22. Danger

—Me alegra que estemos juntas de nuevo. —expresó Alexis mientras caminábamos por el vestíbulo principal.

—Lo siento por estar tan ocupada. —dije, observando a algunas personas sentadas encima del césped a la vista del espacio.

—No importa, yo también he estado muy ocupada, sabemos que esto no es algo fácil de llevar. —comentó, emitiendo un ligero suspiro —Ven, tengo ganas de comer algo dulce.

Me llevó hasta uno de los establecimientos donde preparaban alguno que otro postre. Observando cada punto de aquel lugar, entre en una paranoia interna, estaba tan intranquila luego de lo sucedido con Cameron que no podía obviar la idea de que se lo haya comentando a todo el que conoce. A pesar de parecerme una idea absurda, no lo conocía como para saber hasta donde puede llegar.

—Neith... Neith... ¿Me escuchas?. —repitió consecutivamente hasta alejarme de mis pensamientos.

—Si... si. —dije una vez sentada en la silla.

—Oye, sabes que no vine hasta aquí para que no me cuentes nada, somos amigas, Neith. Ya bastaron todos los años que no nos vimos, ¿No crees?.

La miré entrestecida, estando de acuerdo con ella al instante. Desde que llegué, había estado ocultandole muchas cosas, tal vez por el miedo a que algo ocurriese pero era Alexis, nada podía fallar con su lealtad.

Decir el nombre del doctor frente a ella, era como sacar un peso de mis hombros. Le explique cada detalle, desde el día que recibí la visita de los asistentes de la NASA hasta lo sucedido con Shawn y Cameron. Me alteraba un poco el hecho que no dijera nada en todo el transcurso de la historia pero la atención que ponía sobre ello, me hacía saber que me entendía.

—Neith Brand con el mismísimo Shawn Mendes. Oh por dios, mi mejor amiga, ¿Dime donde dejaste tu cordura?. —susurró con emoción, inclinándose un poco para que nadie la viera.

—Alexis —la regañe por lo bajo.

—Esta bien, esta bien. Se que no fuiste tú la que se acercó, y no lo culpo, eres guapa, si fuera lesbiana ya te habría coqueteado. —dijo, mientras el mesero colocaba el postre de chocolate a mi delante y el de manzana para Alexis.

Rodé los ojos ante el comentario de ella.

—Había olvidado tu honestidad.

—Y dime, ¿Qué hay de Niall?. —lo nombró, llevando un pedazo de pastel a su boca.

—Bueno, no habló con él desde ese día en la fiesta. No quiero tener que hacerlo. —dije, imitando la acción de Alexis.

—Lo más probable es que no se acuerde, tranquila. Pero si vuelve a ocurrir, ¿No crees que sería mejor decirle a Niall lo de Shawn?.

—No, no volverá a pasar nada entre ellos. ¿Lo olvidaste? Shawn esta comprometido, Niall es su primo, Cameron sabe de mí, ¿Dime cuanto daño puedo hacer al soltarlo todo?.

—Neith, no es tu culpa. Shawn te enredó en esto, es su trabajo sacarte de ahí. —comentó.

—Ojalá tuviera control de todo.

—Trataré de ayudar si eso quieres. Conozco a Nash, al menos puedo rescatar que no se compara con su primo. Shawn es algo... Duro. Creo que ya lo sabes. —asentí.

—Nash y tú, ¿Tienen algo? —pregunté, evitando el tema de Shawn.

Alexis emitió una risa pequeña.

—Creo que no soy la única quién puede sentirse atada a una persona. Pero no quiero que te preocupes, Nash lo entiende, y yo también. Es bueno, ya veremos que sucede.

Alexis sonrió, podría decir que su mirada era enternecida. La primera vez que conocí a Nash, su esencia aclamaba paz, no dudaba en las palabras de ella sobre él.

Al terminar de comer, Alexis se tuvo que ir a ayudar a su padre, mientras que yo no tenía nada que hacer. Era el día libre de todos en la base luego de aquella reunión de ayer. Iba caminando hacía la sala de cine, cuando vi algunos enfermeros salir de su horario de comida con dirección a la base B.

Habrá llegado el paciente de la base E. Pensé.

Deje atrás lo que iba a hacer, tomando las escaleras con dirección a aquella base, por suerte, no quedaba muy lejos como para necesitar del ascensor. Me alegraba el hecho de que esa persona, por quien sabe cuanto tiempo, tendría la atención que se merecía. Y no solo ello, si no que a partir de esta base, habían muchas más personas conforme a mi edad. No me sentía tan fuera de lugar aquí.

Lejos de la alocado lobby principal de esta base, un poco más al fondo se encontraba el centro de emergencias, al ingresar, supe que era el único enfermo aquí, ya que todos los doctores entraba a un solo cuarto. Supe que había llegado.

Me acerque a pasos lentos hasta el umbral de la puerta, donde pude ver a la anciana mujer en la camilla, siendo establecida por los médicos. A su derecha parecía estar su hijo y su nuera. Podía sentir el alivio que los llenaba al ver a toda esa gente cuidándola.

—¿Doctora Brand? —cuestionó uno de los doctores al verme de pie junto a la puerta.

No hacía falta decir que todos ellos eran jóvenes, y solo uno era un doctor de edad más avanzada que sabía que venía de la misma base que yo.

—Si, perdón, ya me iba, solo quería saber si este es el paciente de la base E. —comenté.

—No se preocupe, es un gusto tenerla aquí, puede entrar si desea y si, es el paciente recién llegado. —me informó como amabilidad mientras bajaba la mascarilla que le cubría el rostro.

Sonreí avergonzada, era extraño que alguien de mi edad me llamará de manera formal. Necesitaba acostumbrarme aún a eso.

—Gracias... ¿Cuál es su nombre?

—Soy Adam Ross, cualquier duda que tenga puede preguntarme. —ofreció dándome una cálida sonrisa. —La paciente está estable ahora, la presentaré con gusto.

Asentí, mientras me hacía pasar a la habitación, obtuve la mirada y el saludó de los demás.

—Ellos son la familia Dickson.

—No creo que esté usted aquí, es un gusto conocerla, soy Tina, él es mi esposo Derek y ella mi suegra Olga Dickson. —dijo con una sonrisa.

—Es un gusto conocerlos. —mencioné dando un apretón de manos a cada uno.

—Se que no debió ser fácil ponerse de acuerdo con traer a mi madre aquí. Sobre todo para el señor Mendes. Se que al firmar los papeles las reglas eran claras pero ella estaba muy mal. —dijo Derek cabizbajo.

—No fue fácil pero lo importante es que están aquí y ahora Olga está fuera de peligro. —comenté.

—Gracias, debió ser una de las que apoyo a esto, sino no estuviera aquí con nosotros. —dijo Tina.

—Si alguien necesita ayuda creo que no hay que pensarlo mucho. —Respondí, observando a la anciana sonreír de lado sobre el nebulizador que estaba usando.

—Tiene razón mi compañera. Es un gusto verlos aquí. —dijo una voz detrás de mí, deshaciéndose mi sonrisa por completo.

—Soy Cameron Forbes. —Se presentó con la familia.

Los Dickson fueron amables con él, acción que me llenó de impotencia, pues él no había apoyado a esta causa.

—Me imaginó que ustedes si nos quisieron aquí. —mencionó Derek.

—Si, así fue. —mencionó Cameron quién se colocó a mi derecha.

—No sólo nosotros, el señor Mendes estuvo de acuerdo de igual forma. —añadí.

—Estaba esperando a que dijera eso, no queríamos ser una molestia y sobre todo para él. —divulgó Tina con honestidad.

—Creo que fue más fácil para él saber que la señorita Brand también estuvo de acuerdo. Ella tiene buena influencia sobre él. —dijo Cameron con una sonrisa soberbia.

—¿Trabaja de la mano con el doctor Mendes, cierto? O al menos así lo dijeron por televisión, quisiera tener la confianza de su prometida para ello. —bromeó Tina con inocencia mientras Cameron sacaba provecho de ello.

—Mi hermana también lo quisiera. —devolvió de vuelta Cameron.

No era tonta para saber que estaba tratando de humillarme. No sabía que hacer y el estado de confusión de la familia me hundía aún más.

—Pero que vergüenza, no estamos aquí para hablar de eso, lo importante es que ahora están bien. —añadió.

—Y gracias por eso, estamos muy agradecidos.

Cameron asintió, mientras yo solo les daba una pequeña sonrisa.

—Es mejor dejarlos solos para que conversen. Fue agradable conocerlos. —dije en forma de despedida, avanzando a pasos largos fuera de la habitación.

Di unos cuantos pasos hasta el otro pasillo que daba hacia el lobby donde se encontraban todos, pero mi corazón latió aún más cuando sentí el agarré de Cameron, llevándome hasta el cuarto más cercano. Asustada no tuve más opción que entrar y lo único que alumbraba era la luz que entraba por las cortinas de la ventana.

—Déjame salir. —proteste en cuanto me acorraló contra la esquina de pared.

—Estoy haciendo lo que te gusta, ¿O estoy equivocado?. Te gusta que te lo hagan a escondidas, que nadie vea, que seas un sucio secreto. Te veías tan inocente debajo de ese vestido, no culpo a Shawn de querer cogerte, lamentablemente lo hizo antes que yo, él siempre gana pero está vez no, Neith.

—Eres un enfermo... ¡Vete!. —exclame, sin embargo este me tapó la boca, haciéndome más difícil respirar.

—Ni se te ocurra gritar o tu bendita acción de caridad muere hoy. —amenazó con frialdad. Bajando su mano de mi boca con lentitud.

—No lo harías. —susurré.

—No si pones de tu parte, no tienes porque sentir remordimientos conmigo. —dijo colocando su dedo índice sobre mi barbilla mientras hablaba cerca de mí oreja. —Yo no tengo a nadie, Neith.

Mi mente quedo en blanco, solo era salvarme a mi o aquella familia que recién pudo volver a tener esperanzas.

Solo tomé mi última tarjeta, y si eso no funcionaba, me iba a dar por perdida.

—Shawn se enterará. —dije con lo último que mis cuerdas vocales me permitían.

Sentía estar fuera de sí.

—Y para eso, no sólo esa anciana habrá muerto sino tu hermano estará jodido. ¿Qué prefieres?.

Solté una lágrima, y luego de ella vinieron más. El agarre que tuve contra él se debilitó y luego sonrió.

—No te preocupes, Neith. No dije nada a Rebecca porque sabía que caerías a mi después de todo. —susurró, desabotonando los primeros tres botones de mi blusa.

—No hagas esto... Por favor, no... —sollocé, sintiendo una de sus manos en mi pecho.

Hizo de menos mis súplicas mientras sus manos bajaron a la hebilla de mi pantalón, abriéndolo por completo. Mi respiración fallaba, el miedo me había atrapado por completo. Sus dedos me invadieron, llorando aún más por ello.

Sentí desplomarme en aquel momento, lo vi como mi único escape, pues así no sentiría nada de lo que Cameron estaba apunto de hacer. Sin embargo, el aire envolvió mi cuerpo y supe que ya no éramos solo los dos.

Hola, hola, aquí de nuevo. Este capítulo me parece algo muy triste para Neith, después de todo lo que está pasando.

El drama está fuerte.

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