❌Level 8: Ridiculizar/Ofender❌

LEVEL 8
READY, PLAYER TWO?

Jeremy estaba emocionado. La última vez que había ensayado con gente desconocida cerca fue en sus clases de teatro, y ni siquiera era para algo importante.

Se había levantado a horario para asistir al teatro donde él y Christine ensayarían "The guy who didn't like musicals" con los demás actores, para acostumbrarse al espacio antes del gran día. Michael lo acompañaba, no porque lo hubiese invitado, sino porque él se ofreció a llevarlo e insistió... E insistió... E insistió. Jeremy prefería guardar todo en suspenso, ya saben, para que Michael no se spoileara y mejor se sorprendiera el día en que estrenaran la obra. Pero díganme ¿No es bonito que tu novio esté ahí para darte apoyo moral y ánimos?

Realmente necesitaba que le diesen fuerzas, porque estaba muerto de nervios ¡Seguramente los demás actores eran unos profesionales y él quedaría como un tonto aficionado! Menos mal que tenía un lápiz a mano o hubiese mordisqueado el libreto todo el camino en auto al teatro.

–Uh... Jeremy ¿No crees que deberías calmarte? –Michael le llamó la atención cuando se detuvieron en un semáforo en rojo y tuvo la oportunidad de echarle un ojo a su ansioso novio. –Esto solo es un ensayo. Si deciden sacarte el papel no te vas a morir.

– ¡Sí que me voy a morir! ¡No es solo un ensayo! ¡Es el ensayo, Michael!

El de gafas alzó una ceja mirándolo expectante. –¿Y la diferencia es...?

–Esto es muy importante. Sabes lo mucho que siempre quise ser parte de una obra teatral famosa y ser el principal ¡Es un pequeño escalón al éxito! ¡Si lo arruino es mi fin! ¡Y el de Christine también!

Michael rodó los ojos con fastidio y se enfocó en el camino, dando marcha al auto. –Jeremy, no exageres. Dudo que llegues a hacer más de dos obras en tu vida, alguien como tú no llegaría a ser muy conocido.

Jeremy se consternó al escuchar eso ¿De dónde venía ese comentario? Es cierto que no llegaría a ser tan famoso como una estrella pop y eso pero... Tampoco era imposible hacerse una carrera estable en las artes teatrales. –¿Eh? ¿Qué quieres decir?

–Solo digo que no eres de los que destacan y... Se supone que lo que harás es un musical ¿No? Yo no te he visto ensayar canciones.

–Oh, eso es porque Paul no canta hasta el final y... No quería arruinar la sorpresa practicando contigo cerca.

–No hay mucho de ti que pueda sorprenderme, pero... Voy a ver qué tal lo haces hoy.

Jeremy asintió y volvió a su libreto sin seguir la conversación. No podía enojarse con Michael en este momento. El pobre solo estaba de malhumor porque se habían levantado temprano un sábado, lo cual también lo tendría a él echando humos a todo el mundo de no ser porque anoche durmió temprano esperando este día. Ya recuperaría al Michael usual cuando llegasen a casa y pudiese echarse una siesta. Una sesión de mimos somnolientos nunca fallaban.

Las cosas con Michael habían mejorado, después de tantos tropiezos las cosas volvían a ser como siempre debieron ser. Procuraba prestarle toda la atención posible, no quería que se sintiera solo o celoso de nuevo, mas sin embargo en vista de que no había problemas debía suponer que no tenía nada de qué preocuparse.

Cuando bajaron del auto y entraron al teatro les esperaba un grupo de personas hablando cerca del escenario, entre ellas se encontraba Christine, cual apenas los vio alzó la mano y saludó silenciosamente. Más de uno lo volteó a ver, y aunque fue con una sonrisa amable, Jeremy se seguía sintiendo como si pudiese morir ahí mismo.

–B-Bueno, uh... Tú deberías quedarte sentado mientras ensayamos ¿Sí, Mich?

–No tengo seis años, Jeremy, ya lo sé. –Respondió de mala gana tomando asiento cerca del escenario.

–¡Jeremy! Llegas en buen momento, estábamos por comenzar. –Le habló Christine. Ella se veía fresca, irradiando pura alegría. Cualquiera diría que si fuera posible estaría tirando brillitos por doquier. Él podría hacerlo de no ser por la ansiedad sujetando su euforia con correa.

Conversó con rato con los demás y se presentaron. Todos eran bastante agradables y gentiles. Habían estado en otras obras antes pero era el primer musical de todos, así que estaban en confianza si alguno de ellos tenía una falla. Seguía estando nervioso, claro, pero en menor medida. El primer paso siempre es dejar de sudar como para llenar una tina de niños.

A diferencia de lo que vio en el musical original, contaban con un actor para cada papel por más insignificante que fuera. Desde la chica de Greenpeace hasta el vagabundo y las trabajadoras de la cafetería destartalada donde trabajaba Emma. Solo se habían quedado cortos para los policías y soldados, pero ya lo resolverían.

El escenario era espacioso y tenía dos escaleras en los dos extremos, así que bajarían por ahí cada vez que lo necesitaran, como en la escena de los "arbustos" y tal. Se veía sencillo, aunque puede que tardarían un poco más de lo esperado. No tenían más que las bandas sonoras grabadas, por lo que tendrían que practicar los tiempos de las canciones. Ah, las desventajas de no estar en Hollywood y tener a todos los músicos tras el escenario.

Todo transcurrió bastante bien, hasta había terminado olvidando a Michael con todo el tema.
Se puso tenso al inicio, pero a medida que seguían en papel y avanzaban con las escenas se sentía más calmado y suelto. Como ventaja tenía a Christine, con la cual se volvía demasiado fácil actuar, pues se sentía como algo entre amigos, tan solo un juego. Aunque se hubiese sentido más tranquilo si Michael no los hubiese estado mirando tan amargamente cuando hacían una falsa tensión romántica.

Jeremy decía que odiaba su voz, pero... Pero... Más de una vez le dijeron durante el ensayo que al gritar le salía muy natural, y seguro con eso sacaban risas del público. Por lo general se sentiría ofendido ¡Pero qué diablos, este musical era una comedia negra! ¡La idea era hacer reír al público! Michael no contaba, él no podía reírse con el sueño volviéndolo una copia morena y cool de Gruñón.

Esto simplemente le encantaba ¿Cómo no se le ocurrió organizar algo así antes? Cada uno de sus compañeros era mejor que el anterior, y Christine se lucía con su cara de trabajadora mal pagada en lunes por la mañana. Para ser una chica que acostumbraba a sonreír, lo estaba haciendo demasiado bien, sobre todo cuando hizo una pausa para tomar agua y casi escupírsela en la cara simulando sangre.

Bien, eso último no fue muy agradable, pero ya entienden por dónde voy: Christine se toma muy en serio sus papeles.

Ahora, el momento por el cual todos estaban esperando ¿Era Jeremy Heere el actor correcto para Paul? Solo su voz entonada en las dos últimas canciones lo dirían.

Salió... ¿Bien? Nadie le había dicho nada ni lo pausó para hacerle correcciones, ni cuando se tomaron de las manos para hacer las reverencias en lo que Christine rogaba al público por ayuda antes de que los zombies cantarines la volvieran uno de ellos. El telón cayó... Metafóricamente, y todos se abrazaron en grupo gritando incoherencias. A él todavía le faltaba el aire y temblaba de nervios, por lo que no pudo reaccionar pronto.

–¡La tenemos, chicos! ¡Yo sé que la tenemos! –Chilló la actriz de Charlotte, Melanie, agitando al pobre de su amigo Markus, quien por cierto es el que interpretaba a Bill.

–¡Somos la bomba! ¡¿Por qué no estamos en Broadway?! –Gritó entre cólera y emoción, Miriam, la chica que interpretaba a Alice.

–¡Oh, Jeremy! ¡Lo hicimos de lo mejor! ¡Te dije que lo lograríamos! –Chilló Christine, abrazándolo sorpresivamente con una fuerza que le sacó hasta el aire del estómago y un poco más de la tráquea. No pregunten cómo.

Cuando estuvo estable y en condiciones de hablar, el mayor de sus compañeros, Josh, el que interpretaba a Sam, le codeó sonriendo. –Para ser nuevo en esto eres bueno, niño.

–U-Uh, y-yo... Muchas gracias, hago mi mejor esfuerzo. –Sí, y lo estaba haciendo ahora mismo para no mirar hacia abajo para evitar los ojos ajenos y no enrojecer de la vergüenza.

–Pfff, pudo estar mejor.

Se congeló en su sitio preguntándose si alguno de sus compañeros había sido el que soltó ese comentario despectivo, pero se sorprendió al ver que los demás ponían su mirada en dirección a las sillas del público donde Michael se encontraba sentado de brazos cruzados y cara de pocos amigos, como aburrido.

Christine soltó una risa burlona antes de agarrarlo del brazo mientras hacía a Michael un gesto de restar importancia. –¡Mentiras! ¡Lo hizo genial! ¡Te escuchaste maravilloso, Jeremy! ¡Sentí el miedo cada vez que gritabas!

–Yo creo que se escuchó como una vaca pariendo un elefante. –Volvió a decir en respuesta, riéndose un poco por lo bajo. Christine trató de reírse para disimular lo incómoda que la estaba poniendo esto. –Desafina en los tonos altos y no tiene la voz de un adulto ¿Así como planean que Paul se escuche como un trabajador cualquiera?

–Bueno... No pretendemos hacerlo igual que el musical en ese sentido. –Dijo Melanie, notoriamente ofuscada. –Y si Jeremy tiene errores son minúsculos, como los de todos. Es algo que podemos arreglar practicando más o que nadie notará cuando hagamos la obra.

–Y yo pensé que eran profesionales, bujú.

–Michael. –Christine lo detuvo mascullando con firmeza, frunciendo el ceño mientras señalaba discretamente a su compañero para que Michael reaccionara y cerrara el pico.

Jeremy no dijo nada, se quería morir de la vergüenza ¿Realmente lo había hecho tan mal? Ya sabía que no era el mejor cantando, y que no tenía la voz de "un hombre adulto", pero el resto le había dicho que lo hizo bien y se habían divertido ¿Por qué ahora se sentía tan fracasado? Oh, sí, porque no esperaba decepcionar a Michael ¡Quería impresionarlo! Se imaginó que cuando lo viese actuar le diría algún cumplido, incluso con su personalidad alegre podría haberle aplaudido, pero esto...

Nunca se había sentido tan pequeño e insignificante como cuando al levantar la vista hacia él lo vio mirándolo de forma despectiva, como si él fuera poca cosa, nada bueno que valiera la pena ver.

–Como sea ¿Ya se terminó esto? Bien, voy al auto. Jeremy, no te tardes.

No se atrevió a mirar a nadie a los ojos después de ese portazo, tomando sus cosas para marcharse. Sin embargo antes de alejarse Markus le puso una mano en el hombro y le dijo preocupado. –Jeremy, no le hagas caso, lo hiciste muy bien. Trabajo hace mucho en esta área y en serio, puedes llegar a ser muy bueno si sigues así.

El de pecas se limitó a sonreír levemente y a asentir con un. –Gracias. Nos vemos en próximo sábado.

Luego dejó el lugar, evitando despedirse de todos para no perder tiempo. Quién sabe si Michael perdería aún más la paciencia cada segundo que no dormía.

El viaje en el auto fue silencioso, casi deprimente. Michael no le dijo nada más en cuanto lo vio entrar, solo arrancó el auto y se concentró en conducirlo.

–No tenías que ser tan grosero ¿Sabes? Los incomodaste. –Murmuró por lo bajo, sin levantar la mirada de la ventana. Escuchó a su novio bufar, no necesitaba verlo para adivinar su gesto enfadado.

–Creí que querías ser bueno ¿Eh? Pobre de ti si no puedes manejar las críticas constructivas.

–No me diste ninguna crítica constructiva, me dejaste en ridículo, eso hiciste.

–Qué irónico que me lo digas ahora ¿No querías verte vanidoso, señor modestia? Además, fue más bien una opinión. No vas a llegar muy lejos así.

Jeremy no respondió, se quedó callado y pensativo unos minutos hasta que el auto se detuvo. Intentó bajarse aprovechando que el semáforo estaba en rojo, pero Michael fue más rápido y lo detuvo.

–¿Qué demonios haces?

–Me voy a bajar aquí, voy a caminar hasta mi casa. –Volvió a tratar de abrir la puerta, pero su novio le sujetó la mano. –¡Déjame bajar del puto auto!

–¡¿Cuál es tu problema?!

–¡Mi problema es que se supone que debías apoyarme hoy! ¡No insultarme! Soy tu novio, por Dios ¡¿Qué te costaba al menos fingir que te gustaba?!

–¿Fingir para qué? ¿Para darte falsa ilusión y luego aguantarme tus lloriqueos cuando fallaras? Supéralo, Jeremy, no sirves para esto.

Esa fue la gota que colmó el vaso y ayudó a que las lágrimas empezarán a derramarse. Jeremy no podía creer que su propio novio, el que tanto lo había animado en el pasado para meterse al grupo de teatro, le estuviese diciendo explícitamente que no servía para actuar.

Michael sabía cuánto significaba esto para él, y aun así lo estaba llamando fracasado. No pedía que le tirara pétalos de rosa o que lo alabara todo el santo día, solo quería aunque sea un cumplido, un "nada mal" o una sonrisa ¿Era demasiado pedir para un actor de pacotilla de 17 años?

Iba a bajarse en la siguiente calle, cuando escuchó a Michael suspirar con pesadez mientras soltaba un segundo el volante y descansaba el tabique sobre sus dedos.

–Jeremy, yo... Mierda, lo siento. Solo estoy de malas por la falta de sueño y... Es un poco frustrante ver que los demás son tan talentosos mientras yo... Cómo sea. No debí insultarte, lo siento.

Poco tardó el de pecas en limpiarse las lágrimas y esbozar una media sonrisa con el alivio quitando el peso sobre su pecho. –N-No, descuida. Está bien. Yo... Supongo que al menos tenías razón en que desafiné un poco.

–No, no, Jeremy. No hagas caso a lo que dije, yo no estaba...

–¡No! T-Tenías razón. Tengo que practicar más. Sería un fracasado si me frustro ahora y me rindo.

Michael le hizo un gesto para que se acercara y así poder besarle la mejilla. Se sintió como el detalle más dulce de todos.

–Seré tu espectador cuando quieras, pajarito.

–¿Pajarito? –Cuestionó divertido, a lo que el de gafas de devolvió una sonrisa ladina.

–No es muy original, pero ya que te gusta cantar... Podría ser tu nuevo apodo.

Jeremy soltó una risa corta sin despegar su atención y su mano de Michael el resto del viaje a casa.

No tenía por qué entristecerse más. Podía mejorar para lucirse frente a su novio, y este no había hecho otra cosa más que hablar a través del megáfono del malhumor.

Qué pena que para Michael mentir y disculparse fuera tan fácil que parecía real.

LEVEL 8 COMPLETE!

L o a d i n g . . .

FILE SAVED!

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Dos actualizaciones en la semana. Joder, soy generosa B)

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