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1.Hogar
—¡Mamá! —grité por décima vez, sintiendo el ardor en mi garganta, los brazos de mi tía retenían mi cuerpo que quería saltar hacia el televisor pequeño —Mamá... ¡Vuelve!
Para una simple niña de nueve años probablemente sus pulmones habrían explotado de tantos gritos que emanaba un pequeño cuerpo, pero el dolor, no le hacía justicia al horror que los medios hacían notar al mundo.
"Lamentamos informar que la nave espacial enviada por La Nasa en busca de un lugar habitable para nosotros ha perdido rastro desde el centro de instalaciones, se desconocen las causas de su desaparición"
Mi hermano de diez años, a comparación mía, tan sólo las lágrimas caían sobre sus mejillas, parecía tan quieto, mirando como su hermana se destruía en el suelo frío de su hogar.
Mamá dijo que volvería, lo prometió, sin embargo, sabía que nada podía prometerme que ella siguiera viva en el infinito espacio lleno de estrellas que alguna vez ella me describía todas las noches con la esperanza de que yo algún día las viera frente a frente.
Ella no volverá por mí, nunca más, sin embargo, esa noche me propuse algo mayor, algo que tal vez ella no me hubiera dejado hacer, completar esa misión que ella nunca pudo.
💫🌎💫
"El tiempo, no sabemos con exactitud qué es lo que significa, pero de lo que sí estamos conscientes es que nunca deja de avanzar y nunca nos deja retroceder. La tierra no dejaba de ocasionar desastres, la naturaleza siempre será más fuerte que nosotros aún más si la hacemos enojar"
—TIME.
Año 2119, Kansas.
La situación es cada vez peor, la cafetería en el que trabajaba empezaba su atención desde las ocho de la mañana y terminaba a las once, cuando se supone que era un servicio de veinticuatro horas. Las tormentas de arena eran cada vez más frecuentes, y después de las doce del medio día nadie salía de sus casas.
La gente vive gracias a su propio instinto de supervivencia, por supuesto, las grandes potencias no son de su agrado ayudar a ciudades lejos de la civilización, había muy poco de lo que igualar de aquí con las grandes ciudades.
—¿Por qué no traes tu mascarilla puesta, Neith? Ya sabes lo que tienes que hacer —me regaño mi tía al entrar a la casa, hice un chasquido con mi lengua con molestia.
—Tía Helen, no pienso volver a pinchar mi dedo en esa máquina —recrimine lanzando mi mochila al mueble.
—Oh si que lo harás, Newt ya lo hizo —me dijo mientras ponía los ojos en blanco.
—¿Qué hizo ahora? —pregunté ya que no siempre pasamos por aquella revisión, solo si mi tía cree que nos hemos expuesto demasiado.
—Lo vi correr esta mañana para traer el desayuno, le dije que se tomará su tiempo pero es igual de testarudo que tú y quiso llegar rápido solo para seguir durmiendo. —me explicó, llevándome hasta de la muñeca hasta la máquina que se encontraba a lado de la escalera.
—Pero yo no he corrido, y solo llegué cinco minutos después de las doce —le dije cuando la tormenta empezó a hacerse notar con las pequeñas partículas que chocaban contra las ventanas.
—Sabes que el oxígeno está desapareciendo y es mucho más difícil con las tormentas —añadió intentando que obedeciera.
—Si hubiera respirado suficiente hidrógeno de afuera, ahora estaría el desayuno de la mañana en el inodoro, ¿no crees? Los síntomas empiezan en un minuto, desde que llegue ya son seis, y hasta ahora no se me ha caído alguna extremidad —le dije al último bromeando a lo que ella me observó enternecida y con una sonrisa emotiva.
—Eres igual de inteligente que tu madre —dijo ella tocando mis mejillas con sus manos dándome un pequeño beso en la frente.
Desde hace más de cinco años, el oxígeno en la tierra no está favoreciéndonos. El aire está compuesto por una pequeña parte de Hidrógeno, bueno, así era hace diez años, ahora, aquel porcentaje fue subiendo, respirarlo por mucho tiempo sería fatal, las casas estaban hechas para que ninguna partícula de estas ingresara y lo único que respirábamos dentro era aire artificial. Cuando salíamos procuramos usar mascarilla, sin embargo, yo no lo usaba a menudo ya que mi camino de la cafetería hacía casa era de unos seis minutos y el oxígeno que respiraba dentro del local me era suficiente para que llegara sin un tipo de problemas.
—Pues no lo suficiente, tía —suspire mientras la seguía hasta la cocina.
—Sabes que no me gusta que digas eso, no por algo llegaste a ser becada por Harvard —dijo ella, recordando tal vez el único logro que hice durante toda mi vida.
—Solo pude concluir cuatro semestres —le hice acordar mientras me sentaba en la mesa.
—Cuatro semestres que te llenaron de sabiduría, tal vez no lo puedas aplicar ahora con todo lo que está pasando pero ya pronto podrás salir de este pequeño lugar y harás cosas mucho más grandes —añadió, sonriéndole de lado.
—Este pequeño lugar es mi hogar y siempre lo elegiré —le dije mientras colocaba el almuerzo en la mesa.
Mi tía cada vez que podía, a mi y a mi hermano, nos llenaba de esperanza aún en el medio del caos, era una virtud que admirare de ella por siempre.
—Venus, ¿Trajiste algo para tu hermano? —oí la voz masculina de Newt bajando por las escaleras mientras se arreglaba su cabello que ahora necesitaba un corte.
Newt a menudo me llamaba por mi segundo nombre, ya que de pequeño se quejaba con mamá de que mi nombre y el suyo eran muy parecidos.
—Disfrútalo —le respondí mientras le lanzaba la pequeña bolsa con algunos postres de la cafetería —No volveré, así que procura no acabarlos tan rápido —le dije mientras este se tiraba al sofá prendiendo la tele.
—¿Cómo que no volverás? —preguntó mi tía —¡Newt! Come en la mesa por favor.
Mi hermano gruñó y con molestia fue hacia el comedor, mientras sacaba los postres como si no hubiera comida en tres días. De los dos, no sabía quién era el maduro en esta hermandad.
—Todas las tiendas están cerrando por las tormentas frecuentes, el jefe dijo que no tenía caso continuar y cerró su negocio —le respondí mientras comía la lasaña.
—Perdedor —añadió Newt con el cupcake en la boca.
—Lo regañaría pero tiene razón, ¿De qué va a vivir? Por lo que se, esa era su única fuente de dinero —comentó mientras yo solo me encogí de hombros.
«Entre otras noticias, las distribuidoras más grandes del país están empezando a decaer por la agresiva contaminación del planeta, científicos aseguran que no hay arreglo alguna para el desastre en estos momentos. La Nasa ha estado en contacto con la población mundial y ya se está llevando a cabo el viaje interestelar para abandonar la tierra, por lo pronto se les comunica que en unos días estarán llegando un comunicado para ustedes hasta sus casas. Están haciendo todo lo posible para ayudarnos, porfavor, estén junto a sus familias y manténganse unidos."
Aquella noticia, nos atrapó como otras anteriores, pero parecía ir de mal en peor esta vez, de tan solo pensar que cada día había mucho más personas muriendo a causa de la falta de implementación en sus casas me hacía preocupar cada vez más.
—Vayan a su cuarto, me quedaré un rato limpiando la sala —aviso nuestra tía, apagando el televisor inmediatamente.
💫🌎💫
Como cada noche, después de una tormenta de arena, se presentaban una lluvia de estrellas, las únicas que podíamos apreciar ya que cuando no se presenta este espectáculo no había nada más que mirar del cielo, estas estrellas eran las únicas tan brillantes que podía vencer a la contaminación esparcida.
Newt apagó las luces del cuarto mientras yo bajaba el protector de metal hasta la mitad para admirar el cielo, no podíamos abrir la ventana pero al menos veíamos aquel escenario.
—Ya bajó una, ahí vienen las demás —dijo mi hermano señalando hacia arriba —Ya que tu eres la inteligente, nunca me dijiste porque se producía esto.
—Si lo hice, tonto, solo que te quedabas dormido cada vez que lo hacía —le respondí mientras me reía por su actitud.
—Bueno, ahora no puedo estar más que activo, anda, te escucho —dijo sin quitar la mirada de las tantas estrellas que ahora bajaban sin parar.
—Son partes de meteoros, hermanito, pero se nos presentan como si fueran estrellas —murmure, quedando maravillada con la luz que estas emitían, lo único tan natural que podía presenciar —Pasan por la tierra, tanto, que son arrastradas por nuestra gravedad, con tal fuerza que terminan por esparcirse en el cielo.
—Bueno, creo que aprendí más contigo que en mis tiempos de secundaria —añadió mientras reíamos al unísono, pero su sonrisa disminuye tan rápido que supe en lo que probablemente estaba pensando —Todos los días caen... ¿Crees que uno de esos meteoros sea lo suficiente grande para ya no ser estas bellezas y convertirlas en algo atroz?
—Si... Parece que con cada tormenta vienen muchos más —suspire con temor —Es mejor quedarnos con el recuerdo de su belleza, cuando lleguen lo suficiente entonces no las veremos.
—Esta no será la última noche de los dos apreciándolas, Neith. —murmuró colocando su brazo encima mío.
Cada vez que decía mi primer nombre, era porque al menos, por un segundo, sus palabras eran verdaderas y eso, podía alegrar mis días como también hacerlas inquietantes. Esta, era una combinación de esas dos.
Hola, gracias por haber leído la primera parte de esta historia, les prometo que se vendrá mucho más contenido 🙌🏻
DATO
×Los números de los capítulos están escritos en clave morse por si no lo sabían, quise darle un toque distinto, no es un error de wattpad jajaja.
×La explicación que da Neith sobre cómo se origina la lluvia de estrellas, es cierta, no sucede a menudo como en la historia pero sí ocurre cada cierto tiempo, son bellas.
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