Los rayos del sol brillaban en todo su esplendor, las persianas de la tienda estaban abiertas y los rayos no dudaron ni un segundo en colarse en el lugar y cada vez abriéndose paso, mientras aumentaba la hora.

El tintineo de la puerta alertó a Namjoon que salió de la habitación trasera.

Una mujer de edad avanzada se acercó con una sonrisa al castaño.

—– Buenos días, Namjoon —– con la misma sonrisa y una reverencia saludó a la mujer conocida.

—– Buenos días, Noona ¿Cómo está?

—– Muy bien, gracias.

—– ¿Cómo sigue su esposo?

—– Está mejorando, dándole el medicamento tal cual como el doctor recetó. El tratamiento le está funcionando de maravilla.

—– Me alegra mucho escuchar eso.

—– El doctor me dijo que tienes una medicina para los coágulos.

—– Sí, es un ungüento —– se acercó al estante sacando un pequeño recipiente color azul —– Es muy bueno para los coágulos, moretones y también para otras manchas causadas por golpes. También para manchas comunes de la piel, últimamente el sol ha estado fuerte y puede crear heridas o alimentar los hongos en la piel —– La mujer asintió y sacó de su bolsillo el dinero.

—– Ten, no importa el cambio. Te lo debo por la medicina pasada.

—– Oh, no se preocupe —– dijo Namjoon al ver la cantidad.

—– No, tómalo todo. Haces un buen trabajo.

Sonrojado y enternecido ante el gesto de la dama, hizo una pronunciada reverencia

—– Gracias. Cuídese mucho, que se mejore.

— Gracias. Cuídate mucho, Namjoon —– la señora salió de la tienda y Namjoon suspiró, había sido un día agitado.

Al parecer las picadas de los mosquitos habían hecho mucho daño; la mayoría de las personas venían comprando ese ungüento. Ya había mandado a buscar más ingredientes para hacer más.

No pasó mucho tiempo cuando la campanilla sonó de nuevo y Namjoon había regresado a la parte trasera de la tienda.

—– Hoy ha venido mucha gente —– comentó secando sus manos en el delantal.

—– Anda, yo me quedo aquí pendiente —– dijo Mark, su amigo y compañero de trabajo.

Namjoon salió encontrándose con su mejor amigo, Jackson, sin camisa y con varias cestas repletas de diversas plantas.

—– Uff —– dijo resoplando, secando las gotas de sudor que recorrían todo su torso —– Que pesado.

—– ¿Tu cuerpo o la cesta?

—– ¿Estás en contra de mi cuerpo, Namjoon?

—– No —– le tendió un vaso de agua.

—– Vaya gracias, creí que me dejarías morir de sed —– El castaño sonrió y volteó el vaso en la cabeza de Jackson, mojando su cabello. Mark sorprendido se echó a reír a carcajadas —–  Gracias, no era suficiente con mi sudor.

—– Ahora sí —– Dijo el castaño y le tendió otro vaso —– Esta es para beber. —– Namjoon sonrió, amaba hacer enojar a Jackson cuando fanfarroneaba, era como una manera de calmarlo. De un trago, Jackson se bebió toda el agua.

—– ¿Sabías que eres conocido como el chico lindo que tiene amigos lindos? —– preguntó emocionado y mientras dejaba el vaso en el mostrador.

—– ¿En serio? —– Jackson asintió —– Que extraño —– Namjoon frunció el ceño —–  No tengo amigos lindos...

—– Pe— Jackson no dijo nada y colocó cara de ofendido, mientras Mark estalló en risas —– ¿Cuál es tu problema, Mark?

—– Ninguno que te importe.

—– ¿De qué te ríes? A ti también te dijeron feo.

—– Yo no ando exponiendo mi cuerpo en la calle mientras cargo plantas y no me duele que Nam me diga feo.

—– Como que–

—– Ya, no empiecen. Parecen una pareja recién casada —– Mark desapareció por la puerta trasera volviendo a sus cosas mientras Jackson empezó a sacar las plantas "Santo remedio" pensó —– ¿Por qué pelean tanto?

—– No lo sé. Supongo que nuestras personalidades chocan —– Namjoon lo observó fijamente, sabía que algo pasaba entre ellos dos pero, no quería ser chismoso con respecto a eso. Aunque ellos no disimulaba mucho. Ignoró lo pasado y se concentró en su libro observando la flor, la preciosa flor en la que tanto investigaba —– ¿Qué hay de ti?

—– ¿Mhm?

—– Pregunté ¿Qué hay de ti? —– dijo Jackson en una forma de cambiar el tema.

—– ¿A qué te refieres?

—– Vamos, Nam ¿No te gusta alguien?

El castaño rodó los ojos "Ahí vamos de nuevo"

—– No que yo recuerde.

—– Por amor a Dios —– Rodó los ojos —– Muchas chicas quieren salir contigo, hasta yo me anoto – El castaño le dio un codazo.

—– No eres chica, Jackson

—– No creo que eso importe, no es un incoveniente para ti.

—– Es un problema cuando eres mi mejor amigo.

—– Tengo el mismo problema —– reflexionó —– Pero en el género no hay inconvenientes —– Una larga mirada por parte de Namjoon le dio a entender que estaba en problemas, pero sólo se encogió de hombros —– Es la verdad —– El castaño rodó los ojos.

—– No estoy interesado.

—– Eres místico y exigente para el amor, eso se da, hay que dejar que las cosas sucedan —– Jackson se cruzó de brazos encima del mostrador de madera.

—– No quiero algo de ratos, quiero a alguien que me quite el aliento tan solo al mirarla.

—– O mirarlo.

—– Idiota —– refunfuñó.

—– ¿No lo niegas? —– Namjoon se encogió de hombros, restándole importancia.

—– ¿Debería? —– ambos se miraron fijamente, para luego negar al mismo tiempo.

—– No, no deberías.

—– Namjoon ¿Me prestas tu botella de cayena? —– Mark salió con su delantal y un mechón de cabello mojado.

—– Está en el estante.

—– No, ya lo busqué y no está.

—– ¿Qué? —– Namjoon frunció el ceño —– La dejé ahí esta mañana —– Mark negó y enseguida el castaño se levantó a buscarlo pero, no estaba.

La expresión de Namjoon contra la mirada de obviedad de Mark ciertamente no era una buena pelea.

—– Oh, oh, shampoo perdido. Me uniría a la búsqueda pero debo irme —– Se colocó su camisa bajo la atenta mirada de Mark —– Debo arar la tierra. Nos vemos —– Le guiñó un ojo a Mark que se sonrojó y le lanzó un beso a Namjoon —– Adiós, bellezas —– salió de la tienda, dejándola en silencio.

Namjoon ignoró el sonrojo de Mark.

—– Esta mañana lo traje.

—– No, no lo hiciste. Por lo menos en donde he buscado no está y acabas de confirmarlo —– La expresión de Namjoon era completo shock —– Perdiste la botella.

—– No, no. Claro que no. Creo... —– pasó las manos por su cabello frustrado —– Ah, lo deje en el río.

—– Más tarde lo buscarás, tienes gente. —– Nam volteó a la entrada y vio la fila de personas que estaban a punto de entrar "¿De dónde salió tanta gente?" —– Tranquilo, te ayudo dentro —– Namjoon resopló disponiéndose a atender a la clientela.