⊰⊹ฺ ᶜᵃᵖⁱ́ᵗᵘˡᵒ 16 ⊰⊹ฺ
Los paños de agua en su cabeza le despertaban de vez en cuando, el agua corriendo por su sien empañaban sus ojos y no le ayudan a conciliar el sueño que había perdido.
-- Perdón por no poder ir.
-- No te preocupes, iré yo. Cualquier remedio o ungüento especial les digo que esperen al lunes -- le respondió Mark.
-- Diles que vengan, si es urgente. Puedo atenderlos.
-- Namjoon...
-- En serio, no estoy tan grave solo es un resfriado común. Nada más -- El castaño se sentó en la cama desafiando a Mark -- No soy inútil -- Lo señaló.
Mark rodó los ojos -- Eso no fue lo que dije. Solo creo que debes descansar por de tu salud y aparte por el estrés del trabajo.
Ambos quedaron en silencio, hasta que Namjoon se rindió y asintió. Después de todo, no se sentía bien y no era solo por el resfriado, no quería tratar con nadie en esos momentos.
-- Está bien. Voy a descansar -- Mark sonrió.
-- Bueno, ya me voy. Vendré al finalizar la jornada. Adiós, Namjoon.
-- Adiós -- canturreó acostándose de nuevo, se quitó el paño y esperó a que Mark cerrara la puerta.
Cuando escuchó el click en la puerta pudo respirar aliviado, sacó su mano izquierda verificando la marca que había salido en ella.
Cuando se quedó de pie llorando en la cascada, sintió un ardor en su muñeca que aunque la metió en agua por el calor que había en ella, el ardor no desapareció.
Se resfrió al haber semejante clima frío de la mañana y él mojándose con agua casi congelada a esas horas.
Suspiró, debía esconder su mano, el anillo y el collar.
¿Cómo les explicaría eso a los demás?
"Hablé con el príncipe de la Luna y desarrollé sentimientos románticos en una noche" negó "No es creíble" pensó.
Se acostó boca abajo ocultando el precioso anillo y el collar. No eran extravagantes, aun así, brillaban por el material. Tal vez era oro con plata y todas esas cosas celestiales.
Fue maravilloso ver cómo de las manos de Seokjin salían estrellas y constelaciones.
Quedó tan maravillado y fascinado que el recuerdo aun provocaba emoción en él.
El toque en la puerta lo puso alerta y escondió los objetos.
-- Hyung~ -- La vocecita de su hermano le alentó.
-- Aquí estoy -- respondió y la puerta se abrió dejando ver a Jungkook con su linda sonrisa y una canasta con arándanos y sandía.
-- ¿Te sientes mal, Hyung? -- Namjoon asintió -- Te traje esto para que te mejores, Yugyeom te manda saludos y desea que sanes pronto -- colocó la cesta en una de las mesas de la habitación.
-- Gra-
-- Anoche no llegaste -- Soltó de repente.
-- ¿Qué? -- Namjoon parpadeó repetidas veces.
-- No soy tonto, Hyung -- Jungkook se cruzó de brazos -- Vine en la noche aquí a dormir contigo y no estabas.
-- Llegué tarde.
-- No llegaste. Me quedé aquí hasta temprano esperando a que llegaras -- La mirada del pelinegro era acusadora -- ¿Dónde estaba, Hyung?
-- Tuve que buscar mi botella de Cayena se me había perdido, y me resguardé en la tienda -- mintió Namjoon, eso podía ser un problema si de pronto Jungkook metía la pata hablando frente la abuela o Mark.
Que eran casi igual de estrictos.
-- ¿Cuándo será el próximo eclipse? -- El mayor enarcó una ceja.
-- ¿De dónde sacas eso?
-- Anoche lo fue, no soy un niño ya soy un hombre que conoce lo bueno y lo malo -- El castaño no pudo aguantar la risa -- No te rías -- Jungkook colocó sus manos en puños cerrados -- Soy un hombre.
-- Desde que naciste, Jungkookie.
-- No me refiero a eso, es... Ah -- suspiró -- Olvídalo. Esperaré el próximo eclipse para verlo -- La risa de Namjoon se acalló de golpe.
-- ¿Qué? ¿A quién?
-- A mi amigo nuevo, es muy lindo y amable, pero Hyung no está listo para esta conversación -- y se fue dando pasos rápidos y cerrando la puerta.
"¿Alguien más bajó? Bueno, supongo. Son varios, pero, ¿Jungkook los vio?" Otra pregunta rondó su cabeza "¿Y si me vio con Seokjin?" Al tiempo esa pregunta se fue cuando recordó el rostro lindo de Seokjin y otra vez la tristeza se hizo presente.
-- Seokjin... -- susurró acurrucándose de nuevo, tomó el anillo en su mano mientras volvía a susurrar su nombre.
Unos segundos demoró perdido en sus pensamientos, tal vez horas, pero, su cuerpo se resignó a dar alguna fuerza para levantarse y comer algo. Después de todo, estaba más convencido de que su fiebre era a causa de su tristeza.
Sacudió su cabeza "Eso no es posible ¿Enfermarme por Seokjin?" Suspiró con ojos cristalizados "Claro que sí"
-- ¿Peleas contigo mismo? -- su vista se levantó de golpe hacia la ventana, Hoseok lo miraba cálidamente recostado al alfeizar, su barbilla descansaba sobre su mano mientras observaba como el castaño movía y sacudía su cabeza de un lado a otro.
Después de todo, tenía razón.
Namjoon es el chico que rompería la maldición.
El castaño sorbió su nariz mirándolo fijamente "Hoseok me ayudará, él es celestial"
-- Pasa -- fue lo único que dijo.
En vez de contestar juguetonamente, Hoseok solo asintió mientras rodeaba la casa para entrar y sentarse en la cama donde estaba el castaño.
Era tierno ver a Namjoon sentado estilo mariposa con los brazos decaídos, indefenso y vulnerable, jamás lo había visto así, pero no era para menos.
Sollozando se lanzó a sus brazos, dejando ver por primera vez una faceta desconocida para ambos. El mayor lo estrechó entre sus brazos mientras acariciaba sus cabellos.
-- Tranquilo, Nam -- susurró -- Lo volverás a ver.
-- Pero duele y no entiendo por qué -- dijo aun en su pecho -- No entiendo qué pasó, no entiendo nada, absolutamente nada, ¿Por qué me siento tan mal? ¿Por qué siento una profunda tristeza? Como si me hubieran arrancado algo que no sabía que me faltaba, ¿Por qué?. No creo en los mitos de que son malos, no los creo. Todo me parece nuevo, me parece algo fantástico -- se alejó del pecho de Hoseok -- Aun así, al ver todo con mis propios ojos, no entiendo.
Hoseok esperó y se aseguró de que no diría nada más para intervenir.
-- Exactamente así se siente Seokjin -- dijo llamando la atención del castaño -- Es aun peor para él, porque él sí sabe.
Namjoon sentía curiosidad a pesar de sus enrojecidos ojos.
-- ¿Qué sabe?
--Es una historia... Un mito de años que ronda por la tierra, pero, que en el Reino de la Luna es real -- Hoseok se acomodó y tomó las manos de Namjoon - Algo que debes saber es que no hay un origen o creación de los seres celestiales, no sabemos quién elige que unos sean celestiales y otros humanos, sin embargo, tenemos una vida parecida a la de ustedes solo que se agregan otros detalles. La historia se remonta desde hace más de 500 años atrás, dónde todos bajaban y convivían con los humanos. No existía una regla o normas para convivir, pero, de eso se valió el pueblo donde existían brujas muy antiguas.
»En ese tiempo, El Rey de la Luna era aún un príncipe por no haberse casado. En sus viajes al pueblo conoció a una mujer que lo enamoró por completo, era una conexión más que sagrada, era algo que llamaban su ser destinado, su guía y a pesar de ser humana, no existía una regla que impidiera su emparejamiento es más, se creía que era el deber ser, un ser celestial junto con un humano para demostrar el equilibrio que debe haber en él Reino, pero, a las brujas de ese entonces no les agradó la idea, comenzaron a tramar muchas cosas y a envenenarles la mente a los humanos a través de hechizos«
»Finalmente el caos se desató y El Rey antes de irse con su esposa a su Reino, fue maldecido. La maldición constaba en que no volverían a acercarse a los aldeanos, después de todo tenían el miedo sembrado en sus corazones. Él único que podría romper la maldición de convivir nuevamente seres celestiales con humanos sería su hijo, si lograba encontrar pareja entre las barreras que están impuestas en este mundo«
Namjoon asimiló cada información, como si le hubieran limpiado un vidrio empañado.
-- Por eso es que los aldeanos se encierran en las noches de eclipses...
-- Sí, en el transcurso del tiempo las restricciones se hicieron más fuertes, quedando sólo bajar las noches de eclipses. Muchas difamaciones fueron hechas en contra de ellos, como lo de raptar personas, destruir hogares y matar aldeanos.
-- ¿Cómo lo de Youngjae y Bambam? -- la seriedad estaba plasmada en los ojos del castaño, realmente quería saber la verdad.
-- ¿Seokjin no te lo dijo?
-- ¿Decirme qué? -- Hoseok pensó y luego negó.
-- Él debe decírtelo, no yo.
Cierto temor se apoderó de su ya muy sensible corazón
-- Hoseok... -- susurró, el pelirrojo entendió que los pensamientos de Namjoon tomaban un rumbo diferente al de la realidad.
-- Namjoon ¿Confías en Seokjin? -- sus ojos se desorbitaron con la pregunta.
¿Confiaba en él?
Sentía muchas cosas cuando pensaba en Seokjin, sintió un sinfín de emociones cuando estuvo con él. Se había enamorado, pero, ¿Debía tener miedo? ¿Desconfiar? Después de todo, no lo conocía.
Y aunque buscara un motivo para negar lo obvio, no encontró más que un sentimiento desbordante de pura creencia.
-- Sí -- asintió varias veces -- Sí, confío en él.
Hoseok sonrió satisfecho -- Entonces, espera a que él te lo diga ¿Bien?
La idea desagradó a Namjoon, quería saber, pero confiaba en Seokjin así que esperaría por lo que asintió.
Un nuevo silencio se presentó en la habitación, por lo menos hasta que Namjoon espantado gritó.
-- ¡Espera! ¿El hijo que va a romper la maldición es Seokjin? -- Hoseok lo miró con obviedad -- No puede ser -- cubrió su boca con su mano --¿Por qué conmigo? -- el pelirrojo se encogió de hombros.
-- El destino te eligió para él.
-- ¿Cómo lo sabes? -- Hoseok sonrió y señaló su muñeca.
-- Estás marcado para él.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top