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31. Señales
—Hola —murmure al llegar al umbral de la puerta.
Después de días de haber retomado mi control con mis trabajos, pude darme el tiempo libre de volver a aquella base donde se alojaba Olga Dickson.
Mi cuerpo volvió a sentir ese malestar al tener que recorrer esos pasillos nuevamente después de lo ocurrido, sin embargo, a pesar de ello, algo en mí me decía que fuera. Y al fin de hacerlo, parecía valer la pena pues estando de pie en la entrada de su habitación se veía mucho mejor que antes. Más radiante y en ese instante mi humor cambió.
—Señorita Brand —saludo con entusiasmo al reconocer mi rostro haciendo que le regalara una sonrisa de oreja a oreja.
—Disculpe si vine sin avisar, quería saber como seguía —comente al acercarme al borde de la camilla.
—Oh, no se disculpe, de hecho, es muy valiente de su parte venir hasta aquí. No me imagino lo que tuvo que pasar. —dijo ella en un tono suave y audible.
—Gracias. Bueno, usted no se queda atrás, superó una severa neumonia, fue muy fuerte. —comenté mientras jugaba con mis dedos, observando como Olga estaba sentada y apoyada en varias almohadas mientras veía las arrugas de la piel de sus manos.
—No esperaba sanar, sabe. Con casi ochenta años una solo espera irse.
—¿Eso le causa tristeza? —pregunté al no ver algún indicio de ello en su rostro.
Olga rio por lo bajo, mirándome con una sonrisa como si aquella pregunta fuera algo no muy necesario de decir.
—Claro que no, dulce. He vivido lo que he tenido que vivir, si todos fuésemos inmortales seriamos muy infelices. —explicó —La vida le da sentido la muerte, es lo que siempre digo. —añadió.
La observe, sintiéndome enternecida y vorazmente emotiva ante sus palabras. No era necesario pensarlo mucho para saber que había lógica en su explicación, viniendo de una mujer con tanta experiencia en la vida no podía declinar. Por un momento, su imagen originó el recuerdo escazo que tengo de mi abuela, pues no la había gozado lo suficiente cuando era pequeña.
—Pienso que a veces ese sentido no es justo. —comenté cabizbaja —Pero, tiene razón.
—Claro que no es justo, dulce. Pero si así no fuera, no existiría el amor. ¿Buscas algo que jamás muera? Es solo eso. —y luego de una larga pausa, las dos sonreímos al unísono, entendiendo su mensaje.
—¿Señora Dickson...? —preguntó una voz masculina detrás de mis espaldas.
Volteé, reconociendo al doctor Adam al instante. Me coloque de pie ante su presencia, sabiendo que no esperaba que estuviera aquí.
—Doctora Brand, no... No sabía que estaba aquí. —mencionó con algo de trabas al hablar.
—Es mi culpa, la puerta estaba abierta y solo entre, discúlpeme. —confesé.
—No, no, no se disculpe. Usted puede entrar donde sea... No tuve que decir eso, perdón. —mencionó con notoria inquietud. Solté una pequeña risa, tratando que se relajara un poco pero Olga ayudó un poco más..
—Hijo, ¿Hay algún mensaje para esta anciana? —cuestionó ella, llamando la atención del doctor hacia ella.
—Si —dijo inmediatamente casi alzando un poco la voz —Perdón, señora Dickson, la están esperando sus familiares.
—Bien, gracias. Ahora iré, puedes irte, muchacho. —dijo Olga mientras Adam lo ejecutaba dejando la habitación a pasos rápidos.
Luego de que se fuera, dirigí mi mirada nuevamente hacia Olga quien ahora estaba intentando salir de la camilla por lo que no dude en ayudarla.
—Es muy hermosa, señorita Brand. Hace que hasta el jefe del equipo médico se avergüence. Nunca lo había visto tan nervioso desde la última vez que estuvo aquí. —bromeó, oyendo su aguda y gastada risa mientras se ponía sus zapatos.
—Gracias pero siendo sincera creo que sus nervios fueron por lo inesperado de mi visita. —comenté riendo a lo bajo.
—No se quite mérito, ambas sabemos que su belleza lo atónita. —dijo ella poniéndose de pie mientras yo solo puse los ojos en blanco en diversión.
—Ahora, ¿Irá a su base, no es así? —pregunté.
—Esa fue la regla, dulce. —respondió colocándose su abrigo.
—¿Todo bien allá?
—No me quejo, a veces puede sentirse un poco lleno pero ya tengo experiencia en ello. —mencionó en un tono relajado, pero hubo un lado que no me terminó de convencer.
—Iré a su base por estos días, lo prometo. —dije mientras avanzábamos hasta el umbral de la puerta.
—No lo juré, se que lo hará, señorita. —me dijo mientras tomaba mi mano entre las suyas.
—Al parecer está más segura que yo —sonreí.
—Estamos a mitad del año y la única de los A en bajar hasta aquí sin alguna conveniencia ha sido usted. No dudo en que baje hasta donde resido y más.
—Se que mientras más alejado estén de la base A hay más necesidades, lo tengo en cuenta pero no durará mucho, en verdad. Cuídese mucho.
—La esperaré señorita. —expresó dando un pequeño apretón a mi mano para luego dejarlo mientras se iba con su familia.
Estaba consciente de que había personas que bajaban a verificar los estados de cada base y luego informarnos sobre ello, sin embargo, sabía que no era nada igual que presenciarlo con tus ojos. Aquella gente necesita de lo que nos sobra a nosotros, lo sé porque antes de tener mi oportunidad yo pertenecía en lo que ahora Olga habita con su familia.
Tal vez la tierra ya no exista jamás pero no quiere decir que la distinción tuvo el mismo destino, el sigue entre nosotros.
💫🌎💫
—¿Van dando frutos? —pregunté mientras me encontraba de pie frente a la capsula llena de plantas en cada rincón, era casi como tener a la antigua amazonas a sólo centímetros.
—Aún no, necesitamos más tiempo, tal vez funcione. —mencionó Steve quién estaba a lado mío.
Después de mi visita con Olga, tuve la necesidad de ir hacia el plantel de agronomía. Ahí era donde se encontraba el área de agricultura, ingenieros genéticos creando nuevas semillas y probando su proceso, algunos de ellos llevaban realizándolo desde que estuvimos en tierra y otros empezando aquí desde cero. Aquí era una batalla contra el tiempo.
—Funcionará, el doctor Cooper dijo que al sexto día lo harían. Sino, empezaremos de nuevo. —comenté sin duda alguna.
Se buscaba que la producción sea más rápida, ya que una semilla demoraba en dar frutos setenta días y ahora peleábamos ante sólo una elaboración de seis días.
—¿Cuántas semillas tenemos? —cuestione.
—Logramos trasladar cinco millones hasta la nave, las otras cinco quedaron en tierra. Pienso que siguieron resguardadas en Noruega. No hubo el tiempo necesario para trasladarlas todas. —comentó el hombre.
Suspiré, asintiendo levemente. Éramos más de miles pasajeros aquí, no sabría que pasaría si aquello no llegará a funcionar. Con toda certeza, sabía que nosotros seríamos los últimos en sufrir una próxima escasez pues los de niveles más bajos son los que incluso están en juego ahora.
—Shawn... —susurre al verlo entrar al establecimiento, siendo algo inesperado.
Steve volteo, observando como él se dirigía hacia nosotros. Verlo simplemente caminar parecía hacerlo con tanta elegancia que yo a su lado no había comparación.
—Señor Mendes, un placer verlo por aquí. —saludo el ingeniero, estrechando su mano con la de Shawn.
—Igualmente. —respondió para luego dirigir su mirada hacia mí, resultándome algo inquietante de sobrellevar —Veo que conoció a Brand.
—Si, la doctora está aportando más de lo que creí. —comentó Steve haciendo que él y yo sonriamos al unísono.
—También lo creo. —añadió Shawn encarnando una ceja, mirándome —¿Podría reunir a sus trabajadores? Quisiera saber sus avances con las nuevas semillas.
—Si, esta bien. ¿Esperará aquí, señor?.
—Si, dígales que es urgente. —dictaminó haciendo que Steve apresurara sus pasos hacia el salón de a lado.
Suspiré al notar que Shawn sólo estaba mirándome, estando a su lado parecía sentirse en lava ardiente, no quería hablar con él o al menos aún no luego de que Niall, de alguna manera, podría decirse que nos vio juntos.
Intente pasar de él pero como era de esperarse, nunca se puede.
—Neith, ¿Qué haces aquí? —cuestionó tomando de mi brazo, haciendo que quedará frente a él.
—Solo hago mi trabajo. —respondí sin ganas.
—Tu trabajo no es quedarte hablando con alguien más.
—No puedes decidir con quien debo hablar —lo confronte, consciente de que se estaba enojando al notar la presión de su agarre.
—¿Qué no puedo?. Lo hago desde hace mucho tiempo, no vas a venir ahora a decirme que puedo o no hacer, tu sigues órdenes y lo sabes desde el primer día.
—¿Es por eso que hiciste que Niall me encontrara? —pregunté, mirándolo desconcertada —¿Le dijiste algo? ¿Hiciste que me dijera todo eso?.
—Él tenía que saberlo, lo que haya dicho o no, no me incumbe. Ahora haz lo que te digo porque no lo volveré a repetir. —expresó con aquella voz que podía dejarme helada y con esa expresión dura que quedaba como marca en mi memoria.
Shawn me apartó para luego irse hacia al salón donde fue el último en entrar. Mientras antes de que pudiera sentir el nudo en mi estómago, me retiré de aquel lugar lo más rápido que pude.
No deseaba ponerme a analizar más las cosas, pues cuando lo hacía todo parecía salir mal. Sin embargo, cuando aquello no estaba presente, mi impulsividad relucía, acción que estaba tomando ahora. Hacía días desde que presencie a un Niall totalmente diferente, llegando a atormentar mi mente con la idea de que todo lo que había salido de sus labios era verdad, y ahora me encontraba de nuevo en el limbo de la verdad, buscándolo en cada rincón en el que se pudo haber metido y confrontarlo aunque eso me desequilibre aún más de lo que ya estaba por haberlo hecho con Shawn, y sabía que luego de esto no acabaría.
—Nash —lo llamé al verlo de espaldas frente a la sala de reuniones.
—Neith, ¿Estás bien? —preguntó de inmediato al verme llegar hasta él —Estas algo agitada —comentó saliendo de él una pequeña risa.
—Busco a Niall —dije observando como su expresión cambió de repente a una melancólica —Es urgente, tienes que decirme donde está.
Parecía no querer darme detalles ante lo que indagaba pero luego de pensarlo en unos cuantos segundos, al parecer había cambiado de opinión ante mi exasperante lenguaje corporal.
—Es su día libre, debe estar en la base anterior. —comentó, agradeciendo su esfuerzo por decírmelo pero antes de que pudiera irme, dijo: —No ha sido muy buenos estos días para él, no te precipites demasiado, Neith.
Asentí ligeramente, ganándome una sonrisa de su parte. Nash era su hermano, no hacía falta deducir si era conocedor o no de lo que le sucedía a Niall, ya lo ha de saber. Su consejo solo me hacía saber que gran parte de la inquietud de su hermano era yo, sintiéndome al instante, nuevamente, como la mala de la película.
A veces solo quería poder controlarlo todo pero la verdad era que ni yo misma podía llevarlo acabo. Una total tormenta que arrasaba con todo a su paso.
Llegué al lugar indicado, buscando en cada salón, hoy no era su día laboral por lo que me era inútil buscarlo en las áreas de enfermería o salones de estudio. Fui directamente hacia el área de óseo, en las cafeterías, en las salas de juegos, cine, restaurantes, nada. Solo había un lugar que me faltaba por entrar, estaba por anochecer por lo que no me era extraño ver a mucha más gente en el bar, por supuesto, mis botines y mi chaqueta no iban de acuerdo con los vestidos y trajes de noche que la mayoría llevaba puesto.
Las luces dificultaban mi vista, pero al menos así mis pasos daban la pausa necesaria para localizarlo y no aparecer inesperadamente como Nash me indicó. Aunque ese consejo iba en favor hacía Niall, puesto en práctica, ahora estaba favoreciéndome a mí.
Mi vista cayó en una mujer bailando al compás de la música entre los brazos de Niall mientras esté la besaba con tal intensidad que por un momento dude que era él.
No sabía que hacer, sólo se que deje de avanzar hacia él, quise darme hacia atrás pero un grupo de chicos chocó conmigo, haciendo que por un momento mi vista se nublara, dos inesperados sucesos acababan de ocurrir en segundos, tal vez por ello que el golpe de irrealidad fue algo instantáneo.
Para este entonces, el ojiazul había notado mi presencia, igual de impresionado que yo me miró confundido. Y antes de que pudiera chocar con alguien más, me fui de ahí sin siquiera haber hablado con él, pero estaba de más saber que no era un buen momento.
Nuevo capítulo aquí ❤️
Poco a poco vemos como nuestra protagonista se va adentrando mucho más a las otras realidades.
Nuevos desafíos están por venirse, recen por Neith, jajajaja
¿Qué creen que habrá sentido Neith al ver a Niall en esa situación? ¿Tristeza? ¿Impresión? ¿Nada?. ok basta.
DATOS
💫La mención sobre las semillas y Noruega, se hace referencia al Banco Nacional de Semillas que se encuentra en dicho país, este almacén sirve como alimento en caso de una catástrofe mundial.
💫He publicado datos extras de los personajes en mi cuenta de instagram que tal vez no sabían. Pueden ir a checarlo ❤️.
💫Estoy realizando un soundtrack en mi cuenta de YouTube, si desean escucharlo, solo avisen jajaja
No se olviden de votar y comentar, las amo ❤️.
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