Después de los sucesos ocurridos en el anterior capítulo (pero que en realidad pasaron simplemente unos minutos v:) nuestro protagonista quedó levemente entumecido ante lo que había pasado.

- Acabo de follar con un alien ... -expreso y vio debajo de su cintura viendo su pene con semen hacia afuera.

Antes de que pudiera hacer lo que tenía pensando su madre lo llamo.

- ¡T/N, querido, vuelve adentro! -su madre a lo lejos lo había llamado.

T/N se puso los pantalones y fue directo hacia su madre, no sin antes tomar el telescopio antes.

Al regresar donde habían acampado, su madre quien estaba afuera fue a mirar a su hijo y arqueo una ceja al ver el reloj rosado que él llevaba en su mano izquierda.

- ¿Cariño, donde has sacado ese reloj?.

- Mamá. Primero que nada, de seguro que no me vas a creer, pero un meteorito cayó del cielo y se estrello en la tierra pero en realidad no era un meteorito, era una cápsula del espacio. Y está cosa es de ella.

- Hijo, ¿Estás en drogas?.

- No mamá. -señalo el reloj quien todavía seguía en rojo- Te juro que está cosa es del espacio exterior. Te lo juro. -fue hacia ella y tomo su mano- Ven, te enseñare que te digo la verdad.

- Espera T/N.

A pesar de sus quejas el pelinegro no hizo caso a su madre y empezó a tirar de ella llevándola directamente por dónde él vino

Después de unos momentos habían llegado, la madre abrió sus ojos y la boca con incredulidad al ver como su hijo tenía razón. Era una broma diciéndole que existía gente del espacio exterior pero ahora mismo ella también estaba creyendo.

- Te lo dije mamá -exclamo T/N con una sonrisa enorme en el rostro. Y por obra del guión el reloj volvió a prenderse con un pitido llamando la atención de la madre y también la de nuestro protagonista. - ¡te lo enseñaré!.

Pulsando el botón otra vez el lente volvió hacia arriba, la retina del mismo comenzó a girarse por obra de T/N y se detuvo en una mujer con púas en las manos y quien parecía ser una mujer guerrera.

La madre grito.

- ¡Espera T/N, puede ser peligroso!

- ¡Yo desayuno peligro! -exclamo y golpeó el lente.

Entonces una explosión de color púrpura emergió de la nada, la madre de T/N se apuro y se puso al frente de él para protegerlo de cualquier peligro. Mientras el pendejo estaba emocionado de ver a alguna alienígena nuevo.

El destello púrpura había desvanecido y con ello se reveló por fin la apariencia de la Alienígena nueva, ganándose la atención de ambos humanos por dos motivos diferentes.

- ¿Dónde estoy? -la petrosapien tuvo un poco de dolor de cabeza al salir del reloj. Miro al frente suyo observando a la mujer humana y después al niño, su mirada se detuvo en el reloj rosado que él estaba teniendo en la muñeca. - ¿Así que tú eres mi invocador?.

- ¡Apártate fenomena! -exclamo la madre de T/N  estando firme sin inmutarse ante la presencia de la mujer alienígena.- ¡No te dejare tocar a mi hijo!

La petrosapien arqueo una ceja (si es que en primer lugar tiene ceja) ante la agresividad de la mujer, miro de manera seria a quien es su invocador.

- Invocador, ¿Usted deja que está simio hable por ti? -la mujer entrecerró sus ojos ante la petrosapien.

- Nha, solo los domingos y hoy estamos en el lunes -dijo. Separándose de su madre y yendo directo contra la diamantina- Un gusto, soy T/N. -extendio su mano hacia ella.

- Espera hijo, ¡Podría ser peligrosa! -exclamo asustada viendo a su hijo ya acercandose a él.

- Tranquila mamá. -dijo T/N con calma - Ella es una amiga.

La petrosapien se sonrojo un poco teniendo una mancha azul profunda en sus mejillas y tomo la mano de su invocador haciendo lo que él quería, estrechar su mano, aunque por accidente la apretó más de la cuenta.

- Auch...

- Lo siento -retiro la mano rápidamente. - No controle mi fuerza.

- No pasa nada. -dijo T/N - Viste mamá, no es alguien mala. No seas racista.

La madre alzo una ceja ante esto. - No soy racista, simplemente estoy nerviosa de que una alienígena este aquí frente a nosotros y que apareció de la nada. -miro el pecho de la mujer alienígena- ¿Deben ser tan grandes?.

- No me culpes porque tengas un complejo. -bufo la mujer diamante cruzándose de brazos.

- Oigan no se peleen. -exclamo T/N asustado. - Mamá, ella no hará nada malo, cómo dije es una amiga.

- ¿Quien es la mujer que la llamas madre, invocador?. -pregunto la petrosapien.

- Mi nombre es Isabella -la pelinegra cruzo sus brazos ante esto soltando un bufido. - Y mi hijo tiene un nombre, se llama T/N.

T/N se puso nervioso ante esto, parecía que ambas iban a pelear. Y a pesar de que su madre sabía defenderse dudaba de que podría derrotar a una mujer que su cuerpo era puro diamante.

Se puso delante de ambas mujeres para que no surgiera nada malo o peor, que se hicieran daño.

- Dejemos esta discusión en otro momento, ¿Si?. -dijo. Luego miro a la petrosapien. - ¿Dime, cómo te llamas?.

- Yo no tengo .... !¡ -la alienígena tomo rápidamente a ambos humanos y los cubrió, acto seguido una explosión enorme se presenció golpeando su columna.

Del cielo un enorme robot parecido a una cucaracha emergió y comenzó a escánear la zona viendo a la petrosapien junto a los humanos.

- .... - se fijó en la petrosapien. - Amenaza alta. Raza petrosapien. -la voz robótica de aquella máquina no se hizo esperar.

Del humo emergió la Alienígena quien se hecho hacia adelante protegiendo a la familia humana quien estaba entre asustados y sorprendidos.

- .... - se fijó en la madre de T/N. - Amenaza nula, raza humano. -luego se fijó en T/N y sus escáneres comenzaron a resonar con bastante potencia, su mirada se detuvo en el reloj rosado. - Raza humano. Amenaza preocupante. Portador del Chaquetrix. Exterminación: en curso.  -la boca del robot cucaracha emergió varias pinzas y tenazas metálicas que comenzaron a formar una enorme esfera de energía.

- ¡Invocador, debes irte rápido de aquí! -por puro reflejo la mujer se lanzo contra aquel robot quien lanzo su rayo láser contra el usuario de reloj.

La mujer junto sus manos creando una especie de escudo diamantino redirigiendo todo el láser en contra de su mismo disparador y también golpeando en todas las direcciones del bosque.

Dio un salto hacia arriba y apunto con su brazo comenzado a lanzar cientos de cristales del mismo brazo en contra del robot tanto en el pecho como en la espalda. Al llegar al suelo la petrosapien tuvo que bloquear rápidamente con sus brazos un golpe directo de aquel robot pero enviándola lejos chocando contra varios árboles.

- ¡Señorita alienígena! -exclamo T/N con miedo.

- ¡T/N corre! -exclamo Isabella.

La mujer tomo a su hijo de su mano jalandolo con todas su fuerzas mientras el robot los perseguía disparando aquellos rayos láser que impactaban contra la tierra.

- ¡Debemos llegar hasta la furgoneta! -exclamo la madre.

Sin embargo uno de eso rayos de láser impacto delante de ellos tirandolos contra el piso debido a la explosión. Adoloridos, madre e hijo vieron como aquel robot extraño venía directo hacia ellos y alzaba su pierna para poder aplastarlos.

Antes de que pudiera hacerlo, la petrosapien apareció de repente y con un golpe lo suficientemente fuerte desvío su pierna y no solo eso sino que también la destrozó.

- ¿¡Invocador, se encuentra bien!? -pregunto, volviendo a lanzar Miles de esquirlas de diamantes en contra del bruto.

- ¡Gracias Diamante! -exclamo T/N feliz levantándose del suelo al igual que su madre. - ¡Ten cuidado con esa cosa!.

- ¡Lo sé!

La Alienígena fue directo contra el robot desviando uno de los golpes con sus manos, cuando aquella cosa lanzo un golpe de su brazo con garras, la petrosapien aprovecho de que se quedó incrustado en el suelo y tomo carrera corriendo desde el mismo brazo saltando en contra de la bestia mecánica.

Dando un fuerte grito de guerra, la petrosapien golpeó con todas sus fuerzas la cabeza de aquella máquina roja destrozando todos sus interiores y antes de finalizar enterró su brazo en la cabeza de aquella cosa y todo el cuerpo robótico exploto con cientos de diamantes en el.

Rápidamente bajo y detrás suyo aquel robot explotó en miles de pedazos dejando un enorme agujero en la zona donde estaba.

- ¡Wow, eso fue sorprendente! -exclamó T/N con una gran sonrisa en el rostro.

- Me alegro de que esté bien, invocador....No, T/N. -el símbolo que estaba en su pecho comenzó a brillar. - Espero que nos volvamos a ver.

- No te preocupes por eso -le dió un beso en la mejilla a Diamante, cosa que la hizo sonrojar pero no dijo nada y se fue dejando solo a la familia.

El lente de su reloj había vuelto de rosa a rojo, indicando que necesitaba recuperar energía en cuanto antes, con una sonrisa en el rostro T/N dió un beso en el lente de aquel reloj y agradecio a Diamante por la ayuda.

Corrió dónde estaba su madre y está lo abrazo con casi lágrimas en los ojos.

- Mi niño, que bueno que estás bien. -Isabella comenzó a darle besos en la frente a T/N quien se sonrojo por esto.

- Tampoco es para tanto mamá. -dijo- ¿Vez como ella no es mala?.

Ya en el camper, madre e hijo estaban conversando acerca de como usar el reloj sabiamente sin que nadie se entere ni se den cuenta.

- Creo que deberías de usarlo únicamente cuando estás en peligro -dijo Isabella tomando un poco de café mientras conducía lejos del bosque. - No podemos dejar que nadie sepa de esto T/N.

- Lo se mamá. -dijo el muchacho pelinegro viendo el reloj quien seguía en rojo. - Podría ayudar muchas personas con esto, imagina las posibilidades.

- Eres un buen chico -dijo con una sonrisa y luego puso una mala cara. - Lo que no me termina de convencer es que sean mujeres. Si esa alienígena apareció de tu muñeca y es una mujer, ¿Habrá más de ella en ese reloj extraño?.

Su hijo simplemente nego con los brazos hacia arriba.

- ¿Porque te molesta eso? -pregunto. - a mi me gusta, tener más amigas y más encima que sean mujeres lo hace muy sexy todo.

Isabella le dió un ligero golpe en la cabeza.

- Deja de ser tan pervertido T/N -dijo ella cruzando la carretera. - Y me molesta que sean todas mujeres porque no se que querrían hacerte, o si solo desean aprovecharse de ti.

- (oh tal vez tener sexo) -penso T/N dentro suyo. Recordando perfectamente como él y Fuego habían comenzando hace algunos minutos o incluso una hora atrás tener sexo.

Bueno, saben que, él será un hombre romántico. Si bien le gusta el sexo (lo probó ahora y ya se siente un máster del sexo xd) esperaba poder complacer a sus aliens cuando las invoque, ¿Tal vez debería ser menos sincero y más serio al tema del respecto a esto?.

Miro su reloj y su rostro se sonrojo un poco, tal vez pueda invocar alguna alien en algún momento del día. Y enamorarse de ella. Ja, quien sabe, hasta puede que se casen.

Río por lo bajo ante esto. Ahhh, lo de tener sexo fue simplemente la calentura del momento con Fuego pero dudaba si las demás alienígenas fueran también aceptar. Bueno, ser buena persona no le cuesta nada.

¿Porque piensa mucho lo de tener muchas parejas?. Bueno, lo de pervertido puede que jamás nadie se lo quite pero lo que si va a estar seguro es que se pondrá demasiado feliz por tener nuevas amistades que si lo quieran.

Puede que su madre ahora mismo no esté de acuerdo del todo acerca de usar sus aliens pero tal vez en el futuro ella cambie de opinión al ver que pueden hacer muchas cosas, además tal vez ayudar a la gente sea algo bueno que resulte bien al fin y al cabo.

- Cariño -llamo Isabella a T/N quien miro a su madre. - Solo prométeme que vas a tener cuidado al usar ese poder. Recuerda. Un gran poder conlleva grandes responsabilidades.

- ¿Eso lo sacaste de Spider-Man? -pregunto con una ceja alzada.

- ¡Ja! Claro que sí. Puede que yo haya sido una monja antes pero eso no quiere decir que no haya visto o leído revistas de súper héroes. -madre e hijo rieron ante esto. - Descansa mi amor, te despierto cuando este amaneciendo.

T/N asintió ante esto y fue directo hacia las camas que la camper llevaba consigo, se quitó la ropa quedandose en short nada más y se recostó en la cama tapándose con la sábana y así cerrando sus ojos.