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29. Emotions




5 de Abril del 2110




Shawn tembló.

Aaliyah se había equivocado de nuevo.


Era el segundo examen del mes que su padre había realizado para ellos. En cinco días más sería el próximo y la pequeña no tuvo ninguna victoria excelente a comparación a la de su hermano mayor.

La única línea que marcaba la diferencia entre ellos era que Shawn nunca se equivocaba mientras que Aaliyah su única condena era equivocarse en una sola pregunta.

La mayoría de veces, Shawn le daba un pequeño empujón a su hermana cuando Amanda era quién los vigilaba a la hora del examen puesto que no les prestaba mucha atención, sin embargo estas dos últimas veces fue su padre quién tomaba su lugar y con él no había nada que se pudiera escapar de su radar.

Hace un semana Aaliyah fue castigada por Oscar pues se había ido de su hora de lectura dos minutos antes, su error: la pequeña había calculado mal su tiempo. Sus heridas aún estaban cicatrizando y eso Shawn lo sabía ya que era él quien la curaba pues Amanda no tenía un tacto gentil con ellos y su madre estaba muy débil como para hacerlo.

Shawn era consciente de que si Aaliyah recibía otro castigo más, las heridas se volverían a abrir y lo llantos de dolor no serían capaces de cesar ni con un canto de cuna.

Llegando a la conclusión rápida de que a diferencia de las heridas de la pequeña las de él no habían sido tocadas por meses por lo que un nuevo castigo no dolería tanto.

—Dámelo de nuevo —dijo Shawn a su hermana quienes esperaban de pie a que su padre terminará de hablar por teléfono en la otra habitación.

La pequeña observó a su hermano de reojo, pues temía que su padre apareciera en un instante inoportuno.

—Ahora, Aaliyah. —insistió, quitando la hoja de sus manos.

La pequeña aun estaba en un estado de shook luego de que su hermano corroborara sus resultados antes que Oscar. Sabía que no era nada bueno equivocarse, y el pánico no pudo cegarla más.

Shawn dio media vuelta, yendo hacia el escritorio mientras borraba el nombre  de su hermana en el examen para poner el suyo y el de Aaliyah en el examen correcto. No tuvo que pensarlo dos veces a excepción de ella, quien seguía como tal estatua en el mismo lugar. El niño volvió a su lugar, entregando la hoja a su hermana, segundos antes que Oscar terminará su llamada y entrará nuevamente al salón.

—Sus hojas, al escritorio. —ordenó el padre mientras caminaba y se sentaba frente a esté.

Aaliyah y Shawn dieron media vuelta, dejando sus exámenes sobre la mesa y enfrente de su padre. El mayor no se inmutaba mientras que la menor empezaba a crear largas líneas de agua sobre sus mejillas rosadas pues sabía lo que su hermano había hecho.

No tardó mucho para que su padre verificará los resultados, de hecho fue tan rápido como Shawn lo hizo.

—Aaliyah, ¿Quieres decirme porque lloras? —cuestionó a la niña quien elevó su mirada hacia él —Saliste excelente esta vez, no hay porque llorar. —mencionó con una media sonrisa que sólo le causaba temor.

La menor trago saliva, tratando de que sus manos dejaran de moverse debido al temor que experimentaba, y el frío rodeaba su cuerpo. Aquello lo supo su hermano, pues no era la primera vez que le pasaba. Antes que Oscar volviera a hablar, el mayor tomo la mano de su hermana.

Tal vez Aaliyah pensaba que su hermano era más fuerte pero la verdad era que Shawn temía mucho más que ella.

—Shawn me has decepcionado y sabes lo que pasa cuando eso ocurre. Te quiero ahora ahí dentro, ahora Shawn. —repitió su padre mientras esté se levantaba e iba hacia el cuarto de atrás.

—Shawn... —murmuró la pequeña tratando de no sollozar.

—Suelto tu mano e iras corriendo con mamá, no te quedes aquí, promételo.

—L-lo... Prometo.

En aquel momento, Aaliyah solo deseo sentir que las manos cálidas de su hermano jamás se vayan y se quedarán intactas en el tiempo, sin embargo, a veces solo un segundo es un para siempre.

El viento frío volvió a envolver sus pequeñas manos y en un solo parpadeo, la menor corrió antes de siquiera poder oír los lamentos de su hermano.

Un golpe, dos golpes, tres golpes.... Seis golpes.





💫🌎💫








El destello del collar se reflejaba en el espejo, y una sutil sonrisa se dibujo en mi rostro. Había olvidado lo que era sentir este acto reflejo al tan solo recordar momentos en los que tal vez me sentía como dormir sobre un algodón.

Su aroma, sus dedos repasando mi rostro, su cabello, sus labios, todo parecía ir a corriente en mi mente. No sabría cómo definir lo que estoy sintiendo, mi cuerpo y mi mente hablaban por si solos y yo sigo sin entenderlos. Solo con cerrar mis ojos tenía los suyos frente mío, la sangre quemaba mis mejillas y mi cuerpo anhelaba el calor de sus abrazos.

La última vez que percibí algo parecido a esto fue cuando tan solo tenía quince años y un chico de mi escuela me dio una rosa. Sin embargo, esto era mucho más abrasador que aquella vez, causándome algo de temor por algo nuevo que jamás había experimentado.

Desperté de aquél transe al sonido de la puerta, alguien había venido.

—Garret —lo saludé al verlo y él me recibió con una sonrisa.

—Señorita Brand, el señor Mendes me mandó a buscarla, quiere que vaya a su oficina ahora, es urgente. —dijo con su tono sofisticado de siempre.

Sonreí, saliendo de mi habitación, observando cómo Garret estaba por irse.

—¿No vendrás conmigo? —dije en un tono burlón ya que era lo que hacía cuando Shawn lo mandaba a mi lado.

—Oh, no señorita. Me mandó solo para comunicarle esto. —expresó, dando una mirada de confusión ya que era la primera vez que lo hacía.

—Está bien, gracias. —le dije mientras este asintió con amabilidad dando paso para irse.

Apresuré un poco mis pasos, ya que al ser el primer día de la semana, había vuelto a mi habitual rutina de trabajo y no dudaba en todo lo que Shawn tal vez tenía acumulado para mí.

Darme un tiempo libre le ha sido difícil, puesto a que mi posición era trabajar con él y aquí es primordial el tiempo que hacemos para buscar lo esencial para los pasajeros. No he sabido mucho acerca del área de agricultura, donde últimamente había estado más centrada, preocupándome al instante el hecho de haberlo dejado de lado.

Toque el botón, esperando a que me abriera, sin embargo, no corrió mucho tiempo pues las puertas se abrieron apenas aleje mi dedo del interruptor.

Entre, dejando que las puertas se cerraran detrás, no vi a Shawn por ningún lado por lo que caminé a pasos lentos intentando buscarlo.

—¿Shawn? —llame en el evocado vacío de su oficina.

Había caminado lo suficiente para llegar hasta su largo escritorio de madera púrpura. Encontrar objetos valiosos que estén hecho de madera era ya algo considerado extinto de hacer por los artesanos puesto que desde que se declaró a la tierra en un estado de emergencia ambiental, las leyes decretaron que se reducirían las cantidades de tala de árboles por lo que se volvió un lujo tener algo que esté hecho de aquél material. Podría decir que estuvo hecha de madera artificial como estuvo hecha mi casa y la de muchas familias más, sin embargo, por esto mismo es que se que aquella madera no era para nada ilusoria.

Estaría de más decir que aquí sobraba esta clase de objetos, aunque ahora que huimos podría decirse que no está más extinta.

Mis ojos se fueron directo hacia un cuadro pequeño que estaba de espaldas en la esquina del escritorio, dónde mi curiosidad y por el hecho de mi notoria soledad, no dude en tomarlo por un momento en mis manos.

Una mujer y una niña pequeña adornaban el centro del retrato, las dos sonreían que me hacían querer hacerlo también. El color de sus cabellos eran iguales o hasta tal vez exacto al de Shawn, la pequeña tenía el mismo avellana en los ojos que él mientras que la mujer los tenía de un verde oscuro.

Por un instante me pregunté quiénes eran y antes de que pudiera indagar más en mi cuestión, un sonido tras de mi me hizo dejar aquel retrato donde estuvo antes.

—Shawn... —dije para comenzar a hablar pero su caminata larga hacia mi y sin parar me hizo perder la memoria en lo que estaba por decir.

Se veía enojado, ¿había hecho algo malo?, tal vez no debí tocar nada, pensé. Sentí un poco de temor a lo que haría, sin embargo, el reflejo instantáneo de sus manos acorralando mi rostro y la carnosidad de sus labios contra los míos controló mis nervios por un momento.

Su cuerpo me empujaba contra el escritorio tanto que me vi obligada a apoyarme sobre mis manos antes de que pudiera caer contra la mesa. El esfuerzo duró muy poco pues con sólo abrazar mi cintura de un solo agarre me elevó sintiendo apenas el toque de las puntas de mis pies sobre el suelo, percibí como él caminaba hasta llegar adelante de aquél sillón individual de cuero negro.

Sus labios dejaron los míos por un segundo, ganando el aire que se me había quitado, a juzgar por la diferencia de altura pude apreciar lo rojizo que ahora eran sus labios, no dudaba que los míos estuvieran igual. Esperaba a escuchar su voz pero sólo su respiración era lo que podía darme, su dedo índice repaso aquél collar que me había obsequiado para luego ir dibujando su trazo hasta mis pechos haciendo que el aire se me fuera nuevamente, al instante trate de mirarlo a los ojos pero estos simplemente estaban admirando el lugar donde su toque permanecía.

—No dejes de mirarme ahora —indicó obteniendo la conexión de sus ojos con los míos.

Deje de sentir su tacto sobre mi pecho para palparlo de nuevo, esta vez debajo de mi blusa, apreciando un cosquilleo en mi abdomen que me hizo observar hacia aquel lado como acto de reflejo, sin embargo, Shawn me apretó más a él.

—Dije que no dejaras de mirarme, es una orden —decreto en un susurró que no evito que mi piel se erizara.

Volví a mirarlo, lo dulce en su mirar se había ido y no sabía si eso me gustaba o era lo contrario, todo lo que era consciente es que ya tenía un revoleteo grande de emociones. Su mano izquierda fue subiendo hasta llegar a mi sujetador donde pasó sobre esté, sintiendo su agarre en menos de lo que esperaba. Mis labios se abrieron al percibir sus movimientos circulares sobre mi pecho, por inercia me sujete aún más de sus hombros, sintiendo aquella inexplicable electricidad de pies a cabeza.

De un momento a otro, mi blusa había sido retirada por él y dejada en el suelo, mientras que el doctor se deshizo de su saco dejándolo en el mismo lugar. Se volvió a acercar para esta vez, deshacerse de aquel broche, dejando caer algunos mechones de mi cabello sobre mi rostro.

Shawn me propinó un corto beso para luego sentarse sobre aquel sillón individual, trayéndome hacia él de un jalón desde la cintura de mi pantalón.

Cogió la hebilla, desabotonando, haciendo que me deshiciera de aquella prenda.

—Siéntate sobre mí —decreto.

Trague saliva, las mejillas me quemaban a más no poder y el aire era lo que me estaba haciendo falta.

Shawn colocó una de sus manos en mi pierna derecha, haciendo que esta suba hasta lado de la suya mientras hacía lo mismo con la otra. Busque apoyo sobre sus hombros, observando como mordía sus labios al ver mi cuerpo semidesnudo sobre él.

Me arme de valor, llevando mis manos sobre su pecho hasta la hebilla de su cinturón, abriéndolo y notando aquél bulto que llevaba consigo. Por un momento llegué a pensar que perdería mi virginidad en un sillón de su oficina y como era de esperarse él parecía leer cada movimiento que daba.

—Solo muévete sobre mí, Neith —me dijo en un ronco susurro.

Sus manos tibias subían y bajaban en mis muslos, para luego sentir como sus dedos jugaban con mis bragas. No espere más y mis caderas hicieron el mismo primer acto que sus manos, percibiendo el roce sobre su crecida erección.

—¿Lo... hago bien? —pregunté con timidez.

—Más de lo que creí.

Sus labios fueron hasta mis pechos, sintiendo una fuerte de succión sobre ellos, al instante supe lo que hacía y aunque sabía que me arrepentiría luego no deseaba detenerlo.

Un inesperado gemido salió de mis labios al sentir uno de sus dedos en mi feminidad. Apenas transcurrió unos segundos para sentir que su velocidad había aumentado, y con ello el sonar de mis quejidos.

Mis caderas se movieron mucho más sobre él, oyendo sus gruñidos, y con ellos aumentando más el extasis que sentí explotar dentro mío. Sus labios y los míos parecían estar hinchados y no lo dudaba pues cada vez parecía volverse más salvaje que al inicio.

Mi cuerpo tembló del orgasmo que había obtenido junto a él, dejándose caer sobre Shawn, quien seguía tocando cada parte de mi cuerpo.

—Dime que soy él único hombre que te tocó porque no habrá otro más, Neith.

Y mientras acariciaba sus suaves rizos, me embriago su aroma corporal enlazándome mucho más a él de lo que creí que sería posible.

—Eres él único. —confesé aún sumergida en el deseo.

Volvió a atrapar mis labios, que ya los sentía adormecidos por la fricción pero sus besos era lo único que no podía abastecerme por mucho tiempo, pues al dejar de hacerlo solo quería más.

La nube en la que me encontraba se disperso al escuchar unos golpes en la puerta que me hizo mirar a aquella dirección, sin embargo, eso no bastó pues al instante un llamada entró al celular de Shawn. Y éste contestó.

—¿Qué quieres? —cuestionó algo enojado.

No llegué a escuchar que fue lo que le dijeron pero una vez atendido la llamada, me levanté intentando no perder el equilibrio.

El doctor colgó la llamada para luego levantarse y acomodar su traje.

—¿Quién era? —pregunté al levantar mis cosas del suelo.

—Niall. —dijo mientras volvía a colocarse su saco —Ve al baño, él entrará.

Maldije por lo bajo, viendo como Shawn iba hacia la puerta y a mi solo me quedó apresurarme hasta el pequeño cuarto en donde me encerré.

De todos los que podrían tocar su puerta, ¿justamente tenía que ser Niall?.

Estaba claro que la mayoría de cosas no estaban de mi lado.











Hola, aquí un nuevo capítulo ❤️

Apoco no se esperaban a que hubiera algo de acción en este capítulo 👀 he decidido que ahora será una sorpresa para ustedes, es más divertido jajaja

He visto varios comentarios descifrando varias similitudes de mi libro con otras novelas, películas o series, por lo que les haré una lista de las historias de las que me inspire para acabar con su duda ❤️ ahí les va.

💫Interstellar (película)
💫Passengers (película)
💫King (libro)
💫El efecto mariposa (película)
💫¿Amar o depender? (libro)
💫El espacio entre nosotros (película)
💫La bella y la bestia (libro original de 1740)
💫Cosmos (serie de televisión)
💫Gravedad (película)
💫Astronomíaweb (canal de YouTube, este es un plus, por lo que sí quieren tener crisis existenciales, visiten el canal je)

Y tal vez me falten más pero estas son las principales y las que recuerdo.

Quiero dejar en claro que todo por lo que me he inspirado, es solo eso, inspiración. No significa que las historias de esta lista tenga el mismo contenido en mi libro o que concluya de la misma manera.

Gracias por sus lindos comentarios, y déjenme saber si les gustaría que este más activa en mi cuenta de instagram, las adoro ❤️.

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