Yoongi era el tipo de persona que resultaba divertida sin esfuerzo, una diversión espontánea que no necesitaba de grandes gestos ni bromas forzadas para conseguir que la gente se riera. No era payaso, era evidente, pero tenía un algo que encendía una chispa en Taehyung, obligándolo a sonreír incluso cuando no lo buscaba. Era como si esa energía sin pretensiones se apoderara de él y lo hiciera sentirse ligero

Pasar el tiempo con el era bastante divertido, primero por sus juegos y comentarios sarcásticos, y segundo porque lo hacía olvidar su gusto por Jimin, lo cual era bueno, ya que lograba distraer su mente, pero a la vez, lo dejaba inquieto. Es decir, ¿quién lo protegería si ese ogro de dos metros lo lastimaba algún día?

Pero, na ah, Taehyung no estaba muy preocupado por eso, porque sabía que Jimin, de alguna manera, sabía defenderse. ¡Y no solo eso! Jimin le había contado alguna vez que había tomado clases de taekwondo junto con su novio... su "tierno y perfecto novio". Taehyung casi se atragantó con su propia saliva cuando escuchó esas palabras. ¿Tierno y perfecto? ¿Dónde estaba lo tierno? ¿Dónde estaba lo perfecto? Jimin no paraba de hablar sobre él como si fuera un ángel, tan lindo, tan atento, tan... poco creíble.

Uh, eso era nefasto.

Taehyung no quería escuchar esos detalles, no los pedía, pero Jimin no podía evitar contarlos. Y, bueno, si a Jimin le hacía feliz hablar de su novio él con gusto (o tal vez no tanto gusto) escucharía. 

— Deberíamos salir otro día, Tae  — dijo, con esa forma relajada de decir las cosas que siempre lo hacía sonar más natural.

La propuesta de Yoongi no sonaba nada mal, en realidad. Era tentadora. ¿Salir con Yoongi? Claro que sí. Pero... ¿y Jimin? ¿Qué pasaría con Jimin si aceptaba? ¿Cuándo podrían hacerlo? ¿Sería capaz de estar disponible sin pensar en lo que podría estar haciendo él con su perfecto novio?

— Sí, bueno... podríamos, ¡pero no siempre puedo! — dijo Taehyung, como si tuviera una buena razón para negarse.

— ¿Por qué? ¿Tienes que analizar la situación de Jimin? — Yoongi bromeó, levantando una ceja.

— ¡No, no es eso! — Taehyung se apresuró a decir, agitando las manos como si eso pudiera explicar todo.

— ¿Entonces?

— Yo... yo... ¡no conozco lugares para ir! 

Y no era una total mentira. Taehyung tenía amigos, sí, pero no era de esos que proponían cosas divertidas ni nada por el estilo. Prefería estar en casa o dar una vuelta... o bueno, salir... quizá con Jimin, si tenía suerte.

— Si no conoces lugares divertidos, te puedo enseñar algunos, tonto — Yoongi respondió con una sonrisa burlona.

— ¡Eso...! ¡Eso suena bien!

Eso, en efecto, sonaba bien. Pero, de nuevo, ¿cómo podría espiar a Jimin correctamente si salía con Yoongi?

— ¿Cuándo sería? — preguntó.

—¿Te parece bien mañana? — Yoongi respondió como si no fuera gran cosa.

¿Mañana? ¿El día después de hoy? ¿El día que Jimin le había propuesto ir al cine para ver algo los dos? ¿Solo los dos?

— ¡No puedo! — Taehyung exclamó sin pensarlo, como si la respuesta hubiera salido de su boca antes de que pudiera detenerla.

— ¿Por qué? — Yoongi lo miró curioso.

— Jimin me invitó al cine — Taehyung sonrió, un poco orgulloso de sí mismo.

¡Y cómo no iba a estar nervioso! ¡Era Jimin! ¡Saldría con Jimin! ¡Jimin y Taehyung en el cine! ¡No era eso increíble!

Pero esa sonrisa se desvaneció rápidamente cuando vio la expresión de Yoongi. No estaba enojado, ni molesto, pero sí parecía... algo desanimado.

— Oh... bueno, puede ser otro día. — dijo Yoongi, con un tono más apagado de lo normal.

— ¡Sí! — respondió Taehyung rápidamente mostrando una sonrisa.

Pero entonces Yoongi desvió la mirada y se preguntó: ¿Yoongi estaba bien?

Taehyung no entendía por qué parecía decaído.

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