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49. Días




Neith entró exasperada para luego chocar con la realidad de que no había casi nadie en aquél laboratorio cuando antes solía estar lleno. Su mirada fue directamente a los dos doctores que había al frente de ella, que al mirarla sostuvieron una esencia neutra para luego retirarse del salón, acción que fue extraña para Neith. Consecuencia que la llevó a dirigir su mirada hacia el doctor Cooper quien seguía trabajando en el fondo del salón como solía hacerlo desde el principio de todo.

—Me llena de esperanza verte aquí Brand. No te preocupes por ellos, el presidente dio la orden de que el laboratorio estuviera solo a tu disposición, al menos los primeros días. Sabía que vendrías aquí primero. —explicó el profesor mientras vacíaba un líquido azul en los tubos de ensayo que tenía escondido en uno de los cajones del escritorio.

—¿Shawn? —preguntó pues aún no asimilaba la idea de que ahora era llamado de tal manera.

—La gente empezó a llamarlo asi desde hace un año, aunque tiene el título de serlo no fue por ello que lo hicieron. Después de la rebelión aquí fue una masacre, llamarlo como tal le hacía saber que no eras parte de ello... Supongo que se me pegó con el tiempo —Cooper suspiró.

—¿Qué hizo?...

—¿No lo sabes?

—Si, si lo se pero no...

—Pero no todo, lo presentía —completo la frase al final dejando a Neith decepcionada con todo el historial que estaba enterandose de Shawn —Muchos se quisieron ir a tu base, pero terminaron muertos. Algunos lo lograron, otros no, es por eso lo vacío de este lugar y otros más.

—Hubiera querido ayudar —dijo Neith con honestidad.

—No eres Dios, Brand. No puedes controlarlo todo. Vimos todos como mataron a tu amigo frente tuyo, no había mucho que hacer. Se fueron muchos pero tienes a miles detrás ahora, quiero creer que podrás conseguir lo que buscas. —expresó apretando los labios mientras seguía en lo suyo.

—¿Usted... Intento salir? —cuestionó Brand aún con el pesar de ponerse en el lugar de todas aquellas personas.

—No, cuando estuve seguro de que estabas resguardada con Legrand, supe que habíamos logrado algo entre tanto caos. Irina jamás se quedaba de brazos cruzados si alguien o algo necesitaba de ella, supe que tu tampoco, después de todo tuve fe en que volverías y ahora estás aquí. Es por eso que decidí ayudarte... Un segundo plan si algo sale mal.

La castaña trago saliva, intentado que el retorcijón de su garganta se desenredara. Neith no estaba sola, nunca lo estuvo.

—¿Solo? —cuestionó Neith impresionada.

—No soy tonto —dijo Cooper haciendo que ambos soltaran una pequeña sonrisa —Hay más personas aquí que te tienen esperanza, Neith. Si bien las cápsulas de invernacion fueron hechas para un único uso, este líquido las hará funcionar nuevamente. Llevábamos más de mil por ahora, cada día intento hacer las suficientes y el poco personal de congelamiento que queda hace lo posible para mantenerlas en ese estado hasta el día en que cualquier cosa suceda.

—Si eso pasa, no habrá suficientes... ¿Verdad?

—Quisiera creer que no pero dos congeladores no puede llevar a todos.

—Lo haré yo —dijo una voz detrás de ellos, siendo Rebecca quien apareció en el salón.

—¿Escuchaste todo? —cuestionó Neith con amargura mientras se acercaba a ella —No harás nada, Rebecca.

—Tu base tomó tres de las que había, por lo que tienen tres congeladores más. Puedo hacerlo.

—No, no puedes...

—Neith, ella tiene razón. —afirmó Cooper.

—No confío en ella, Cooper —dijo Brand con el ceño fruncido.

—Pero yo sí —confrontó el profesor, haciendo que Neith lo mirará de manera inesperada —Como te dije, no soy el único que te apoya aquí. Forbes estuvo pasando todas las muestras desde que empecé y no ha dicho nada, créeme.

Neith se cruzó de brazos, dirigiendo su mirada a Cooper a quien no le quedó más que otra que confiar en él.

—¿Alguien más sabe de esto? —cuestionó Neith queriendo estar al tanto.

—Además de mi grupo, no, nadie más. —respondió, haciendo que la castaña asentiera con la cabeza lentamente —No te preocupes por nosotros, si el presidente se enterará ya habríamos hecho algo por los demás.

—Un año haciendo todo esto... No tengo palabras, profesor. —expresó la ojiverde.

—Solo concéntrate en lo que harás, es la mejor ayuda que puedes darnos a todos, además de todo lo que ya haz hecho —comentó Cooper dando una pequeñas palmadas al hombro de Brand en señal de apoyo.

—¿Sabe usted si mi antiguo puesto de trabajo sigue intacto?

—No... El presidente lo movió todo al suyo cuando intentaba encontrar respuestas al trabajo de ambos. —respondió Rebecca en voz baja.

—Ella ha sido secretaria del presidente, así que sabe la mayoría de cosas —respondió Cooper ante una incógnita que Brand pudo haber tenido en ese instante.

—¿Secretaria? ¿No manejabas la empresa de tu padre? —dijo Neith de manera directa.

—Se lo entregué —respondió tan rápido como se hizo la pregunta, dejando a Brand aún más confundida por lo que Rebecca enseguida decidió aclararlo —Él ya tenía una parte de las acciones cuando nos comprometimos hace dos años, mi padre no creía que pudiera manejarlo y con... Cameron muerto, mis posibilidades de tomar decisiones dentro del negocio eran nulas, todo dependía de Sha... El presidente.

Neith miró hacia Forbes y luego a Cooper quien solo ofreció una media sonrisa. La castaña suspiro y supo que era momento de comenzar.

—Tengo esto para ti. —dijo Cooper en medio del silencio, sacando una caja que estaba debajo de su escritorio —Es todo lo que tenías aquí, lo demás debe de estar en el lugar que preguntaste antes —murmuró entregándole aquel objeto en sus manos —Suerte, Brand.

—Mantenme al tanto.

Cooper asintió, mientras él y Rebecca se quedaron dentro, Neith dio por culminada su visita.

La castaña no confiaba en Forbes, era la única idea clara que tenía hasta el momento, sin embargo mientras Cooper tenga fe en ella, Brand lo seguirá a ojos cerrados, esperando que la fe del profesor no se vea traicionado.

Neith sentía estar en un túnel oscuro tratando de llegar a la luz donde no tenía idea que le esperaría al llegar. Todo con Shawn parecía tener un millón de destinos, más malos que buenos. Brand no lo iba a negar, tenía miedo, miedo de no saber lo que iba a pasar, solo pedía que todos a los que apreciaba estuvieran a salvo.

—Señorita Brand, un gusto volver a verla por aquí —saludo Garret quien venía desde el otro lado del pasillo hacia la castaña.

—Garret, que bueno verte aún aquí —dijo con una ligera sonrisa pues se dio cuenta que no se equivocaba cuando el hombre dijo que era fiel a todos los Mendes —Pienso que me llevará con él, ¿cierto?.

—Así es, acompáñeme.

Neith suspiro y emprendió sus pasos detrás de Garret. Durante el corto camino observó la presencia de algunas personas, aquellas que la palabra riqueza y soberbia lo llevaban en la frente, pues su alegría hacia notar lo despreocupados que ellos estaban ante la situación actual, para ellos tener devuelta a la doctora Brand era una vergüenza ya que sólo la veían como una rebelde que atacó las leyes. No entendían como su presidente había llegado a establecer una relación con una traidora, pero así como Neith veía a Rebecca, ellos veían a Brand de la misma manera. Dos caras diferentes de la realidad que pegaba con toda su fuerza.

—Pasé.

La ojiverde entró al lugar mientras la puerta se cerraba a sus espaldas, era notable que el espacio había aumentado y como fue dicho, todas sus pertenencias estaban en el escritorio blanco al costado del que parecía ser el escritorio de Shawn, yendo de hojas y un sinfín de libros.

—Apenas llegaste y ya comienzas a trabajar. Me gusta. —comentó Shawn saliendo del baño con sus mangas de su camisa azul hasta sus codos.

—No por nada se le llamo a esto una emergencia —dijo Neith sacando las cosas de la caja que traía.

Shawn camino hasta el escritorio de Neith, observándola como ordenaba sus cosas. Tenerla de vuelta había sido un sueño que parecía no poder creer, sentía que no podía amar tanto como lo estaba haciendo ahora, todo el tiempo que pasó con Neith era un motor para que su cabeza comenzará solo ver a ella, su esperanza estaba con él de nuevo, por lo que no importaba nada de lo que pasará pues sabía que estando con ella solo podía ver luz, una luz que estaba dispuesto a llevar con él.

—Dime, ¿Cómo estuvo allá abajo?. ¿Se lo dijiste?. —cuestionó Shawn, mirando a Neith con complicidad pues sabía que ella entendería su pregunta.

—Si y fue lo mejor que pude hacer después de ese tropiezo. —expresó la castaña tratando de ser lo más explícita posible.

—Y a cuestionar por lo que dices creo suponer que te perdonó —dijo con ambas manos reposando en la mesa mientras presenciaba el silencio de la mujer —No se si llamarlo inteligente por perdonarte o idiota por mantenerse tranquilo sabiendo que el hombre que se acostó con su mujer sigue respirando.

La ojiverde dirigió su mirada hacia Shawn de forma instantánea con una furia que parecía traspasar toda barrera. Neith camino hasta el castaño de forma amenazante, mientras este se incorporaba a su llegada.

—Amenaza a alguien más y...

—¿Amenazar? ¿Crees que iré detrás de él por haberte tocado? —el castaño soltó con una pequeña risa —Eres fácil de leer, Neith. Ni siquiera tuve que preguntar si así lo hizo, me lo acabas de confirmar. Pero no quiero que te preocupes, no iría tras él aunque lo quisiera.

—No confío en ti. —dijo Neith quitando su mirar de los ojos del castaño bruscamente mientras volvía a lo suyo.

—Ya no importa si lo haces o no —musito, dándole la espalda a Neith mientras iba caminando a su escritorio.

Brand sintió un apretujón en su corazón, no porque las palabras del hombre la lastimaran, sino que había sido algo más que eso. Algo escondían sus oraciones, y verlo tan despreocupado solo hacia que la presión de su corazón fuera más fuerte.

Era hora de trabajar, esperando que el tiempo sea suficiente para terminar.






💫🌎💫






Todo estaba perdido para Shawn. No desde que Neith se fue. No desde que supiera de su existencia. Fue desde el momento en que nació.

Si bien para él Neith estaba siendo su último amor más grande, no fue a ella a quien amo verdaderamente.

Todo se le fue arrebatado el día que perdió a su madre, lo único que lo mantuvo a flote después de perder a Aaliyah. Esa noche había sido como si cualquier parte de su humanidad hubiera desaparecido, como si su alma hubiera dejado su cuerpo sin piedad alguna. Los acontecimientos ocurridos después de ello, sólo lo hizo perder lo poco que quedaba de él mismo.

Shawn observaba todo, aprendía todo, sin embargo aún era muy pequeño para todo lo que su sed de venganza quería hacer. El joven vio todas sus posibilidades, tantas que todas ellas fueron disminuyendo conforme crecía, hasta hallar una en la que para él fue perfecta.

Aún después de saber sobre Neith, su plan seguía en pie, sólo que está vez la involucraba a ella.

Cuando Shawn vio por primera vez a Neith, creyó haberse enamorado perdidamente. Sin embargo no era más que una simple ilusión, pues él veía en Neith lo que Elizabeth Mendes fue. En los momentos felices que tuvo con Brand empezaba a cuestionarse si en verdad valía la pena llevarla con él hasta lo último de su plan, siendo el único cuestionamiento empatico que tuvo con ella hasta el momento donde Neith se fue y todo sentido común se borro, tal y como si nunca hubiera existido.

Acabar con el único proyecto de su padre y que la idea de ser recordado como el héroe de la humanidad sea revocado para siempre, era su más que perfecta idea de venganza.

Si Shawn iba a morir, no estaba dispuesto a hacerlo solo y pasar esos últimos días en agonía. Es por eso que decidió que su única esperanza de poder ser feliz al menos un segundo de su vida, era llevando a aquella luz que alumbraba su oscuridad.

Toda su vida fue agonía, ¿Por qué no llevarse con él la única luz que le quedaba?.

—Neith...

—Dime

La castaña sonrió al momento de acurrucarse más hacia su pecho, aún somnolienta había procedido a responderle en medio de aquella madrugada.

—¿Te casarías conmigo ahora?

Brand abrió los ojos de par en par, el sueño que hace unos segundos la embargaba se había ido, dejándola congelada ante aquella pregunta.

—¿Ahora?

—¿No quieres casarte conmigo?

Ella se apoyo en su codo sobre el colchón. Observó a Shawn. Quería asegurarse que lo que estaba diciendo no era una broma y al ver sus ojos supo que no lo era.

—Claro que quiero pero no me imaginaba tan pronto. Además, siempre haces entradas gigantes hasta con un regalo sencillo. Honestamente esperaba que cuando pidieras mi mano harías que toda la nave llevará carteles en sus manos. —la mujer soltó una risa nerviosa al igual que Shawn pues lo que dijo era cierto.

—Solo siento que el tiempo está yendo muy rápido.

—Y nosotros también, ¿no te parece?.

—No es de lo que hablo. Mañana podría no estar aquí o de repente tu corazón deje de latir. No podría verte morir sin antes irme contigo.

—Shawn, estamos en el lugar más seguro de todos. Tenemos tiempo incluso para decidir como quisieras llamar a tus nietos.

—Solo se que no tengo buena relación con algunos de aquí. Hacerte mi esposa te daría más protección de lo que quisiera.

—Estás asustándome. Espero que lo que paso con Cameron no sea tu motivo para pedirme matrimonio.

—Lo siento, lo que quiero decir es que quiero disfrutar lo más que pueda contigo mientras tengamos tiempo. Solo eso.

—Aún si tuviera mis días contados no quisiera que eso me motivará a hacer cosas que no planeaba ahora. Te amo y si me voy ahora no podría estar más que satisfecha.

—No quiero verte ir. ¿Sabes que me iría contigo, no?.

—Quisiera que no pero cuando eso pase estaremos bordando los noventa años y entonces te dejaré hacerlo.

—Solo no olvides cuánto te amo cuando sea el momento.

—Tenemos tiempo, eso es lo que no debes olvidar.

—Si...

Neith frunció el ceño, viendo lo testarudo que Shawn estaba siendo, sin embargo no lo culpaba pues para ella todo aquello estaba siendo consecuencia de lo que él había vivido.

Aún frustrada por no hacerle sacar aquel pensamiento de su mente, simplemente lo beso, uniéndose a él como otras noches pasadas donde todo lo que ocurría a su alrededor no existiese en ese momento.







Hola, otro nuevo capítulo.

Aquí comienza la etapa final, a solo tres capítulos más de terminar este libro y no me puedo sentir más nostálgica.

Perdonen la demora, como ya son los últimos tengo que detallar todo lo más que pueda para que quede bien y no sentirme insatisfecha.

Les puse la canción de ellie goulding para que supieran que la escuche mientras escribía la última parte de este capítulo ya que no está en Spotify 💔 (pronto subiré el link con todas las canciones que se usaron para este libro)

Me preocupa lo que Shawn tiene en mente.

No se olviden votar y comentar, las amo ❤️

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