: "S-si, de nada". Negué con las manos.

Me acomode aún más en el sillón, y me tape con las sábanas. No creo que pueda aguantar más.

Cerré los ojos y, cai rendido por el sueño.

***

Mis ojos temblaban, los abría y cerraba, pero no del todo. Mi cuerpo estaba caliente, no sentía frío. Mi cuello estaba en algo seuve. Era muy reconfortante; cómodo.

Entreabri los ojos, unos mechones de hilo color amarillos, como el sol, estaban en mi vista. Atrás de ellos había oscuridad. No sería una broma decir que esos hilos iluminaban el lugar.

Abrí por completo los ojos, y ahí estaba ella, Mahiru. Acariciando mi pelo, mientras mi cabeza descansaba en su regazo.

[Imagen]

Mahiru se queda serena, al ver mi despertar. No parece importarle que esté ahí. Pero aún así, yo estoy que me muero de nervios. No quiero morir aún.

Me levanto, con expresión serena a mis emociones. No quiero que note que estoy más nervioso que un criminal esperando su condena.

T/N: "¿Cuánto tiempo dormí?". Pregunté, apenas me levanté.

Mahiru: "Unas 4 horas". Responde ella.

¿Tanto tiempo se quedó aquí? Debio ser aburrido. Me compadezco de ella.

T/N: "Veo...". Me frote los ojos, quitándome las legañas. Oh, espera. No tengo legañas.

Mahiru: "¿Quieres que yo haga la cena?". Pregunta ella, parándose del sofá.

¡Eso! ¡Esa fue la principal razón por la cual acepte que viniera más seguido aquí!

T/N: "Te lo agradecería". Respondo yo.

Mahiru: "Ya veo, déjamelo a mí". Declara Mahiru, golpeando su pecho con orgullo.

Puede que al final de cuentas, si la invite a ella, Mahiru. Una chica popular que vive a mi lado.

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Fin del capítulo 42.

¡Ah! ¡Banda, tengo un chisme que contar!

Iren, lo que pasó es que yo estaba hablando con un compa. Y pues llegó un señor, conocido de nosotros, y llevaba una chamaca con el. Creo que tenía unos 20 o por ahí.

Y el chiste es que nos pusimos a hablar, ya se despidió de nosotros. Viene mi compa y me dice "Hey, wey". Y yo le respondí aquí bien sacado de onda "¿Que pedo?"

Y viene el cabron y dice "¿Vistes a la vieja que traía con el?" Y le respondí "Simon, es su hija, ¿No?"

Mi compa se rió y dice "No we, es su vieja"

Su puta madre, quedé como piedra xD el señor tiene como 60 años. La morra va por la quincena, no por el señor.

Y yo aquí bien soltero.









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