Carnitrix I
¿Alguna ves se han preguntado si el humano, el ser humano, se encuentra solo en el universo?. Un universo infinito con sus recursos finitos, ¿podría llegar siquiera el Hombre pensar que existen más seres que él mismo?.
Existen y existirán teorías, de que el universo fue creado por un hombre bastante aburrido, por seres tan hermosos y celestiales como lo son los Celestial Sapiens de Fuerte de la Creación. O que incluso, para el hombre, el universo simplemente fue creado por el polvo estelar y por las estrellas en repentino choque.
Puede que simplemente haya sido una unión de todo aquello, una unión monstruosa y peligrosa como hermosa y encantandora.
Pero todavía existe la pregunta, la teoría, la cuestión.
¿Estamos solos en el universo?.
Un gruñido gutural y arrogante lleno la habitación de un alienigena determinado como Galván quien comenzaba a pulsar algunas letras que se encontraba al frente suyo mientras las pantallas en rojo de advertencia de peligro aparecian frente de sus ojos molestos.
A pesar de toda la explosión que en su nave residía, no le importaba al mayor genocida de cinco galaxias conocido como Azmuth, y recontinuo en su labor de la mayor creación de todas.
Falla encontrada
Bufo ante esto y elimino el cartel frente suyo, movió las piezas de su escritorio e introducía el ADN de su raza dentro del reloj que se encontraba frente suyo.
Una sonrisa malvada y arrogante adorno en su rostro al verlo, verlo tan vivo y consciente de si mismo y posiblemente de su misión de dominación.
En esta línea alterna, Azmuth no creo el Omnitrix para poder llevar la paz a todas las galaxias que existen, que él era un hombre diferente y que su razón de existir no era el de crear un arma que simplemente destruye planetas y ya, ni la versión más pervertida de todas la del Azmuth quien creo el Chaquetrix para traer paz al universo y que cualquiera que tenga el reloj rosado pueda reproducirse con su arsenal gigantesco de alien.
No.
En esta realidad alterna Azmuth es conocido como el mayor genocida de todos, quien únicamente piensa que su raza es más superior que todas las demás razas existentes, ni siquiera los supuestos creadores del universo, los Celestial Sapiens.
Una sonrisa deforme adorno su cara al ver como la muestra de ADN prohibida entro en su reloj, su versión y la versión de esta realidad. El arma más desgraciada y aterradora de todas, el Carnitrix.
Error. Error. Error. Prototipo incompleto.
Una mirada molesta adorno su cara cuando escucho los golpes detrás suya en la compuerta, sabiendo ya quienes eran, pero para desgracia de aquellos dos y de los Plomeros. Hoy no se dejaría atrapar. No. Él llevaría el nombre de su raza a lo más alto y sino fuera él, alguien más lo hará.
- ¡Azmuth, abre la maldita puerta, desgraciado! -la voz de Tetrax adorno sus oídos, y cansado se dirigió hacia su reloj.
Azmuth tomo una cápsula y en ella el Carnitrix entro siendo sellada después de un ligero brillo verde amenazante. Vio el cuchillo en su bolsa y la nota a un lado del reposa asiento de su nave.
La compuerta fue destruida completamente, y una enorme cortina de humo se acrecento para luego comenzar a revelar a dos figuras. Aquellos dos seres eran Vilgax, una Chimera Sui Generis, y Tetrax, un petrosapien. Ambos plomeros quienes buscaban a Azmuth.
Ellos habían viajado por todo el universo para encontrar a Azmuth y no fue así hasta que se detuvieron en el Sistema Solar de los humanos. Pero simplemente al entrar en la habitación donde se supone que debería de estar Azmuth lo único que encontraron fue su cadáver ya muerto en el piso y al lado una nota de despedida junto a su cuchillo.
Tetrax lo tomo y lo leyó.
"Si yo no traeré muerte y destrucción al universo, entonces otro más lo hará"
El petrosapien gruñó de ira ante esto y destruyó el pedazo de papel con sus manos de diamante.
- Tenemos que encontrar ese reloj, Tetrax -la Chimera dijo, después de dejar su mano en el hombro del petrosapien calmandolo un poco. - Por lo tanto, no te enojes por este maldito.
Tetrax asíntio.
La pregunta vuelve a estar presente, ¿estamos solos en el universo?.
Esa pregunta se la pasaba por su cabeza un joven niño de tan solo 14 años de edad, quien se encontraba viendo las estrellas del espacio exterior con su telescopio mientras una sonrisa adornaba su rostro.
Cabello negro lacio, ojos azules, chaqueta rosa con el símbolo 10 en el pecho, en la zona izquierda, siendo recubierta por una gran raya negra y pantalones grises con bolsillos.
Este joven era conocido como T/N. Un niño huérfano abandonado en un orfanato por su verdadera madre quien falleció y dejo a su hijo en el cuidado de Isabella y las demás mujeres del orfanato.
La infancia de T/N fue normal pero gracias a su TDHA era difícil ya que era inquieto, no se metia en las peleas en si pero le gustaba ayudar a la persona que sufría y por consecuencia se metia en peleas.
Era un niño puro de corazón, que a pesar de que las personas eran consumidas por el poder, él quería tener poder para poder traer paz al mundo. Era bastante fanático de Superman, Spider-Man y Batman. Quería ser un héroe, y si lo fuera ayudaría a todos cuánto podría.
Vino a este bosque con su madre debido a una lluvia de estrellas que iba a pasar, sucedía cada 100 años y este sería el año en que pasarían y quería venir para verlos, por lo que su madre lo trajo en su camper.
- Espero que las estrellas fugaces puedan pasar -dijo para así mismo T/N viendo las estrellas del cielo estrellado. - Estuve esperando mucho tiempo para esto. Me preguntó si estamos solos en el universo.
T/N vio una estrella llegando desde el cielo y sonrió feliz y se dispuso a verlo con su microscopio, pero luego su rostro se horrorizo al ver que venía directo hacia a él.
- ¡Es un meteorito! -exclamo.
T/N se mando a correr con todas las fuerzas que sus piernas le permitian, sentía el calor del meteorito en su cuello y cuando se estrello en el suelo aquella cosa por el radio de explosión mando a volar a un T/N quien comenzó a rodar por el suelo.
Después de unos momentos, T/N se levantó adolorido y sangrando en la zona de su cabeza, la sangre bajaba poco a poco hasta tapar su ojo izquierdo lo que le obligo a cerrarlo. A pesar de que la sangre bajaba de su cabeza, no le tomo mucha importancia y camino hasta el meteorito.
Fue directo hasta el borde del crater donde lo vio, una esfera parecida a un balón de fútbol pero de un color negro gris. Y una especie de brillo verde enfermo salía de las rendijas de aquella esfera.
En el borde del crater donde se encontraba el muchacho se rompió tirando a un T/N contra el suelo, al frente de la cápsula que poco a poco comenzó a abrirse y aquel brillo verde se volvió intenso. El muchacho se levantó y lo vio.
No sabía porque pero algo le decía que se alejase de aquella cosa cuánto antes, sin embargo la tentación y la curiosidad le ganaban bastante. Lo cual fue un error terrible. Y planto la semilla de la maldad.
Estiró su mano directo hacia aquella cosa en forma de reloj, poco a poco y el brillo aumentaba. Pero entonces cuál demonios aquel reloj salto directo a la mano del portador insertando sus tentaculos en el brazo de T/N con una fuerza desgarradora.
- ¡¡Ahhhh, suéltate, suéltate!! -T/N grito del terror al sentir como sus huesos, los huesos de su brazo izquierdo, comensaban a romperse y el reloj a activarse- ¡¡¡DUELE, DUELE, NOOOOO, AHHHHHH, QUITATE, QUITATE!!!
El dolor era terrible y desgarrador, T/N lloraba de la agonía mientras su brazo comensaba a doblarse y sentia como poco a poco su reloj comenzaba a seleccionar el alien, terminando en Fuego.
Los gritos de T/N se volvieron más y más fuertes, sus gritos de un joven humano adolescente se transformaron en una versión trastornada y desgarradora y profunda. La agonía de su cuerpo se acrecentaba más y más que antes, y para su desgracia, el reloj al haber seleccionado a Fuego el mismo cuerpo de T/N comenzó a prenderse en fuego.
- ¡¡AHHHHHHHHHHH, DUELE, ARDE, AHHHHHHH!!
Los gritos de un joven T/N llenaron el bosque, sintiendo como cada parte de su cuerpo se rompía y se recomponía otra vez para volverse a romper. Después de unos segundos su apariencia cambio, no al Fuego que conocemos, sino que a uno más demoníaco.
El pilar de fuego de su transformación llamo la atención de una Isabella quien miro todo esto.
- Que estará pasando. -se pregunto y fue directo hacia el lugar donde se supone que estaba aquel pilar.
Cuando Isabella llegó, vio con horror a un Pyronita tan deformado que daba miedo. Vio el símbolo en su pecho.
Dónde estaba su hijo, su hijo adoptivo, esa cosa la miraba fijamente, y le daba miedo. Sentia como su cuerpo se reducía a cenizas solo al estar en presencia de aquella.
- Alejate monstruo -exclamó con miedo Isabella retrocediendo lanzando rocas contra el demonio pero estás mismas se reducían a cenizas al ester frente suya.
La criatura en un momento a otro tenía a Isabella en su mano, está gritaba del dolor y el horror sintiendo como su cabeza comensaba a doler y no solo eso sino que también sentía como su propia cabeza se resquebrajaba.
- ¡¡¡Duele, suéltame maldito monstruo, suéltame!!!
Intento zafarse de aquel agarre pero sus fuerzas se iban al igual que su visión, sus ojos se quemaban al estar tomada de su cabeza por la mano del monstruo, y pego un grito desgarrador cuando la bestia destruyó sus brazos.
Las lágrimas caían pero eran eliminadas por el fuego, y de un segundo a otro su cabeza fue aplastada. Matando a Isabella en el acto quien cayó al suelo inerte.
Debido a la muerte, la criatura dio un grito nada humano y el fuego de su cuerpo comenzó a quemar el suelo, el pasto y todo el bosque. Ese grito parecía una risa deformada, aunque adentro podría ser un llanto del portador tanto del dolor por como estaba transformado como por el hecho de haber matado a su propia madre.
La bestia lanzo una enorme llamarada reduciendo el mismo bosque a cenizas, matando a los animales del mismo bosque en el proceso y calcinando el cadáver de la pobre Isabella quien para su desgracia nunca supo que el monstruo que la mato fue su propio hijo.
Cuando el bosque se calcinó por completo dejando simplemente árboles quemados y reducidos a cenizas, T/N se había destranformado y cayó al suelo gritando del dolor mientras se sostenía el brazo, comenzó a gritar a un más fuerte y las lágrimas salían de sus ojos.
- ¡¡Mamá, mamá, mamá!! -grito y grito, abrazando el cadáver ya calcinado de su madre, sin embargo no importaba cuánto lloraba su madre no se movía para nada. - ¡¡¡Mamá, levántate, por favor, levantate, no me dejes solo, mamá!!!
No sabe cuánto tiempo había pasado, ¿una hora quizás, llorando en el cadáver de su madre, gritando hasta que sus cuerdas vocales se destruyan, hasta que sus lagrimales dejen de segregar lágrimas?.
Se levantó, después de haber enterrado a su mamá cerca del camper, y se fue mientras intentaba llorar pero sus lagrimales ya se habían secado. Ya no lloraba más.
Sus ojos se posaron en el reloj después de que haya escuchado como se volvió a prender pero lo ignoró, su mirada se poso en un campamento de personas que se encontraban acampando en el mismo lugar.
Pensó en pedirles ayuda, tal vez alguno le podría ayudar a quitarle este reloj que le hacía daño.
Pero cuando dió otro paso más al frente, el reloj comenzó a retorcerse en el brazo de T/N quien comenzó a gritar otra vez de dolor llamando la atención de todos los campistas. El reloj volvió a elegir a otro alien más, siendo la figura deformada de un petrosapien.
Los gritos suyos se volvieron más deformes y más vacías como si estuvieran con un eco profundo, su cuerpo empezaba a cambiar a un tono azul enfermizo diamantino. Su dedos se retorcian y dislocaban al igual que el resto.
Rugió, grito, desgarro. La transformación había finalizado y ahí estaba Diamante. Los campistas gritaron del miedo al ver como una criatura azul había aparecido y sin más intentaron correr. Pero no pudieron.
Diamanete golpeó el suelo miles de veces generando cientos o miles de cientos de tempanos de diamante como picas, y entonces el campamento comenzo a convertirse en una fiesta sangrienta dejando en ridículo a la Masacre de Texas.
Los humanos gritaron del miedo y le rezaban a dios para que se puedan salvar, pero no servía para nada debido que el cuerpos mismos fueron empalados de todas las formas posibles, una más bizarra que la otra.
Diamante corrió, y de un solo movimiento de sus manos destruyó a todas las personas que se encontraban cerca de él e incluso a los propios niños y niñas, las embarazadas y los ancianos. Diamante rugió con más fuerza que se le pudiera dar, para luego reírse de una manera enferma y desquiciada como si disfrutase de esto.
Está historia comenzó con un reloj demoníaco y extraño, creado por el ser más desgraciado que existe. El Carnitrix, el reloj creado por la ment más enferma de todas, que solamente traería muerte y destrucción al mundo de ser necesario, y si en algún momento la tierra llegara a ser destruida entonces el resto del universo.
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