FINAL
52. Tiempo
"Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo"
—Mario Benedetti
TIME
¿Quién me llevó hasta aquí? ¿Quién hizo que tomará todas las decisiones que he hecho para llegar a donde estoy?. Infinitos escenarios se muestran ahora mismo, una donde tal vez ya he muerto en la tierra, otra donde nunca existí, otra donde tomé la decisión de quedarme con Shawn, otra donde no descubrí todos los secretos guardados.
Dimensiones detrás y frente mía a la vez. Una donde alguien sabe lo que va a pasar, donde el pasado y el futuro son caminos fáciles de presenciar. Muero y existo en el ahora, porque nuestro tiempo jamás existió.
Si alguien ha escrito mi historia, ruego que salvé a los que amo.
Mi mente reproduce momentos del pasado, mi tan predecible muerte me hacia querer aferrarme a lo que había vivido. Me enamore, amé, lloré, me enoje y reí. Probé el sabor de un pastel de chocolate, descubrí lo salado y lo dulce. Sentí el calor de un abrazo. He utilizado mis piernas para correr, he percibido texturas a través de mis manos y también he creado. He visto el cielo, he visto colores, presencié paisajes. Mi piel percibió el roce de las plantas, sintió el calor del sol, el aire del invierno y el agua sobre mi cuerpo.
He vivido.
—¡Van a cerrar ya! ¡Corran!
Una voz masculina hacia alerta a los últimos pasajeros quienes corrían despavoridos por todos los pasillos.
La nave se encontraba inestable, como un barco chocando contra un iceberg. Shawn me tenía presa, llevándome hasta el final de su base, aquel lugar que se estaba dividiendo y que iba a quedar en pedazos en poco tiempo.
Las compuertas se estaban abriendo y sólo hacía falta que el aire saliera por uno de aquellos orificios para que todo aquel que no estuviera en las capsulas, muriese en apenas un segundo.
Los niveles de cada base quedaron una encima de otra y el movimiento se hacía cada vez más intenso. Shawn se detuvo al ver que habíamos llegado a la orilla, observe a los hombres de Hans y él mismo llegando al punto donde me encontraba, sin embargo, ellos estaban muy abajo pero aún así no dudaron en apuntar hacia Shawn.
—¿Así tratan a su Presidente? No importa lo que hagan, si siguen aquí morirán en pocos minutos. —dijo Shawn confrontándolos a todos.
—No impedimos su decisión pero no lleve a alguien inocente con usted —dijo Hans tratando de calmarlo.
—Debe saber que nada aquí es justo. Ni aún con todo el poder se puede salvar a alguien.
—Shawn... Nada de esto tiene porque terminar así —susurre con el dolor que mi garganta aún guardaba.
—Ya esta hecho. Ahora corran si no quieren terminar muertos. —advirtió a los demás.
—No dejaré que se la lleve. No como Oscar hizo con su madre. —mencionó Hans alzando la voz, ambos hombres se miraban cara a cara y si aquello matara, ambos estarían ya sin vida.
—¡Váyase ahora! —exclamó con un gruñido tan potente que retumbó en mis oídos. Shawn no solo expresaba enojo sino también miedo, una emoción que jamás lo había palmado en él —Ella es mi más grande descubrimiento y va a morir conmigo.
Sus palabras deliraban, todo en él lo estaba haciendo. Shawn había sido golpeado de distintas formas en su vida, había perdido y presenciado más de lo que un niño debía hacer. Todo en el había muerto y los golpes que tenía en mi cuerpo eran menos dolorosos de lo que estaba ahora sintiendo emocionalmente.
Mis ojos fueron hacia mi derecha y todo comenzó a ir en cámara lenta. Observe a Rebecca al final de pasillo del extremo con el maletín que había dejado allí. Cruzamos miradas mientras ella llevaba el último pedido que Cooper me había entregado y luego de ello mi cuerpo cayó al suelo de forma estruendosa.
La nave había dado otro movimiento, esta vez mucho más fuerte que el anterior. Mi cuerpo se había chocado contra la pared y además de ello, un sonoro ruido, similar a un golpe, se había escuchado como un eco.
Adolorida, mi cuerpo rodo hacía mi izquierda aún en el suelo. Mi vista era nublada, sin embargo, vi en el suelo un charco de sangre y el color escarlata en la camisa blanca de Shawn.
Él miraba furioso a su contrincante que después de unos segundos, identifique que había sido mi hermano. Mi mente estaba trabajando a mil por hora, sin embargo, mi cuerpo no colaboraba lo suficiente.
Newt estaba ahí, enfrentando a Shawn y yo parecía no poder hacer nada. Pero todo cambió cuando mi campo visual mejoró y vi caer el cuerpo de mi hermano al suelo, sonidos de los golpes empezaron a agudizarse en mis oídos. Una fuerza descomunal había abrazado mi cuerpo quien se levantó y corrió hacia Shawn a quien no dude en ir encima de él para quitárselo de mí hermano.
—¡Neith! —oí el llamar de Newt hacia mis espaldas.
—¡No me lo vas a quitar! ¡Ya basta! —grité en euforia.
Shawn levantó mi cuerpo para luego volverme a tirar al suelo donde sacudió fuertemente mi cabeza.
Otro movimiento se hizo presente y está vez no paro. Las compuertas estaban abiertas y sólo contábamos con unos segundos para que todo esto se perdiera en el descomunal espacio.
—Te amo, Neith —susurro Shawn en medio de un llanto desesperado.
Yo negué con la cabeza, asustada ya que él volvió a envolver sus manos contra mí cuello con la intención de ahorcarme. De pronto, la primera capa de la nave había sido expuesta, produciendo un agujero donde empezó a salir todo el aire que contenía la nave de una manera descomunal.
Mi primera reacción fue mirar a mi alrededor, buscando a mi hermano a pesar del dolor que estaba siendo sometida. Newt se sostenía de la baranda de metal, observaba como sus labios articulaban unas palabras a unos cuantos metros de mi, trataba de llegar hacia mí a pasos lentos hasta que en medio de mi pobre lucidez, mis oídos por fin lo escucharon hablar.
—¡Sujeta la baranda, Neith! ¡Sujétala!.
Mi mirada fue hacia arriba, donde confirme que se encontraba. Las manos de Shawn se volvieron débiles, dejándome respirar lo poco que podía, mi cuerpo se alzó y me sujete de aquel metal, el aire se estaba yendo y mi única mano libre se había vuelto prisionera del agarre de Shawn quien la fuerza del aire lo estaba llevando consigo.
—¡Suéltalo ahora! —grito mi hermano.
Shawn me miró, con aquellos apaciguos ojos chocolates, su rostro no expresaba alguna emoción. Era como tenerlo muerto en vida. Lo supe cuándo su mano dejó de estar sujeta a la mía mientras que yo aún lo sostenía.
Como alguien podía destruirse tanto, se había perdido y no había nada por hacer. No podía dejarlo ir, no podía verlo morir, no era capaz de asesinarlo y el alma me dolía al ver como cada vez se iba yendo de mis manos.
—¡Por favor! ¡Detente! ¡Habla conmigo! —grité, rogando por un milagro. Aunque sabía que aquello no iba a pasar.
Mi mente solo recordaba sus risas en el momento que estaba por dejarlo ir para siempre. Si tan solo otro hubiera sido su destino, él nunca hubiera terminado a como hoy lo estábamos presenciando. Estaba segura que en otro universo, en otro tiempo, él estaba siendo feliz. Sin embargo, no me tocó ver aquello en esta vida, lo amé, y amaría lo que él había sido.
Un ser humano que había sido corrompido por la sociedad a tal punto de condenar a toda una humanidad. El niño que había sido volvía hoy en su último día con vida y tan sólo esperaba que lo que sea que se encontraba en el más allá volviera a darle la paz que nadie pudo darle en vida.
—¡Shawn!... ¡SHAWN!
Las llemas de sus dedos iban resbalando contras las mias. Mis manos y las de él dejaron de estar unidas y tan solo bastó un parpadeó de mis ojos para ya no volver a verlo jamás.
El llanto se hizo presente y ya no podía ocultar mi dolor. Este se hizo más intenso al darme cuenta que Newt intentaba llegar a mi, mis brazos temblaban pues cada segundo ejercia mas fuerza para poder sujetarme. Avanzaba para poder llegar a mi hermano y mis músculos parecían arder, el aire se hacía cada vez más pesado y cada vez más Newt y yo parecíamos alejarnos.
—¡Brand! ¡Toma mi mano! —exclamó uno de los agentes de Hans a mi izquierda quien había escalado hasta el balcón.
Negué al instante, dando mi mayor esfuerzo para llegar a Newt, sin embargo, mis gruñidos de dolor me hacían detener a cada centímetro que avanzaba.
—¡Newt! ¡Vamos, hazlo! ¡Avanza, por favor! —rogué aún sabiendo que había algo más descomunal que no nos permitía hacerlo.
—¡Ve con ellos!
—¡NO! ¡Estás loco!
—¡No hay tiempo, Neith! ¡Hazlo! —exclamó oyendo el enojo en sus palabras pues me negaba a hacerlo.
—¡Que no! ¡No puedo! ¡Si te vas, me iré contigo!
—¡Neith! ¡Te amo! ¡¿Esta bien?! ¡Por eso no dejaré que vengas conmigo!
—¡No vas a morir! ¡Newt! ¡Ven ahora! —grité, sintiendo la impotencia en todo mi cuerpo.
—Te amo, Venus. —dijo con el movimiento de sus labios.
La extrañesa de que no gritara me detuvo desprevenida y fue cuando sentí un sólido agarre de mis brazos, siendo uno de los agentes quien hizo que cayera delante de los otros dos de abajo quienes me sostuvieron con fuerza.
De nuevo, el tiempo pareció ir lento en mi percepción.
—¡NEWT! —exclame, como aquella vez frente a la televisión cuando supe que mi madre jamás volvería. Aquél grito no se comparaba con el de ahora y no me importaba si mis cuerdas vocales explotaban. —¡SUELTENME! —grité en medio del llanto que me era imposible controlar e intentaba zafarme con la poca fuerza que le quedaba a mi cuerpo —¡NEWT! ¡NO ME DEJES! ¡POR FAVOR!... ¡NEWT!
El agente que me había sujetado fue llevado por el aire, los agentes que quedaron y Hans me arrastraron hasta el ascensor donde antes que las compuertas se cerrarán vi a mi hermano aún sujeto a las barandas, mirándome con el mismo dolor que yo lo miraba.
Nacimos de la misma madre, crecimos y pasamos toda una vida juntos. No podía aceptar el hecho de que todo parecía indicar que moririamos separados y de la forma más cruel que podía existir.
Las compuertas se cerraron y todo lo que era yo parecía haberse ido.
Aún luchaba y las lágrimas no cesaban. Llegamos a la planta indicada y aún me negaba a colaborar.
—¡Déjenme ir con él! ¡Déjenme! —exclame mientras ellos me llevaban a la fuerza a una de las salas donde se encontraban las cápsulas.
—Alista el suero. Vamos, no tenemos tiempo. Coloquenla ahí. —escuche como Hans indicaba a los demás.
—¡No, no, no! ¡Por favor! ¡Hans, por favor! ¡NO!
Los agentes me empujaron con fuerza a la capsula donde enseguida fui encerrada en ella y con la espera de que el suero entre en mi sistema.
—¡Saquenme! ¡Hans! ¡Por favor! —grité golpeando las compuertas.
—Lo siento, Brand. Todo estará bien.
—¡No! No... No...
El agua comenzó a subir, y mis sentidos se apagaron poco a poco. El fuego en mis brazos y garganta se fueron, había dejado de llorar, todo recuerdo se fue de mi mente y en cuanto menos lo pensé, había dado mi último respiro.
Soñar, ese siempre había sido el lugar donde todo tiempo y espacio no tenía sentido alguno. Ahí el sol no se ocultaba y mantenía el color anaranjado de su atardecer.
Newt y yo estábamos corriendo en el campo de mamá, mientras ella estaba atrás con el sonido de su risa. En un momento, ellos solo se quedaron de pie viéndome correr, sin embargo, todo el tiempo sabía que estaban ahí y a pesar de lo tan lejos que estaba llendo aún los amaba.
Porque no importaba lo tan lejos que me encontrara de ellos, en centímetros, en metros, en dimensiones, el amor nunca se podía deformar. El tiempo y el espacio habían sido vencidos desde mucho antes que yo naciera.
Me aguardaba mucho tiempo parar volver a abrir mis ojos. Y no importaba lo que se avecinara, yo iba a volver a renacer.
Y he aquí el último capítulo del libro pero ESPEREN que aún falta el epílogo, sequen sus mocos que aún falta una emoción más jajaja
Aun dare mis agradecimientos pero haré un apartado para ello. Además, daré una pequeña explicación y curiosidades que hubieron en el libro como cada frase que se colocaba en algunos capítulos, etc.
Si quieren que explique algún tema que no hayan entendido o quieren saber más a fondo, me lo hacen saber en los comentarios y los responderé con su respectiva etiqueta en ese apartado que haré 👆🏻
Las amo mucho y no se olviden de comentar y votar ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top