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17. Beso de Luna
"Solo logramos ver una cara de la luna, pero todo cambia cuando vas hasta ella."
—TIME
Pasaron menos de un minuto para llegar a lo que sería un salón completamente oscuro, apenas se podía ver el suelo gris con la luz que provenía de afuera. Shawn soltó mi mano, dejándome en la entrada y cerrando el portón detrás de nosotros. No me sorprendía que él fuera capaz de no tropezar entre la oscuridad, puesto que me dejó muy en claro que era conocedor de hasta el más profundo lugar de esta nave.
Me sentía extrañada debido a que sólo escuchaba algunos extraños ruidos, pero no duró demasiado. Frente mío, se comenzó a abrir lo que sería un gran ventanal, a medida que subía, pude presenciar que el salón era algo muy parecido a un teatro, con algunas sillas, todas formando una media luna y el espectáculo al parecer eran las mismas estrellas.
Entre los sutiles rayos de luz que comenzaban a entrar, por fin pude notar la silueta de Shawn acercándose a mi.
—Ven conmigo —susurró en un instante, tomando de mi mano de nuevo y caminando hasta el panel.
Para esto, ya todo estaba visible, el ventanal nos mostraba las estrellas, un sin fin de ellas, como tales pecas, con la diferencia que estás brillaban todo el tiempo. El panel era tan grande que se sentía estar fuera de esta fortaleza.
Totalmente encantada, sonreí con la vista que se me proporcionaba. Y esto tan solo me hacía cuestionar la agria fortuna que se me había concedido. Hace cien años las personas no se imaginaban ni un poco de esto y menos la posibilidad de presenciar algo como yo lo estaba haciendo, tal vez se planteaban la idea de que podría ocurrir pero solo con la gente de alta sociedad, algo así como un viaje prestigioso pero puedo apostar que nunca imaginaron que más que un lujo dado se convertiría en una necesidad.
—Este es el observatorio principal. Tenía la idea de abrirlo al público después de la conferencia pero lo reserve un momento para ti. —explicó casi en un audible susurro mientras su mirada se mantenía al frente.
—¿Para mí? —pregunté con confusión, no era que la idea me desagrade pero no podía creer que lo haya hecho después de sus tantas importunas entre nosotros.
—Tu hermano mencionó que les gustaban ver las estrellas a menudo, y se que debes de tener una gran vista desde tu habitación pero no has visto lo mejor. —respondió esbozando una tenue sonrisa que me hizo contagiar.
—¿Hay algo más impresionante que ver las estrellas estando en el mismo espacio?
—Solo me doy cuenta que quedaste enamorada de ellas y olvidaste lo que el vasto universo puede ofrecernos, Neith.
—Estamos viajando a más de trescientos mil kilómetros por segundo, no tengo esperanza de al menos poder presenciar a una nebulosa. —mencioné mientras escuché su pequeña risa entre el silencio que estábamos rodeados.
—Está nave ha estado grabando absolutamente todo lo que nos rodea desde que está en funcionamiento. Quiero que veas esto.
Fruncí el ceño, viendo cómo se apartaba y caminaba hacia el lado derecho del panel, encendiendo lo que parecía ser el control del salón.
—Esto es lo que pasó mientras estábamos en las cabinas. —añadió, dando un leve movimiento con los dedos de forma horizontal hacia el panel.
De pronto, un gran planeta de un color gris opaco con un resplandor amarillento acaparó nuestra vista, tan cerca que parecía imposible de creer que lo estaba presenciando, los movimientos de las densas nubes se podía observar a tal grado que sentía tocarlas, y los destellos de los grandes relámpagos que sucedían con frecuencia en ese lugar.
Apenas la presencié, supe de qué planeta se trataba.
—Venus —susurré, aún maravillada con el recorrido que la nave estaba dando en ella. Solté una risa por lo bajo.
—Por un segundo al saber de ti pensé que te llamaron así por la diosa de la belleza y del amor en lo que respecta sobre mitología griega, pero tu madre no era una mujer de historia sino de ciencia y que tan probable puede ser que una astrónoma llamé a su hija como Venus. —comentó. De igual manera sin perder la vista en aquella maravilla que parecía habernos echado un hechizo porque no dejábamos de admirarla.
—Demasiado probable —añadí —Aunque también mi primer nombre tiene que ver con Venus.
—¿Qué vínculo podría tener Neith con Venus? —preguntó aún con una referencia hacia mí y no en sentido literal como esperaba, me causó gracia.
—Antes se creía que Venus tenía un satélite, por la falta de tecnología en ese tiempo solo se guiaban por lo que los telescopios les decían y entre tanto, llamaron a ese satélite como Neith. Pero al final, ella nunca existió. Y ahora lo puedo confirmar. —comenté, con un leve suspiro.
—Tú estás aquí. —murmuró.
Lo observé, sabía que mis mejillas ya estaban pintadas en un rojizo intenso, sin embargo, no importó, porque apuesto a que a pesar de que él esté mirando aún hacia el frente podía visualizar mi expresión como una fotografía y solo lo vi sonreír de un lado.
—Venus me estuvo esperando, al parecer —dije con sarcasmo.
—Puede que tu seas humana y ella solo un planeta, pero no me puedes negar que decir que Venus y Neith se encontraron, sea una mentira porque ambos sabemos ahora que es verdad.
El silencio me atrapó, la obra de arte en frente de nosotros parecía ir en cámara lenta y de nuevo Shawn hizo saltar no sólo a mi corazón sino también a mi memoria.
💫🌎💫
Año 2108: Tierra
—¡Dame eso, Venus! —exclamó Newt saliendo de la casa junto a su hermana.
—¡No! ¡Es mío! —gritó de vuelta, empuñando la sabana con sus pequeñas manos y jalándolo hacia ella.
—Yo lo agarré primero —mencionó entre el forcejeo.
—Pero no es tuyo, el tuyo no tiene mariposas, tonto.
El niño colocó los ojos en blanco, tomando con poca importancia lo que decía su hermana, haciéndola enojar mucho más.
—¡Niños! —exclamó la mujer quién caminaba de nuevo hacía la entrada de la casa.
Los dos pequeños dejaron los tirones a un lado pero aún sosteniendo aquella sábana entre sus manos y observando con un ligero temor a su madre quien venía hacia ellos.
—Les dije que sí volvían a pelear no volveríamos a salir hasta dentro de dos semanas, ¿Eso quieren? —preguntó la madre colocándose de cuclillas delante de sus hijos.
—No... —dijeron ambos al unísono.
—Saben que mamá se irá de viaje en unos días, no quiero que se peleen y menos cuando no esté, ¿Me oyeron?.
Los niños cabizbajos asintieron con pena.
—Bueno, Newt, sabes que esta sábana es de tu hermana, hay una mucho más grande allá, ¿No quieres esa? —preguntó Irina a su hijo a quien se le iluminó el rostro y fue hacia el pasto verde a acostarse encima de aquella manta.
—Mamá... Pero esa es tuya —mencionó la pequeña.
—Neith, acabo de venir de la granja del señor Greg, estoy algo sucia así que mejor le di la manta a tu hermano, ¿O la quieres intercambiar? —cuestionó su madre.
—No, así está bien —respondió la niña.
Irina sonrió, tratando de ponerse nuevamente de pie pero su hija la detuvo, llamando su atención.
—Mami, ¿Vendrás para mí cumpleaños? —dijo ella haciendo un puchero mientras su madre enterneció con aquél acto.
Neith pronto cumpliría los ocho años, y Irina sólo tenía la certeza que su viaje duraría una semana, ya que después de ello, seguiría el cumpleaños de su hija. Sin embargo, sabía que los viajes hacia el espacio podían complicarse, tal vez sacar más muestras o hacer algunas investigaciones. Quería poder decirle con certeza a Neith que día volvería pero algo en ella sostenía que demoraría mucho más de lo pensado.
—Mi niña... —sonrió. Sostuvo la sábana entre sus manos, envolviendo a Neith en ella mientras se sentaba al borde de las pequeñas escaleras de la entrada y la sentaba encima de sus muslos —¿Sabes que mamá iría hacia allá, no es así? —preguntó, señalando hacia arriba.
—Si mami, al espacio.
—Exacto, mamá pasará por muchos planetas y, ¿Sabes quién de ellas será más importante en mi corrido?
—¿Quién?
—Pues tu Neith, Venus. Te veré ahí fuera de los cielos, y te saludare, brillarás aún más fuerte cuando me veas allá.
—Pero mami, tu me dijiste que Neith no existía —añadió la niña.
—Pero tu ya existes, mi vida. Y se que llegara el día en que también vayas hacia allá y te encuentres con tu mejor amiga. Hasta tal vez ella te envíe un mensaje mío.
Irina dio un fugaz beso en la pequeña frente de su hija mientras está reía fuertemente. En la totalidad de su inocencia, Neith guardó esas palabras en su mente pues todo lo creía muy literalmente, soñaba con ir hasta aquél planeta, traer el mensaje que su madre dijo enviar y luego mostrárselo a ella, una idea que solo un niño puede darle sentido.
—¡Mamá! ¡Es Venus! —exclamó Newt señalando entre el atardecer la aparición de la Luna y justo detrás de ella aquel tan famoso planeta entre ellos.
—¡Mami! ¡Es ella! —grito Neith de emoción.
La niña se alejó de los brazos de su madre, corriendo junto a su hermano entre el campo verdoso, como si correr les daba un esperanza de estar más cerca al el cielo.
Irina solo sonrió, guardando aquello en su memoria como cada verano, cuando el cielo se despejaba y salía junto a sus hijos a enseñarles un poco de lo que el universo podía entregar a simples humanos en la tierra.
💫🌎💫
—Mamá estuvo aquí —dije apenas mi recuerdo terminó.
—Estoy seguro de que así fue.
El recorrido finalizó, la hermosura de Venus se había ido y su hechizo hipnotizante también, pero aquel transe pareció irse más temprano en Shawn pues cuando el mío había dado por concluido, ya tenía a su silueta tan cerca a la mía que no me dio tiempo en procesarlo.
Los dedos de él fueron hacia mí mejilla, haciendo que lo mirase, no perdió ni un segundo en hacer que mi cuerpo quedará frente a él. Mi mente no entendía lo que ocurría, sin embargo, al sentir su aliento chocar contra mis labios, solo pude palpar el deseo que volvía a renacer.
Me besó y caí de nuevo en su propio encantamiento.
Holaaaa, por fin sucedió, SE BESARON. ¿Qué les parece este cambio en Shawn? ¿Lindo? ¿Sospechoso?, les dejo a su criterio 👀.
Aquí les va algunos datos interesantes 💫.
—Si buscan "Neith Venus" en Google, les aparecerá la misma explicación que nuestra protagonista le da a Shawn. Esto es solo un resumen, hay una explicación mucho más extensa en Internet por si quieren curiosear un poco 💁🏻♀️
—La descripción que escribí sobre el planeta Venus lo saqué de la página de la BBC. Hay muchas más características de ese planeta que las que yo coloqué, y según lo que leí, la apariencia de Venus no es en realidad como se ve en algunas fotos, es por eso que la describí como "gris opaco" ya que según ése es su verdadero aspecto.
—Con respecto a la tradición que Irina marca en la historia sobre salir con sus hijos a mirar ese planeta en específico, es real. Nosotros mismos y con un cielo despejado podemos ver no solo a Venus, sino también a algunos otros planetas más.
—Como digo siempre, no soy experta... aunque quisiera 😂. Son solo datos por si algunas de ustedes les interesa saber un poquito.
UN RETO PARA USTEDES:
Con respecto a la imagen que se encuentra en la multimedia, ¿Qué significado metafórico creen que le podrían dar con respecto a esta historia? Quien se asemeje más a la idea que plantee, recibirá una dedicación en la siguiente historia <3.
No se olviden de comentar y votar que me alienta muchísimo, las quiero ❤️.
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